Se debe rendir cuentas por las muertes causadas por "drones" en Pakistán
Amnistía Internacional España
22 de octubre de 2913
Estados Unidos ha llevado a cabo homicidios ilegítimos en
Pakistán mediante ataques con aviones no tripulados (“drones”), algunos de
los cuales podrían constituir crímenes de guerra. Así lo ha manifestado
Amnistía Internacional en un nuevo informe de envergadura publicado hoy.
El informe, titulado“’Will I be next?’ US drone strikes in Pakistan”, es uno de
los más detallados realizados hasta la fecha sobre el programa estadounidense de
aviones no tripulados desde la perspectiva de los derechos humanos.
Documenta homicidios recientes en las zonas tribales del
noroeste de Pakistán, y la casi total ausencia de transparencia en torno al
programa de “drones” estadounidense.
“El secreto en torno al programa de aviones no tripulados
da al gobierno estadounidense licencia para matar fuera del alcance de los
gobiernos o de las normas fundamentales del derecho internacional. Ya es
hora de que Estados Unidos diga la verdad sobre el programa de ‘drones’ y haga
rendir cuentas a los responsables de estas violaciones”, ha manifestado Mustafa
Qadri, investigador de Amnistía Internacional sobre Pakistán.
“¿Qué esperanza de reparación pueden tener las víctimas de los
ataques de ‘drones’ y sus familias cuando Estados Unidos ni siquiera reconoce su
responsabilidad en ataques concretos?”.
El informe se presentó en una rueda de prensa conjunta con
Human Rights Watch, que ha publicado un informe sobre ataques con ‘drones’ y
otro tipo de ataques aéreos en Yemen.
Amnistía Internacional examinó los 45 ataques con aviones
no tripulados de los que se ha tenido noticia, lanzados en Waziristán
Septentrional, noroeste de Pakistán, entre enero de 2012 y agosto de 2013.
Esa región ha sufrido más ataques que ninguna otra del país.
La organización llevó a cabo investigación detallada sobre el
terreno respecto a nueve de estos ataques, y el informe documenta homicidios que
hacen temer seriamente que se hayan cometido violaciones del derecho
internacional que puedan constituir crímenes de guerra o ejecuciones
extrajudiciales.
En octubre de 2012, Mamana Bibi, de 68 años, murió en
un doble ataque –al parecer, la alcanzó un misil Hellfire– mientras recolectaba
verduras en los campos de la familia y varios de sus nietos andaban por los
alrededores.
En julio de 2012, 18 jornaleros, entre ellos un niño de 14
años, murieron en ataques múltiples lanzados contra un pueblo sumamente
pobre cerca de la frontera con Afganistán, cuando se disponían a disfrutar de su
cena tras un largo día de trabajo.
En contra de las afirmaciones oficiales de que los fallecidos
eran “terroristas”, la investigación realizada por Amnistía Internacional señala
que las víctimas de estos ataques no estaban participando en combates y no
suponían amenaza alguna para la vida.
“No encontramos justificación alguna para estos homicidios.
Existen amenazas reales para Estados Unidos y sus aliados en la región, y los
ataques de aviones no tripulados pueden ser legítimos en algunas circunstancias.
Pero resulta difícil creer que un grupo de jornaleros, o una anciana rodeada de
sus nietos, pusieran en peligro a nadie, no digamos ya que supusieran una
amenaza inminente para Estados Unidos”, ha manifestado Mustafa Qadri.
El derecho internacional prohíbe los homicidios arbitrarios
y limita el uso legítimo de fuerza letal intencionada a situaciones
excepcionales. En casos de conflicto armado, sólo los combatientes y las
personas que participan directamente en las hostilidades pueden ser blanco de un
ataque directo. Fuera del conflicto armado, la fuerza letal intencionada sólo es
legítima cuando sea estrictamente inevitable para proteger frente a una amenaza
inminente para la vida. En algunas circunstancias, los homicidios arbitrarios
pueden constituir crímenes de guerra o ejecuciones extrajudiciales, es decir,
delitos de derecho internacional.
Amnistía Internacional también documentó casos de los
denominados “ataques contra rescatadores”, en los que quienes corren a
auxiliar a las víctimas de un ataque inicial con “drones” fueron a su vez
víctimas de un rápido ataque de seguimiento. Aunque pudiera suponerse que los
rescatadores son miembros del grupo al que se está atacando, resulta difícil
entender cómo puede hacerse esa distinción en los caóticos momentos
inmediatamente posteriores a un ataque con misiles.
Estados Unidos sigue utilizando su doctrina de “guerra
global” para tratar de justificar una guerra sin fronteras contra Al Qaeda, los
talibanes o aquellos a los que considera aliados de éstos.
La promesa estadounidense de aumentar la transparencia en
torno a los ataques con aviones no tripulados, subrayada por un gran discurso
sobre política pronunciado por el presidente Barack Obama en mayo de 2013, aún
no se ha hecho realidad, y Estados Unidos sigue negándose a divulgar incluso
la información más básica tanto jurídica como sobre los hechos acontecidos.
Este secreto ha permitido a Estados Unidos actuar impunemente
e impedir que las víctimas reciban justicia o indemnización. Según la
información de que dispone Amnistía Internacional, ninguna autoridad ni agente
estadounidense ha rendido cuentas por los homicidios ilegítimos perpetrados con
“drones” en Pakistán.
Además de la amenaza de los aviones no tripulados
estadounidenses, los habitantes de Waziristán Septentrional se ven a menudo
atrapados entre los ataques de grupos armados y las fuerzas armadas de Pakistán.
