ICE detuvo a casi 100 inmigrantes indocumentados. Más de 500 niños faltaron a la escuela al día siguiente
Catherine E. Shoichet
CNN
12 de abril de 2018
La comunidad, donde hay cada vez más inmigrantes, quedó con miedo luego de la redada
(CNN) - Jessica Bailiff miró su clase y vio sillas vacías donde se suponía tenían que estar sus
estudiantes.
El corazón de la profesora de física se estremeció. Ella sabía por qué sus
alumnos no estaban allí.
El día anterior, las autoridades federales barrieron una planta cercana de
empaque de productos cárnicos, y acorralaron a casi 100 personas a las que acusaron
de estar ilegalmente en Estados Unidos.
Los grupos defensores de los derechos de los inmigrantes dijeron que la
operación de la semana pasada en el este de Tennessee fue la redada de
inmigración más grande en un lugar de trabajo en una década.
Más de 500 estudiantes se quedaron en casa y no fueron a la escuela al día
siguiente.
Ahora, una semana después, la mayoría de ellos están de regreso. Pero la
comunidad aún está temerosa, dice Bailiff.
Los niños que se suponen deben estar aprendiendo sobre ondas de luz, ondas
de radio y espectro electromagnético, dice ella, ahora se están preguntando si
volverán a ver otra vez a sus seres queridos.
“Solo hay miedo y tristeza en sus caras”, dice Bailiff.
Cuando los profesores se vuelven estudiantes
El impacto de la redada se extendió rápidamente en toda la comunidad, donde
cada vez más los inmigrantes se han vuelto parte de la comunidad. Los niños
sollozaban cuando compartían las historias de sus familias en conferencias de
prensa y en vigilias de oración. Y los profesores de las escuelas locales de
repente se hallaron en la primera línea de una crisis.
La operación masiva en la Southeastern Provision en Bean Station, Tennesse, llegó
meses después de que funcionarios del gobierno de Donald Trump prometiera
cuadruplicar la represión de la inmigración en los sitio de trabajo.
Pero la redada del pasado jueves tomó a muchos en la comunidad por sorpresa. En
documentos de la corte, un agente especial del Servicio de Impuestos Internos
(IRS por sus siglas en inglés) dijo que los propietarios de la planta estaban
bajo inmigración por supuestamente evadir impuestos, presentar declaraciones de
impuestos federales falsas y contratar a inmigrantes que están de manera ilegal
en el país. Los propietarios no han sido acusados formalmente y no han
respondido a los requerimientos para un comentario.
Los agentes federales arrestaron a 97 inmigrantes ese día, dijo la portavoz de ICE
Tammy Spicer. La mayoría de ellos enfrentan cargos administrativos por
supuestamente estar en el país ilegalmente.
Mientras los rumores volaban y el miedo aumentaba sobre lo que había pasado en la
planta, los activistas dicen que los profesores locales intervinieron para
ayudar.
Algunos llevaron a los estudiantes a sus casas en buses esa tarde, dice Colleen Jacobs,
coordinadora del ministerio juvenil en la iglesia católica St. Patrick en la
cercana Morristown, Tennessee.
“Cuando los estudiantes llegaron a sus casas, no estaban seguros de que hubiera alguien
allí con quien encontrarse”, explicó ella.
El viernes, cerca de 530 estudiantes no fueron a clases en las escuelas del
condado Hamblen, dijo el superintendente Jeff Perry. Eso es cerca del 5% de los
casi 10.000 estudiantes del distrito, y cerca de un cuarto de su población de
estudiantes latinos. En un día típico puede haber 75 inasistencias.
Algunos de los estudiantes que no asistieron a clase no estaban directamente afectados
por la redada, dijo Stephanie Teatro, codirectora ejecutiva de la Coalición de
Derechos de Refugiados e Inmigrantes de Tennessee.
“Otras familias tienen miedo de que si sus hijos van a la escuela y ellos van al
trabajo, tal vez no puedan volverse a ver”, dijo ella.
