Libertad de expresión?: la hipocresía de Hillary Clinton
La Secretaria de Estado pide libertad de expresión mientras que un
veterano de guerra es arrestado y agredido en su presencia cuando ejercía su
derecho a la libertad de expresión.
Kevin Zeese / 18 de febrero 2011 9 febrero,
2011 noticiasdeabajo
El martes 15 de febrero, la Secretaria de Estado Hillary Clinton pronunció un
discurso sobre la importancia de la libertad de expresión en la era de Internet.
Su crítica iba dirigida hacia algunos países extranjeros, criticando la falta
del derecho a la expresión por parte de sus ciudadanos.
Durante el discurso, Ray McGovern, un veterano que sirvió durante 27 años
como analista de la CIA, ejerció su derecho a la libertad de expresión
poniéndose de pie, permaneciendo en silencio, y dando la espalda a la Secretaria
de Estado. Protestaba por las guerras en curso, por el tratamiento que se está
dando a Bardley Manning y por el militarismo de la política exterior de los
Estados Unidos. No interrumpe el discurso de la Secretaria de Estado,
simplemente permanece en silencio.
La acción de McGovern fue valiente y desafió a la Secretaria de Estado. Dos
agentes de la policía se lo llevaron violentamente y lo arrestaron. Como se
puede ver en el vídeo, McGovern, de 71 años de edad, fue golpeado, y según
informa su abogado continuaba sangrando en la cárcel.
McGovern no sólo es un ex analista de la CIA. Hacían los informes diarios
para los presidentes Roanld Reagan y George HW Bush. También informaba al asesor
de Seguridad Nacional, al Estado mayor Conjunto y al Gabinete de Seguridad.
Protestaba por las actuales guerras que está llevando a cabo Estados Unidos con
la pretensión de controlar los recursos naturales, especialmente el petróleo,
por la proliferación de bases militares de Estados Unidos en zonas estratégicas
y por su inusual alianza entre los Estados Unidos e Israel. Por eso, cuando se
puso de pie en silencio su discurso se estaba oyendo.
Y cuando la Secretaria de Estado seguía hablando sobre la importancia de la
libertad de expresión, como si nada estuviera ocurriendo ante ella, la voz de
Ray McGovern se hizo más visible. La hipocresía de Estados Unidos es
ensordecedora. La libertad de expresión fue atropellada ante sus ojos, pero ella
seguía con el run-run de la libertad de expresión, sin hacer nada, mientras
criticaba a otros países, Estados clientes de Estados Unidos, como Egipto o
enemigos, como Irán, por su negativa a permitir a sus ciudadanos a expresarse
libremente.
El día en que McGovern fue maltratado y herido por la policía, un periodista
independiente, Brandon Jourdan, acababa de regresar de Haití, desde donde estuvo
informando sobre la reconstrucción de las escuelas. Cuando regresó a los Estado
Unidos fue detenido inmediatamente, interrogado sobre el motivo de sus viajes e
inspeccionaron todos sus documentos, teléfono, material fotográfico y ordenador.
Es la séptima vez que Jourdan dice haber sido objeto de un profundo cacheo en
los últimos cinco años, y ha sido informado por los funcionarios de que está su
nombre en una lista. ¿Libertad de expresión? ¿Libertad de prensa? ¿Cómo
es que no hizo nada la Secretaria de Estado? No, ella no hizo nada, permaneció
impasible.
Y ese mismo día, como ya ocurre desde hace 8 meses, el soldado Bradley
Manning se encuentraba en régimen de incomunicación, torturado, por el presunto
delito de compartir con los medios de comunicación las pruebas de los crímenes
de guerra en Afganistán e Irak, así como los delitos cometidos por los agentes
de la política exterior de los Estados Unidos. Entre los documentos que se le
acusa de filtrar se encuentran los cables diplomáticos que muestran que la
Secretaria de Estado Hillary Clinton emitió un orden directa a los diplomáticos
de Estados Unidos para que espiasen, incluso ilegalmente a los diplomáticos de
la ONU. ¿Ha dicho algo la Secretaria de Estado sobre el tratamiento que se está
dando al soldado Manning antes del juicio? No, ella no ha dicho nada, permanece
impasible.
Finalmente, un último ejemplo de lo muchos de los que se podía hablar aquí:
mientras que la Secretaria de Estado Hillary Clinton hacía estas declaraciones,
los agentes del Departamento de Justicia de los Estados Unidos están tratando de
encontrar una fórmula para procesar a Julian Assange, el editor jefe de
Wikileaks, donde se han publicado más documentos clasificados que el Washington
Post en las últimas décadas, aunque dicen ellos que no es un periodista. Algunas
de las filtraciones más recientes de Wikileaks han favorecido la revolución en
Túnez. Y durante las revueltas de Egipto, los documentos de Wikileaks mostraron
que el vicepresidente Omar Suleiman había sido elegido por Israel para suceder a
Mubarak. Militares entrenados por los Estados Unidos y agentes oficiales de la
inteligencia torturaron a petición de Estados Unidos, mientras que la Secretaria
de Estado Hillary Clinton se ha quedado muda sobre las acusaciones de Assange,
pero no se quedó impasible sobre Suleiman: es su elección como sucesor de
Mubarak.
Hay que hacer ver a la Secretaria de Estado que tiene que ser consecuente con
sus palabras, que tiene que defender la libertad de expresión, que debe pedir
disculpas por el tratamiento dado a McGovern y anular lo cargos contra él. Su
acción de protesta en la que exponía los crímenes de guerras y otras actividades
criminales merecen por contra un aplauso por parte de los que aman la libertad
de expresión. Del mismo modo, se debe informar a la Procuraduría General que la
investigación a la persona de Julian Assange es abusiva y la persecución a
Wikileaks detenida. La Secretaria de Estado Clinton está presente en los
numerosos desafíos que contra la libertad de expresión se están dando en Estados
Unidos. Ella, la Secretaria, podría convertirse en el adalid de la reactivación
de la libertad de expresión, o bien permanecer impasible, como hasta ahora.
Por último, Ray McGovern me escribió al día siguiente de su brutal
experiencia, diciéndome: “ Lo que me duele son los golpes que se están dando
contra nuestros país y sus antiguos ideales, no por los huesos rotos, o por el
hombro dislocado, sino por lo que parece no tener cura, así que pasen la
palabra, por favor”. Si usted comparte las preocupaciones de Ray, hágaselo
saber a sus políticos, o escriba a la Secretaria de Estado Hillary Clinton.
Kevin Zeese es director ejecutivo de Votantes por la Paz. Lea otros artículos
de Kevin( http://dissidentvoice.org/author/KevinZeese/)
, o visite su página web (http://www.votersforpeace.us/)
http://dissidentvoice.org/2011/02/hillary-hypocrisy/
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