Un llamado para liberar a Julian
Assange en el décimo aniversario de la publicación de WikiLeaks de los archivos
de Guantánamo
25 de abril de 2021
Andy Worthington
Traducido del inglés para El Mundo no Puede Esperar 29 de mayo de 2021
Una
imagen compuesta del fundador de WikiLeaks Julian Assange, en custodia
británica y el logo de los “The Guantánamo Files”, publicados un día como hoy,
hace diez años. |
Hace diez años, el día de hoy, estaba trabajando con WikiLeaks como un socio
mediático — con el Washington Post, McClatchy Newspapers, the Daily Telegraph, Der Spiegel,
Le Monde, El Pais, Aftonbladet, La Repubblica y L’Espresso — en
la publicación de los “The Guantánamo Files”, documentos militares clasificados de
Guantánamo que fueron las últimas filtraciones importantes de documentos
clasificados del gobierno estadounidense filtrados por Chelsea Manning, después
de las publicaciones del 2010 del video “Collateral Murder”, los registros de guerra de Afganistán e Irak y Cablegate.
Todos los periodistas y editores involucrados están en
libertad de continuar su trabajo — e incluso, aunque Chelsea Manning, a quien
se le dio una sentencia de 35 años después de su juicio en el 2013 fue liberada
cuando Presidente Obama conmutara
su sentencia antes de dejar el poder—Julian Assange permanece encarcelado
en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, al sur de Londres, aunque, en
enero, la jueza británica Vanessa Baraitser, que presidió las audiencias en
relación a su extradición a los Estados Unidos, impedir
su extradición en base a que, dado su estado mental y la brutalidad
opresiva de las prisiones de máxima seguridad en los Estados Unidos, sería
incapaz prevenir su suicidio si fuera extraditado.
Ese debió el final de la historia, pero en lugar ser
liberado para re encontrarse con su pareja Stella Morris y sus dos pequeños
hijos, la jueza Baraitser se negó
a otorgarle la fianza y EE.UU. se negó a abandonar la solicitud de
extradición, anunciando que apelarían y continuarían a hacerlo a pesar de que
tomó posesión como presidente Joe Biden. Este es un margen oscuro en contra de
Biden, cuya administración debió de haber concluido, como lo hizo la de Obama
cuando él era vice presidente), que era imposible enjuiciar a Assange sin
debilitar la libertad de prensa. Como declaró
Trevor Timm, de la Fundación de Libertad de Prensa en abril del 2019: “A pesar
del extremadamente decepcionante registro de Barack Obama acerca de la libertad
de prensa, su departamento de justiciar ultimadamente terminó tomando la
decisión correcta cuando decidió que era muy peligroso acusar a WikiLeaks sin
poner en riesgo a organizaciones mediáticas como el New York Times y el Guardian”.
Las revelaciones de WikiLeaks
Todos los documentos filtrados por Chelsea Manning y
publicados por WikiLeaks en 2010 y 2011 fueron una revelación. El video de
“Collateral Murder”, con imágenes de la tripulación de un helicóptero
estadounidense Apache asesinando a once civiles desarmados en Ira en julio del
2007, incluyendo dos periodistas de Reuters, dieron evidencia clara que
crímenes de guerra, como lo hicieron los registros de las guerras de Afganistán
en Irak (Afghan and Iraq war logs), explicó
en una declaración el periodista Patrick Cockbrun durante audiencias de
extradición de Assange el pasado mes de septiembre y, como numerosas otras
fuentes han confirmado revelaciones
más espectaculares. Los cables diplomáticos también estuvieron llenos de sorprendentes
revelaciones acerca de la conducta de la política estadounidense, mientras que
“The Guantánamo Files”, como expliqué cuando se publicaron, “son la anatomía
del crimen colosal perpetuado por el gobierno estadounidenses sobre los 779
prisioneros que, en su mayoría, no son ni jamás han sido los terroristas que el
gobierno quiere que creamos que son”.