En la vigilia de oración, Esmeralda Bautista sostiene una foto de su
hermano Luis Bautista Martínez, quien fue detenido en la redada de ICE. En esta
foto también aparecen su hija Yemaya y su amiga Yaqueline Cruz. (Crédito: USA
TODAY NETWORK/Sipa US)
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Las escuelas están acostumbradas a lidiar con eventos traumáticos, dice
Perry, como la muerte repentina de un miembro de la familia o un accidente que
deje heridas graves.
Pero la escala de la redada de inmigración, dice él, causó un impacto
incluso más pronunciado.
“Nunca habíamos tenido nada de esta magnitud”, dice él.
Los funcionarios pusieron consejeros de inmigración disponibles, dice Perry, e
hicieron todo lo que pudieron para asegurarse de que los niños de su distrito
se sintieran seguros.
Más de 100 educadores locales se reunieron en la iglesia el domingo para un taller
sobre cómo ayudar a los estudiantes en crisis.
En la sesión liderada por activistas de derechos de los inmigrantes, los profesores
se volvieron estudiantes. Usaron marcadores de colores brillantes para expresar
sus emociones en grandes hojas de papel blanco:
“Me siento impotente”.
>“Lloré el jueves en la noche preguntándome cuál de mis estudiantes estaban
sin padres”.
"La mayoría de esos niños son ciudadanos estadounidenses".
>"No quiero vivir en un lugar donde la gente que he conocido por tanto
tiempo pueda ser apartada de mí en un segundo".
facebook.com/tnimmigrant/posts/10155688945119069
Bailiff, la profesora de física, dijo que ha estado devastada de ver a los niños que
ella ama lidiando con tanto dolor y miedo.
Pero también ha habido momentos favorables, como cuando ha visto que sus estudiantes ofrecen
palabras confortantes a sus compañeros.
Muchos estudiantes aún están luchando con sus emociones, dice ella. Algunos han
llorado. Un estudiante compartió un mensaje que había recibido de su madre: Si
no regreso a casa del trabajo hoy, cuida a tus hermanas hasta que podamos
resolverlo.
“Ha sido muy tenso”, dice la profesora. “He tratado de asegurarme de tomarme el
tiempo para hablar con cada uno de ellos y hacer que se desahoguen”.
Un gimnasio se convirtió en un santuario
La última vez que Rita caminó por la escuela primaria Hillcrest en Morristown, se
sintió perdida y sola. Eso ocurrió hace 10 años. Su padre acababa de ser
deportado. Ella estaba muy asustada como para decirles a sus compañeros. Solo
miraba por la ventana, sosteniendo su chaqueta roja, esperando que él volviera
a casa.
El lunes, ella vio el gimnasio de su vieja escuela y no pudo creer lo que veía.
Allí era el lugar donde ella solía correr, donde jugaba baloncesto y quemados
con sus amigos.
Ahora este era el lugar de vigilia para familias cuyos seres queridos fueron
detenidos en la redada. Para Rita, el gimnasio se veía justo como cuando ella
era una niña, con una gran diferencia. Estaba lleno, de pared a pared, con
personas de la comunidad que había venido a ayudar.
Un grupo de personas se reunió en el gimnasio de la escuela primaria Hillcrest en
Morristown, Tennessee, el lunes, para una vigilia luego de que casi 100
personas fueran detenidas en una redada de inmigración.
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“Me sentí como si tuviera el apoyo que finalmente necesitaba después de 10 años”,
dice Rita, que pidió solo ser identificada con su primer nombre por seguridad
para su familia. Ella ha estado dándoles consejos a las familias afectadas por
la redada: Encuentren fortaleza en su dolor.
Y detrás de ella, un letrero cuelga en la cancha de baloncesto, mitad en inglés,
mitad en español.
“Morristown es un ‘hogar’”.
- Gustavo Valdés de CNN en Español contribuyó con este reporte.
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