Prisionero somalí en Guantánamo aprobado para ser liberado hace un año,
hace un llamado a un tribunal estadounidense a actuar sobre su caso
17.11.22
Andy
Worthington
Traducido por El Mundo no Puede Esperar 22 de diciembre de 2022
Guled Hassan Duran, prisionero en Guantánamo, fotografiado en la prisión
en el 2019 por representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja
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Recientemente, en Londres, activistas para el cierre de la prisión en la bahía de Guantánamo sotuvo una vigilia afuera de la
embajada de Estados Unidos, junto al río Támesis en Nine Elms, en la cual,
utilizando el slogan “Free the Guantánamo 20” (“Liberen a los 20 de
Guantánamo”), destacaron la petición de los 20 hombres todavía detenidos en
Guantánamo, de los 35
en total, que han sido aprobados para liberación por el proceso de revisión
gubernamental de alto nivel, pero continúan detenidos.
Como expliqué en un
artículo acerca de la vigilia, el problema para los hombres aprobados para
liberación es que el proceso que llevó a su aprobación — inicialmente, bajo el
presidente Obama, Equipo de Trabajo para Revisión
de Guantánamo y, desde el 2013 las Juntas de
Revisión Periódicas — son “puramente administrativas y no existe
mecanismo legal alguno que obligue al gobierno estadounidense a liberarlos”.
Este es un vergonzoso estado de cuestiones, ya que es aparente desde el momento de reflexión acerca de qué tan vergonzoso sería si no
existiera un mecanismo legal para obligar al gobierno a liberar gente de
prisiones federales después de completar sus sentencias, pero en Guantánamo,
por supuesto, los hombres aprobados para ser liberados ni siquiera han sido
acusados de cometer algún crimen.
Como también expliqué en mi artículo reciente, parece
tristemente verdadero que “la falta de una aplicación de a ley fomenta la
inercia de la administración de Biden”, una inercia que por mucho ha sido la
razón por la cual los demócratas, cuando estaban en el gobierno, pasaban mucho
tiempo haciendo nada acerca de Guantánamo.
Con la prisión armada por los republicanos cínicos, lidiar con Guantánamo amenaza a los demócratas con publicidad negativa, mientas
que los beneficios parecen ser ampliamente intangibles, porque a la mayoría de
los medios mainstream y la mayoría de los americanos de hecho no les interesa Guantánamo.
El presidente Biden recientemente designó a Tina Kaidanow,, ex embajadora y diplomática senior, como “Representante Senior para
Asuntos de Guantánamo” (“Senior Representative for Guantánamo Affairs”) en el
Departamento de Estado, quien es “responsable por todos los asuntos pertinentes
a la transferencia de detenidos desde las instalaciones en Guantánamo a
terceros países” y podría ser que su designación contribuyó a la
reciente liberación de Saifullah Paracha, el detenido más longevo de
Guantánamo, que fue enviado a Paquistán 17 meses después de ser aprobado para
liberación por una Junta de Revisión Periódica.
Sin embargo, el título del trabajo de Kaidanow específicamente hace referencia a las transferencias a terceros países — para
hombres que no pueden ser repatriados de manera segura y cuyos países de origen
están en una lista de países prescritos para repatriación en legislación
promulgada por el congreso — y que es claramente un asunto mucho más complicado
que simplemente enviar a los hombres de vuelta a sus países.
Revisando los casos de los 20 hombres aprobados para liberación, por lo menos ocho de ellos (dos argelinos, un keniano, dos
paquistanís más y tres saudís) deben involucrar directamente asuntos de repatriación,
pero por lo menos para otros diez hombres (ocho yemenís, un libio y un somalí)
se deben encontrar terceros países que les ofrezcan un hogar seguro.
Abogados toman acción por Guled Hassan Duran
La semana pasada, abogados del Centro de Derechos Constitucionales,
en Nueva York, hicieron un
llamado a un tribunal para que se abordara el “caso detenido por mucho
tiempo” de uno de estos hombres, su cliente Guled Hassan Duran (identificado
por las autoridades estadounidenses como Gouled Hassan Dourad), un somalí
secuestrado en Djibouti en 2004 y detenido en “sitios negros” de la CIA como un
“detenido de alto valor” hasta su transferencia a Guantánamo, con otros 13
“detenidos de alto valor”, en septiembre del 2006, en donde ha estado desde
entonces, sin cargos ni juicio.
Cuando una Junta de Revisión Periódica (un proceso tipo libertad condicional establecido por Obama) aprobó
su liberación hace un año, se convirtió en el primer “prisionero de alto
valor” en ser aprobado para liberación por las PRB, pero, como explicó el CCR
en su desplegado de prensa, ahora le está pidiendo a un juez federal intervenir
a su favor debido a “la inacción tanto de los tribunales como del gobierno de Biden”.
