Las Fuerzas Operativas Especiales de EE.UU. desplegadas
en 135 naciones
Nick Turse
TomDispatch
3 de octubre de 2015
Traducido por Luis E. Sabini Fernández
Se los puede encontrar en polvorientos paisajes achicharrados por el sol,
en húmedas selvas tropicales y en los salpicados y salobres litorales del
Tercer Mundo. Gozando de reputación en el juicio, sacudidos por el motor de un
helicóptero o calcinados bajo el inmisericorde sol del desierto, instruyen,
ordenan a los gritos, persuaden en tanto hombres flacos realizan sus
aprendizajes bajo sus vigilantes ojos. En muchos lugares, su particular mezcla
de camuflaje, mejor calzado y equipamiento los ubica aparte. Sus días están
impregnados de olor rancio dulce y de pólvora; sus noches se gastan en rústicos
bares del Tercer Mundo.
Estos hombres, la mayoría son hombres, pertenecen a una fraternidad militar
exclusiva que se puede rastrear hasta los mismos comienzos de la nación.
Habitualmente, han pasado la mayor parte de una década como soldados,
marineros, infantes de marina u hombres de la aviación convencionales, antes de
hacer el pase. Probablemente han sido desplegados mar afuera unas diez veces.
Los oficiales andan generalmente por la treintena de años, los que se enlistan
andan por sus últimos veinte. Tienen más instrucción que la mayoría en el
servicio militar. Probablemente terminen casados y tendrán un par de hijos. Y
día tras día, llevan adelante misiones en las sombras en muchas zonas del
planeta; a veces se trata de desplazamientos secretos, más a menudo se trata de
ejercicios ocultos que pueden tener lugar en el Chad o en Uganda, en Bahrein o
en Arabia Saudí, en Albania o en Rumania, en Bangladesh o en Sri Lanka, en
Bélice o en Uruguay. Pertenecen a las Fuerzas de Operaciones Especiales (SOF,
por su sigla en inglés, como las subsiguientes). Son las tropas de élite del
más alto nivel de EE.UU.; los del Birrete Verde o los SEAL de la Armada, entre
otros, y existe la probabilidad de que si usted arroja un dardo a un
planisferio o si para con su dedo un globo terráqueo en movimiento, y no
encuentra agua, tropezará con un territorio en que estuvieron algunos de estos
hombres en algún momento en 2015.
EL ANCHO MUNDO DE LAS OPERACIONES ESPECIALES
Este año, las Fuerzas de Operaciones Especiales ya se han desplegado en 135
Estados, de acuerdo con Ken McGraw, vocero del comando SOCOM de esas fuerzas.
Se trata aproximadamente del 70% de los países del planeta. En los hechos, cada
día la mayor parte de las tropas de élite de EE.UU. están llevando adelante
misiones en 80 o 90 Estados, practicando despliegues nocturnos y a veces
llevándolos a cabo en la realidad, practicando la función de francotiradores y
a veces dedicándose a dispararle a enemigos desde lejos, anónimamente. Como
parte del compromiso en una estrategia global de guerra no declarada y
permanente llevada a cabo en todos los continentes salvo Antártida, hoy en día
han superado la cantidad y el nivel de las misiones especiales llevadas a cabo
cuando los conflictos en Irak y Afganistán.
En los últimos días del gobierno de Bush, las SOF solían tener un circuito
de control desplegado en unos 60 países en el mundo entero. En 2010, de acuerdo
con los datos del Washington Post, ese número se había acrecentado a 75. Tres
años más tarde ha saltado a 134 Estados, con lo que supera los 133 de 2013 y
antes de llegar a una nueva marca sin precedentes; 135 para el año entrante. El
incremento de un 80% en los últimos cinco años nos muestra la exponencial
expansión que empezó a tener una velocidad sin precedentes luego de los ataques
del 11 de septiembre.
