Revolución #83
edición en des línea
No hay buenas opciones en la cúpula del poder Los demócratas aprueban
$100 mil millones para continuar la guerra
Larry Everest
El 23 de marzo la Cámara de Representantes, que está en manos del Partido
Demócrata, aprobó por un voto de 218 a 212 un proyecto de ley que le da al
gobierno de Bush otros $100 mil millones para continuar la guerra en Irak y
Afganistán, y pide retirar las tropas de Irak en septiembre del 2008.
La líder demócrata de la Cámara, Nancy Pelosi, alabó esto y dijo que era una
medida para "poner fin a la guerra de Irak". Pero no lo es. Ese
proyecto de ley (y otro parecido del Senado) no es un paso para poner fin a la
ocupación de Irak ni a la "guerra contra el terror" de que forma parte. No
condena la guerra de agresión iniciada sin provocación contra Irak, ni tampoco
exige responsabilidad. Todo lo contrario: la meta declarada es "ayudar a librar
la guerra contra el terror". No pide retirar las tropas del Medio Oriente ni de
Asia central.
En vez de parar la guerra, busca presionar al gobierno de Bush a cambiar la
estrategia en Irak y toda la región para preservar la hegemonía imperialista
estadounidense y aplastar la resistencia, especialmente el fundamentalismo
islámico. También busca paralizar a millones de personas indignadas y
desilusionadas con la guerra y el gobierno de Bush, y canalizarlas a apoyar otra
estrategia y otras tácticas (del Partido Demócrata) para librar la guerra. ¡Así
que, mientras hablan de parar la guerra, el plan demócrata es continuarla,
escalar la guerra de Afganistán y darle a Bush carta blanca para atacar a
Irán!
Poner al día la estrategia estadounidense… no parar la
guerra
El proyecto de ley demócrata refleja la profunda preocupación de muchos
estrategas de la clase dominante por el deterioro de la situación en Irak: ven
la necesidad de cambiar la estrategia de Bush para atajar mayores desastres para
el imperio. Los intereses de los pueblos del Medio Oriente no entran en esos
desalmados cálculos imperialistas. Zbigniew Brzezinski, asesor de seguridad
nacional del presidente demócrata Jimmy Carter y actual asesor del Partido
Demócrata, dijo hace poco en una audiencia del Senado:
"Si Estados Unidos sigue empantanado en una sangrienta guerra prolongada en
Irak, es probable que este camino cuesta abajo termine en un conflicto frontal
con Irán y con gran parte del mundo islámico … lo que sumergirá a un Estados
Unidos aislado en un creciente atolladero en Irak, Irán, Afganistán y
Pakistán".
Los demócratas, siguiendo las recomendaciones del Grupo de Estudio
Baker-Hamilton (ver "El Informe Baker sobre Irak:
Grandes apuros, profundas divisiones, opciones cada vez más limitadas"),
proponen varias medidas para estabilizar la situación en Irak, limitar las
pérdidas (por ejemplo, las enormes presiones a las fuerzas armadas) y reforzar
las intervenciones por toda la región… para volver a enfocarse en la "guerra
contra el terror". (Las guerras de Afganistán e Irak muestran que la "guerra
contra el terror" es en esencia es una guerra para extender el imperio). Entre
las medidas que proponen los demócratas figuran:
- Fondos para la guerra: El Congreso tiene el poder de parar
la guerra recortando los fondos. En vez de hacerlo, los demócratas le dieron a
Bush otros $100 mil millones para continuar la guerra como quiera. ¡Esto es más
de lo que Bush pedía!
- Imposición de "puntos de referencia": Bush propuso estos
mismos "puntos de referencia" (o metas obligatorias) para el gobierno iraquí el
10 de enero. Los demócratas quieren imponerlos más agresivamente con la amenaza
de recortar fondos y retirar tropas (del combate, del entrenamiento o del país).
