Diez mil personas marchan por los derechos para
los inmigrantes en Phoenix
Revolución #191, 7 de febrero
de 2010
El 16 de enero una manifestación muy bienvenida e importante atrajo al menos
10.000 personas de todo el país a la ciudad de Phoenix, Arizona (con algunas
estimados tan altos como 20.000) en un día nacional de protesta por los derechos
humanos bajo las consignas “¡Basta de odio!”¡Basta de Arpaio!” “¡Alto a las
redadas!” “¡Alto a 287 (g)!” (una ley federal que le da poderes a policías y
sheriffs locales de arrestar a personas por infracciones migratorias). Convocado
por el Movimiento Puente de Arizona, la marcha y manifestación fue apoyada por
una diversidad de grupos: decenas de grupos de presos, derechos de los
inmigrantes y derechos de los grupos indígenas, coaliciones interfé de todo el
país, como la Alianza Negra para la Justa Reforma de Inmigración, School of the
Americas Watch (activistas contra la Escuela de las Américas), la Asociación de
Funcionarios Latinos Elegidos de Georgia, Centro pro Derechos Constitucionales,
los Demócratas de Stonewall de Arizona, los Demócratas Progresistas de Arizona y
muchos más. Marchó también un grupo de latinos del Partido Republicano. Un
manifestante llevó puesta una máscara del “sheriff Joe” Arpaio, el que ha
llegado a ser figura importante que convoca al odio contra los inmigrantes. El
manifestante enmascarado, con un gran puro en la boca y un garrote en la mano
perseguía a otros manifestantes.
Jóvenes y familias con cochecitos de bebé marcharon, llevando carteles sobre
sus cabezas que decían “Soy un ser humano” y coreando “¡Arpaio! ¡Racista! ¡Usted
es terrorista!” La marcha y mitin incluyeron los músicos Linda Ronstadt y Zack
de la Rocha, Dolores Huerta, co-fundador de la Asociación de Campesinos Unidos,
y Mary Rose Wilcox, miembro de la Junta de Supervisores del Condado de Maricopa,
que junto con otros supervisores, administradores y varios jueces del condado
son objeto de una demanda federal por delincuencia organizada entablada por
Arpaio durante una disputa presupuestaria.
Al final de la marcha, la policía municipal atacó a la multitud. Una agente
de policía se abalanzó con su caballo directamente a los manifestantes,
atropellando a dos personas. Apuntó con un revólver aerosol de gas pimienta
directamente a los manifestantes y soltó un chorro de gas. Los niños pequeños se
encontraron entre los afectados, y un niño con asma de 2 años de edad tuvo que
ser atendido por los paramédicos. Otros policías también gasearon a la multitud.
La policía rodeó, golpeó y detuvo a cinco jóvenes y cuatro de ellos fueron
acusados de asalto con agravante contra un agente de la policía.
“El sheriff más rudo de Estados Unidos”
Al “sheriff Joe” Arpaio le gusta llamarse a sí mismo “el sheriff más rudo de
Estados Unidos”. Tiene un largo historial de abusos de derechos humanos
documentados por Amnistía Internacional. Sólo un ejemplo: Marcia Powell estaba
mentalmente enferma y condenada a una pena de dos años en una de las infames
ciudades de tiendas de carpa del condado. En mayo del 2009 estaba en espera de
su traslado a la sala de salud mental. Encarcelada en una jaula al aire libre
con 42 grados C (107º F) de temperatura, de 11 am a 3 pm, los demás reclusos
escuchaban sus ruegos por agua. No recibió agua y para cuando llegó la unidad
médica ya estaba en estado de coma. Murió al día siguiente.
En la década de los 90, el sistema penitenciario de Arizona tenía un grave
hacinamiento. La solución de Arpaio fue utilizar viejas tiendas de campaña del
ejercito para construir un complejo en el desierto, donde en el verano las
temperaturas a veces llegan a 65 grados C. Arpaio se jacta de que ahorra dinero
mediante la alimentación de los reclusos sólo dos veces al día — y luego les da
“mortadela verde”. Es muy aficionado a poner sus cuadrillas de “voluntarios”
encadenados para exponerlos públicamente con “fines educativos”. Ejemplo: los
presos que dan paladas de tierra y rompen rocas bajo el sol a plomo con
uniformes a rayas y cadenas — en el centro de Phoenix. También creó la primera
cuadrilla de mujeres en cadenas en la historia del país.
