Penny Lane: ¿Qué aprendimos esta semana acerca de los agentes dobles en Guantánamo?
Andy Worthington | 29 de noviembre 2013
Traducido del inglés por El Mundo No Puede Esperar 8 de enero de 2014
El martes, de la nada, la Prensa Asociada (AP) publicó un artículo acerca de
una prisión secreta en Guantánamo que atrajo una gran cantidad de atención por
parte de los medios de comunicación de todo el mundo - más atención, de hecho,
que cualquier noticia sobre Guantánamo desde la huelga de hambre en toda la
prisión a principios de este año, la cual, sorprendentemente, logró mantener
gran parte de la atención mediática durante varios meses.
El previo reportaje, sin embargo, trató de una noticia de la actualidad,
mientras que el artículo de la AP trata de una instalación secreta que al parecer
existió de 2003 a 2006 en un claro ahora cubierto de hierbas, al final de un
camino de tierra detrás de una loma cerca de las oficinas administrativas de la
prisión.
Allí, en ocho casitas de campo, la CIA albergó y entrenó a un puñado de presos
a quienes habían persuadido a convertirse en agentes dobles, según Adam Goldman
y Matt Apuzzo, quienes basaron su artículo en conversaciones con una decena de
funcionarios y ex funcionarios estadounidenses. Todos hablaron en forma anónima
"porque no estaban autorizados a hablar públicamente sobre el programa
secreto."
Goldman y Apuzzo describieron el programa como "una apuesta
arriesgada", ya que si bien los agentes dobles pueden localizar líderes
terroristas, también pueden volverse en contra de sus empleadores. Eso, por
supuesto, es siempre un problema con los agentes dobles, aunque la AP señaló
correctamente el hedor de la hipocresía cuando se trata de reclutar agentes
dobles en Guantánamo. Goldman y Apuzzo escribe: "Al mismo tiempo que el
gobierno utilizaba la amenaza del terrorismo para justificar el encarcelamiento
de las personas por tiempo indefinido, estaba liberando a ciertas personas
peligrosas de la cárcel para trabajar para la CIA".
Como lo describen, "sólo un puñado" de los presos, de una variedad de
países, "se convirtieron en espías que firmaron acuerdos de espiar para la
CIA ", aunque se evaluaron a decenas de presos para el programa. Los
funcionarios dijeron a la AP que algunos de esos hombres “ayudaron a la CIA a
encontrar y asesinar a muchos agentes de alto nivel de al -Qaida",
mientras que otros "dejaron de proporcionar información útil y la CIA perdió contacto
con ellos".
Según fuentes de Goldman y de Apuzzo, fueron varias las razones que llevaron a
los presos a cooperar. Escriben: “Algunos recibieron garantías de que los EE.UU.
reubicaría a sus familias", mientras que “otro pensaba que al- Qaida había
pervertido el Islam y creía que tenía el deber como musulmán de ayudar a la CIA
a destruirlos."
Otro preso sólo accedió a cooperar "después de que la CIA insinuara que les
haría daño a sus hijos", según dijo un ex funcionario, lo que la AP afirma
que era similar a las amenazas hechas contra Khalid Sheikh Mohammed, uno de los
cinco detenidos en Guantánamo acusados de participar en los ataques del 11 de
septiembre. Eso, sin embargo, no es una declaración exacta, pues los hijos de Mohammed
fueron capturados en septiembre de 2002 e interrogados antes que la captura de su
padre seis meses más tarde, y, de acuerdo con una declaración del padre de
Majid Khan, otro "detenido de alto valor " en Guantánamo, se les
" negó comida y agua, " y les pusieron "hormigas u otras
criaturas en sus piernas para asustarlos y hacer que declararan donde su padre
estaba escondido."
Goldman y Apuzzo también señalan que se les pagaba a todos los agentes dobles por
sus servicios, con pagos que sumaron a millones de dólares y que, según los
funcionarios, "venían de una cuenta secreta de la CIA , con el nombre en
código Promesa" que "se utiliza para pagar a los informantes" – lo
que es más bien irónico, dado que Tariq al- Sawah y Mohamedou Ould Slahi, dos
de los informantes más útiles de Guantánamo, según las autoridades, nunca
recibieron ninguna gratificación, continúan detenidos y en 2010 se recomendó
que les enjuiciara el Grupo de Trabajo de Guantánamo, la entidad interinstitucional
de alto nivel que el presidente Obama estableció poco después de asumir el
cargo en 2009.
Según la AP, tanto el programa como los agentes "tenían varios nombres oficiales
en clave de la CIA", pero el campo secreto era conocido generalmente como
"Penny Lane”. Cualquier persona consciente de los secretos más oscuros de
Guantánamo sabrá que eso era un obvio juego de palabras con referencia a otro campamento
secreto en la prisión que llevaba el nombre en código "Strawberry
Fields"; este último fue puesto al descubierto en otro informe de la AP
escrito por Goldman y Apuzzo en agosto de 2010. En existencia desde 24 de
septiembre 2003 hasta el 27 de marzo de 2004, "Strawberry Fields"
recluía a cuatro "detenidos de alto valor", de acuerdo con la AP - Mustafa al- Hawsawi,
Abd al- Rahim al- Nashiri, Abu Zubaydah y Ramzi Bin al- Shibh - y se cerró
cuando el gobierno de Bush se dio cuenta de que la Corte Suprema probablemente
iba a otorgar los derechos de hábeas corpus a los presos en Guantánamo (cosa que
hizo en Rasul versus Bush en junio de
2004, que abrió las puertas de la prisión a los abogados por primera vez) . Esos
cuatro hombres, enviados a cárceles que la CIA operaba en el este de Europa y en
Marruecos, no regresaron a Guantánamo hasta septiembre de 2006, cuando se los
trasladó de nuevo con otros diez hombres, una medida que dejó desocupados - o
casi desocupados - "los sitios negros" de la CIA.