Esos "puntos de referencia" no tienen nada que ver con la liberación del pueblo
iraquí. Todo lo contrario. Buscan atajar una derrota estratégica en la región
obligando a las facciones del gobierno iraquí a subordinarse a los objetivos
estadounidenses: crear un gobierno más estable que pueda parar la insurgencia y
la guerra civil, evitar el desmembramiento del país y facilitar las metas
regionales estadounidenses. Por eso, los "puntos de referencia" (de Bush y los
demócratas) para el gobierno iraquí son: aprobar una ley para dividir los
ingresos del petróleo entre varios grupos nacionales y religiosos; frenar a las
milicias sectarias; y asumir más responsabilidad en la lucha contra los
insurgentes. La ley sobre el petróleo abre las enormes reservas petroleras de
Irak al control directo del capital extranjero por primera vez en 30 años, y
podría darle a las potencias globales, como Estados Unidos, el control de este
recurso natural clave.
- Aceptan las mentiras de Bush y les echan la culpa a los iraquíes por
su sufrimiento: Muchos demócratas de peso repiten las mentiras
chovinistas de Bush, que pintan la invasión estadounidense como un esfuerzo
noble para liberar a Irak y les echan la culpa a los iraquíes por joderla con
una guerra civil. El representante demócrata John Tanner (Tennessee) dijo en el
programa Lehrer NewsHour (22 de marzo): "Hemos perdido más de 3,000 personas y
tenemos más de 25,000 heridos. Los iraquíes ya no tienen a Saddam Hussein. Han
tenido dos elecciones y tienen un gobierno desde hace más de un año. Pero no
progresan… Es hora de que se responsabilicen". Pero esto pone la realidad al
revés. La guerra de agresión estadounidense es lo que ha llevado a la muerte de
650,000 iraquíes, el desplazamiento de 3.2 millones (¡uno de cada 10 iraquíes!)
y destrucción por todas partes. La mentira de Tanner también tapa el hecho de
que Estados Unidos desató y atiza la guerra civil dándole poderes a ciertas
fuerzas reaccionarias, excluyendo a otras y fomentando divisiones sectarias.
- "Reubicación en fases”, no retiro de las tropas: Los
demócratas no piden retirar las tropas de Irak inmediatamente (la única solución
justa), ni tampoco retirarlas en el futuro. Tanto Bush como los demócratas
planean mantener miles de tropas en Irak durante años, pero no en las primeras
líneas de la batalla y no en una cantidad tan grande. El portal de Nancy Pelosi dice:
"Tras la reubicación, las tropas estadounidenses que quedan en Irak solo
participarán en la protección de los diplomáticos, las operaciones de
contraterrorismo y el entrenamiento de las fuerzas de seguridad iraquíes". Con
estos compromisos sin plazo definido, y con la decisión de los demócratas de no
oponerse al establecimiento de bases militares permanentes en Irak, el gobierno
podría estacionar a miles de soldados en Irak durante décadas.
- Escalada en Afganistán: A muchas de las tropas
"reubicadas" las despacharán a otros países de la región. Pelosi dice: "El
proyecto de ley destina más fondos a derrotar a Al Qaeda y a los terroristas en
Afganistán". También dijo que la meta es concentrar la atención en Afganistán,
"donde está la guerra contra el terrorismo". El líder demócrata del Senado,
Harry Reid, dijo que el proyecto de ley de la Cámara "potencia al máximo la
posibilidad de salir victoriosos en Irak y reubica nuestras tropas para librar
mejor la guerra contra el terror". Afganistán no es una "guerra buena" e Irak no
es una "desviación" de la "verdadera guerra contra el terror", como dicen muchos
demócratas. Ambas guerras son parte de la guerra del gobierno de Bush en aras
del imperio, como lo demuestra la situación sorprendentemente parecida en ambos
países: más sufrimiento, miseria e indignación popular, más poderes a los
reaccionarios brutales y al sistema de relaciones feudales opresivas.
