Lo que revela WikiLeaks: Cables, mentiras y
asesinato
Larry Everest
Revolución
#220, 19 de diciembre de 2010
El domingo 28 de noviembre WikiLeaks [WikiFiltraciones] (www.wikileaks.ch)
empezó a publicar lotes de cables de entre los 251.287 cables secretos del
Departamento de Estado de 274 embajadas y consulados estadounidenses alrededor
del mundo, hasta ahora la cantidad más grande de documentos gubernamentales
secretos que se han hecho públicos. Se le habían filtrado esos documentos a
WikiLeaks, un sitio web que se dedica a la transparencia gubernamental.
WikiLeaks pretende publicar todos los cables, los cuales son de 1966 a febrero
de 2010 (en su mayoría de los últimos tres años), por etapas durante los
próximos meses. Esto sigue la publicación de documentos secretos acerca de las
guerras yanquis en Afganistán en julio y en Irak en octubre.
Tras estas últimas filtraciones, desde Estados Unidos se dieron ataques
agresivos contra WikiLeaks y su fundador Julian Assange: se retiró el nombre de
su dominio (wikileaks.org) y se suspendieron sus servidores; se congelaron sus
cuentas bancarias; las compañías de tarjetas de crédito cortaron las
contribuciones a su sitio web. El procurador general de Obama habla de cargos
criminales. Mike Huckabee, vocero de "noticias" de Fox y muy promocionado como
candidato presidencial republicano, dijo que "cualquier castigo salvo la
ejecución será demasiado amable". Una universidad prestigiosa de la Ivy League
ha dicho a sus estudiantes que arriesgarían las futuras opciones de trabajo si
leyeran esos documentos en línea. (Vea el artículo acompañante "Estados Unidos se desquita contra
Wikileaks".)
Regímenes títeres de EE.UU. y los intereses del
imperio... Asesinato en masa en Yemen
Funcionarios norteamericanos insisten que las revelaciones de WikiLeaks son
perjudiciales para el desempeño de la diplomacia estadounidense y que se debe
mantener en secreto importantes asuntos de estado. ¿Pero qué es lo que revelan
estos cables sobre la verdadera naturaleza y objetivos de la diplomacia
estadounidense alrededor del mundo? ¿Por qué piensan los gobernantes yanquis que
la confidencialidad sea tan necesaria? ¿Y de cuáles consecuencias se preocupan
los funcionarios de EE.UU.?
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En Yemen, el Departamento de Estado, la embajada estadounidense
y la diplomacia no sirvieron de "alternativa" a la violencia o la guerra. Al
contrario, contribuyeron a facilitar, orquestar y luego encubrir los asesinatos
yanquis. |
Las revelaciones de WikiLeaks acerca de la matanza de 68 personas en Yemen en
diciembre de 2009 arrojan luz sobre todas esas preguntas.
Yemen es un país de 23 millones de personas, del tamaño aproximado de Texas,
en la Península Arábiga al sur de Arabia Saudita. Es el país más pobre del mundo
árabe empobrecido, la mitad de sus niños padecen desnutrición. El 17 de
diciembre de 2009 el gobierno de Yemen dijo que había matado a 34 militantes de
al Qaeda en ataques aéreos y redadas de seguridad en la región montañosa del
sur, cerca de la ciudad de Sana'a. Una semana más tarde, el 24 de diciembre,
dijo que había matado a otros 34 "militantes" en la provincia oriental de
Shabwa.
Los medios informativos del mundo luego repitieron esa versión de los
eventos. Por ejemplo, la AFP (Agence France Presse) dijo el 25 de diciembre:
"Aviones yemeníes mataron a 34 miembros sindicados de ser de Al Qaeda, incluidos
líderes de alto rango, en una redada al amanecer del jueves en una remota región
montañosa, el segundo ataque así en ocho días, dijeron fuentes de seguridad....
El ataque del jueves aumenta a 68 el número de personas sindicadas de ser de Al
Qaeda que ha matado en los últimos ocho días el gobierno yemení". Casi al fin de
esa nota, AFP también informó que según fuentes de la localidad, "49 civiles,
incluidas 23 mujeres y 17 niños, resultaron muertos en ese ataque aéreo". (Los
informes posteriores de Amnistía Internacional fijaron la cifra de niños muertos
en 21.)
