Leyendo por debajo de los titulares
Paul Street
TeleSur
17 de enero de 2015
El gobierno no está escuchando sus llamadas telefónicas, excepto cuando lo hace.
A menudo las "Ah, por cierto" historias o fuentes enterradas al final
de un artículo de prensa o un informe o en las notas, o hipervínculos de un
ensayo o un libro te golpea tan fuerte – que te ayuda a darte cuenta que las
cosas son aún peor de lo que pensabas.
Un cambio tranquilo
Por ejemplo, la emisión de Año Nuevo de la radio “Publica” Broadcasting
System. Cerca del final de su breve resumen de apertura de las noticias del
día, Gwen Ifill informó al oyente de una manera monótona y breve en el Newshour,
que el Departamento de Comercio de los Estados Unidos "silenciosamente
había comenzado a permitir a las compañías petroleras" exportar petróleo,
por primera vez en casi 40 años".
Como podría haber añadido Ifill, las compañías petroleras estadounidenses
tienen ahora un excedente de petróleo para la exportación debido a la práctica
ambientalmente desastrosa de la fracturación hidráulica (fracking). Tampoco fue
noticia en el resumen de Newshour: la jugada de la administración de Obama -
una andanada contra la OPEP en su guerra para controlar los mercados de
petróleo y gas a nivel mundial - bien podría significar el fin inminente de la
prohibición de las exportaciones, que ha existido desde la crisis del petróleo
inducida por la OPEP en la década de 1970. Esto es algo por lo que el poderoso
grupo de presión de petróleo y gas de Estados Unidos ha estado presionando muy
duro en los últimos años.
Como BS "P" podrían haber elaborado más, pero no lo hizo, grupos
ambientalistas el año pasado advirtieron que levantar la prohibición de las
exportaciones de petróleo crudo podría dar lugar a la liberación de miles de
millones de toneladas de dióxido de carbono adicional en la atmósfera,
aumentando significativamente la catástrofe en curso, que es el calentamiento
global antropogénico. El aumento de las ganancias recogidas de la exportación
de petróleo crudo incentivará a las corporaciones para perforar más en los
EE.UU., lo que aumentará considerablemente la contaminación del medio ambiente
en el país y llevará a más emisiones de carbono con la quema del petróleo.
La reversión y derogación de la prohibición es una receta para el desastre
ecológico. No es poca cosa, pero no llega a noticia de primera plana en BS
"P", donde la "P" a menudo parece pasar por
"Petróleo" dado que la red "pública" recibe patrocinio de las
principales corporaciones petroleras - y donde los informes escalofriantes
sobre el ecocidio capitalista que se viene, comúnmente se mencionan de la forma
más indiferente, secundaria, y como parte de las, "oh, por cierto, otras
noticias"
"... Si nos escuchamos nada"
He aquí otro ejemplo. Llegó cuando hice clic en uno de los cuarenta y nueve
hipervínculos en un reciente ensayo, excelente por cierto, de TeleSur Inglés
- un hipervínculo incrustado en la siguiente frase: "La policía de Chicago
están aparentemente espiando las conversaciones telefónicas de los
manifestantes." Siendo ciudadano natal de Chicago y usuario de teléfono
celular que ha participado en más de unas pocas protestas en esa ciudad, yo,
naturalmente, seguí el enlace, lo que me llevó a un informe publicado en la
revista progresiva con sede en Chicago In These Times. Cortesía de
activistas locales y del grupo activista Anonymous en línea, el informe
contiene una pistola humeante. Cuenta con una transcripción de una conversación
por radio policial entre un oficial de policía de Chicago que estaba
patrullando una demostración relacionada con Ferguson – Black Friday y el
"centro de fusión" del departamento de policía de la ciudad en
noviembre pasado. El "centro de fusión" es una instalación de inteligencia
y vigilancia (técnicamente llamado Prevención del Delito y Centro de
Información) que colabora y coordina entre el Departamento de Policía de
Chicago, el FBI, el Departamento Federal de Seguridad Nacional (DHS), y otros
organismos. La conversación, capturada en vivo por un activista que hace
seguimiento a la banda de radio de la policía de la ciudad, se desarrolló de la
siguiente manera: Oficial: "Sí, una de las chicas, ella es una especie de
organizadora aquí, ha estado en su teléfono mucho tiempo. Ustedes están
escuchando alguna información, uh, a dónde van, posiblemente"? Prevención
del Delito y el Centro de Información: "Sí, estamos manteniendo un ojo
sobre ella. Nosotros les haremos saber si escuchamos algo".
Observe que rutinaria suena y se lee la conversación. Para el Departamento de
Policía de Chicago, no es gran cosa, hablar internamente, de que la policía
escucha las conversaciones telefónicas de los activistas participantes,
supuestamente protegidos por la Constitución, (Primera Enmienda) derecho de
libre expresión de reunión pública y de protesta. El espionaje es una violación
flagrante de la supuesta protección constitucional de los ciudadanos de Estados
Unidos (Cuarta Enmienda) contra la orden judicial y "registros e incautaciones
irrazonables."
Recomiendo el “In These Times Report” (periodismo de investigación en su mejor
momento) y un breve informe reciente en línea, característica del Christian
Science Monitor, "Pass Code" (que abarca cuestiones de privacidad
electrónicos y ciberseguridad ) da más detalles sobre: la tecnología específica
- (también conocida como "receptor ISMI") - que permite a la policía
(entre otras cosas) escuchar teléfonos celulares privados (sin el conocimiento
de las empresas de telefonía celular); cómo funciona la tecnología; el
fabricante militar (Harris Corporation) que vende la tecnología para los
departamentos de policía metropolitanas de EE.UU; las sospechas de activistas
desde hace mucho tiempo que estas tecnologías son utilizadas por la policía
local; la lucha de los activistas y la ACLU para obtener información pública
sobre el espionaje; los esfuerzos del fabricante para protegerse contra la
responsabilidad legal por el abuso de las libertades civiles; y el número de
departamentos de policía que han adquirido estas tecnologías de espionaje con
subvenciones DHS entregados en nombre de la lucha contra el terrorismo
islamista después de 9/11/2001.