- Preservación de las fuerzas armadas imperialistas: Otra
meta de la reubicación es preservar y reconstruir las fuerzas armadas, que es la
principal arma de los imperialistas para imponer hegemonía global. Pelosi
advirtió: "La guerra de Irak ha suscitado una crisis de seguridad nacional. El
estado de las fuerzas armadas es peor que nunca desde la guerra de Vietnam". En
una declaración de apoyo al proyecto de ley, Brzezinski dijo: "Estados Unidos no
puede darse el lujo de comprometerse a una guerra sin fin. Hay que buscar un
medio para retirar las tropas de combate de Irak y reducir la cantidad de
tropas, a fin de permitirnos reconstruir nuestras fuerzas armadas y recuperar
nuestra posición dirigente en el mundo".
- Carta blanca para atacar a Irán: Los demócratas eliminaron
una cláusula del proyecto de ley que pedía que Bush obtuviera aprobación del
Congreso para atacar a Irán. En vista de las amenazas abiertas contra Irán, de
los preparativos militares ya avanzados y de la historia de guerras de
prevención del gobierno de Bush, esto equivale a darle carta blanca para atacar.
- Presiones a Bush sin parar la guerra: Por un lado, los
demócratas buscan presionar a Bush, pero por el otro le dan toda la libertad
para librar la guerra como comandante en jefe. Tampoco quieren provocar una
crisis que contribuya a una derrota en Irak. Por eso siguen destinando fondos a
la guerra y el nuevo proyecto de ley no tiene medidas para hacerse cumplir. En
cuanto a los "puntos de referencia", lo único que tiene que hacer Bush es
"certificar" periódicamente que el gobierno iraquí los ha cumplido. Lynn
Woolsey, representante demócrata de California, dijo en el programa Democracy
Now (22 de marzo): "Casi no hay nada en la ley que obligue al
presidente a hacer lo que le decimos que haga… a fines de agosto del 2008, si la
guerra continúa vamos a decirle al presidente: 'Bueno, es hora de retirar las
tropas'. Pero la única manera de obligarlo a hacerlo es entablar una demanda".
(Queda por verse si se puede impedir una crisis política. Bush amenazó con vetar
el proyecto de ley demócrata y exige una ley sin condiciones o restricciones. El
potencial de un desastre geopolítico en Irak —o como resultado de una guerra con
Irán— ha llevado a fuertes tensiones en el seno de la clase dominante).
Todo esto se debe a que el Partido Demócrata está de acuerdo con la meta
básica del gobierno de Bush de mantener y fortalecer la dominación global del
imperialismo estadounidense, a pesar de fuertes desacuerdos sobre cómo
realizarla. Una columna del Washington Post señaló las sorprendentes
similitudes entre la visión estratégica de los "neoliberales" demócratas y la de
los "neoconservadores" republicanos:
"La doctrina demócrata imperante no es muy diferente a la doctrina de Bush y
Cheney. Muchos demócratas (entre ellos muchos senadores que votaron a favor de
la guerra de Irak) abrazaron la idea de una política exterior musculosa basada
en la supremacía global estadounidense y el supuesto derecho de intervenir para
promover la democracia o defender los intereses estadounidenses desde antes del
11 de septiembre de 2001, y no han cambiado de opinión. Incluso los que ahora se
oponen a la guerra evitan hablar de doctrina… sin una alternativa coherente a la
doctrina de Bush, con su confianza en la preeminencia militar estadounidense y
el atractivo global de la 'democracia de mercado libre', puede que no se repita
la reciente victoria electoral demócrata en noviembre del 2008. O si ganan,
podrían verse comprometidos a una visión de Pax Americana similar a la de Bush".
