Se necesitan millones de manifestantes en las calles para destituir un Estado Fascista. Hemos
demostrado la habilidad para hacer justamente eso
El Mundo No Puede Esperar | 11 de febrero de 2017
Donald Trump está considerando una “nueva”
orden de inmigración después de que la anterior, su prohibición de viaje, fuera
suspendida por la Ninth Circuit Court of
Appeals (corte de apelación) el pasado jueves. “Verán algo la próxima semana”
dijo el presidente. Su orden ejecutiva del 27 de enero prohibió la entrada a
personas de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen por noventa días y
a los refugiados por ciento veinte días. Los refugiados sirios fueron vetados
indefinidamente. La acción desató indignación.
La indignación moral es una fuerza poderosa, más
fuerte, quizá que el proceso institucional. Hemos sido testigos de su utilidad
para incapacitar el ataque racista contra viajeros internacionales a los
Estados Unidos. Manifestantes con principios resultaron ser una herramienta
poderosa para la liberación provisional de aquellos arrestados sin razón
alguna.
La justicia tardía es una característica
de los gobiernos ilegítimos. La respuesta inmediata de tanta gente, en
aeropuertos en todo el mundo para lograr el pase a visitantes musulmanes
inspira el compromiso para detener al régimen de Trump en seco.
Adaptando el Convocatoria original de El Mundo No Puede Esperar – Fuera Bush y Su Gobierno a nuestra
situación actual.
Debemos y podemos crear un clima político que repudie el régimen
de Trump y su agenda, que lo saque corriendo y que cambie el rumbo por el que ha encaminado la sociedad. Nosotros,
a millones, debemos y podemos responsabilizarnos por cambiar el curso de la
historia.
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