Ahora, los cables secretos que describen las discusiones entre funcionarios
de EE.UU. y los gobernantes de Yemen entre septiembre de 2009 y enero de 2010
revelan que este cuento fue una mentira deliberada fraguada por los funcionarios
estadounidenses y yemeníes.
Resulta que fueron los misiles cruceros lanzados por el ejército de EE.UU.,
no por las fuerzas yemeníes, los que mataron a esas 68 personas, y que los
funcionarios de EE.UU y Yemen habían planeado esto en secreto meses antes en una
reunión el 6 de septiembre de 2009. Allí decidieron intensificar los ataques
aéreos contra las fuerzas islamistas, pero iban a decir que el gobierno yemení
los hacía e iban a mantener en secreto el papel de EE.UU. Un cable secreto
estadounidense lo resumió así: "En una reunión del 6 de septiembre con el asesor
adjunto de Seguridad Nacional John Brennan, el presidente Saleh prometió acceso
sin restricciones al territorio nacional de Yemen para las operaciones
contraterroristas estadounidenses…". El cable afirma que Saleh dijo: "Le he
dejado la cancha libre contra el terrorismo…".
El 20 de diciembre, tras los ataques del 17 que mataron a 34 personas, muchos
de ellas civiles, el primer ministro adjunto de Yemen para la Seguridad y
Defensa, Rashad al-Alimi, le dijo al embajador de EE.UU. que él y presidente
Saleh consideraban los ataques "como un éxito" y que el presidente Saleh quería
que continuaran "sin interrupción hasta que erradiquemos esta enfermedad". (Del
cable del 21 de diciembre de 2009 del embajador estadounidense al Departamento
de Estado, wikileaks.ch/cable/2009/12/09SANAA2251.html).
¿Y quiénes fueron las víctimas de ese asesinato en masa? Al-Alimi dijo: "Los
civiles que murieron ahí eran en gran parte familias beduinas nómadas que viven
en carpas cerca del campamiento de entrenamiento de AQPA [Al Qaeda en la
Península Arábiga] y ayudaban a AQPA con apoyo logístico", según un resumen
secreto estadounidense de la reunión. El embajador yanqui informó: "Al-Alimi
dijo que eran unas personas pobres que les vendían comida y materiales a los
terroristas, pero no obstante confabulaban con los terroristas y se beneficiaban
de manera económica de la presencia de AQPA en la zona. (del cable de 21 de
diciembre de 2009, wikileaks.ch/cable/2009/12/09SANAA2251.html.)
El 2 de enero, el jefe del Comando Central de EE.UU., el general David Petraeus,
viajó a Yemen y le "felicitó" a Saleh por las matanzas, tachadas de "operaciones
exitosas recientes contra AQPA" en el cable del Departamento de Estado sobre su
reunión. Petraeus también le dijo que la ayuda militar de EE.UU. a Yemen
"aumentaría a 150 millones de dólares en 2010". (del cable del 4 de enero de
2010 del embajador estadounidense al Departamento de Estado, wikileaks.ch/cable/2010/01/10SANAA4.html.)
"'Vamos a seguir diciendo que las bombas son las nuestras, no las suyas',
dijo Saleh", según el cable del Departamento de Estado sobre la reunión, "lo que
llevó al primer ministro adjunto Al-Alimi a bromear que acababa de 'mentir' al
decirle al Parlamento que las bombas en Arhab, Abyan y Shebwa eran de
fabricación norteamericana pero que las lanzó el ROYG [Gobierno de la República
de Yemen]".
En esas reuniones se referían repetidas veces a la importancia de mantener en
secreto la responsabilidad de EE.UU en las matanzas. En la reunión del 20 de
diciembre, los funcionarios yanquis y yemeníes se preocupaban de que "los medios
de comunicación regionales e internacionales siguieran buscando evidencia de un
rol de EE.UU." y, según el cable, que la revelación de la responsabilidad de
EE.UU. podría "socavar el apoyo del público" para más ataques. Así que el
presidente yemení insistió que "se debiera 'mantener el statu quo' en cuanto a
la negación oficial de la participación estadounidense". El primer ministro
adjunto de Yemen sostuvo que "las municiones estadounidenses encontradas en los
lugares" de los ataques "se podrían describir como equipo comprado a EE.UU."
