Colocando a Siria en una cierta perspectiva
La historia del “Cambio de régimen”
William Blum Global Research 9 de abril de 2012
Traducido del inglés para Rebelión por Germán
Leyens
La Santísima Trinidad –EE.UU., la OTAN y la Unión Europea – o un segmento
aprobado de ella, puede conseguir usualmente lo que quiere. Quería sacar a Sadam
Hussein, y rápidamente lo colgaron. Querían expulsar del poder a los talibanes
y, utilizando una fuerza abrumadora, no tardaron en lograrlo. Querían el fin del
régimen de Muamar Gadafi, y poco después sufrió una horrible muerte.
Jean-Bertrand Aristide fue democráticamente elegido, pero ese hombre negro que
no conocía el sitio que le correspondía fue enviado a un lejano exilio por
EE.UU. y Francia en 2004. Iraq y Libia eran los dos Estados más modernos,
educados y seculares en Medio Oriente. Ahora todos esos cuatro Estados podrían
ser cualificados como Estados fracasados.
Son algunos de los ejemplos en la última década de cómo la Santísima Trinidad
no reconoce un poder superior y cree, literalmente, que puede hacer lo que
quiere en el mundo, a quienquiera lo desee, durante el tiempo que quiera, y
llamarlo cómo les dé la gana, como ser “intervención humanitaria”. La mentalidad
colonialista-imperialista de los siglos XIX y XX está sana y salva en
Occidente.
Lo próximo en la agenda: la remoción de Bashar al-Asad de Siria. Como en el
caso de Gadafi, se está preparando el terreno con continuos informes noticiosos
–de CNN a al Jazeera– sobre la supuesta barbarie de Asad, presentado al mismo
tiempo como intransigente y no provocado. Después de meses de ataque mediático
¿quién puede dudar de que lo que sucede en Siria sea otro de esos apreciados
“levantamientos populares” contra un “dictador brutal” que debe ser derrocado? Y
que el gobierno de Asad es la principal causa de la violencia.
En realidad Asad parece contar con bastante popularidad, no solo en Siria,
sino en otros sitios en Medio Oriente. Eso incluye no solo a otros alauíes, sino
a los dos millones de cristianos y no pocos suníes. Gadafi tenía por lo menos
tanto apoyo en Libia y en otros sitios en África. La diferencia entre los dos
casos, por lo menos hasta ahora, es que la Santísima Trinidad bombardeó y
ametralló Libia a diario durante siete meses, incesantemente, aplastando a las
fuerzas pro gubernamentales, así como al propio Gadafi, y efectuando el “cambio
de régimen” atesorado por la Trinidad. Ahora la vida diaria del pueblo libio es
un caos rampante, anarquía, saqueos y fusilamientos, asesinatos por venganza,
guerra tribal, guerra de milicias, guerra religiosa, guerra civil, el más
horrendo racismo contra la población negra, pérdida de su querido Estado de
bienestar, y el posible desmembramiento del país en varios mini-Estados. La
ciudad capital de Trípoli “se ahoga en cuatro meses de basura no recolectada”
porque el vertedero es controlado por una facción que no quiere la basura de
otra facción1. Basta con imaginar lo que ha sucedido a la infraestructura del
país. Es posible que esto es lo que espera a Siria si la Trinidad se sale con la
suya, aunque los Amos del Universo creen indudablemente que el pueblo de Libia
debería mostrar agradecimiento por su “liberación”.
En cuanto a la actual violencia en Siria, debemos considerar los numerosos
informes sobre fuerzas que brindan apoyo militar a los rebeldes sirios – el
Reino Unido, Francia, EE.UU., Turquía, Israel, Qatar, los Estados del Golfo, y
el favorito campeón de la libertad y la democracia de todo el mundo, Arabia
Saudita; y que Siria afirma haber capturado a unos 14 soldados franceses; más
yihadistas y mercenarios del Líbano, Jordania, Iraq, Libia, et al, que se suman
a las fuerzas antigubernamentales, que incluyen a veteranos de al Qaida de Irak
y Afganistán quienes probablemente sean los responsables de los coches bomba en
un intento de crear caos y desestabilizar el país. Podría marcar la tercera vez
que EE.UU. ha estado del mismo lado que al Qaida, después de Afganistán y
Libia.
