“¡Sólo cumplía órdenes!”
Cómo tomar, o no tomar, en serio la tortura
William Blum ICH 09-03-2009
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
En Camboya se esfuerzan de nuevo por realizar procesos para llevar ante la
justicia a algunos antiguos altos responsables de los jemeres rojos por sus
crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad entre 1975 y 1979. El acusado
actual en un juicio organizado por Naciones Unidas, Kaing Guek Eav, quien fue el
jefe de un centro de torturas de los jemeres rojos, confesó haber cometido
atrocidades, pero insiste en que estaba actuando bajo órdenes, (1) Como todos
sabemos, es la defensa rechazada por el Tribunal de Nuremberg en el caso de los
acusados nazis. Todos lo saben ¿verdad? Nadie otorga valor alguno a una defensa
semejante ¿verdad? Hacemos chistes sobre nazis declarando: “¡Sólo estaba
cumpliendo órdenes!”("Ich habe nur den Befehlen gehorcht!")
Pero los gobiernos de Bush y de Obama se han pronunciado a favor de esa
defensa. Veamos lo que dice el nuevo jefe de la CIA, Leon Panetta: “Lo que he
expresado como una preocupación, como lo ha hecho el presidente, es que los que
operaron siguiendo reglas suministradas por el Fiscal General en la
interpretación de la ley [respecto a la tortura] y según esas reglas no deberían
ser sancionados. Y… yo no apoyaría, obviamente, una investigación o un
procesamiento de esos individuos. Pienso que hicieron su trabajo.” (2) Operando
según las reglas… haciendo su trabajo… es, por cierto, lo mismos que cumpliendo
órdenes.
La Convención contra la Tortura de Naciones Unidas (adoptada por primera vez
en 1984), que ha sido ratificada por EE.UU., dice bien claro: “Una orden de un
oficial superior o de una autoridad pública no puede ser invocada como una
justificación de la tortura.” La Convención contra la Tortura promulga una
prohibición contra la tortura que es una piedra angular del derecho
internacional y un principio equivalente a la prohibición contra la esclavitud y
el genocidio.
Por cierto, los que dan las órdenes no son menos culpables. El día mismo de
la toma de posesión de Obama, el relator especial sobre la tortura de la ONU
invocó la Convención al llamar a EE.UU. a proceder jurídicamente contra el ex
presidente George W. Bush y el ex secretario de defensa Donald Rumsfeld por
tortura y maltrato de prisioneros de Guantánamo. (3)
En diversas ocasiones, el presidente Obama ha indicado su renuencia a
presentar acusaciones de crímenes de guerra contra funcionarios de Bush, al
expresar puntos de vista como: “No creo que nadie esté por sobre la ley. Por
otro lado también creo que tenemos que mirar hacia adelante en lugar de mirar
hacia atrás.” Es la misma excusa que el Primer Ministro camboyano Hun Sen ha
dado para no castigar a dirigentes jemeres rojos. En diciembre de 1998 afirmó:
“Deberíamos cavar un hoyo y enterrar el pasado y mirar adelante hacia el Siglo
XXI para empezar de nuevo.” (4) Hun Sen ha estado en el poder todos los años
desde entonces, y ningún dirigente jemer rojo ha sido condenado por su papel en
el histórico asesinato masivo.
Y al no investigar a funcionarios de Bush, Obama está ciertamente diciendo
que están por sobre la ley. Como lo han estado los funcionarios jemeres rojos.
Michael Ratner, profesor de la Escuela de Derecho de Columbia y presidente del
Centro por Derechos Constitucionales, dijo que el procesamiento de funcionarios
de Bush es necesario para fijar la futura política contra la tortura. “La única
manera de impedir que esto vuelva a ocurrir es asegurar que los que fueron
responsables por el programa de tortura paguen el precio correspondiente. No veo
cómo podamos recuperar nuestra estatura moral si permitimos que los que
estuvieron íntimamente involucrados en los programas de tortura simplemente
salgan de la escena y conduzcan vidas en las que no tengan que rendir cuentas.”
(5)
Una razón para el no procesamiento puede ser que juicios serios de los
numerosos funcionarios de Bush que contribuyeron a las políticas de tortura
podrían revelar las diversas formas de no-oposición y colaboración del Partido
Demócrata.
También habría que señalar que EE.UU. apoyó a Pol Pot (quien murió en abril
de 1998) y a los jemeres rojos durante varios años después que fueron expulsados
del poder por los vietnamitas en 1979. Ese apoyo comenzó bajo Jimmy Carter y su
Consejero Nacional de Seguridad, Zbigniew Brzezinski, y continuó bajo
Ronald Reagan. (6) Una persistente amargura de los partidarios de la guerra
fría estadounidenses hacia Vietnam, la pequeña nación que el monumental poder de
EE.UU. no había podido derrotar, y su aparente cercanía a la Unión Soviética,
parece ser la única explicación de esa política. La humillación tiene raíces
profundas cuando se es una superpotencia.