(del cable del 21 de diciembre de 2009, wikileaks.ch/cable/2009/12/09SANAA2251.html.)
"Cuando se dieron los primeros dos ataques de misiles estadounidenses contra
campamentos de Al Qaeda en Yemen en diciembre de 2009", el New York
Times (3 de diciembre de 2010) informó, "el Sr. Saleh afirmó en público que
fueron ataques yemeníes para impedir cualquier reacción anti-americana".
En resumen, en el lapso de una semana los imperialistas yanquis asesinaron a
68 personas que vivían en su propio país a miles de kilómetros de Estados
Unidos, sin ningún aviso, sin levantar cargos, sin procedimientos legales y con
poca o ninguna evidencia de que la mayoría de los muertos, quizás todos los
muertos, le hubieran hecho nada a nadie. Eso ocurrió con la colaboración del
déspota que gobierna a Yemen, cuyo gobierno y ejército cuentan con el respaldo y
financiamiento de EE.UU. Y luego la matanza se convierte en tema de chistes
entre los funcionarios norteamericanos y yemeníes.
Todo eso se mantuvo en secreto para impedir una rebelión anti-EE.UU. en
Yemen, la que lo hubiera hecho mucho más difícil la colaboración del gobierno
pro-EE.UU. con el ejército yanqui, o tal vez hasta hubiera llevado a la caída de
ese gobierno. La confidencialidad también sirve para ocultar al pueblo de
Estados Unidos y del mundo el hecho de que Estados Unidos, que se adjudica el
manto de líder del "mundo libre" y del estado de derecho, está asesinando
ilegalmente a personas inocentes cuando quiera que beneficie a sus
objetivos.
En Yemen, el Departamento de Estado, la embajada estadounidense y la
diplomacia no sirvieron de "alternativa" a la violencia o la guerra. Al
contrario, contribuyeron a facilitar, orquestar y luego encubrir los asesinatos
yanquis.
En la medida en que los medios de comunicación establecidos estadounidenses
informaron sobre los cables sobre Yemen, han manipulado, distorsionado y
encubierto el rol de EE.UU. El artículo del 3 de diciembre del New York
Times al respecto se titula con descaro: "Yemen fija condiciones de la
guerra contra Al Qaeda". Como si el hecho de que los gobernantes de Yemen
aconsejaron a EE.UU. sobre cómo asesinar de la mejor manera, mientras también
estaban arreglándoselas para conseguir a cambio más ayuda de EE.UU., fuera más
importante que la realidad de que ¡el imperialismo estadounidense estaba
estableciendo la agenda en general y llevando a cabo la masacre!
Yemen también ilustra cómo la confidencialidad y las mentiras son esenciales
para mantener las estructuras opresoras de la dominación global yanqui alrededor
del mundo. Hoy Estados Unidos y otras potencias imperialistas ejercen el dominio
sobre los países oprimidos del tercer mundo por medio de estados títeres o
estados subrogados, en lugar de gobernar abiertamente como virreyes coloniales
como lo hicieron los ingleses en el siglo 19. Se ejerce el control
neo-colonial entre bastidores, mientras se mantiene la apariencia
externa y se disimula de que esos regímenes sean estados soberanos e
independientes.
Como demuestra el caso de Yemen, así como las revelaciones de WikiLeaks sobre
decenas de otros países, mantener estas apariencias es esencial para la
existencia de esos regímenes. Muchísima gente odia la intervención extranjera,
en especial la intervención yanqui. Los regímenes que el imperialismo respaldó o
creó son muy impopulares y muy inestables porque se caracterizan por la abierta
corrupción, la represión violenta y la superexplotación de las poblaciones que
gobiernan, debido al funcionamiento general del sistema global de
capitalismo-imperialismo. Si se llegara a saber por todos lados que estos
gobernantes, quienes fingen ser oponentes nacionalistas del dominio extranjero
(y en el Medio Oriente, partidarios del pueblo palestino), simplemente servían
de pantalla para Estados Unidos, e incluso permitían que EE.UU. asesinara a sus
propios ciudadanos, su dominio se volvería aún más tenue, lo que amenazaría
tanto a su gobierno como al dominio yanqui.
