Entrevista con Dahlia Lithwick:
“No vamos a volver a ‘Antes de Roe’,
estamos encaminados a algo peor”.
29 de diciembre de 2021
Esta entrevista con Dahlia Lithwick, articulista de Slate.com, salió originalmente
el 16 de diciembre en El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos! y puede verse aquí en inglés.
Sunsara Taylor: En los días transcurridos desde que la mayoría
fascista de la Corte Suprema peló sus colmillos el 1º de diciembre, dejando
claro al mundo que están en posición y probablemente con ganas de destripar el
derecho al aborto a nivel nacional, posiblemente incluso con la derogación de
la histórica decisión Roe contra Wade de 1973, muchas voces y comentaristas se han acomodado por adelantado
a esta pérdida del derecho al aborto e incluso le han restado importancia al
peligro que esto supondrá para las mujeres. Esto hace que uno de los titulares
de nuestra próxima invitada sobresalga aún más. No sólo es cierto, sino que
sobresale. Ella escribió: “No vamos a volver a antes de Roe. Estamos
encaminados a algo peor”, y estamos muy contentos de hablar con ella sobre este
tema y muchas otras cosas acerca de lo que está en juego ahora mismo con estos
casos de la Corte Suprema. Dahlia Lithwick es una articulista de Slate.com.
Cubre las cortes tribunales y las leyes, y también es la anfitriona del
podcast Amicus. Dahlia, bienvenida de nuevo a El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos!
Estamos muy felices de tenerte con nosotros.
Dahlia Lithwick: Gracias por recibirme de nuevo. Y sí, las cosas se
han vuelto más funestas desde la última vez que hablamos.
Sunsara Taylor: Sí, bueno, quiero empezar con ese título, “No vamos
a volver a ‘Antes de Roe’, Estamos
encaminados a algo peor”. Para la gente que no está familiarizada, la gente
joven y otros, no deberíamos restarle importancia al horror que supuso para las
mujeres antes de Roe contra Wade. Para millones y millones de mujeres la vida resultó truncada con
embarazos e hijos que no querían. Fueron obligadas a contraer matrimonio en
condiciones asfixiantes, o incluso abusivas. Miles de mujeres murieron por
falta de un aborto legal y sano. Hace años entrevisté a la novelista y poetisa
Marge Piercy y ella describió a su mejor amiga que murió por un aborto ilegal y
lo expresó de forma muy conmovedora, dijo: “Era una época en la que enamorarse
podía matarte”. Teniendo en cuenta esto, que creo que conoces muy bien, lo que
realmente estaba en juego, dices que estamos encaminados hacia algo mucho peor.
Me encantaría que pudieras explicar eso.
Dahlia Lithwick: Sunsara, me alegro de que empieces por no restarle peso a qué tan mal
que estaba antes de Roe porque creo que tenemos
esta especie de memoria en tono sepia, de que tal vez la cosa no era tan
terrible, ¿verdad? Y así, nadie quiere disminuir lo verdaderamente terrible que
era antes de 1973. Pero a lo que quería decir en este artículo es a que,
incluso antes de 1973, cuando había un mosaico de leyes que funcionaban en
diferentes estados y era realmente complicado y confuso y aterrador, como
dices, para intentar interrumpir un embarazo, lo que estamos viendo ahora con
la Corte Suprema y el proyecto de “personería del feto”, que es una idea
teológica — de que en el momento en que tienes un óvulo fertilizado, tienes una
persona.... Tenemos al juez Sam Alito haciendo preguntas como: “¿No tiene
derechos el feto?” Se tiene esta necesidad realmente urgente y apremiante por
parte de la comunidad provida, de que no sólo se refiere a la personería del
feto, sino a la eliminación de ciertos “medicamentos que provocan el aborto”
que, según ellos, también acaban con la vida. Así que, para montar el
escenario, simplemente diré que todo eso no era el quid. Cuando hablábamos, no
tú y yo, pero en los años 1960 y 1970, del movimiento que se oponía al aborto.
En primer lugar, la iglesia organizada no fue un gran jugador en eso, pues
ocurrió después de Roe y como resultado de Roe.
Pero la idea de que vamos a retrasar el marcador de tiempo para barrer no
sólo con el aborto, con todo aborto, sin excepciones por violaciones y el
incesto, la salud de la madre, sino para barrer con la anticoncepción, con el
in vitro, con la subrogación.