Durante el período de 2004-2007, se levantaron 2.150 demandas en el Tribunal
de Distrito federal contra el “sheriff Joe” y se entablaron cientos más en el
Condado de Maricopa. Eso es 50 veces más demandas por las condiciones
carcelarias que el total de la Ciudad de Nueva York, Los Ángeles, Chicago y
Houston.
Un hombre clave para los ataques a los inmigrantes
A partir de 1996, el apuntalamiento de la Patrulla Fronteriza entre México,
California y Texas forzó a cada vez más personas a cruzar la frontera por el
mortal desierto de Arizona, gente que venía a buscar trabajo en los EE.UU. Eso
ha causado al menos 5.600 muertes de inmigrantes que viajaban a través del
desierto en los últimos 15 años, y probablemente muchos más. La mayoría de los
inmigrantes que llegan a Arizona estaban de paso en su camino a California o
Texas, pero algunos decidieron quedarse, y la población inmigrante de Arizona
creció en casi un tercio en la última década.
En los años 90, Arizona fue el lugar de las actividades de vigilantismo de
los ganaderos cuyas tierras eran un punto de cruce para los inmigrantes. Los
ganaderos con la cooperación de la policía capturaban y detenían a grupos de
inmigrantes y los entregaban a la Patrulla Fronteriza. Los ganaderos también
anunciaban fiestas vacacionales en donde miembros del Ku Klux Klan y tipos nazis
se reunían en el rancho de Roger Barnett y salían a aterrorizar a los
inmigrantes en la noche. Estas actividades dieron resultado al movimiento
Minuteman que luego fueron legitimados y promovidos por los gobernadores
“moderados” demócratas como Janet Napolitano, que en ese entonces era gobernador
de Arizona y Bill Richardson, gobernador de Nuevo México, junto con otros
abiertos reaccionarios como Lou Dobbs.
Fue en este clima que Arpaio se convirtió en hombre clave para las fuerzas
empecinadas en azuzar el odio hacia los inmigrantes y en cazarlos. En 2006
Arpaio comenzó a dedicar la mayor parte de los recursos de su departamento a
este esfuerzo.
Las redadas anti-inmigrante de Arpaio son brutales. Una fuerza de 160
elementos con poderes policiales y una partida de voluntarios armados al mando
del sheriff, cuyos miembros suelen llevarse puestos pasamontañas negros quienes
patrullan las carreteras en busca de sospechosos de ser “ilegales” y luego los
arrestan por “infracciones del tránsito”. En 2007, Arpaio hizo marchar a 200
hombres latinos vestidos con uniformes a rayas con letreros escritos en sus
pechos que decían “preso sin sentencia”. Tenían cadenas alrededor de sus
tobillos y llevaban sus pertenencias en bolsas. Iban a ser trasladados de la
cárcel de Durango a una de las ciudades de tiendas exclusivamente para los
indocumentados, rodeada de alambre electrificado. Arpaio “bromeó” en su página
de comunicados de prensa diarios: “Esta es una población de delincuentes tal vez
más experimentada en escapes”... “Pero esta es una valla que no querrán escalar
porque corren el riesgo de recibir una buena carga — literalmente”.
Arizona, el laboratorio
El Wall Street Journal ha llamado a Arizona “el laboratorio para
nuevos métodos para reprimir a los inmigrantes ilegales”. La asamblea
legislativa de Arizona recientemente aprobó una ley que sentencia a empleados
del estado a cuatro años de cárcel si encuentran a inmigrantes indocumentados
que utilizan servicios y no los denuncian. Pueden ser arrestados también si no
denuncian a colegas de trabajo que conscientemente dan servicios a personas
indocumentadas.
