El fascismo estadounidense inspira movimientos nacionalistas en ciudades alrededor del mundo
Curt Wechsler | 7 de abril de 2019
Traducido del inglés para El Mundo no Puede Esperar 11 de mayo de 2019
La membresía de los movimientos americanos de
supremacistas ha crecido más del 600% desde el 2012, encontró el investigador
en extremismo J.M Berger en un
estudio realizado en el 2016. “Hoy, superan a ISIS en casi todas las
métricas sociales, desde seguidores en cuentas a tweets por día”. A través de bombardeos escandalosos de
berrinches diarios y explosiones en Twitter, el régimen de Trump y Pence
radicalmente remarca a la sociedad, paso por paso martillándola en un lugar de
fascismo americano vicioso. No es un insulto o una exageración, sino lo que
en realidad están haciendo.
Pero el abrazo de los extremistas pro Trump y los patrocinadores de grupos de odio no está limitado a las redes sociales. “El hecho
es que, en los Estados Unidos, por lo menos, una minoría mesurable simpatiza
con la causa del supremacista blanco," dice el corresponsal de TIME Charlie Campbell.
“Añadiendo a la urgencia hay indicaciones que extremistas de extrema derecha
han sido inspirados por líderes políticos expresando la misma xenofobia e
intolerancia”.
“El
lenguaje que usan nuestros líderes, importa”, añade Clark Mindock de The
Independent. De acuerdo con investigadores del Perelman School of Medicine de
la Universidad de Pensilvania, las ciudades estadounidenses experimentaron 2.3
veces más asaltos en días en los que albergar los mítines de campaña de Donald
Trump. “Para prevenir violencia similar en un futuro, es importante
entender las causas de este comportamiento. Podría ser mediante la inclusión
del rol que la política retórica juega en normalizar o promover la violencia”.
El terrorismo “casero” o “doméstico” ha emergido como amenaza transnacional
De acuerdo con un reporte
en el HuffPost, “Estados Unidos Ante Todo se ha convertido en más que un eslogan político
estadounidense…para un nacionalista blanco, radical extremista de derecha anti
inmigrante alrededor del mundo. Es un símbolo, un tipo de mensaje político que
trasciende los específicos de país y lenguaje”.
Más que imitar la retórica de Trump para sacar de
quicio el sentimiento nacionalista de sus propios países, la derecha radical
internacional abraza al presidente estadounidense porque él ayuda a reforzar la
narrativa del creciente apoyo de un movimiento global anti inmigrante, anti
establecimiento. Cuando la persona más poderosa del mundo dice “el islam nos
odia” e intenta prohibir la inmigración musulmana, es una prueba de que tal vez
otros líderes mundiales pueden lograr una meta similar”.
Los políticos estadounidenses distraen con promesas de
un salvador, apoyándose en los trabajos regulares de un sistema de votos en los
demócratas que se niegan a reconocer o admitir la escalada del programa del régimen
fascista de Trump y Pence en contra de la gente en todos los frentes. La
realidad escueta está en que la espera pasiva de que el Congreso salga con una
“cortina de humo”, se encuentren el enojo de millones haya sido acorralado,
domesticado y desviado lejos de las protestas callejeras necesarias para crear
el tipo de situación política con la cual se exigiría que el régimen de Trump y
Pence sea removido del poder.
Mientras tanto, tanta espera ha permitido que el
régimen aterrorice a más gente, que quite más derechos, que rompa más reglas y
normas, amenace con más violencia, emita más órdenes ejecutivas, eche más
gasolina sobre la crisis climática y emita más gritos de guerra y ataques
letales sobre civiles, con un dedo sobre el botón nuclear.
El régimen Trump/Pence es más peligroso que nunca
El fascismo reina gracias a la represión y terror
organizados por el gobierno: arrancar las libertades civiles, reescribir leyes,
disidencia criminalizada, salas de juicios llenas de fascistas, separación de
poderes e Iglesia y el Estado destripado. Como parte de rehacer radicalmente a
la sociedad, el régimen de Trump y Pence bruscamente ataca a aquellos en
posiciones de poder que se oponen a ellos. El fascismo también moviliza mafias
de matones viciosos como vimos con los
nazis marchando y asesinando en Charlottesville, Virginia.
“El
fascismo puede y está sucediendo en Estados Unidos, así como siempre ha
estado vivo en el país”, observa el periodista investigativo Andrew Mitrovica. “La naturaleza fascista de Trump,
que ha estado presente de manera rutinaria y expuesta sin duda, no es un
fenómeno sorprendente ni es el socorro nacional que atrae”.
De hecho, el filósofo de Yale, Jason Stanley, autor de
“Facha. Cómo funciona el fascismo y cómo ha entrado en tu vida”,
sugiere que hay algo
inherentemente fascista acerca de los políticos estadounidense:
“el Ku Klux Klan influyó poderosamente
en Adolf Hitler. Elogió de forma explícita como un modelo útil la Ley de Inmigración de 1924, que establecía fuertes
límites al número de inmigrantes a los que se permitía entrar en el país.
Los años 20 y 30 fueron un tiempo marcado por el fascismo en EEUU. Existían unos valores familiares muy
patriarcales y una política de resentimiento dirigida contra los negros
americanos y otros grupos a los que se consideraba una amenaza, y eso se
exportó a Europa.
Así que tenemos una larga historia de genocidio contra los pueblos nativos, además del racismo antinegro
y la histeria contra la inmigración, que se manifiesta en un tipo de historia
mitológica y que fomenta que los americanos piensen que su país es una fuerza
singular del bien.
Eso no convierte a América en un país fascista, pero todos esos ingredientes pueden utilizarse en favor de políticas
fascistas”.
“Cada mal que ha sido corregido en la sociedad americana ha venido de gente que ha actuado
sin permiso y ha cambiado el juego”, escribe Coco Das para RefuseFascism.org. “Para detener este régimen, necesitamos miles que se
conviertan en millones que tomen las calles día tras día en un movimiento de
protesta sostenido y sin violencia, reusándose a parar hasta que el régimen de Trump
Y Pence sea alejado del poder.
“Imagina la diferencia que haría si la gente inundara las calles exigiendo que el
régimen se vaya porque es fascista, no solo por las violaciones financieras de
la campaña. Nuestros intereses hoy son los intereses de la humanidad. Juntos
debemos tomar responsabilidad, que actúan enana oposición feroz y sostenida
fuera de los límites de la política como de costumbre.
“¿Qué valor tiene para ti el detener a este régimen? Para todos los que nos hemos
unido a Refuse Fascism, lo vale todo”.
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