Los fondos para el Comando de Operaciones Especiales, por ejemplo, se han
más que triplicado, de los 3.000 millones de dólares del 2001 a los casi 10.000
millones en 2014 a dólares constantes, de acuerdo con la Oficina Contable
Gubernamental (GAO). Y tales fondos no incluyen los de varias ramas de
servicio, que SOCOM estima en alrededor de 8.000 millones de dólares anuales, u
otros importes de monto desconocido que GAO no ha podido rastrear. El número
promedio de operaciones de las Fuerzas Especiales desplegadas en ultramar se ha
casi triplicado durante estos mismos años, en tanto SOCOM duplicó y algo más su
personal, de unos 33.000l en 2001 hasta casi 70.000 actualmente.
De acuerdo con el general Joseph Votel, comandante de SOCOM, unos 11.000
hombres se despliegan cada día o están estacionados fuera de las fronteras de
EE.UU., amén de muchos más en disponibilidad, prestos para responder ante la
eventualidad de una crisis en el extranjero."Pienso que una cantidad
considerable de nuestros recursos están radicados en Irak y en el Cercano
Oriente, en Siria, concretamente. Allí es precisamente donde ha estado nuestra
cabeza” dijo Votel, en el Aspen Security Forum, en julio. De todos modos, Votel
remarcó que sus tropas no están haciendo nada en Siria, aun cuando han llevado
a cabo un ataque nocturno en ese país hace un par de meses y más tarde se supo
que las fuerzas especiales llevaron adelante una campaña masiva y secreta de
golpes hechos con drones en Siria.
"Pienso que estamos ahora incrementando nuestra acción en Europa del
Este", agregó. "Al mismo tiempo continuamos mejorando nuestro nivel
de apoyo en América del Sur, por Colombia y por otros intereses que tenemos por
allí. Y por cierto, estamos comprometidos en la zona del Pacífico con una gran
cantidad de nuestros socios, dándoles apoyo, elaborando esas relaciones y
manteniendo nuestra presencia en esos parajes."
En realidad, el porcentaje promedio de operaciones especiales desplegadas
en el Este ha decrecido en los últimos años. En 2006, el 85% de nuestros
operadores especiales estaba desplegado apoyando al Comando Central o CENTCOM,
al Comando de Combate Geográfico (GCC), que supervisa las operaciones de
ultramar en esa región. En el último año ese número bajó al 69% de acuerdo con
los datos de GAO. En el mismo intervalo, el Comando del Norte dedicado a la
defensa de la patria, se mantuvo en el 1%, el Comando Europeo (EUCOM) duplicó
su porcentaje, del 3% al 6%, el Comando Pacífico (PACOM) se incrementó del 7%
al 10% y el Comando del Sur, a cargo de la supervisión de América Central y del
Sur así como de la zona Caribe, aumentó del 3% al 4%. El aumento mayor de todos
modos de los despliegues de las fuerzas especiales fue en una región
patentemente ausente de la gira de Votel. En 2006, apenas el 1% de los
operadores especiales desplegados fuera de fronteras fueron enviados al área de
operaciones del Comando África. El año pasado, eso fue 10%.
El desfile permanente por todo el planeta es el rasgo principal de SOCOM y
no es ninguna casualidad que esté dividido en una serie de "subcomandos
unificados" especialmente equipados: SOCAFRICA; SOCEUR, el contingente
europeo; SOCCENT, el subcomando de CENTCOM; SOCKOR, particularmente enfocado a
Corea; SOCPAC, que cubre el resto de la región Asia-Pacífico; SOCSOUTH, que
dirige las misiones en América Central, Sudamérica y el Caribe; SOCNORTH, que
está consagrado a la "defensa de la patria" y el mundialmente
itinerante Comando Unido de Operaciones Especiales o JSOC, un subcomando clandestino
(formalmente dirigido por Votel) basado en personal de cada rama de servicio,
incluyendo los SEAL, los aviadores tácticos de las Fuerzas Aéreas Especiales y
la Fuerza Delta de la Armada que se especializa en rastrear y matar sospechosos de terrorismo.