Amenazar a Alemania para proteger la tortura y
las entregas de presos — el caso de Khaled El-Masri
En 2007 Wikileaks también reveló que Estados Unidos le exigió a Alemania
suspender sus investigaciones del personal de la CIA que operaba en Alemania por
el arresto ilegal, secuestro y tortura de un ciudadano alemán de origen libanés,
Khaled El-Masri, en violación de las leyes alemanas. Y si no, los diplomáticos
estadounidenses amenazaban a Alemania con que las relaciones entre ambos países
sufrirían "un impacto negativo".
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En Alemania, las acciones de los diplomáticos estadounidenses
encubren la tortura y entregas ilegales, protegen a aquellos que han cometido
estos crímenes, esconden de los ojos del público la evidencia de la red global
de tortura estadounidense, intervienen ilegalmente los procedimientos jurídicos
de otro país y contribuyen a conservar la capacidad del gobierno estadounidense
de entregar y torturar personas hasta el día de hoy, y todo eso viola el derecho
internacional. |
El-Masri, un tendero de un pueblo del sur de Alemania, que fue arrestado al
comienzo de 2003 durante un viaje a Macedonia porque su nombre era similar a al
de un supuesto agente de Al Qaeda. Los agentes fronterizos que lo arrestaron le
notificaron a la CIA, la que lo interrogó ilegalmente y lo entregó a Afganistán,
donde fue retenido por cinco meses sin cargos, donde fue repetidamente
interrogado, golpeado, sodomizado y torturado antes de ser liberado.
Después de su liberación y retorno a Alemania, una demanda fue entablada a su
favor en Estados Unidos. En mayo de 2006, un juez federal lo rechazó, pero no lo
hizo porque el-Masri no hubiera sido brutalizado, sino porque continuar el caso
"representaba 'un grave riesgo' de perjuicio para la seguridad nacional al poner
al descubierto los secretos del gobierno". ("Lawsuit Against CIA Is Dismissed",
Washington Post, 19 de mayo de 2006).
Los fiscales de Munich también empezaron a investigar acerca del secuestro y
tortura de el-Masri. De acuerdo al abogado de derechos humanos Scott Horton, los
investigadores "lograron concluir muy rápidamente que su narración de los
hechos, desde el principio hasta el final, era verídica, que en realidad lo
drogaron y sometieron a un régimen especial de inanición. Y lograron determinar
esto a partir de las muestras de piel y cabello, las que analizaron. Luego
empezaron a determinar quién participó en el secuestro y identificaron a 13
agentes de la CIA que estuvieron envueltos" (Democracy Now!, 1º de
diciembre de 2010).
En 2007, se levantaron cargos contra los 13 agentes y el caso se convirtió en
un asunto internacional. En ese tiempo, la secretaria de Estado Condoleezza Rice
públicamente expuso que Estados Unidos no estaba presionando a Alemania ni
interviniendo su sistema legal en este caso. Ella estaba mintiendo. Un cable
secreto dice que el embajador estadounidense en Berlín amenazaba a Alemania de
que "expedir unas órdenes internacionales de arresto tendría un impacto negativo
en nuestras relaciones bilaterales"; en otras palabras, Estados Unidos
castigaría a Alemania (quizás de manera económica o política) por obedecer sus
propias leyes". Después del ultimátum de EE.UU., el gobierno alemán obligó a los
fiscales de Munich que retiraran el caso. (Además, se ejercieron presión
secretas sobre España para retirar las investigaciones sobre la tortura, las
entregas y otros crímenes cometidos por EE.UU. en Irak y Afganistán). (del cable
del 6 de febrero de 2007 del embajador estadounidense al Departamento de Estado,
wikileaks.ch/cable/2007/02/07BERLIN242.html)
Así que en este caso, las acciones de los diplomáticos estadounidenses
encubren la tortura y entregas ilegales, protegen a aquellos que han cometido
estos crímenes, esconden de los ojos del público la evidencia de la red global
de tortura estadounidense, intervienen ilegalmente los procedimientos jurídicos
de otro país y contribuyen a conservar la capacidad del gobierno estadounidense
de entregar y torturar personas hasta el día de hoy, y todo eso viola el derecho
internacional.
