Sami El Haj funda el Guantánamo Justice Centre
por Silvia Cattori 3 de agosto de 2009 Ginebra (Suiza) Voltaire,
édition internationale
El 29 de julio de 2009 tuvo el privilegio de reunirnos en Ginebra con Sami El
Haj, el periodista y camarógrafo de Al Jazzera que pasó más de 6 años
encarcelado en la base naval estadounidense de Guantánamo, territorio cubano
ocupado por Estados Unidos en contra de la voluntad de las autoridades y del
pueblo de Cuba. Durante su estancia en Ginebra, Sami El Haj anunció la creación
de la organización humanitaria «Centro Guantánamo por la Justicia», (Guantánamo
Justice Centre), que él mismo preside y que tendrá su sede en Londres, conforme
a su anuncio, el 30 de julio, en conferencia de prensa convocada en esta
capital. La nueva ONG tendrá como secretario general al ex detenido británico
Moazzam Begg y tendrá representaciones en Ginebra y París.
¿Por qué esta nueva ONG?
El “Centro Guantánamo por la Justicia» se plantea como objetivo la liberación
de todos los prisioneros aún detenidos allí, así como el reconocimiento de la
inocencia de esas personas y de los abusos a los que fueron sometidas por la
administración de los Estados Unidos. Tiene también como objetivo la obtención
de reparaciones por los daños financieros y morales que sufrieron los ex
detenidos y que se proporcione ayuda sicológica a esas personas.
Esta ONG se prepara, al mismo tiempo, para emprender junto a un grupo de ex
detenidos de Guantánamo una "acción legal conjunta" (joint legal action) contra
el ex presidente George W. Bush y varios miembros de su administración por haber
propiciado las detenciones ilegales y las torturas sufridas en Guantánamo.
Sobre ese tema, Sami El Haj 1 precisa: "El objetivo de nuestra organización es abrir una acción
de la justicia contra la administración Bush. Estamos recogiendo información,
esencialmente testimonios médicos, de todo el que esté en posesión de ese tipo
de datos. Eso lleva tiempo.”
Sami El Haj señala, sin embargo, la necesidad inmediata de ayuda material y
de apoyo moral que enfrentan todas esas víctimas, actualmente abandonadas como
casos sin solución, después que creyeron en enero en las promesas de Obama y
pensaron que su situación iba a mejorar: «Obama había prometido la supresión de
las cortes militares, pero luego se echó para atrás diciendo que las cortes
militares iban a mantenerse con algunos cambios. [Obama] había prometido que se
harían públicas las fotos de las brutalidades cometidas con los prisioneros de
las dos guerras que se están desarrollando, en Irak y en Afganistán, pero se
retractó diciendo que eso perjudicaría la imagen de los Estados Unidos. [Obama]
había dicho que iba a juzgar a los autores de crímenes de guerra, pero en eso
también se echó para atrás.
Y nosotros tenemos hoy la prueba de que nunca han cesado las torturas en
Guantánamo (lanzar [a los prisioneros] contra las paredes, privarlos del sueño y
del alimento, [aplicación del] submarino y de otras técnicas llamadas «de
interrogatorio fuerte», NdA.).
Obama no ha cumplido sus promesas. Nosotros esperamos que cumpla, por lo
menos, la de cerrar Guantánamo. Creemos que lo hará. Pero la cuestión no reside
solamente en el cierre. El problema más difícil es el que tenemos ante
nosotros.
Cuando Obama llegó al poder, había en Guantánamo cerca de 256 prisioneros. En
este momento, más de 6 meses después de su promesa de cerrar esa prisión en el
plazo de un año, hay todavía [en Guantánamo] 229 detenidos. O sea, en 6 meses
sólo han sido liberados 27 detenidos. Nos espanta que el número de detenidos
liberados sea tan pequeño. ¿Liberará la administración estadounidense a los 229
detenidos que se encuentran aún en Guantánamo? Lo dudo porque tenemos
información confiable –de gente que vive allí– según la cual Estados Unidos está
construyendo un campo de prisioneros en Bagram, en Afganistán, y ese campo
estaría destinado al internamiento de los prisioneros provenientes de
Guantánamo.
Eso indica que el problema no será resuelto con el simple cierre de
Guantánamo. Estará resuelto únicamente cuando los detenidos liberados hayan
recobrado enteramente su libertad. Es en esa dirección, para ayudar a esos
detenidos, que trabajará nuestra organización –denominada “Centro Guantánamo por
la Justicia.”
La administración Obama afirma que: “nadie coopera con nosotros, nadie nos
ayuda a cerrar Guantánamo”. Yo no creo que esa afirmación corresponda a los
hechos. Dicho esto, la liberación de los prisioneros implica que éstos puedan
obtener ayuda cuando salgan. Por ejemplo, muchos de los 229 detenidos que aún se
encuentran en Guantánamo son yemenitas y Yemen no ha tramitado hasta ahora con
Estados Unidos la recepción de sus ciudadanos. Para los cerca de 500 detenidos
ya liberados, los sufrimientos están lejos de haber terminado con el regreso a
sus países. Al haber sido catalogados como “terroristas”, están teniendo
problemas de inserción, se les ha dejado sin atención a pesar de tratarse de
personas traumatizadas que necesitan apoyo sicológico.
Las razones anteriormente mencionadas son lo que nos ha llevado a crear esta
organización humanitaria, para recordarle al mundo que los prisioneros de
Guantánamo son inocentes y que hay que ayudarlos, que Guantánamo fue un error de
Estados Unidos y que es ése país quien debe resolver ese grave problema.»
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