La elite de la elite de la comunidad de operaciones especiales, JSOC, cubre
las operaciones encubiertas, las clandestinas y las de baja visibilidad en los
sitios de mayor riesgo y fuego. Algunas operaciones encubiertas han salido a la
luz en años recientes incluyendo una cantidad de misiones de la Fuerza Delta,
entre ellas, una operación en el mes de mayo en la cual miembros de la fuerza
de elite mataron a un comandante del Estado Islámico conocido como Abu Sayyaf,
en la noche en un ataque en Siria; la liberación en 2014 de un prisionero de
mucho tiempo de la Armada de EE.UU., sargento Bowe Bergdahl; la captura de
Ahmed Abu Jattala, sospechoso de ataques terroristas en Bengazi, Libia en 2012
y el secuestro en 2013 del militante de Al-Qaeda Anas al-Libi, en una calle en
el mismo país. Análogamente el SEAL, entre otras operaciones, llevó adelante
exitosamente un rescate de rehenes en misiones en Afganistán y en Somalía en
2012; otro intento con resultado desastroso en Yemen en 2014; un secuestro
malogrado en 2013 en Somalia y el mismo año, una evacuación fallida en Sudán
del Sur en la cual tres miembros SEAL fueron heridos cuando su nave aérea fue
baleada por armas de pequeño calibre.
LA SOPA DE LETRAS DE SOF Y SOCOM
La mayor parte de los despliegues han sido, de todos modos, misiones de
entrenamiento diseñadas por instructores con miras a forjar vínculos más
estrechos con aliados. "Las Operaciones Especiales proveen un nivel
individual de entrenamiento y otro colectivo, en clase", explica Ken
McGraw, del SOCOM. "El entrenamiento individual puede ser en temas tan
básicos como capacitación en tiros de precisión, navegación, operaciones aéreas
y primeros auxilios. Proveen de un entrenamiento específico en una unidad de
combate en cuestiones tan menores como tácticas de pequeñas unidades,
contraterrorismo y operaciones marítimas. SOF puede también proveer
entrenamiento formal en cursos con asistencia a clases en temas como el proceso
de decisiones militares y el planeamiento de Estado Mayor."
Del 2012 al 2014, por ejemplo, las Fuerzas de Operaciones Especiales
llevaron a cabo 500 misiones anuales pertenecientes a la Junta Combinada de
Entrenamiento e Intercambio (JCET) en nada menos que 67 Estados nacionales.
JCET está oficialmente dedicada a entrenar fuerzas de EE.UU., pero no obstante
sirven asimismo como un aspecto clave en la estrategia del compromiso global de
SOCOM. Las misiones "generan socios militares claves entre militares
extranjeros, realzan las capacidades de las naciones asociadas para defenderse
por sí mismas, y edifican una operatividad conjunta entre la SOF de EE.UU. y
las fuerzas de las naciones asociadas”, de acuerdo con la visión que tiene
McGraw del SOCOM.
Y las JCET son precisamente una fracción de esa historia. SOCOM lleva a
cabo muchas otras operaciones de entrenamiento fuera de fronteras. De acuerdo
con los datos de la Oficina del Subsecretario de Defensa, por ejemplo, las
Fuerzas de Operaciones Especiales llevaron a cabo 75 ejercicios de
entrenamiento en 30 naciones a lo largo de 2014.
"SOCOM brinda un premio a los socios internacionales, contribuyendo a
su capacitación. Hoy en día, SOCOM mantiene socios estables dentro de unas 60
naciones a través de nuestros equipos de conexión con nuestras Fuerzas
Especiales y con la Junta de Planificación y Equipos de Asesoramiento” afirmó
Votel, en una conferencia hace poco este año, llamando la atención hacia dos de
los muchos tipos de Operaciones Especiales en las sombras que operan en el
extranjero. Éstas, SOFLEs y JPATs, pertenecen a una sopa de letras de un alfabeto
muy peculiar de entidades para operaciones especiales actuantes en todo el
globo terráqueo, una mezcolanza de siglas opacas y de abreviaturas forzadas que
enmascaran un mundo secreto de tareas clandestinas a menudo conducidas desde
las sombras en países empobrecidos y controlados por regímenes más que
problemáticos. La proliferación de este galimatías ─SOJTFs y CJSOTFs, SOCCEs y
SOLEs─ refleja la expansión permanente de este comando, con su jerga militar
que resulta indescifrable para la mayoría de los estadounidenses en la misma
medida en que sus misiones les resultan también secretas.
