Yemen: Hay indicios de que en el
ataque al hospital de MSF se utilizó una bomba fabricada en Estados Unidos
Restos de la aleta de una bomba encontrada
en el lugar del ataque. Según expertos en armas independientes consultados por
Amnistía Internacional, la aleta forma parte de una bomba guiada de precisión
serie Paveway de fabricación estadounidense. © Rawan Shaif
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Amnistía Internacional
19 de septiembre de 2016
Los Estados –incluidos Estados Unidos y Reino Unido– deben
dejar inmediatamente de suministrar armas que podrían ser utilizadas en el
conflicto de Yemen, ha dicho Amnistía Internacional al confirmarse
que en el bombardeo aéreo del 15 de agosto contra un hospital de Médicos Sin
Fronteras, en el que murieron 11 personas y resultaron heridas
otras 19, se utilizó una bomba de fabricación estadounidense.
Según expertos en armas independientes consultados por la organización, que
dieron su opinión sobre las fotos de la aleta de una bomba tomadas por un
periodista en el lugar del bombardeo, en el ataque se utilizó una bomba guiada de precisión serie Paveway de
fabricación estadounidense.
“Cualquier ataque contra una instalación médica en una zona de guerra es una
afrenta a la humanidad, pero lamentablemente este bombardeo es sólo el último
de una terrible serie de ataques perpetrados por la coalición dirigida por
Arabia Saudí contra hospitales y clínicas”, ha dicho Philip Luther, director de
Investigación y Trabajo de Incidencia para Oriente Medio y el Norte de África
de Amnistía Internacional.
“Es indignante que los Estados hayan seguido suministrando armas a la coalición
dirigida por Arabia Saudí, incluidas bombas aéreas guiadas y de propósito
general y aviones de combate, a pesar de haber claros indicios de que tales
armas se están utilizando para atacar hospitales y otros bienes civiles y para
cometer otras violaciones graves del derecho internacional humanitario.
“Este ataque pone de relieve, una vez más, la urgente necesidad
de que se imponga un embargo integral contra todas las armas que podrían ser
utilizadas por cualquiera de las partes enfrentadas en Yemen y de que se lleve
a cabo una investigación internacional para poner en manos de la
justicia a los responsables de ataques ilícitos.”
“Era el único hospital que teníamos [...] Fue apocalíptico, un
infierno”. Un celador del hospital observa el cráter ocasionado por el impacto, a
menos de un metro de la pared de la zona de urgencias del Hospital Rural de Abs.
El bombardeo del Hospital Rural de Abs fue el cuarto
ataque perpetrado contra un centro de MSF en Yemen en 10 meses e hizo que MSF
suspendiera sus operaciones en el norte de Yemen. En el hospital habían sido atendidos 4.611 pacientes desde que MSF
comenzara a apoyarlo, en julio de 2015.
El objetivo militar más cercano en el momento del ataque, el campamento militar
de Abs, está situado aproximadamente a un kilómetro del hospital. Según MSF,
las coordenadas GPS del hospital habían sido facilitadas reiteradamente
a todas las partes implicadas en el conflicto, incluida la
coalición dirigida por Arabia Saudí.
Entre los fallecidos en el ataque se encontraba el conductor de ambulancia
Ayman Issa Bakri, de 16 años. Cuando fue hallado sin vida aún sostenía el
cuerpo de la mujer que estaba sacando de la ambulancia.
“Cuando encontraron a Ayman, seguía
sosteniendo a la paciente en sus brazos. Estaba carbonizado. Mi vida nunca
volverá a ser igual.” Essa Bakri, padre del joven conductor de
ambulancias de MSF que murió en el ataque.
“Los ataques deliberados contra hospitales y centros
médicos son graves violaciones de las leyes de la guerra y nunca pueden
justificarse. Los hospitales, que gozan de protección especial en virtud del
derecho internacional humanitario, deben ser lugares seguros de tratamiento y
recuperación”, ha dicho Philip Luther.
“Los Estados que suministran armas a la coalición, entre los que destacan
Estados Unidos y Reino Unido, deben utilizar su influencia para presionar a los
miembros de la coalición para que cumplan sus obligaciones internacionales e
investiguen las presuntas violaciones del derecho internacional humanitario. También
deben apoyar la apertura de una investigación internacional independiente.”
Información complementaria
Desde febrero de 2016, Amnistía Internacional viene instando a todos los
Estados a que garanticen que no suministran, directa ni indirectamente, a
ninguna de las partes en el conflicto de Yemen armas, municiones, material
militar ni tecnología que se utilicen en el conflicto, hasta que pongan fin a
las violaciones graves del derecho internacional de los derechos humanos y
humanitario, y a que apoyen la realización de investigaciones independientes e
imparciales sobre las denuncias de comisión de tales violaciones por todas las
partes.
En noviembre de 2015, el Departamento de Estado de Estados Unidos aprobó
una transferencia de armas por valor de 1.290 millones de dólares a Arabia
Saudí que incluía la transferencia de bombas de propósito general de la serie
Mark/ MK89, a pesar de que Amnistía Internacional ha
documentado su uso en ataques aéreos ilícitos que han ocasionado la muerte de
gran número de civiles.
Fuente:
https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/yemen-hay-indicios-de-que-en-el-ataque-al-hospital-de-msf-se-utilizo-una-bomba-fabricada-en-estado/
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