("It's
Uphill for the Democrats", Tony Smith, Washington Post, 11 de
marzo)
Lo que se necesita para parar la guerra
En noviembre, millones de personas votaron por los demócratas como protesta
contra Bush y la guerra, y con la esperanza de pararla. Hoy muchos se sienten
traicionados e indignados, inclusive muchos de los que trabajaron en la campaña
electoral y han estado presionando a los demócratas a recortar los fondos.
Esta indignación es justa.
La lección de esta situación no es que los demócratas los "vendieron" ni que
son unos "débiles"; es que el Partido Demócrata es un partido de la clase
dominante que está al servicio de los intereses del sistema
capitalista-imperialista que representa. (Y este es un papel institucionalizado,
y no depende de los deseos o intenciones de sus partidarios y ni siquiera de
ciertos funcionarios demócratas). Sus intereses son antagónicos a los de miles
de millones de personas por todo el mundo y a los de la gran mayoría de este
país.
El proyecto de ley y lo que hicieron para hacerlo aprobar (como amenazar y
presionar a ciertos representantes que querían votar por recortar los fondos
para la guerra, y no poner a votación una enmienda para destinar fondos solo a
retirar las tropas) muestran que ni los demócratas ni los republicanos toman
decisiones en respuesta a las elecciones ni a la opinión pública, sino a las
necesidades e intereses del sistema imperialista.
¿Cómo se puede esperar algo bueno para el pueblo si la meta de la decisión es
"ganar" esta guerra injusta, y no pararla… si la meta es estabilizar y continuar
una ocupación neocolonial, y no pararla… si la meta es controlar a países y
recursos al otro lado del mundo y garantizar que la clase dominante corporativa
y financiera de un país con el 3% de la población mundial pueda dominar y
determinar el destino del otro 97%, y no apoyar la auténtica liberación y
autodeterminación?
(Se puede encontrar un análisis profundo de la estructura de poder de Estados
Unidos, la lucha entre las varias facciones de la cima de la pirámide y su
relación con el pueblo en "La pirámide del poder Y
la lucha por cambiar de base el mundo" de Bob Avakian, en el Obrero
Revolucionario #1237, 25 de abril de 2004).
El problema va más allá de que los demócratas han traicionado las esperanzas
populares. Además de eso, buscan canalizar y confinar esas esperanzas en pro de
la guerra y en pro del imperialismo. Estas son las únicas opciones que ofrecen
(en la mayoría de las elecciones, especialmente las elecciones presidenciales),
y las únicas opciones que los que detentan el poder consideran "realistas". Por
ejemplo, una "encuesta" de Moveon.org, una organización vinculada al Partido
Demócrata, poco antes del voto sobre los fondos para la guerra dio la "opción"
de votar por el proyecto de ley de Nancy Pelosi. No ofreció la opción de votar
por recortar los fondos, a pesar de que Moveon.org
admitió que sus miembros la hubieran apoyado.
Esta es una manera de convencer a millones de personas opuestas a la guerra a
escoger entre un candidato pro guerra u otro. Lo mismo se está “programando”
para las elecciones del 2008 y para los que no se han zafado de ese marco… hasta
que un enorme movimiento de abajo mande a volar todo este marco político.
Pero tal movimiento no ocurrirá si millones de personas todavía tienen fe en
los demócratas: si esperan pasivamente las elecciones del 2008 o incluso si
enfocan sus energías, esperanzas y dinero en presionar a los demócratas a "ser
decentes", en vez de enfocarlos donde realmente pueden cambiar la situación: en
la movilización de la única fuerza con la posibilidad de parar la guerra y sacar
al gobierno de Bush, es decir, los millones de personas de todos los sectores
sociales que se les oponen. Inspirar y movilizar a esos millones de personas a
la acción política independiente basada en las justas demandas de parar la
guerra y todas las infamias del gobierno de Bush (tortura, espionaje, teocracia,
etc.) es la única opción realista y la única manera de parar estos crímenes.
Nunca pasará esperando que los demócratas sean algo que no son y nunca serán.
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|