Ese es el proyecto ahora. Y simplemente creo que si no vemos que eso es lo que está en
juego, pues nos estamos perdiendo hacia dónde va esto. Y eso es lo que, para
mí, es escalofriante, y lo pongo en el artículo, al menos en Roe,
si se lee la opinión del juez Blackmun en Roe, habla del
derecho entre una mujer y su médico y siempre es un médico varón. Y de eso es
de lo que él habla. Y menciona a los médicos tanto como a las mujeres. Las
mujeres eran consideradas una especie de infantes en sí. Y por eso había que
ayudarlas, y para eso estaba el médico. Eso ya se ha ido, y estamos
presenciando un régimen de penalización del aborto espontáneo, de penalización
del consumo de drogas durante el embarazo. Así que supongo que simplemente
quiero desentrañar todo el desfile de horrores, lo que no es lo que era la vida
antes de Roe.
Sunsara Taylor: Háblame acerca de la personería del feto, y creo que es importante
que señales que se trata de un concepto teocrático. No existe ninguna base para
ese argumento fuera de la religión y, no obstante, se está hablando de ello, se
está normalizando. ¿Podrías hablarnos del impacto tan radical y abarcador que
tendría la consagración de plenos derechos para un feto, un embrión, un blastocisto?
Dahlia Lithwick: En cuanto a desmenuzar qué tan amplia que sea esta noción de personaría
fetal, he descrito en mi artículo a dos profesores que presentaron una
escritura amicus en este caso, en el que realmente insistían en que la
personería fetal, como has dicho, se inicie con un embrión fetal.
El alcance de lo que están argumentando en esta escritura amicus, que para
repetir, está completamente mezclado con principios teológicos, es un mundo en
el que cada vez que un embarazo terminara, una madre podría ser procesada
penalmente. Parece que nos estamos deslizando inexorablemente hacia algo que se
parece mucho a El cuento de la criada. Y no lo
digo a la ligera. Donde la madre es incubadora, que tiene menos derechos que la
“persona”, entre comillas, que lleva en su vientre, es el mundo que ellos están
planteando como el siguiente paso. Y si el público radiofónico no ha seguido
este caso realmente escandaloso desde Oklahoma, en el que una joven, Brittney
Poolaw, que tenía 19 años de edad, acudió a un hospital por que padecía un
aborto espontáneo y, en primer lugar, la retuvieron durante un año a la espera
de un juicio y luego, tras un juicio brevísimo, la condenaron a cuatro años de
prisión por homicidio involuntario porque consumió drogas mientras estaba
embarazada. Creo que eso realmente pone de relieve el arma de doble filo que
hay aquí, donde ahora no dicen: “Ah, fíjese, usted puso en peligro a su hijo,
pero usted misma eras una niña”. Ahora dicen que le toca ir a la cárcel porque
ha abortado. Y creo que eso está muy lejos y extremo del mundo anterior a Roe.
Sunsara Taylor: Quiero pasar a hablar de lo que está ocurriendo con la ley SB 8 de
Texas, la prohibición más radical del aborto que lleva ya tres meses en vigor.
Las mujeres de Texas no han podido acceder al aborto después de seis semanas de
gestación, que es mucho antes de que la mayoría de las mujeres sepan que están
embarazadas. No existen excepciones para la violación y el incesto. Y la doble
amenaza de esta ley es que no sólo está eliminando este derecho fundacional de
las mujeres, sino que la aplican cazadores de recompensas justicieros. Se
redactó de tal manera que intenta aislar la ley contra cualquier impugnación en
los tribunales. Hace poco, la Corte Suprema ha vuelto a conocer el tema, a fin
de considerar la posibilidad de admitir impugnaciones de esta ley y, sin entrar
en todos los detalles sobre lo que va a permitir o no, han cerrado muchas vías
para impugnar esta ley. Y quiero preguntarte sobre eso, pero también quiero
mencionar que la Corte Suprema estuvo radicalmente dividida al responder a
esto. En su respuesta, la magistrada Sotomayor comparó esta ley y lo que está
haciendo con John C. Calhoun, quien era, como ella dice, un virulento dueño de
esclavos y defensor del sistema de la esclavitud y un defensor de la idea de
que los derechos fundamentales deben dejarse en manos de los estados. Es una
comparación muy fuerte la que ella hace, y señala que la nación combatió una guerra
civil sobre esa propuesta. Quisiera saber cuál es, en tu opinión, el
significado de esto.
Texas
en efecto prohíbe el aborto — y el silencio es ensordecedor:
¡NO PODEMOS DEJAR QUE ESTO SUCEDA! ¡NO PODEMOS DEJAR QUE ELLOS TENGAN EL FUTURO!