Un viejo problema: Desde la Policía Imperial a la de Seguridad Interna
Así es como funciona el receptor ISMI: imita una torre celular, induciendo a
los dispositivos inalámbricos en la zona enlazarse con el receptor. Desde allí,
se accede a las diversas formas de datos en un teléfono, lugar y registros
telefónicos y de texto. "En combinación con otros dispositivos y
software", en el reporte de ‘In These Times’, ISMI "permite
escuchar en tiempo real las llamadas hechas en celulares."
No es nada nuevo. "Hasta el año 2006," “Pass Code” reporta, "SMI
se utilizaban sobre todo en la guerra contra el terrorismo. Es entonces cuando
los departamentos de policía comenzaron a adquirirlos con subvenciones del
Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos".
Sin embargo, otro ejemplo de un problema post-9/11, es el que el Fundador y
campeón de la Declaración de los Derechos, James Madison, advirtiera en 1799:
"las trabas impuestas a la libertad dentro del país nunca se han forjado
de las armas proporcionadas para la defensa contra bienes, fingidos, o peligros
imaginarios desde el extranjero". De acuerdo con ‘Pass Code’, para la
Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), el problema es a nivel nacional:
"La ACLU ha identificado 47 agencias en 19 estados y el Distrito de
Columbia que poseen ISMI. En Tallahassee, Florida, la ACLU ha determinado, a
través de los registros públicos, que la policía ha usado ISMI más de 250 veces
entre 2007 y 2014. Se dijo que el Departamento de Policía de Los Ángeles
utilizó ISMI al menos 340 veces en 2011, en Tacoma, Washington, el News Tribune
informó que la policía los utilizó 179 veces entre 2009 y 2014. El Charlotte
Observer informó recientemente que los funcionarios policiales utilizan
ISMI más de 500 veces en un lapso de cinco a siete años". "El
Gobierno es No está escuchando sus llamadas telefónicas"
Esto, se podría pensar, debería ser una noticia de primera en la CNN, el
New York Times, y en otros medios líderes del “cuarto poder” en los
Estados Unidos, incluyendo BS "P": muchos departamentos de policía
metropolitanos y estatales en la auto declarada sede mundial de la libertad y
la democracia, poseen y utilizan la capacidad de escuchar a escondidas,
directamente, sobre activistas y ‘otras personas’, llamadas privadas de
teléfonos celulares. ¿Recuerda las repetidas declaraciones del presidente
Barack Obama al pueblo estadounidense, tras la escalofriante revelación de
Edward Snowden sobre vigilancia en el 2013? Una y otra vez, al mismo tiempo que
la Casa Blanca no oculta el deseo de capturar y castigar a Snowden, Obama dijo,
" A nosotros el Pueblo", que, "su" gobierno, "no está
escuchando nuestras llamadas telefónicas" (Sólo recopila datos
supuestamente inocuos de llamadas entre ciudadanos de Estados Unidos con los
‘chicos malos’, sospechosos de algún complot terrorista, en el extranjero). Si
fueras como yo (y muchos otros que somos menos informados que un especialista
en seguridad cibernética de la ACLU), responderías a ese argumento con un
"sí, claro, seguro" y lo olvidarías, a falta de pruebas contundentes
de algo diferente. Bueno, aquí está tu evidencia, tan clara como el día,
consistente con la hipótesis de larga data de muchos activistas estadounidenses
de que sus llamadas son monitoreadas por las autoridades.
Sin embargo, hay más confirmación de que vivimos en un estado policial, Big
Bother.
El gobierno no está escuchando sus llamadas telefónicas, excepto cuando lo
hace.
El espionaje de la policía en Chicago (y a nivel nacional) debe ser el
encabezamiento en primera plana de los diarios, en la red y en los noticieros
de los principales canales de cable. En su lugar es un pequeño artículo en una
revista marginal de izquierda y en un enlace en línea, relativamente
desconocido, de la Christian Science Monitor. En cualquier caso,
ciudadanos y trabajadores, compañeros estadounidenses, tengan cuidado de ISMI
cuando intenten organizarse en contra de las exportaciones de crudo
estadounidense a China y otros destinos, causando muerte en nuestro recalentado
planeta - o contra cualquier otra clase de males (incluyendo vigilancia
policial omnipresente) que han llegado a ser algo casi banal en la ‘patria’ de
la Superpotencia.
Hay algunas buenas noticias, recientemente me envió un compañero experto en
cyber en Madison, Wisconsin: una nueva aplicación móvil diseñada
específicamente para detectar rastreadores de teléfonos celulares. La
aplicación, llamada "SnoopSnitchers", fue desarrollada por los
Investigadores de Seguridad alemanes Alex Senier, Karsten Nohl, y Tobias Engel
de SRLabs.
Puedes leer más sobre esto aquí:
http://www.slate.com/blogs/future_tense/2014/12/31/snoopsnitch_is_an_app_
by_the_german_srlabs_that_detects_imsi_catchers_stingrays.html
Manténgase lo más seguro que pueda, mientras da pelea y se defiende en este
2015.
El último libro de Paul Street es They Rule: El 1% v Democracia (Paradigm,
2014)
Fuente: http://www.telesurtv.net/opinion/Leyendo-por-debajo-de-los-Titulares-20150116-0148.html
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