Como procedió a explicar el CCR “en una moción presentada a su nombre por abogados del Centro de Derechos Constitucionales y
la abogada Sabrina Shroff, Duran solicitó una conferencia con el juez para
trazar un camino hacia la resolución de su caso sobre sus méritos. En el 2016, presentó
una petición de habeas corpus retando la base legal y de hechos para su
detención indefinida y las partes terminaron de presentar mociones en abril del
2021, hace más de año y medio. La inacción por parte del tribunal ha suspendido
de manera efectiva el caso desde entonces”.
Explicando la situación “kafkesca” en la que su cliente se encuentra, el abogado senior staff del CCR Wells Dixon declaró que
“los tribunales siguen siendo un control sobre la detención indefinida en
Guantánamo, que se acerca a 21 años de existencia, mientras que el gobierno de
Biden comete malas prácticas políticas al luchar para detener hombres que ya no
quiere tener en una prisión que dice que debería de cerrarse”.
Como se mostró a principios de año, los tribunales tienen un papel legal que jugar que está notablemente ausente en los procesos
administrativos de la prisión. El pasado octubre, Asadullah Haroon Gul,
prisionero afgano, tuvo su liberación aprobada por una PRB pero también se convirtió
en el primer prisionero en más de una década en tener su petición de habeas
corpus otorgada por un tribunal estadounidense y fue liberado
en junio de este año.
Como explicó el CCR, “añadiéndole urgencia a la solicitud de Duran está su condición médica. Fue hospitalizado hace solo dos
semanas por una enfermedad intestinal que puso en riesgo su vida, que va a
antes de su captura”, cuando estaba en ruta a Sudán “para una cirugía que
reparara una herida que sufrió cuando fue víctima de un robo en la calle”. A
pesar de esto, “interrogadores de la CIA le negaron atención médica — y
abusaron de él — para intentar forzarlo a que cooperara”.
El CCR añadió que “si su condición empeora…los doctores en Guantánamo no están equipados para darle el cuidado adecuado” — y
sin embargo, cruelmente, esa misma legislación que previene a Durán de ser
repatriado también evita que cualquier detenido en Guantánamo sea trasferido a
los Estados Unidos por cualquier motivo, incluso el recibir cuidado médico no
disponible en Guantánamo que pudiera salvarle la vida.
El CCR también explicó que, aunque el gobierno haya declarado que hará “vigorosos esfuerzos” para localizar un tercer país adecuado
para la reubicación de Guled, “no lo ha hecho”.
La moción presentada al tribunal
En una
moción presentada al tribunal — una “Moción para estatus de conferencia”
(Motion for Status Conference) — Duran solicitó “una conferencia en persona
para abordar un camino hacia adelante hacia la resolución expedita de su caso
de habeas por sus méritos, incluyendo la moción para obligar a que se
presentaran las pruebas que han estado pendientes por más de tres años”.
En la moción, sus abogados también explicaron que el
gobierno “no le informó al abogado del demandante (o al tribunal) acerca del incidente
(el bloqueo intestinal que puso en peligro su vida) hasta que el abogado se
enteró de manera separada y después investigaron con el abogado del demandado.
Los demandados se han negado, desde entonces, a que el experto médico designado
por la corte al demandado hable directamente con los oficiales médicos en
Guantánamo, incluyendo al jefe médico acerca del incidente o del pronóstico”.
Como explicaron los abogados “además de extender el
tiempo en el que han estado pendientes los asuntos de las pruebas, ha habido,
por lo menos, dos acontecimientos que reducen las posibilidades de que el
tribunal revise el habeas y destaca la necesidad de una resolución rápida para
este caso sobre los méritos”.
El primero fue la aprobación de Duran para ser liberado por una PRB y la falta de acción por parte del gobierno después de
eso, a pesar de su promesa de que “esfuerzos vigorosos” se realizarían para
identificar un lugar adecuado de transferencia para el solicitante afuera de
los Estados Unidos, sujeto a seguridad apropiada y garantías de trato humano”.
La segunda razón, como explicaron los abogados, fue debido a los “serios y duraderos problemas médicos que recientemente han
empeorado y podrían continuar a deteriorar sin un cuidado terapéutico sostenido
— incluyendo, tal vez, cirugías adicionales — que médicos en Guantánamo no
están equipados para manejar adecuadamente”.
Como añadieron los abogados, “para asegurar el tratamiento médico consistente, el demandante debe ser transferido a un país
con la capacidad de atender sus asuntos médicos serios relacionados con su
herida, tal vez por el resto de su vida”.
En conclusión, los abogados destacaron que, aunque todos están de acuerdo con que Duran “debe ser transferido de Guantánamo
rápidamente”, eso “no es razonablemente realizable sin intervención jurídica” y
le pidieron al juez otorgar la petición de habeas corpus que lleva retraso considerable.
Quedará por verse si el tribunal responde con algún sentido de urgencia.
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