Recabando datos biográficos, biométricos y
crediticios sobre los funcionarios de la ONU
Wikileaks demuestra que los diplomáticos de Estados Unidos son parte de una
red global de espionaje y de inteligencia de Estados Unidos, centrada en sus
embajadas y los consulados alrededor del mundo. El alcance del espionaje de
Estados Unidos que Wikileaks ha revelado, abre una ventana hacia la rivalidad
crecientemente aguda y reñida entre los países imperialistas del mundo y otras
potencias y los esfuerzos de EE.UU. de aventajarse a sus rivales y potenciales
rivales por medio del espionaje ilegal.
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Wikileaks reveló que el Departamento de Estado estadounidense
bajo Condoleezza Rice y luego Hillary Clinton ordenó que el personal de dicho
departamento realice espionaje extenso y generalizado contra todos los líderes y
funcionarios extranjeros que conozca, como obtener detallados datos personales
tales como los números de pasaporte, viajero frecuente y teléfono, las
contraseñas de e-mail y computador, los datos de tarjetas de crédito y hasta el
ADN. |
Por ejemplo, Wikileaks reveló que el Departamento de Estado estadounidense
bajo Condoleezza Rice y luego Hillary Clinton ordenó que el personal de dicho
departamento realice espionaje extenso y generalizado contra todos los líderes y
funcionarios extranjeros que conozca, como obtener detallados datos personales
tales como los números de pasaporte, viajero frecuente y teléfono, las
contraseñas de e-mail y computador, los datos de tarjetas de crédito y hasta el
ADN.
Además, el Departamento de Estado lleva a cabo ilegalmente una enorme
operación de espionaje contra el liderato de la ONU, incluyendo al secretario
general, Ban Ki-moon y los representantes del Consejo Permanente de Seguridad de
China, Rusia, Francia y el Reino Unido.
Una directriz clasificada de 2009 autorizada por la secretaria de Estado
Hillary Clinton exige que el personal del Departamento de Estado en la ONU
"obtenga detalles técnicos forenses sobre los sistemas de comunicación usados
por altos funcionarios de la ONU, incluyendo las contraseñas y las claves
personales de encriptación usadas por las redes comerciales y privadas para
comunicaciones oficiales… Washington también busca números de tarjetas de
crédito, direcciones electrónicas, números de teléfono, de fax y de bíper y
hasta los números de cuentas de viajero frecuente para las figuras de la ONU y
los datos biográficos y biométricos sobre los representantes del Consejo de
Seguridad Permanente de la ONU'. Al parecer, en la operación dirigida contra la
ONU participaron todos los principales organismos de inteligencia de
Washington", incluyendo a la CIA, FBI y el Servicio Secreto (Guardian
UK, 28 de septiembre de 2010).
Todo esto es ilegal de acuerdo a las convenciones de la ONU. (Una convención
de 1946 plantea: "Los locales de las Naciones Unidas serán inviolables… gozarán
de inmunidad contra allanamiento, requisición, confiscación y expropiación y
contra toda otra forma de interferencia, ya sea de carácter ejecutivo,
administrativo, judicial o legislativo". Una convención de 1961 dice que "la
correspondencia oficial de la misión es inviolable".
De acuerdo al Guardian UK, el nivel de datos personales y técnicos
que se exige, lo que incluye las especificaciones de los sistemas de
computadores y teléfonos, contraseñas y claves de encriptación, señala la
posibilidad de extensas operaciones de piratería informática y de vigilancia.
Desde 2008, Estados Unidos ha enviado al menos nueve directrices a sus embajadas
alrededor del mundo con un montón de exigencias de datos detallados sobre varios
objetivos de su vigilancia. El New York Times se inquieta porque esos
memos "parece confundir los limites tradicionales entre estadistas y
espías".
¿Confidencialidad para qué fines?