La publicación de los archivos, que originalmente
quería hacerse en mayo del 2011, fue apresurada porque WikiLeaks escuchó que
sus previos socios mediáticos Guardian y el New York Times, que ya se habían peleado
con Assange y que obtuvieron los expedientes por otros medios, estaban
planeando publicarlos así que la noche del 24 de abril del 2011 escribí la
introducción a los archivos que acompañó el lanzamiento de su publicación.
En retrospectiva, ese artículo WikiLeaks revela los expedientes secretos de Guantánamo y expone la
política de detención como una construcción de mentiras es uno de
los artículos más significativos que he escrito, y que resume el por qué los
archivos — que cubren 759 de los 779 hombres detenidos por el ejército de los
Estados Unidos desde la apertura de la prisión el 11 de enero del 2002 — fueron
tan importantes, la mayoría significativamente porque daban los hombres de
aquellos que dieron testimonios falsos o alegatos sospechosos en contra de sus
compañeros revelando la extensión de la poca confiabilidad de los testigos en
los cuales se basó Estados Unidos para justificar la detención de hombres en
Guantánamo que, o eran inocentes o fueron arrestados por error o simplemente
eran soldados rasos sin ningún tipo de responsabilidad alguna.
Los expedientes también revelaron evaluaciones de
amenaza, que fueron fundamentalmente exageradas. Ya que nadie en el ejército
estadounidense o en los servicios de inteligencia querían admitir los errores
que habían hecho, los prisioneros que no representaban ningún riesgo alguno
fueron descritos como “bajo riesgo” y, por ende, los de “bajo riesgo” fueron
etiquetados como “riesgo medio” y los prisioneros de “riesgo medio” junto con
los prisioneros que tal vez podrían ser genuinamente descritos como “riesgo
alto” fueron todos puestos juntos como “riesgo alto”.
Los archivos también dieron evaluaciones de amenazas basadas
en el comportamiento de detenidos desde su llegada a Guantánamo, estableciendo
que muchos hombres fueron detenidos (y algunos todavía lo están) no por algo
que hayan hecho antes de ser arrestados, sino por la resistencia al brutal e
injusto trato en Guantánamo. También se incluyeron evaluaciones de salud,
estableciendo que incluso las autoridades estadounidenses reconocieron que,
como el Guardian lo describe, “casi cien
prisioneros de Guantánamo fueron clasificados…como enfermos mentales con
depresión severa, esquizofrenia y bipolaridad”.
Desafortunadamente, a la semana de la publicación de “The Guantánamo Files”, la
administración de Obama decidió que era importante asesinar
a Osama bin Laden en una redada tipo Wild West en el lugar en donde había
estado viviendo, en Pakistán, una movida con temporalidad, digámoslo así,
sospechosa, especialmente porque inmediatamente después las fuerzas obscuras de
los Estados Unidos comenzaron a promover la
completamente falsa noción de que fue la tortura en los “sitios negros”
del programa de la CIA, y la existencia de Guantánamo, lo que había llevado a
la localización de bin Laden.
Después de la publicación de “The Guantánamo Files”, pasé el resto del 2011 en un detallado análisis de los expedientes, escribiendo
422
perfiles en 34 artículos en los cuales diseccioné la información de los
prisioneros de los archivos, demostrando por qué, en la mayoría de los casos,
era tan fundamentalmente poco confiable. Fue un proceso similar al que hice en
el 2006, cuando yo ha ía sido el único en conducir un análisis detallado de los
documentos publicados por el Pentágono después de perder la demanda de Libertad
de Información, para mi libro The Guantánamo Files y mucho de mi
trabajo subsecuente y sigo muy orgulloso de mi análisis de los archivos
publicado por WikiLeaks. Quedé decepcionado porque, a través de una combinación
de estar exhausto y sin fondos, no pude terminar mi análisis.
Espero, sin embargo, que lo que terminé ayude no solo a exponer la enorme injusticia de Guantánamo, sino que justifique más
que nada la filtración de documentos, por la cual, vergonzosamente, Julian
Assange continúa siendo perseguido.
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|