Revelación: la evidencia sobre tortura secreta que los servicios de
inteligencia británicos trataron de ocultar
Tortura subcontratada a Pakistán por Gran Bretaña
Ian Cobain ICH/The Guardian 10 de julio de 2009
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
La verdadera dimensión de la participación británica en la tortura de
sospechosos de terrorismo en el extranjero y la manera como esa complicidad es
ocultada tras un manto de secreto judicial fue sacada a la luz anoche cuando el
parlamentario David Davis detalló el modo como una operación de contraterrorismo
llevó directamente al brutal maltrato de un hombre.
En una dramática intervención, en la que utilizó la protección del privilegio
parlamentario, el ex secretario del interior del gabinete fantasma reveló cómo
MI5 [servicio de inteligencia británico que se ocupa de la seguridad interior] y
la policía de Greater Manchester efectivamente subcontrataron la tortura de
Rangzieb Ahmed a un servicio de inteligencia paquistaní, el Directorado
Inter-Servicios de Inteligencia (ISI) cuyo uso rutinario de tortura ha sido
ampliamente documentado.
Es la primera vez que esa información ha llegado al dominio público. Antes
había sido ocultada mediante audiencias judiciales secretas y, si el Guardian u
otras organizaciones mediáticas hubieran informado al respecto, se habrían
expuesto al riesgo de procesamiento por desacato al tribunal.
Davis informó a los parlamentarios que aunque se había reunido suficiente
evidencia para asegurar que Ahmed fuera procesado por serias ofensas de
terrorismo, se permitió que volara de Manchester a Islamabad, la capital
paquistaní, en 2006 mientras era vigilado. Detalló la manera cómo las
autoridades británicas:
- Informaron al ISI que Ahmed iba en camino.
- Dijeron al ISI que era terrorista y sugirieron que fuera detenido.
- Conocían los métodos utilizados por el ISI al interrogar a presuntos
terroristas.
- Elaboraron una lista de preguntas para que el ISI las sometiera a Ahmed.
- Lo interrogaron durante unos 13 días después de su detención por el ISI.
Los agentes del MI5 y del MI6 que interrogaron a Ahmed deben haber sabido que
su detención era ilegal ya que no había sido presentado a un tribunal. Ahmed
dice que informó a esos agentes que lo estaban torturando y que las señales del
maltrato deben haber sido evidentes.
Dice que fue azotado, golpeado, privado de sueño y humillado sexualmente.
Durante un período le arrancaron tres uñas de su mano izquierda. Dice que fue
hecho lentamente, durante varios días, mientras le hacían preguntas que cree
fueron entregadas al ISI por autoridades británicas y de EE.UU.
Ante la Cámara de los Comunes Davis dijo anoche: “No puedo imaginar un caso
más obvio de subcontratación de la tortura, un caso más obvio de entrega pasiva.
Debería haber sido arrestado por el Reino Unido en 2006. No lo fue. Las
autoridades sabían que iba a viajar a Pakistán, de modo que deberían haberlo
impedido. En lugar de hacerlo, sugirieron que el ISI lo arrestara. Sabían que
sería torturado y organizaron la preparación de una lista de preguntas y las
entregaron al ISI.”
Ahmed fue deportado al Reino Unido después de 13 meses de confinamiento en
Pakistán, procesado en gran parte sobre la base de evidencia reunida antes de
que viajara a ese país, y condenado a cadena perpetua después de ser hallado
culpable de ser miembro de al-Qaeda y de dirigir una organización terrorista. El
jurado en el juzgado en Manchester no fue informado de que había sido torturado,
y algunos detalles de la operación de contraterrorismo de la policía y de MI5
que llevó a su tortura habrían sido mencionados a puerta cerrada, antes del
comienzo de su juicio y después de la exclusión del tribunal de los medios y del
público.
El Guardian informó ayer que Ahmed afirma que recientemente recibió la visita
de un agente de MI5 y de un agente de la policía que dijeron que podían obtener
una reducción de su sentencia, o que se le pagara dinero, si retiraba sus quejas
sobre la tortura en su próxima apelación y durante el procedimiento civil en el
que está demandando al gobierno británico. Davis dijo que si esa afirmación
correspondiera a la verdad, sería “francamente monstruoso.”
Ahmed es uno de varios ciudadanos y residentes británicos que han afirmado
que ha habido complicidad británica en su tortura en Pakistán, Bangladesh,
Egipto y en los Emiratos Árabes Unidos durante la así llamada guerra contra el
terror.
Davis dijo a los parlamentarios: En cada caso, el gobierno ha negado su
complicidad, pero al mismo tiempo ha defendido encarnizadamente el secreto de
sus acciones lo que ha imposibilitado que todos los hechos lleguen al dominio
público, a pesar del evidente interés público en que así sea.”
Ahmed, dijo, “sorprendentemente no fue arrestado, sino que se permitió que
abandonara el país… las agencias de inteligencia británicas escribieron a sus
homólogos en Pakistán, el ISI, para sugerir que lo arrestaran.” Davis siguió
diciendo: “El agente de inteligencia que escribió a los paquistaníes lo hizo a
sabiendas de los métodos utilizados normalmente por el ISI contra sospechosos de
terrorismo que caen en sus manos.”
Davis dijo que Ahmed fue “brutalmente torturado por el ISI. Él [Ahmed] afirma
entre otras cosas que fue golpeado con bastones de madera, del tamaño de palos
de cricket, azotado con gomas de neumáticos de un metro de largo y que le
arrancaron tres uñas de su mano izquierda. Existe una disputa entre agentes de
inteligencia británicos sobre cuándo exactamente le arrancaron las uñas, pero un
patólogo independiente confirmó que ocurrió durante el período de detención
paquistaní.”
Davis exigió a los ministros que examinen las secciones de argumento legal
presentadas en secreto antes del juicio de Ahmed y todos los expedientes
relevantes de la policía y los servicios de inteligencia; que publiquen las
líneas directivas actuales sobre el interrogatorio de detenidos en el
extranjero; y que establezcan si algún agente de inteligencia ha sido
sancionado.
“El juez en el caso ante el tribunal sugirió que debía considerarse una
acción disciplinaria. ¿Tuvo lugar? Si no ¿por qué?”
Davis también dijo que es urgente que haya una investigación de la
participación en la tortura de Gran Bretaña. “Los estadounidenses han confesado
su complicidad, aunque explícitamente no procesan a los agentes subalternos que
actuaban bajo órdenes. Hemos hecho lo contrario. Tal como están las cosas,
esperamos una investigación policial que presumiblemente termine en el
procesamiento de los agentes de primera línea. Al mismo tiempo, el gobierno
lucha con todo lo que tiene para utilizar el secreto de Estado para encubrir los
crímenes y el embarazo político, para proteger a los que son los verdaderos
culpables, los que aprobaron esa política para comenzar.”
http://informationclearinghouse.info/article23003.htm
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