Estados Unidos dice que los cables de Wikileaks ponen en peligro vidas, pero
un análisis de los cables revela que lo que amenazan es la capacidad de los
agentes de EE.UU. —las personas que han orquestado grandes crímenes— de poner en
peligro y asesinar a personas alrededor del mundo al servicio del dominio de
Estados Unidos.
El tesoro de secretos de Wikileaks ofrece evidencia gráfica, directa e
inexpugnable de que EE.UU. de rutina realiza toda clase de crímenes a través del
mundo, desde la tortura y la violación en Afganistán, hasta matanzas en masa en
Yemen y espionaje ilegal contra la sede de la ONU. Demuestran que EE.UU.
participa en una rivalidad capitalista imperialista sin límites con las
potencias con que está aliado así como sus rivales más directos. Documentan cómo
EE.UU. maneja una red global de brutales regímenes títeres como vínculos claves
en su imperio de opresión y explotación. Estos cables demuestran que EE.UU.
miente sobre todo esto. Éste es el mundo de pesadilla que EE.UU. domina y que
brutalmente trata de mantener.
Para los imperialistas, la confidencialidad es esencial porque todo lo que
hacen es injusto y va contra los intereses de la abrumadora mayoría de la
humanidad. En su propio territorio, la confidencialidad es extremadamente
importante para los imperialistas a fin de mantener a amplios sectores de la
población en un estado de regocijada ignorancia y complacencia sobre lo que
EE.UU. realmente hace en todo el mundo (además de sembrar el temor de que
cualquier vínculo a la crítica a EE.UU. podría exponer a uno a la persecución) y
para minimizar la oposición y resistencia.
De hecho la confidencialidad es aún más vital y un asunto mucho más grande
para los gobernantes de Estados Unidos en el mundo "post-11 de septiembre" que
anteriormente. La clase dominante de EE.UU., encabezada por el régimen de Bush,
decidió avalar públicamente la tortura y burlarse abiertamente
del derecho internacional. Hicieron eso porque su imperio y sistema confrontan
grandes retos y han decidido que se requieren métodos aún más brutales, ilegales
y despiadados. Como demuestran los cables de Wikileaks, lejos de ser los
omnipotentes "amos del universo", los gobernantes de EE.UU. están trabajando
febrilmente para apuntalar y extender su dominio ante las ocupaciones
extremadamente costosas y difíciles de Irak y Afganistán, regímenes títeres
inestables, el desafío planteado por Irán a EE.UU y a la hegemonía israelí en el
Medio Oriente, la creciente agresividad de Rusia y el rápido ascenso de China
como jugador de pesos pesados y potencial rival, y un montón de otros asuntos.
Por eso, desde el régimen de Bush, y ahora bajo Obama, el énfasis sobre la
confidencialidad oficial (y la recolección de espionaje y de inteligencia)
solamente se ha incrementado.
Las revelaciones también ponen al desnudo a la presidencia de Obama: revelan
que constituye más de lo mismo lo que fue una iniciativa para barnizar la imagen
de EE.UU. empañada por el régimen de Bush, alrededor del mundo y en el frente
interno.
Nadie ni siquiera volvería a escuchar de la misma manera los pronunciamientos
del gobierno de EE.UU., sin pensar "¿sí, qué gato viene encerrado aquí? ¿Qué
dicen sus cables secretos sobre esto?"
De mucho más importancia, esas revelaciones pueden y deben ser "una buena
oportunidad aleccionadora", un momento cuando millones se enteran de los
horrores y crímenes de los cuales este país es responsable alrededor del mundo y
que las confrontan.
Aquí nos hemos enfocado en solamente unos pocos de los muchos cables
publicados por Wikileaks. (Y aun los miles de cables filtrados a Wikileaks
representan solamente una pequeña tajada de lo que EE.UU. hace alrededor del
mundo y no incluyen las comunicaciones que se consideran las más secretas, con
las comunicaciones clasificadas de más alta seguridad). Manténgase sintonizado
para mayor cobertura de las revelaciones condenatorias de Wikileaks.
Los liberales tienen un complejo de Edipo: No se trata de que
quieran acostarse con sus madres — se trata de que deliberadamente se ciegan a
sí mismos.
Bob Avakian |
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