Jeremy Scahill saca a la luz secretos del programa de drones de EE.UU. y habla del denunciante que los
filtró
7 de junio de 2106
Democracy Now!
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Una de las campañas militares más secretas de la historia de EE.UU. se encuentra bajo
el más riguroso escrutinio hasta la fecha. El sitio web The Intercept hizo una
gran revelación, usando como base documentos filtrados del gobierno
estadounidense, al publicar una serie de artículos que detallan el programa de
ejecuciones con aviones no tripulados estadounidense en Afganistán, Yemen y
Somalia. El informe revela un número de fallas y víctimas muy superior al
planeado. Los documentos fueron filtrados al sitio The Intercept por una fuente
no identificada de la inteligencia estadounidense, quien afirma que quería
alertar a los estadounidenses sobre las irregularidades. Nos acompaña Jeremy
Scahill del sitio web The Intercept, autor principal de la investigación
titulada “The Drone Papers” (Los Papeles de los Drones).
TRANSCRIPCIÓN
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.
JUAN GONZÁLEZ: Una de las campañas militares
más secretas de la historia de EE.UU. ha pasado a estar bajo un escrutinio
público nunca antes visto. El sitio web The Intercept ha publicado una serie de
reveladores artículos de investigación basados en la filtración de documentos
gubernamentales, con el análisis más profundo que existe hasta la fecha sobre
el programa estadounidense de asesinatos selectivos con aviones no tripulados. The Drone Papers
expone aspectos del funcionamiento interno de la guerra con aviones no tripulados, que van desde la
definición de los blancos hasta la decisión de ejecutar el asesinato. Además,
revelan varias fallas en el proceso, como ser el hecho de que estos ataques se
han definido en gran medida en base a comunicaciones electrónicas, o
información de "señales de inteligencia", que muchos funcionarios
evalúan poco fiable. Los documentos filtrados también contradicen las
afirmaciones del gobierno sobre la exactitud de los ataques con aviones no
tripulados. Tomando un período de cinco meses de una operación en Afganistán,
resultó que nueve de cada diez víctimas no eran el blanco previsto. Y entre
otras revelaciones, los documentos también corroboran informes previos que
señalaban que todos los hombres extranjeros identificados en una zona objetivo
eran considerados milicianos, a menos que evidencia posterior a su muerte
demostrara lo contrario.
AMY GOODMAN: Los documentos fueron filtrados
a The Intercept por una fuente no identificada de los servicios de inteligencia
estadounidenses, que dice que quiso alertar a la población estadounidense sobre
las irregularidades cometidas. La denuncia tiene obvias reminiscencias a la del
denunciante de la NSA Edward Snowden, y el propio
Snowden intervino a través de un tuit que dice: "De aquí un tiempo,
veremos estos artículos como la información sobre seguridad nacional más
importante del año". Amnistía Internacional dijo en un comunicado que
estas filtraciones deberían promover una investigación independiente del
Congreso que evalúe: "si EE.UU. ha violado sistemáticamente las leyes
internacionales, entre otras cosas, al clasificar personas no identificadas
como «combatientes» para justificar sus asesinatos". Los documentos filtrados
incluyen información detallada sobre la guerra con aviones no tripulados en
Afganistán, justo cuando el presidente Obama ha anunciado su plan de volver a
retrasar la retirada de las tropas estadounidenses y extender la ocupación de
Afganistán por tiempo indefinido.
Para ampliar esta información, nos acompaña Jeremy Scahill, co-fundador de The
Intercept y uno de los investigadores principales de esta producción
periodística titulada The Drone Papers (Los papeles
de los Drones). Su contribución a la serie incluye los artículos The Assassination Complex y Find, Fix, Finish (Encontrar,
Arreglar, Eliminar). Su último libro, "Guerras sucias: El mundo es un
campo de batalla," acaba de publicarse en edición de bolsillo. Su película
"Guerras Sucias", realizada junto a Rick Rowley, fue nominada al
Oscar. También es autor del exitoso libro "Blackwater: El auge del
ejército mercenario más poderoso del mundo". En nuestro siguiente
segmento, nos van a acompañar los co-autores de Jeremy en esta serie de
investigación periodística, Ryan Devereaux y Cora Currier. Jeremy, bienvenido a
Democracy Now!