Arizona fue uno de los primeros estados que implementó el programa 287(g)1 que les otorga a policías y carceleros el poder
de actuar como agentes de la ICE (La Migra) y llevar a cabo redadas
aterrorizadoras, detener a inmigrantes y procesar su deportación. Janet
Napolitano, ahora la secretaria de Seguridad Interna del gobierno de Obama,
inició el programa oficialmente en 2005 cuando era gobernadora de Arizona.
Mientras crecía la población mexicana de Arizona, Napolitano ayudó a promover la
idea del “inmigrante ilegal como amenaza terrorista” y popularizarla; y emplazó
a tropas de la Guardia Nacional en la frontera para la supuesta seguridad del
pueblo de Arizona. Luego contactó a Michael Chertoff, el entonces secretario de
Seguridad Interna, y argumentó que se debía otorgarle a Arizona los poderes de
la ley 287(g) de detener a los infractores del tránsito. “Los policías locales a
menudo hacen contacto con grandes números de inmigrantes indocumentados cuando
paran coches o hacen otras actividades cotidianas policiales”2.
La administración de Obama, al remozar la ley 287(g) a fin de singularizar a
los “ilegales empeñados en crímenes serios”, hace poco expandió el programa
287(g). Pero esta ley excluyó a Arpaio de la cláusula de la 287(G) que cubre los
arrestos en la calle y se le dio la autoridad federal solamente de usar
carceleros comisionados para deportar a inmigrantes. Mientras que el New
York Times dijo que el gobierno estaba cortándole las alas a Arpaio, una
ley estatal que se aprobó cuando Janet Napolitano era gobernadora permite la
detención de inmigrantes bajo una ley contra el contrabando y así su exclusión
de una parte de la 287(g) no afectó sus operaciones. La ley de Arizona dice que
los policías tienen el poder de detener a polleros y a aquellos que les ayudan,
y según esta ley se permite arrestar a inmigrantes por entrar ellos mismos como
contrabando a Estados Unidos, que es un delito grave (vea Revolución
#123, “La creciente pesadilla para los inmigrantes en Arizona”).
Sin embargo, eso no es todo… hay mucha polémica entre los gobernantes de este
país acerca de la inmigración y la política migratoria con fuerzas poderosas que
intervienen con posiciones diferentes. Arpaio ha llegado a ser cierto punto
álgido en la polémica en la clase dominante acerca de la política
migratoria.
En marzo de 2009 el Comité Judicial de la Cámara de Representantes pidió que
el Departamento de Justicia investigara a Arpaio por el etiquetamiento racial.
¿Y la respuesta de Arpaio? Ignoró las peticiones del gobierno federal de
proporcionar documentos. Dijo que no cooperaría con la investigación. El
gobierno federal respondió: “Esperamos que la Oficina del Sherifato cambie de
idea y empiece a cooperar con la investigación”. Además, un jurado federal de
acusación recientemente inició una investigación de Arpaio y su ayudante
principal David Henderschott por abuso de poder, debido a sus detenciones
repetidas y juicios contra funcionarios del condado que se le oponen, lo que ha
enojado a una parte de la estructura del poder en Arizona. Recientemente hubo
una manifestación de 250 abogados contra Arpaio. John Morton, el director
nacional del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos
(ICE), entró en medio de este “clima adverso para el sheriff Joe”, fue a Arizona
y defendió las tácticas de Arpaio, señalando que las fuerzas del orden de la
localidad “no pueden ignorar a las personas que están en este país ilegalmente
aunque no tengan antecedentes criminales”.
En el último año Arizona también ha llegado a ser un punto focal para
aquellos que luchan por los derechos de inmigrantes. Ha habido al menos dos
manifestaciones de 5.000 personas en Phoenix y ahora la de 10.000 en enero.
287(g) es una
cláusula en la Ley de la Reforma Migratoria y Responsabilidad de Inmigrantes de
1996 de Bill Clinton que comisiona a los policías como agentes de la Migra para
que puedan hacer redadas de inmigrantes. No se puso en vigor la ley hasta 2005
bajo Bush.
Citado en Aarti
Shahanai y Judith Greene, Local Democracy On Ice: Why the State and Local
Governments Have No Business in Federal Immigrant Law Enforcement. A
Justice Strategies Report, febrero de 2009.
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