Alrededor de todo el mundo, usted puede encontrar Fuerzas Conjuntas de
Tareas en Ope-raciones Especiales (SOJTFs), Fuerzas Conjuntas Combinadas de
Tareas en Operaciones Especiales (CJSOTFs), y Operaciones Especiales Conjuntas
de Fuerzas de Tareas (JSOTFs), Comando para Teatro de Operaciones Especiales
(TSOCs) así como Comando de Operaciones Especiales y Elementos de Control
(SOCCEs) y Elementos de Conexión de Operaciones Especiales (SOLEs). Y este
listado no sólo incluye a quienes pertenecen al Comando de Vanguardia de
Operaciones Especiales (SOC FWD), equipos pequeños que, de acuerdo con los
militares, "configuran y coordinan la cooperación de las fuerzas
especiales en operaciones, comprometiéndose en el apoyo al comando en el teatro
de operaciones, al comando de combate geográfico y a los objetivos del equipo
nacional."
El comando de Operaciones Especiales no divulga sus sitios, ni siquiera
brinda una idea de las dimensiones de sus SOC FWDs por “razones de seguridad”.
Cuando se le pregunta en qué sentido dar únicamente el número de operaciones
podría poner en peligro la seguridad, Ken McGraw es indudablemente opaco. “La
información es reservada” contestó. “Y yo no soy la autoridad que establece
tales reservas así que no sé la razón específica por la cual es reservada.”
Información accesible, de todos modos, sugiere que están agrupadas y bajo
reserva para favorecer operaciones secretas como por ejemplo SOC FWD Pakistán,
SOC FWD Yemen y SOC FWD Líbano, así como SOC FWD África Oriental, SOC FWD
África Central y SOC FWD África Occidental.
Lo que queda claro es que SOCOM prefiere operar en las sombras en tanto sus
misiones y personal se expanden por todo el planeta pero sin que se le preste
mucha atención. “La cuestión principal es que SOCOM resulta ser una fuerza
global. Apoyamos a los comandos de combate donde quiera que estén, no estamos
atados a las fronteras artificiales que habitualmente definen las áreas
regionales en que actuar. Así que lo que tratamos de hacer es operar a través
de tales fronteras.” Son palabras de Votel en el Aspen Security Forum.
En el borroneo de fronteras, los oficiales de enlace de Operaciones
Especiales (SOLOs) están protegidos por lo menos por 14 embajadas claves para
poder asistir a fuerzas especiales en varias naciones aliadas. Operan así en
Australia, Brasil, Canadá, Colombia, El Salvador, Francia, Israel, Italia,
Jordania, Kenia, Polonia, Perú, Turquía, y el Reino Unido. El programa SOLO
tiene la potencia, de acuerdo con Votel, para expandirse a otras 40 naciones
para 2019. El comando, y particularmente JSOC, han forjado estrechos vínculos
con la CIA, el FBI, la NSA y otros servicios a través del uso de oficiales de
enlace y de los equipos de apoyo a las operaciones especiales (SOSTs).
“En los marcos actuales, nuestra efectividad está directamente vinculada
con nuestra habilidad para operar con asociados locales. Como fuerza conjunta,
tenemos que continuar institucionalizándonos mediante operaciones conjuntas,
con integración e interdependencia entre fuerzas convencionales y fuerzas de
operaciones especiales, a través de la doctrina, el entrenamiento y los
despliegues operacionales”, dijo Votel ante el Comité de Servicios Armados del
Senado esta primavera. “Desde el trabajo con fuerzas indígenas y gobiernos
locales para mejorar la seguridad local, hasta operaciones contraterroristas de
alto riesgo, SOF desempeña roles vitales llevando adelante tareas esenciales.”
