09/09/2007
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Que la guerra no te sea indiferente
“Obviamente, para nosotros es una gran prioridad el poder capturar y matar a
Bin Laden y a la misma vez traer el resto de su liderato ante la justicia”.
Estas fueron las palabras la semana pasada durante una conferencia de prensa de
la Sra. Frances Townsend, quien en la administración del presidente George W.
Bush ocupa el cargo de asesora en asuntos de seguridad nacional.
Todo este espectáculo mediático se da dentro del contexto del sexto
aniversario de los ataques terroristas llevados a cabo en Estados Unidos el 11
de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas y el Pentágono. Que quede claro,
fueron acciones terroristas las que destruyeron las Torres Gemelas e hicieron
estragos en el Pentágono, asesinando a miles de personas.
Hasta el día de hoy lo que yo no tengo claro es quien diablos llevó a cabo
estas acciones terroristas. ¿Fue en verdad Bin Laden y Al Qaeda, o estamos de
frente a otras acciones de auto-terrorismo por parte del gobierno de Estados
Unidos para justificar invasiones, razonar colonizaciones, legitimar cambio de
gobiernos, legalizar el robar petróleo, autenticar el poder controlar gente,
bendecir el imperialismo, glorificar el militarismo, certificar el capitalismo,
etc.?
Ahora bien, aquí entre nosotros, definitivamente yo sigo con la creencia que
Osama bin Laden y/o la organización Al Qaeda trabajan para la administración del
presidente Bush. Mírelo de esta manera. En todo este meollo propagandístico de
terroristas y terrorismo, de odios y venganzas, de petróleo y democracias, la
administración del presidente Bush—un régimen inmaculadamente terrorista—es la
que siempre se beneficia de sus apariciones y/o declaraciones.
Otro aspecto que surge en medio de este sexto aniversario, y el mismo lo
podemos ver en el informe de auditoria que se preparó en el Congreso de Estados
Unidos, es donde se reconoce que no es correcto decir que no ha habido otras
acciones terroristas dentro de Estados Unidos por el trabajo maravilloso que
lleva a cabo el Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security
Department). Por el contrario, lo que han logrado demostrar por un lado es la
incompetencia en aspectos de seguridad y la manera tan inadmisible que han
ultrajado a las comunidades inmigrantes, satanizado a la religión Islámica y
criminalizado a las comunidades árabes, entre otras.
Mientras tanto, mas allá del mentir, manipular información y meter miedo,
¿qué se ha logrado hasta ahora con esta guerra absurda en Irak? El informe
preparado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de John Hopkins
estima que de marzo del 2003 a julio del 2006, unos 600,000 civiles iraquíes
fueron asesinados en esta guerra sucia. En asuntos de probabilidades ya pasamos
del millón de personas. Por otro lado, de acuerdo a CNN hasta el 6 de septiembre
de 2007 había unos 3,753 soldados estadounidenses asesinados en Irak. Hay que
sumarle a estos números las pérdidas de las llamadas fuerzas aliadas las cuales
han puesto un total de 261 soldados asesinados. Solo de Septiembre 2006 a
septiembre 2007, 1,046 soldados estadounidenses murieron en esta guerra
inadmisible, y de estos el 58% entre las edades de 18 a 24 años. Dato alarmante
es que el 10% eran jóvenes Latinos.
No tenemos los números de personas que retornaron –estos son veteranos de la
guerra- con trastornos físicos y/o disturbios emocionales. Como por ejemplo sin
piernas, sin brazos, ciegas, o trastornadas mentalmente. Solo sabemos que
triplican la cantidad de aquellos que murieron. Asimismo, de acuerdo a la
organización de Reporteros Sin Fronteras, un total de 200 comunicadores sociales
(periodistas, camarógrafos/as, fotógrafas/os/as, etc.) han sido asesinados en
esta guerra irracional.
Para agudizar la situación tenemos a un gobierno colonial o marioneta en Irak
–impuesto por el gobierno de Estados Unidos, liderado por el Primer Ministro
Nuri Kamal al-Maliki, el cual se sigue enfrentando con un sinnúmero de
divisiones que van mucho más allá de de las realidades etnia y/o de religión.
Estas son confrontaciones políticas y/o ideológicas.
De aquí mi contundente rechazo a esta guerra y mi oposición al régimen
sanguinario de George W. Bush. Paz con justicia.
lbarrios@jjay.cuny.edu |