Revolución #85, 22 de abril de
2007
San Diego: Redadas del gobierno y paramilitares reaccionarios
siembran terror en comunidades de migrantes
Luciente Zamora
Una camioneta blanca sin insignias, con ocho hombres, se estaciona frente a
una casa en el barrio Vista de San Diego. Tocan a la puerta; están buscando a
una mexicana que recibió orden de deportación. Los ocho son agentes armados del
Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), el brazo armado de la Migra.
Registran todos los cuartos y reúnen a la familia en la sala. La señora que
buscan no vive ahí, pero los agentes detienen a dos hombres; uno de ellos tiene
un bebé de tres meses y una niña de ocho años. Son las 5 a.m. y a los dos los
esposan y se los llevan en piyama.
Por todo San Diego, Mar Vista, Vista, Barrio Logan, Escondido, el condado
Imperial y alrededores se repiten escenas como esta en comunidades
residenciales, casas y apartamentos. En las últimas dos semanas han detenido a
359 personas en el condado de San Diego. Las redadas en supermercados, paradas
de camión, centros de trabajo y retenes en zonas frecuentadas por mexicanos (así
como centroamericanos, vietnamitas y otros migrantes), han sembrado terror. Ha
disminuido la cantidad de gente en centros comerciales, lavanderías y parques
porque muchos temen salir de la casa.
Esto ha envalentonado a los paramilitares fascistas antimigrantes, como los
Minutemen. Hostigan a los jornaleros y piden documentos a cualquiera que vean en
la calle. El día del desfile de César Chávez, unos reaccionarios filmaron a
estudiantes y padres de familia en la prepa Vista con el fin de sembrar
temor.
En una primaria de Escondido, los maestros no entendían por qué muchos padres
no fueron a buscar a sus hijos a la salida de la escuela. Se enteraron de que en
la comunidad corrió la voz de que había agentes del ICE y eso causó pánico. El
periódico El Latino informó que recibió muchos mensajes de sus lectores
con el paradero de los agentes del ICE. Uno decía: “Están fuera de la escuela
César Chávez. Nunca he visto eso”. El peligro de separación es tal que muchos
padres han hecho planes de urgencia con amigos y parientes para encargarse de
sus hijos si los deportan.
ICE y la represión fascista
El ICE fue establecido en el 2003 y es el mayor brazo investigador del
Departamento de Seguridad de la Patria. Las redadas en San Diego son parte del
operativo nacional “Devolver al Remitente", que empezó en mayo del 2006 y ha
arrestado a más de18,000 migrantes, muchos en su hogar. La Opinión
informa que más de un tercio de las detenciones han sido “circunstanciales”, lo
cual quiere decir que el supuesto “fugitivo” (por lo general personas cuyo único
delito es estar en el país sin papeles) no estaba presente durante la redada.
Pero registraron a los demás, en el hogar o el trabajo, y se llevaron a los que
no tenían documentos.
Lo que está sucediendo, en San Diego y otras partes del país, es que
cazaesclavos modernos están cazando a seres humanos. Acosan a gente que se ha
visto obligada a cruzar la frontera en condiciones peligrosas y a veces mortales
porque el imperialismo estadounidense saquea y domina sus países. Están
separando familias de una manera despiadada. El director de las operaciones de
“detención y expulsión” del ICE de San Diego dijo: “Nuestro mensaje es este: si
ha recibido orden de deportación, obedézcala. Si no, el ICE va a buscarlo y
deportarlo”.
Esta ofensiva empezó después de las enormes movilizaciones de migrantes de la
primavera pasada y la subsiguiente contraofensiva reaccionaria. Es parte
importante de las maniobras de la clase dominante para someter a los migrantes a
una servidumbre más cruel por medio de nuevas leyes represivas, movilización
fascista de “patriotas” y represión policial como estas redadas.
“Miren lo que Estados Unidos le ha hecho a nuestro
país...”
Hablamos con varias personas de los barrios de San Diego afectados por las
redadas. Jesús y Abel son de Oaxaca y tienen 20 años en Escondido. Jesús
preguntó: “¿Por qué están haciendo esto?”. “Mire lo que los Estados Unidos le ha
hecho a nuestro país. Ellos se roban los recursos naturales y luego dicen que le
dan a México mucha ayuda. ¿Entonces por qué no le dan a toda la gente que
trabaja la tierra en el campo la tecnología y maquinaria necesaria para que los
mexicanos seamos independientes y para que nosotros mismos salgamos adelante? Es
por eso que venimos a este país”.
Jesús agregó: “La situación en México es una de desesperación… Si el gobierno
de Estados Unidos sigue con estas redadas y fortalece la frontera, pues entonces
va a ser más difícil o imposible para que la gente venga ilegalmente y eso va a
alimentar una situación que le quita a las personas la única alternativa que
tienen para sobrevivir [ir a Estados Unidos para trabajar y mandar dinero a
México]; esto empeorará las cosas en México. Este es un gran problema para
Estados Unidos porque somos vecinos”.
Temor... e ira
Muchos expresaron temor y angustia ante esta situación, pero también
expresaron ira por ser tratados como bestias de carga y como si fueran
criminales. Jorge es de Veracruz, México, y llegó a San Diego en el verano del
año pasado. Cruzó por el desierto de Arizona, donde muchos mueren. Su esposa
está en Veracruz con su hijo. Ella necesita lo que él manda para hacerse un
tratamiento de leucemia. “Trabajo como animal, muy duro. Esa es mi vida. Antes
iba al parque un rato en mi día de descanso pero ahora ni eso puedo hacer porque
voy de mi casa al trabajo y del trabajo a mi casa. Nada más salgo en la noche
uno o dos días a la semana para comprar comida para cocinar, pero aparte de eso
no salgo para nada, la vida de mi esposa depende de mí”.
Ricardo tiene 10 años en Estados Unidos y dice que siempre se ha sentido como
en la cárcel. “No he visto a mi familia en México por diez años. Me comunico con
ellos como un criminal en una cárcel, por medio de cartas y llamadas
telefónicas. Pero nosotros los indocumentados no somos criminales, somos seres
humanos”.
Todos los migrantes y los que defienden la justicia tienen que oponer una
resistencia masiva y resuelta a estas redadas fascistas que se están dando en
todo el país.
Algo muy importante en esa dirección ocurrió el 7 de abril en Los Ángeles,
con la marcha de unas 25,000 a 50,000 personas por los derechos de los
migrantes. Fue la mayor protesta desde las megamarchas del año pasado. Los
manifestantes demandaban alto a las redadas y tenían un fuerte mensaje que
proclamar: “No somos uno, no somos cien, ya somos muchos, cuéntenos bien”.
Si a esto agregamos la resistencia que vimos recientemente en San Rafael,
California (ver “Resistencia al ICE en San Rafael,
California: ‘Fueron por los inmigrantes y todos estuvimos presentes’”, en el
#83 de Revolución, revcom.us) y las protestas del 1º de Mayo que se
están preparando, la situación es prometedora y urge robustecer la
resistencia.
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