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Dahlia Lithwick: Creo que empezaría con lo siguiente: En el curso de una semana y
media, la corte escuchó tanto el argumento de Dobbs que tú
y yo estábamos discutiendo que es la prohibición del aborto tras 15 semanas de
embarazo en Misisipí y emitió la decisión en ese caso SB 8 de Texas. Si leemos
la opinión del juez Gorsuch para la corte en el caso SB 8, la palabra “mujer” y
“mujeres” aparece una sola vez. Aparte del título del caso, que es Whole
Woman's Health [Salud Integral para la Mujer], por lo que aparece en cada una
de las páginas, pero aparte del título del caso, la palabra “mujer” aparece una
sola vez y se encuentra en una cita del estatuto. Cita el SB 8. Así que, de
hecho, la palabra “mujer” aparece cero veces en
términos de una descripción de los derechos e intereses que están a debate. Si
leemos la opinión discrepante de la magistrada Sotomayor que acabas de citar,
encontrarás la palabra mujer, mujeres, persona embarazada, mujer, mujeres,
persona embarazada, lo que es exactamente, por cierto, lo que recordarás que
hizo la magistrada Ruth Bader Ginsburg en el caso Hobby Lobby, ¿verdad?
Ese fue el caso sobre la libertad religiosa en el que los propietarios de negocios
religiosos no querían darles anticonceptivos a sus empleados que no eran
correligionarios, pero que dijeron que cada vez que proporcionamos
anticonceptivos a nuestros empleados, estamos provocando un aborto. Así que,
una vez más, ese es un argumento completamente teológico. Y como recordarás, el juez Alito, en su opinión mayoritaria que
les permite retener la anticoncepción, no utiliza la palabra “mujeres” en casi
ninguna ocasión en absoluto. Fue la magistrada Ruth Bader Ginsburg quien
escribió: “mujeres... mujeres... mujeres... personas embarazadas... personas
embarazadas”.
Así pues, hay que empezar por la condición esencial, según la que parecería que las
mujeres y las personas embarazadas son totalmente invisibles para la mayoría de la corte. Ni siquiera figuran ahí. Ni siquiera
vale la pena decir la palabra mujeres para rebatir las reclamaciones de las
mujeres porque ni siquiera son lo suficientemente importantes como para aparecer.
Y pues parto de eso porque es escandaloso. Y así que pienso que esa es la
parte de mi respuesta.
La otra parte de la respuesta es la gran respuesta estructural, de que el SB 8 se
redactó, como tú dices, con el fin de evadir el escrutinio judicial porque
ningún actor estatal implementa esta prohibición. Es una prohibición tras seis
semanas de embarazo, como has dicho, y no hay nadie a quien demandar. Así que
la esencia de la demanda en torno al SB 8 era el proveedor que decía:
“Necesitamos que se nos permita demandar a alguien para prohibir esta cosa, así
es la manera en que se detienen las leyes inconstitucionales”. Y la corte
permitió este túnel muy estrecho para que cuatro posibles personas, agentes de
licenciamiento en Texas, fueran demandados. La razón por la que no hemos visto
que Texas vuelva a permitir abortos después de las seis semanas de embarazo es
que no hay ninguna protección en absoluto. Y eso es
realmente lo que Sotomayor, y por cierto el magistrado en jefe de la Corte
Suprema John Roberts —un conocido odiador del derecho al aborto— se le une a
ella en torno a la pretensión de que, de hecho, esto permite que un estado
desestime la ley constitucional federal. Y eso es lo que ella está señalando. Y
por eso se tiene la comparación con John Calhoun, porque lo que ella está
diciendo es que si se les da a los estados una luz verde para decir: “Ah,
tenemos este esquema realmente astuto” —estratagema es la palabra que el
Magistrado en Jefe de la Corte Suprema utilizó— “para que ningún tribunal pueda
revisar este caso y dejarlo de lado”, que en esencia recurren a los dueños de
esclavos que estaban derogando leyes federales en nombre de la soberanía estatal.
Sunsara Taylor: Dahlia, quiero agradecerte mucho por abrir un espacio para
acompañarnos en El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos!
Dahlia Lithwick: Gracias por recibirme, siempre es un placer.
Playera: “La maternidad
obligatoria constituye la esclavización femenina” — en la protesta frente a la
Corte Suprema en defensa del derecho al aborto en Washington, D.C.
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Fuente: https://revcom.us/es/entrevista-con-dahlia-lithwick-no-vamos-volver-antes-de-roe-estamos-encaminados-algo-peor
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