La población local vive con el temor constante a la violencia ineludible a manos
de ambos bandos.
El programa estadounidense de “drones” ha agravado el
sufrimiento local: ahora, los habitantes de la zona viven además con miedo a
morir por los “drones” estadounidenses que surcan los cielos día y noche.
“Lo trágico es que los aviones no tripulados desplegados por
Estados Unidos sobre Pakistán inspiran ahora a los habitantes de las zonas
tribales el mismo miedo que antes sentían únicamente ante Al Qaeda o los
talibanes”, ha manifestado Mustafa Qadri.
Tal como documenta el informe, los hombres y mujeres que viven
en la zona tienen poco control sobre la presencia de grupos como los talibanes o
Al Qaeda en sus pueblos y distritos.
Los grupos vinculados a Al Qaeda han matado a decenas de
residentes locales a los que acusaban de ser espías a causa de los ataques con
“drones” estadounidenses. Los residentes de Mir Ali dijeron a Amnistía
Internacional que es habitual ver cadáveres arrojados a un lado de la calle con
mensajes que advierten de que todos los acusados de espiar para Estados Unidos
correrán la misma suerte.
Los residentes dijeron también a Amnistía Internacional que el
temor a represalias les impedía denunciar ante las autoridades locales los
abusos cometidos por los grupos armados. Muchos residentes tenían también miedo
de hablar a Amnistía Internacional sobre los ataques de “drones”. Algunos de los
que hablaron abiertamente recibieron después amenazas.
Aunque el gobierno de Pakistán afirma que se opone al programa
de “drones” estadounidense, Amnistía Internacional teme que algunas autoridades
e instituciones de Pakistán y otros países, como Australia, Alemania o Reino
Unido, puedan ayudar a Estados Unidos a lanzar ataques con “drones” que
constituyan violaciones de derechos humanos.
“Pakistán debe proporcionar a las víctimas de ataques con
‘drones’ acceso a la justicia y a otro tipo de reparación. Las autoridades de
Pakistán, Australia, Alemania y Reino Unido también deben investigar a todas las
autoridades e instituciones sospechosas de estar implicadas en ataques con
‘drones’ estadounidenses o en otros abusos cometidos en las zonas tribales que
puedan constituir violaciones de derechos humanos”, ha manifestado Mustafa
Qadri.
“Las autoridades paquistaníes deben desvelar información sobre
todos los ataques con aviones no tripulados estadounidenses que hayan
documentado, y deben revelar qué medidas han tomado o van a tomar para ayudar a
las víctimas de esos ataques.”
El informe documenta asimismo la falta de protección, por
parte de Pakistán, de los derechos humanos de la población de Waziristán
Septentrional. Los abusos sufridos van desde muertes, heridas y
desplazamiento de residentes a causa de bombardeos del ejército, hasta la
ausencia de mecanismos de justicia y la falta de asistencia médica adecuada.
Las autoridades paquistaníes tienen un pésimo historial
respecto a hacer que miembros de Al Qaeda, talibanes y otros autores de abusos
contra los derechos humanos cometidos en la región comparezcan ante la justicia
en juicios justos y sin recurrir a la pena de muerte.
Amnistía Internacional pide:
A las autoridades estadounidenses que:
- Revelen públicamente los hechos y la base jurídica respecto a los ataques
con “drones” lanzados en Pakistán, e informen sobre cualquier posible
investigación sobre los homicidios causados por “drones”
estadounidenses;
- Garanticen que se llevan a cabo investigaciones inmediatas, exhaustivas,
independientes e imparciales sobre todos los casos en los que existan motivos
razonables para creer que los ataques con “drones” han dado lugar a homicidios
ilegítimos;
- Lleven a los responsables de ataques ilegítimos con “drones” ante la
justicia, en juicios públicos y justos, sin recurrir a la pena de
muerte;
- Garanticen que las víctimas de ataques ilegítimos con “drones”, incluidos
los familiares de las víctimas de homicidios ilegítimos, tienen acceso efectivo
a la justicia, la indemnización y otros tipos de reparación.
A las autoridades paquistaníes que:
- Proporcionen acceso adecuado a la justicia y la reparación a las víctimas de
ataques de “drones” estadounidenses y ataques de las fuerzas paquistaníes, y
pidan a las autoridades estadounidenses reparación y otros remedios por los
ataques de “drones”;
- Lleven ante la justicia, en juicios justos y sin recurrir a la pena de
muerte, a los responsables de homicidios ilegítimos y otros abusos contra los
derechos humanos cometidos en Waziristán Septentrional. Esto debe incluir los
ataques con “drones” estadounidenses, los ataques de las fuerzas armadas
paquistaníes y los ataques de grupos como Al Qaeda o los talibanes;
- Hagan pública la información sobre todos los ataques con “drones”
estadounidenses de los que las autoridades paquistaníes tengan conocimiento,
incluidas las bajas causadas y toda la asistencia proporcionada a las
víctimas.
A la comunidad internacional que:
- Se oponga a los ataques con “drones” estadounidenses y otros homicidios que
violen el derecho internacional, e inste a Estados Unidos y a Pakistán a adoptar
las medidas antes expuestas. Los Estados deben formular protestas oficiales y
pedir la reparación establecida en el derecho internacional cuando Estados
Unidos u otros Estados hagan uso ilegítimo de fuerza letal;
- Se abstenga de participar de modo alguno –lo cual incluye compartir
información o permitir el uso de instalaciones– en ataques con “drones”
estadounidenses que violen el derecho internacional.
Categorías: Armas , Estados
Unidos, Homicidios
indiscriminados
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