En lo negro: la tortura y
seres humanos reales
Jill McLaughlin 1º de marzo de 2009
Out of the blue and into the black They give you this, but you pay for
that And once you're gone, you can never come back When you're out of the
blue and into the black - Neil Young, Out of the Blue
De repente
te caes en lo negro Lo que te dan al fin lo pagarás Y cuando has ido,
nunca volverás De repente te caes en lo negro
El lunes pasado, 23 de febrero, pusieron en libertad al hombre sobre quien
mucho se ha escrito en las últimas semanas. Lo volvieron a Gran Bretaña después
de casi siete largos años de la experiencia más angustiosa que ni tú ni yo
pudiéramos imaginar o, en realidad, compensar. Y según lo que dijo en una
declaración de sus abogados a su regreso a Gran Bretaña, tampoco él lo hubiera
soñado hasta que lo apresaron sorpresivamente en Pakistán.
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Ese hombre, Binyam Mohammed, se conoce como uno de los ex detenidos que
entablaron la demanda contra la infame compañía Jeppesen Dataplan. Jeppesen es
una filial de Boeing que prestó sus aviones a la entrega extraordinaria de
presuntos terroristas a otros países. En el caso de Binyam lo llevaron primero a
Marruecos, donde lo torturaron, y luego lo llevaron a Guantánamo, donde lo
detuvieron y lo torturaron de nuevo hasta su liberación el lunes pasado. Hace
poco en California, un fallo causó que la demanda contra Jeppesen se estancara
de nuevo, así como sucedió en 2008 cuando el gobierno de Bush adujo que no se
podían revelar las pruebas contra Jeppesen porque eran "secretos de estado". En
esta última ronda el Departamento de Justicia, bajo el gobierno de Obama,planteó
el mismo argumento (en inglés.)
No quiero hablar mucho, sin embargo, sobre los detalles de las demandas o los
fallos en torno a las entregas (rendición), la detención, ni la tortura. Quiero
hablar de ti, de mí, y de gente como Binyam. Al leer la declaración de Binyam el lunes
pasado, me permití un sentimiento que he tenido a veces durante los últimos dos
años de activismo y de organizar a otros.
Se trata de esta idea que, no importa lo que hagas, no puedes enmendar los
errores o daños que hizo tu gobierno en tu nombre a gente que no hizo nada para
merecer ese salvajismo. Sentí una profunda tristeza por eso, pero también tuve
un sentimiento de determinación. Binyam, como tú y yo, es una persona real. Es
una persona de a pie que un día
estaba viviendo su vida (en inglés) y al otro lo arrojaron a la
oscuridad.
Habiendo sobrevivido esos momentos de oscuridad absoluta durante su
detención, todo lo que quiere hacer es decir la verdad y defender a los que
siguen detenidos. Piensen en eso por un minuto. Aquí tienen a un hombre cuya
vida ha sido prácticamente destrozada y, al ser puesto en libertad, no piensa en
sí mismo sino en los que sufren a manos de nuestro gobierno. Después de ese
trauma, podría haber pasado al olvido y tratado de volver a su vida pasada lo
mejor que pudiera. Ningún ser humano pensante y sensible le vería mal si hiciera
exactamente eso. Pero no lo está haciendo. Aunque sabe y reconoce que nunca se
recuperará totalmente de todo lo sucedido, una cosa le queda clara. Va a luchar
por los derechos de los demás que han sufrido y siguen sufriendo de la misma
manera que él. Pero ustedes, ¿qué van a hacer acerca del problema de la tortura
y la detención? ¿Van a dejar que se ocupe de eso algún otro que piensan que sea
más capacitado o más dotado para hacerlo que ustedes?
Eso me hace recordar una discusión que tuve hace más de un año con una
compañera de trabajo. Me pregunté en voz alta por qué tanta gente de este país
se quedaba pasiva, silenciosa e invisible, frente a esos crímenes de nuestro
gobierno. Ella me dijo que se necesita a cierto tipo de persona que tome una
posición y hable públicamente acerca de esas cosas. Ella agregó: "Eres una
anomalía." Tuve que pensarlo un rato y lo he pensado mucho desde entonces. He
llegado a la conclusión de que no soy una anomalía. No soy muy diferente que
ustedes, pues estoy viviendo una vida cotidiana más o menos del mismo modo que
tú.
Así que no dudo en decir que, al igual que Binyam, ustedes y yo nos hemos
visto sumido en lo negro debido a los crímenes de nuestro gobierno, desde que
empezó todo este asunto de "la guerra contra el terrorismo". Es difícil pasarlo
por alto mientras vamos tropezando en la oscuridad, pero unos quieren esperar a
que algún otro le arroje una luz y lo resuelva todo. He decidido enfrentármelo y
hace un tiempo llegué a la conclusión de que no podemos confiar en que los
líderes de este país, no importa quien sean, pongan un fin a esos crímenes
contra la humanidad. El programa de detención y tortura puesto en marcha por el
gobierno de Bush, con el pretexto de la llamada "guerra contra el terrorismo",
no lo puede desmantelar quienquiera que sea el presidente.
El punto es que, mientras los líderes mantengan el pretexto de esa "guerra
contra el terror", que no es nada más que una guerra por imperio, habrá tortura
y crímenes contra la humanidad. Los dos se ligan inextricablemente. Últimamente
muchos incidentes han demostrado que es así. Cuando se oye hablar de la escalada
de la guerra de Afganistán y luego que Obama ha decidido que los detenidos en el
centro de detención de Bagram no
tienen derechos (en inglés), ¿a qué otra conclusión podemos llegar? Es por
eso que hay que captar que son ocupaciones y tortura en pro de imperio, y que
tenemos que poner un fin a ellas.
Sin embargo ustedes tenían sus esperanzas y las ponían en lo que pensaban
fuera lo mejor. He decidido que sigo poniendo mis esperanzas en ustedes, aunque
a la gente le gusta decirme que la población media de EE.UU. no se preocupa por
esas cosas. He encontrado fenómenos similares en los mítines de coaliciones
contra la guerra, en que el mensaje se diluye en una simple demanda por traer a
los soldados a casa o en hacer hincapié en que la economía está por los suelos a
causa de esas guerras.
Creo que eso es cobardía y tampoco es cierto. Como Binyam, en estos tiempos
ustedes tienen más facetas que lo visto en la superficie. Sí que se preocupan
por cosas como la tortura, y se preocupan por ellas porque saben que son
moralmente un mal. De lo contrario no habrían elegido al hombre que creían que
iba a cambiar todo esto. Decidí hace tiempo que vale la pena seguir luchando con
ustedes, la gente de a pie, acerca de por qué depende de nosotros, y solo
nosotros, detener los crímenes de nuestro gobierno. No podemos seguir contando
con que nuestros líderes actúen en interés de la humanidad. Si continuamos en
ese camino, algún día puede que ya no volvamos más a lo que somos en realidad y
lo que podemos ser: personas que se preocupan por toda la humanidad. Tenemos que
volver a ser lo que somos y asumir esta responsabilidad. Por demasiado tiempo
nos hemos ausentado de la resistencia que necesitamos para poner fin a esos
crímenes. También debemos hacer que rindan cuentas los responsables por crímenes
contra la humanidad. No podemos deshacer lo que se ha hecho en nuestro nombre,
pero podemos evitar que siga ocurriendo o que vuelva a pasar jamás. Gente como
Binyam, yo, y ustedes necesitamos a nosotros, el pueblo.
There's more to the picture Than meets the eye Hey hey, my
my
Hay más en el fondo De lo que parece ya Vaya, pues, qué
caray
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