Clínicas de aborto se ven obligadas a cerrar...
Cientos de miles de mujeres en Texas intentan el
aborto auto-inducido
28 de noviembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us
El estado de Texas ha estado a la vanguardia en la guerra contra el derecho al aborto. En 2013 el
gobernador firmó la ley HB 2, un proyecto de ley que requiere amplias
restricciones médicamente innecesarias a las clínicas que ofrecen abortos.
Estas medidas obligaron el cierre de más de la mitad de las clínicas de aborto:
23 de las entonces 41 existentes clínicas del estado. En la actualidad hay 18
clínicas en un estado de seis millones de mujeres de
edad de procrear. Las nuevas medidas restrictivas que podrían cerrar otras
nueve clínicas se debaten ante los tribunales, y la Corte Suprema de Estados
Unidos pronunciará sobre las medidas en esta sesión. Si la Corte Suprema las
confirmara, ¡toda la ciudad de El Paso, con más de 800.000 personas en
su área metropolitana, terminaría con cero proveedores de aborto!
Ahora hay pruebas que documentan las tremendas consecuencias que estos ataques
ya han provocado, y que provocarán cada
vez más, no sólo para las mujeres en Texas, sino también para las mujeres en
todo Estados Unidos donde se están aplicando restricciones similares sobre el
aborto o están en trámite.
¡Oponer resistencia a los ataques contra el derecho al aborto!
Participe en StopPatriarchy.org (Fin al patriarcado)
o enviar correo electrónico a mailto:StopPatriarchy@gmail.com
Un estudio realizado por el Proyecto de
Evaluación de Políticas de Texas (TxPEP) de la Universidad de Texas (en inglés)
ha revelado que entre 100.000 y 240.000 1 mujeres
tejanas de edad fértil ya se han visto obligadas a optar por el aborto
auto-inducido debido a la creciente dificultad de encontrar, pagar y viajar a
una clínica de abortos.
Las mujeres describieron una variedad de métodos de aborto. A lo largo de la frontera de
Texas, muchas mujeres, especialmente las latinas, obtuvieron el misoprostol en
las farmacias en México donde (a diferencia de Estados Unidos) está disponible
sin receta médica. El misoprostol induce el aborto involuntario. Es un medio
eficaz para el aborto médico (no quirúrgico); sin embargo, tomarlo sin la supervisión de un médico o acceso al mismo
puede ser aterrador y potencialmente peligroso. Pero debido a que el aborto ha
sido criminalizado y estigmatizado, la mayoría de las mujeres que usaron el
misoprostol tenían miedo de siquiera informárselo a un médico, incluso cuando
temían lo que les estaba ocurriendo, o tenían dudas acerca de si el aborto
había sido un éxito. Una mujer dijo, “Leí algo, ya sabes, de que no debes
hacerse un aborto fuera de la clínica o vas a la cárcel o algo así. Y así que
yo estaba realmente asustada de volver a un médico y decirle que ya no estaba
embarazada”.
¡Imagínese lo que es hacerse esto en casa, y ni siquiera poder consultar con un médico! Una mujer de
24 años de edad en el estudio TxPEP describió su experiencia:
“Todo comenzó lento y... brincó de cero a cien muy rápido y era muy doloroso, unos calambres
intensos. Fue el peor calambre que he tenido y probablemente uno de los peores
dolores que he pasado. Y también estaba el hecho de que lo estoy haciendo en
casa, aunque tenemos toda la información sobre cuánta pérdida de sangre sea
demasiada, ya sabes, o que siempre hay esa leve incertidumbre de que en
realidad no sé lo que estoy haciendo”.
Otras mujeres utilizaron métodos que eran o completamente ineficaces (varios remedios a base
de hierbas) o francamente peligrosos, como ser golpeada en el abdomen.
¿Por qué es que estas mujeres tratan de auto-inducir, en lugar de ir a una clínica? Durante
entrevistas más a fondo con 18 mujeres, cada una de ellas dijo que
quería ir a una clínica y trató de hacerlo, pero no fue posible en virtud de
sus circunstancias. Debido a las enormes restricciones que ya están en vigor,
las mujeres descubrieron que la clínica en su área había cerrado, que la espera
para un aborto era tan largo como cuatro semanas, que los costos eran tan altos
como $ 1.200, que tendrían que viajar centenas de kilómetros, u que hay
otros obstáculos que las obligaron a tratar de auto-inducir en casa.
Una mujer de 24 años de edad, en el Valle del Río Grande, dijo: “Yo no tengo dinero para ir a San
Antonio o Corpus [la ciudad tejana de Corpus Christi]. Yo ni siquiera tenía
dinero para cruzar la ciudad. No tenía ningunos medios. Era pobre”.
Este estudio presenta una ventana alarmante a lo que ahora
mismo están viviendo
millones de mujeres, y lo que decenas de millones enfrentaran si no se combate
y fuerza a retroceder los crecientes ataques contra el aborto.
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