SOCOM no nombra las 135 naciones en las cuales las más calificadas fuerzas
de elite de EE.UU. se han desplegado este año, para ni mencionar siquiera la
naturaleza de tales operaciones. La mayor parte, fueron, sin duda, labores de
entrenamiento. A través del Acta Constitucional sobre Libertad de Información,
de todos modos, se obtienen documentos que nos muestran el intercambio en los
entrenamientos de las Fuerzas Conjuntas Combinadas en 2013 y dan una idea de lo
que hacen las Fuerzas Especiales cotidianamente así como de las capacitaciones
requeridas para sus misiones en el mundo real: combate mediante armas de fuego,
patrullajes, entrenamiento con diversas armas, formación de pequeñas unidades
tácticas, operaciones especiales en territorio urbano, combate en barrios
densos, uso avanzado de armas de fuego, entrenamiento para francotiradores,
disparos de larga distancia, ataques deliberados y empleo de armas pesadas,
además de cuidado de heridos, comportamiento atendiendo los derechos humanos,
navegación, y planificación de misiones, entre otras.
Desde el Escudo de Fuerzas Camufladas para Tareas Conjuntas en Operaciones
Especiales que actúa en la región subsahariana del África y el control del
Comando de Operaciones Especiales en el Cuerno de África, hasta las Fuerzas
Conjuntas de Control de Operaciones Especiales en la península arábiga, el
crecimiento global de las misiones de SOF ha sido arrollador. SEALs o Birretes
Verdes, operadores de la Fuerza Delta o comandos aéreos están tomando
constantemente lo que Votel se complace en denominar “los desafíos más
complejos, demandantes, de alto riesgo de la nación.”
Estas fuerzas llevan adelante operaciones casi por completo desconocidas
para los ciudadanos, pagadores de impuestos, estadounidenses, que las financian
─operaciones que están muy lejos de poder ser escrutadas por los medios de
comunicación─; están fuera de cualquier mirada de la sociedad civil. Cada día,
en unos 80 países, o más, que el Comando de las Fuerzas Especiales ni designa,
están haciendo misiones de las cuales el comando se niega terminantemente a
hacer comentario alguno. Existen en un mundo secreto de siglas abstrusas
actuando en las sombras, con misiones misteriosas mantenidas en secreto ante el
público estadounidense, para no mencionar a la inmensa mayoría de los
ciudadanos de las 135 naciones donde se han desplegado este año.
Este verano, Votel comentó que más operaciones de fuerzas especiales se han
desplegado en más sitios y que están llevando a cabo más operaciones que en el
momento del apogeo militar en las guerras en Afganistán y en Irak, y focalizó
en dos conflictos en los cuales estas fuerzas han desempeñado papeles mayores
pero que no han resultado gratos a EE.UU.
“Finalmente, el mejor indicador de nuestro éxito será el éxito (de los
comandos emplazados en el terreno)”, nos dice el jefe de operaciones
especiales, pero con los traspiés de las Fuerzas Especiales en el área de
operaciones desde Malí y Nigeria hasta Burkina Faso y Camerún, y en la
jurisdicción del Comando Central desde Irak y Afganistán hasta Yemen y Siria;
en el PACOM, en relación con China y tal vez hasta en el EUCOM, en el área de
operaciones ocasionada por Rusia, es más que dudoso cuál puede ser el tipo de
éxito que se le pueda atribuir a esta expansión permanente de operaciones
secretas de los militares secretos (sic) de EE.UU.
Considere el lector qué significa el constante aumento de este comando en
los últimos años.
La comandancia de las operaciones especiales parece resignada a las muy claras
limitaciones de lo que sus operaciones pesadamente armadas, muy bien
financiadas, muy aparatosas, pero secretas, pueden hacer.
“Podemos comprar el espacio pero no el tiempo”, dice Votel, subrayando que
SOCOM puede desempeñar un papel superclave enfrentando el “extremismo
violento”, pero sólo hasta cierto punto, y este punto parece estar muy lejos de
algo que se parezca a una victoria o al menos un cierto éxito político. “Usted
sabe, de última los problemas como los que vemos en Irak y en Siria, no van a
ser resueltos por nosotros”, remata.
El autor es historiador, periodista de investigación, docente de la
Universidad de Harvard.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=203988
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