Stratfor, la firma privada y conservadora de inteligencia estadounidense con
conexiones de alto nivel, informó que “resulta que la mayoría de las
afirmaciones más serias de la oposición son groseramente exageradas o
simplemente falsas”. Grupos de oposición que incluyen al Consejo Nacional Sirio,
el Ejército Libre Sirio y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos basado en
Londres comenzaron a diseminar “afirmaciones de que las fuerzas del régimen
sitiaron Homs e impusieron un plazo de 72 horas para que los desertores sirios
se rindan con sus armas o enfrenten una potencial masacre”. Esas noticias
llegaron a los titulares en todo el mundo. La investigación de Stratfor, sin
embargo, no encontró “ningún signo de una masacre”, y declaró que “fuerzas
opositoras tienen interés en presentar una masacre inminente, a la espera de
poder copiar las condiciones que impulsaron una intervención militar extranjera
en Libia”. Stratfor agregó que cualesquiera sugerencias de masacres son
improbables porque el “régimen sirio ha calibrado sus represiones precisamente
para evitar un escenario semejante. Las fuerzas del régimen han tenido cuidado
de evitar la elevada cantidad de víctimas que pueda llevar a una intervención
basada en motivos humanitarios2.”
Reva Bhalla, directora de Análisis de Stratfor, informó en un correo
electrónico de diciembre de 2011 que se refiere a una reunión sobre Siria a la
que asistió en el Pentágono: “Después de hablar durante un par de horas, dijeron
sin decirlo que equipos de las SOF (Fuerzas de Operaciones Especiales)
–presumiblemente de EE.UU. el Reino Unido, Francia, Jordania, Turquía– ya se
encuentran en el terreno concentrados en misiones de recce (reconocimiento) y
entrenando fuerzas de la oposición”. Conocemos los comentarios de Bhalla gracias
a los 5 millones de correos de Stratfor obtenidos por el grupo de Anonymous en
diciembre y entregados a WikiLeaks3.
Human Rights Watch ha informado que tanto las fuerzas de seguridad del
gobierno sirio como los rebeldes armados en Siria han cometido serios abusos de
los derechos humanos, incluyendo secuestros, tortura, y ejecuciones. Pero solo
la Santísima Trinidad puede salirse con la suya con las sanciones que le gusta
imponer. Ahora han prohibido que la esposa de Asad viaje a países de la UE y han
congelado todos los activos que pueda tener allí. Lo mismo vale para la madre,
la hermana y la cuñada de Asad, así como para ocho de los ministros de su
gobierno. El propio Asad recibió el mismo tratamiento en mayo pasado4.
Porque la Trinidad puede hacerlo.
El 25 de marzo, los gobiernos de EE.UU. y Turquía anunciaron que estaban
discutiendo el envío de ayuda no letal a la oposición Siria, implicando
evidentemente que hasta entonces no habían estado involucrados en una actividad
semejante5. Pero, según un cable de la embajada de EE.UU. revelado por
WikiLeaks , EE.UU. ha estado financiando desde por lo menos 2006 a grupos de la
oposición política en Siria así como al canal de televisión satelital Barada TV
basado en Londres, dirigido por exiliados sirios, que transmite programación
antigubernamental hacia el país. El cable señala además que las autoridades
“verían indudablemente cualesquiera fondos estadounidenses enviados a grupos
políticos ilegales como equivalentes al apoyo de un cambio de régimen”.
El cambio de régimen en Siria ha estado en la lista de deseos
neoconservadores desde por lo menos 2002 cuando John Bolton, Subsecretario de
Estado bajo George W. Bush, presentó un proyecto para despedazar simultáneamente
Libia y Siria. Calificó a los dos Estados, junto a Cuba, de “Eje del Mal”. En
una comparecencia en Fox News en 2011 Bolton dijo que EE.UU. debería haber
derrocado el gobierno sirio inmediatamente después de derrocar a Sadam Hussein.
Entre los crímenes de Siria han estado sus estrechas relaciones con Irán,
Hizbulá (en el Líbano), la resistencia palestina, y Rusia, y el hecho de que no
ha concluido un tratado de paz con Israel, a diferencia de Jordania y Egipto,
todo lo cual constituye evidencia para la Santísima Trinidad, de que Siria, como
Aristide, es “arrogante”.
Cuesta exagerar la megalomanía clínica de la Santísima Trinidad. Y nunca
puede ser enjuiciada
Una última palabra de Cui Tiankai, viceministro de Exteriores chino para
asuntos estadounidenses:
EE.UU. tiene las fuerzas armadas más poderosas del mundo y gasta más que
cualquier otro país. Pero EE.UU. siempre se siente expuesto o inseguro respecto
a otros países… Sugiero que EE.UU. pase más tiempo pensando en cómo hacer que
otros países se sientan menos preocupados por EE.UU6.
Notas”
William Blum es autor de:
Killing Hope: US Military and CIA Interventions Since World War 2 Rogue
State: A Guide to the World's Only Superpower West-Bloc Dissident: A Cold War
Memoir Freeing the World to Death: Essays on the American Empire
Fuente: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=30181
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