Trump y Pence impulsan la guerra contra las
mujeres, imponen una orden de mordaza contra el aborto
Sunsara Taylor
25 de mayo de 2018 | Periódico Revolución |
revcom.us
Vea El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse de Bob Avakian
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El régimen de Trump y Pence ha anunciado una nueva orden nacional de mordaza
que obligará a los proveedores de servicios de salud a hacer una elección
mortífera e inmoral: Sumarse a una conspiración teocrática para obligar a las
mujeres a engendrar niños contra su voluntad o tener que negarles
servicios que salvan y mejoran la vida a estas mismas mujeres por falta de
fondos.
Incluso para un régimen que ascendió a la Casa Blanca en una ola de
misoginia, este ataque alcanzó un nuevo nivel más bajo.
Esta nueva orden nacional de mordaza negará fondos a cualquier proveedor de
servicios de salud que hasta menciona a una paciente dónde podría
conseguir un aborto con un proveedor no afiliado. Si una clínica rechaza
negarles a las mujeres esta información, le cortarán fondos para proveer
servicios esenciales como la contracepción y los chequeos para el cáncer de mama
y para enfermedades de transmisión sexual.
Seamos claros: Tener a un hijo —si una persona lo desea y está en
condiciones para cuidarlo— puede ser algo hermoso. Pero obligar a uno a
tener a un hijo contra su voluntad es una forma de esclavización femenina. Le
interrumpe los sueños, la hunde en la pobreza, y a muchas las atrapa en
relaciones abusivas. Esta subyugación multifacética de las mujeres es
exactamente lo que pretenden los fascistas cristianos que componen una
fuerza impulsora del régimen de Trump y Pence. Ya de por sí, millones de mujeres
—especialmente mujeres negras, inmigrantes, pobres, y/o jóvenes— no tienen un
acceso concreto al aborto, y cada vez más frecuentemente, tampoco a la
contracepción. Siete estados tienen una sola clínica proveedora del aborto.
Fanáticos anti abortos han cometidos cientos de actos de extrema violencia —
entre ellos, asesinatos, secuestros, incendios provocados, bombardeos de
clínicas, y más. Esta nueva orden ahora afectará a aproximadamente 4.000
clínicas que atienden a 4 millones de mujeres.
Reagan fue el primero en implementar esta Ley Mordaza que Trump ahora está
convirtiendo en una ley nacional. Pero si bien cada administración Republicana
ha impuesto esta Ley Mordaza a nivel internacional (y cada
administración Demócrata la ha levantado de manera temporal), los Republicanos
nunca sentían capaces de implementarla como ley nacional (dentro de
Estados Unidos), por lo que no intentaron hacerlo realmente. Ahora, con
Trump y Pence en el poder, han cambiado su cálculo. Ahora lo han apostado
todo.
Este régimen está emperrado en criminalizar todo aborto para
toda mujer en toda circunstancia — en negar la humanidad de la
mujer y reducirla a una incubadora.
La “resistencia” colaboracionista del Partido Demócrata
¿Cómo respondió el Partido Demócrata —la supuesta #Resistencia— ante este
cruel asalto contra la mitad de la humanidad? Publicaron dos cartas evasivas que
aceptaban los prejuicios misóginos que subyacen estas medidas. En vez de
declarar que las mujeres son plenos seres humanos que deben tener el
derecho de decidir por sí mismas si tener a un hijo y cuándo, los
Demócratas indican que “cada dólar que se invierte en el Título X ahorra más de
siete dólares en costos relacionados con Medicaid”. (El Título X es un programa
federal que es un blanco de la Ley Mordaza nacional; provee asistencia
contraceptiva y reproductiva para cuatro millones de personas.) En vez de
criticar el hecho indignante de que ya de por sí el gobierno negaba dar fondos
para servicios del aborto, causando la muerte de mujeres pobres, notaban que “El
programa del Título X nunca ha financiado servicios del aborto”, implicando que
cortar estos fondos no reducirá el número de abortos de todos modos.
Y, ¿a quién dirigieron los Demócratas estas cartas colaboracionistas? Las
escribieron a Alex Azar, designado por Trump para encabezar el Departamento de
Salud y Servicios Humanos. Apelar a Azar —que ha defendido al “derecho” de
compañías de seguranzas de negar cubertura para la contracepción, y que ha
jurado proteger a los “niños no nacidos”— para la rectificación de este asunto
es como apelar al notorio segregacionista y racista Bull Connor ¡para que nos
defendiera del Ku Klux Klan!
El patriarcado — entretejido en este sistema, ahora hiper-impulsado bajo
Trump y Pence
¿Qué tipo de sistema es éste en que la mitad de los gobernantes se maniobran
agresivamente para esclavizar a las mujeres en formas verdaderamente bárbaras
mientras la otra mitad —la supuesta “oposición”— no hace más que balbucear
objeciones a medias? ¿Qué tipo de sistema se jacta de que ya no queda ninguna
barrera al éxito de la mujer — mientras eleva a la Casa Blanca a un predador
sexual jactancioso?
Es el sistema del capitalismo-imperialismo. Este es un sistema que tiene
entretejido en su propia estructura y fundamento el control opresivo a la mujer
por el hombre. Es un sistema saturado de la cultura porno y violadora, desde los
campus y los salones del directorio hasta las prisiones y los sembradíos. Es un
sistema cuyo funcionamiento internacional ha alimentado un comercio global de la
esclavitud sexual que devora a millones de mujeres jóvenes cada año. Es un
sistema donde un puñado de capitalistas se ceban de las labores desesperadas de
mujeres y niñas en talleres de superexplotación que son trampas mortales por
todo el mundo.
Pero para acabar de joder, este es un sistema que ha elevado al poder a un
régimen fascista, con Trump y Pence — debido a las dinámicas estructurales
profundamente arraigadas, como lo analizó un
discurso impactante que Bob Avakian dio a fines del año pasado. Además de
restablecer violentamente las cadenas de la opresión femenina, este fascismo
abarca la limpieza étnica genocida de inmigrantes, la prohibición de musulmanes,
la destrucción de la ciencia, nuevas amenazas bélicas, la trituración del Estado
de Derecho, y la aceleración de la destrucción ambiental.
Desechar las ilusiones — Prepararse para la lucha
Ya es más que hora para abolir de una vez por todas esta montaña de abuso y
deshumanización total de la mujer — no sólo es completamente intolerable, es
completamente innecesaria. Pero eliminar todo eso requerirá una revolución real.
Ya es hora de estar luchando activamente y haciendo preparativos para
esta revolución (vea CÓMO
PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos
hacer una revolución). Esto incluye luchar ahorita
para movilizar y unirnos con muchos diferentes tipos de personas desde
diversas perspectivas políticas para expulsar el régimen de Trump y Pence.
Ya es hora de desechar las ilusiones y prepararse para la lucha.
El feto NO es un bebé. El aborto NO es un homicidio. ¡La mujer NO es
una incubadora!
En nombre de la humanidad, ¡nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos
fascista!
¡Esta pesadilla tiene que terminar: El régimen de Trump y Pence debe
marcharse ya!
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