Aunque la referencia "Strawberry Fields" es horriblemente claro, como
una prisión "para siempre”, de acuerdo a la letra " Strawberry Fields
Forever" [campo de fresas para siempre], es posible que la referencia a
" Penny Lane" sólo se escogió porque ambas canciones salieron en un
disco sencillo grabado por los Beatles en 1967. Es bastante perturbador
imaginar que los experimentos desagradables de Guantánamo fueron imaginados por
personas que disfrutaban de los Beatles, y quienes tal vez después del trabajo
iban a sus casas y escuchaban esas canciones con sus familias.
A diferencia de "Strawberry Fields", al parecer se quería que
"Penny Lane" replicara elambiente de un hotel. Los funcionarios les dijeron
a Goldman y Apuzzo que las casitas "tenían cocinas privadas, duchas y
televisores" y cada uno " tenía un pequeño patio". El mayor lujo, dijeron, era "una
verdadera cama con un colchón". También hablaron de los privilegios que
ponían a disposición de algunos de los hombres - la pornografía, por ejemplo. También
dijeron a Goldman y Apuzzo que algunos funcionarios de la CIA “se referían en
tono de broma” a las casitas como "el Marriott".
El artículo también señala que el programa de dobles agentes había llamado la
atención tanto del presidente Bush como del presidente Obama. Bush, al parecer,
"entrevistó personalmente a un agente subalterno de la CIA que acababa de
regresar a casa desde Afganistán, donde la agencia generalmente se reúne con
los agentes" y, poco después de asumir el cargo, Obama "ordenó una
revisión de los ex detenidos que trabajaban como doble agentes ", ya que,
al parecer, " estaban proporcionando información utilizada en los ataques de
aviones no tripulados Predator”.
No estoy muy seguro de qué hacer con toda esta historia de "Penny Lane”.
Claramente, había agentes dobles en Guantánamo. El hermano de Omar Khadr, Abdurahman, lo era, y su expediente fue
uno de los 14 que faltaban cuando WikiLeaks obtuvo archivos militares
clasificados sobre casi todos los prisioneros, que publicó en abril de 2011. Yo
escribí un artículo acerca de los archivos que faltan en Wikileaks
and the 14 Missing Guantánamo Files", y puede ser que algunos
de esos hombres también fueron utilizados como agentes dobles, aunque me parece
poco probable en la mayoría de esos casos. Con los años, he tenido mis
sospechas acerca de otros presos, y ha surgido una serie de rumores sobre
otros, pero no hay nada que quisiera comprometerme a imprimir.
Ahora que he tenido unos días para reflexionar sobre esta historia, considero
que algunos aspectos son preocupantes - más allá de la decisión de publicarla
ahora, la cual no se explica. Primero, como señala mi amigo y colega Jeff Kaye,
la ubicación de "Penny Lane" corresponde con el lugar identificado en
2009 como el "Campo No" por varios soldados que trabajan en
Guantánamo, quienes le dijeron a Scott Horton que creían que el lugar estaba
vinculado con la muerte de tres prisioneros en junio de 2006, presuntamente
como resultado de un triple suicidio. Posteriormente Horton escribió un
artículo en la revista Harpers, por
el cual recibió un premio, acerca de las afirmaciones de los hombres, aunque el
establishment político cerró filas y se negó a reconocer la historia.
Para ser honesto, no sé qué conclusiones debo sacar de esta información, aunque
me inquieta. Si el "Campo No" es " Penny Lane ", por
ejemplo, ¿dónde se ubicaba "Strawberry Fields", puesto que algunos
observadores creían que el "Campo No" era "Strawberry
Fields?" Lo que sí sé, sin embargo, es que me entristece que una historia
relacionada con unos acontecimientos de hace muchos años capte la atención de
los medios del mundo de una manera que ya no lo hace la situación de los
hombres que siguen recluidos en Guantánamo. Después del interés despertado por
la huelga de hambre a principios de este año, cuando por un momento parecía que
en las redacciones de todo el mundo, los periodistas y sus editores se habían acordado
de la injusticia que es Guantánamo, ahora tenemos de volver a empezar desde
cero, en un situación en que los medios de comunicación, en su mayoría, se interesan
sólo en historias que tienen un tufillo de escándalo.
Los hombres todavía recluidos en Guantánamo – los 84 autorizados ya hace mucho
tiempo para la liberación, y los otros 80, para quienes en la mayoría de los
casos la justicia se ha ausentado - merecen más que eso, en tanto se aproxima el
12 º aniversario de la apertura de Guantánamo el 11 de enero 2014. Me interesaría
ver si sale más información acerca de la historia de Penny Lane y los agentes
dobles, pero ahora quiero volver mi atención hacia los hombres que aun siguen
encarcelados - y les invito a acompañarme.
Andy Worthington es un periodista de investigación independiente, activista,
autor, fotógrafo y cineasta. Él es el co -fundador de la campaña "Cerrar
Guantánamo“, y es autor de The Guantánamo Files: The Stories of the 774 Detainees in America’s Illegal Prison.
Este artículo fue publicado en su página web el 29 de noviembre de 2013.
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