Tampoco hay que olvidar en esa compleja moraleja que es muy probable que los
jemeres rojos jamás habrían llegado al poder, ni siquiera hubieran hecho un
intento serio por lograrlo, si no fuera por el masivo bombardeo de saturación de
Camboya en 1969-1970 y el derrocamiento apoyado por EE.UU. del príncipe
Sihanouk en 1970 y su reemplazo por un hombre estrechamente vinculado a
EE.UU. (7). Gracias, Richard Nixon y Henry Kissinger. ¡Bien hecho!,
muchachos.
A propósito, si todavía no os repugnan muchos de los nombramientos de Obama,
escuchad cómo James Jones inició su discurso en la Conferencia de Munich sobre
Política de Seguridad el 8 de febrero: “Gracias por ese maravilloso tributo de
ayer a Henry Kissinger. Como el más reciente Consejero de Seguridad Nacional de
EE.UU., recibo mis órdenes diarias del doctor Kissinger.” (8)
Para terminar, el Tribunal Supremo español anunció recientemente que
iniciaría una investigación de crímenes de guerra de un ex ministro de defensa
israelí y de otros seis altos funcionarios de seguridad por su papel en un
ataque de 2002 en el que se asesinó a un comandante de Hamás y a 14 civiles en
Gaza. [9] España ha sido desde hace un cierto tiempo el principal campeón de la
“jurisdicción universal” para las violaciones de derechos humanos como en su
acusación del dictador chileno Augusto Pinochet hace una década. El caso israelí
tuvo que ver con el lanzamiento de una bomba contra la casa del líder de Hamás;
la mayor parte de los muertos fueron niños. EE.UU. hace lo mismo cada día de por
medio en Afganistán o Pakistán. Ante la negativa de presidentes estadounidenses
de invocar incluso su “jurisdicción nacional” respecto a funcionarios de EE.UU.
que son al mismo tiempo criminales de guerra, sólo podemos esperar que alguien
recuerde a las autoridades españolas unos pocos nombres, nombres como Bush,
Cheney, Rumsfeld, Powell, Rice, Feith, Perle, Yoo, y unos pocos otros; que falta
una pieza, una pieza que tiene forma de conciencia. Ni siquiera existe la
necesidad de basarse sólo en el derecho internacional, porque existe una ley
estadounidense contra crímenes de guerra, aprobada por un Congreso dominado por
los republicanos en 1996. (10)
El notable columnista israelí, Uri Avnery, al escribir sobre el caso israelí,
trató de capturar el espíritu de la sociedad israelí que produce semejantes
criminales de guerra y crímenes de guerra. Señaló: “Este sistema adoctrina a sus
alumnos en un violento culto tribal, totalmente etnocéntrico, que sólo ve el
conjunto de la historia del mundo una interminable historia de victimización de
los judíos. Es una religión de Pueblo Elegido, indiferente a otros, una religión
sin compasión hacia cualquiera que no sea judío, que glorifica el genocidio
decretado por Dios descrito en el libro bíblico de Josué.” (11)
No habría que sustituir mucho para aplicar esa declaración a EE.UU. – como
ser “estadounidense” por “judío” y “excepcionalismo estadounidense” por “un
Pueblo Elegido.”
>Notas
1. Associated Press, 1 de agosto de 2008
2. Conferencia de prensa, 25 de febrero de 2009, transcripción por Federal
News Service
3. Agence France Presse (AFP), 20 de enero de 2009
4. New York Times, 29 de diciembre de 1998
5. Associated Press, 17 de noviembre de 2008
6. See William Blum, "Rogue State",Xapírutlo 10 ("Supporting Pol Pot")
7. See William Blum, "Killing Hope", capítulo 20 ("Cambodia, 1955-1973")
8.http://www.realclearpolitics.com/articles/2009/02/jones_munich_conference.html
9. Agencia noticiosa Reuters, 30 de enero de 2009
10. The War Crimes Act (18 U.S.C. 2441)
11. Haaretz, destacado periódico israelí, 30 de enero de 2009
William Blum es autor de:
* Killing Hope: US Military and CIA Interventions Since World War 2
* Rogue State: A Guide to the World's Only Superpower
* West-Bloc Dissident: A Cold War Memoir
* Freeing the World to Death: Essays on the American Empire
Se pueden leer pasajes de los libros, o comprar copias firmadas en www.killinghope.org
http://informationclearinghouse.info/article22160.htm
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