JEREMY SCAHILL: Gracias, Amy.
AMY GOODMAN: Qué asombrosas revelaciones. ¿Por qué primero no nos resumes los resultados de la investigación?
JEREMY SCAHILL: Bueno pues, el primer ataque con
aviones no tripulados fuera de una zona declarada en guerra ocurrió en Yemen en
noviembre de 2002. Y en ese ataque fue una operación de la CIA con el ejército y fue coordinada enteramente desde un
centro de comando en Washington D.C. Y en ese ataque, de hecho, seis personas
perdieron la vida, entre ellas un ciudadano estadounidense. Y en ese momento,
bueno, Condoleezza Rice, alta funcionaria del gobierno de Bush, salió a
defender el derecho del presidente de Estados Unidos de asesinar personas,
incluso ciudadanos estadounidenses, en base a información de inteligencia que
no tenía por qué ser pública. No hubo otro ataque con aviones no tripulados en
Yemen hasta en el año 2011. En 2011, 2012, el gobierno de Obama comienza a
intensificar realmente las operaciones con aviones no tripulados en Yemen.
Pero aunque hubo momentos en que se bombardeaba Pakistán una vez cada tres días con
aviones no tripulados, y que ya había un programa activo de uso de aviones no
tripulados en Afganistán, no fue hasta mayo de 2013 que un presidente
estadounidense en funciones reconoció en un discurso oficial que Estados Unidos
estaba utilizando aviones no tripulados. O sea, toda la situación era algo
absurda, el presidente hacía bromas sobre que iba a hacer matar a los Jonas
Brothers, lo dijo en la cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa
Blanca y también a través de Google hangout, en respuesta a las preguntas que
hacía la gente al presidente, pero realmente es un tema que nunca se terminaba
de admitir públicamente.
Lo que nosotros publicamos es una mirada exhaustiva sobre la forma en que ha operado
este programa, históricamente pero sobre todo durante la presidencia de Obama.
Uno de los hallazgos más importantes -que es algo en lo que mi colega Cora
Currier, realmente se metió a fondo– es haber podido difundir por primera vez
la cadena de mando para los asesinatos, la forma que toma la burocracia del
asesinato. Y ahí se ve que hay muchos funcionarios, incluyendo gente como el
Secretario del Tesoro, que son parte del aval que tiene todo esto, que incluye
reuniones secretas donde se discute quién va a vivir y quién va a morir en el
mundo. Y al final del proceso, es el presidente de Estados Unidos quien firma
lo que viene a ser una sentencia de muerte para quien sea que se haya decidido
que debe morir, en base a una especie de sistema judicial paralelo y secreto
que funciona en Estados Unidos, que realmente no está sometido a ningún tipo de
supervisión judicial y en el que el presidente, actuando casi como un
emperador, emite un edicto que te manda a matar.
Y nosotros mostramos —por primera vez hay evidencia documentada de esto— que el
presidente da al ejército un período de 60 días para rastrear y matar a los
individuos seleccionados. Hoy Ken Roth de Human Rights Watch señalaba que si el
criterio es decidir el asesinato de personas que representan una amenaza
inminente, esa es la política estadounidense según el presidente, entonces ¿por
qué tienen 60 días para hacerlo? ¿Por qué no tienen que hacerlo ya, si son una
amenaza inminente? Bueno, porque para eso han redefinido el término
"inminente" y lo han hecho tan vago que ya no tiene nada que ver con
su definición real, lo que comúnmente se entiende que es.
JUAN GONZÁLEZ: Jeremy, una de las cosas que me llamó la atención es el hallazgo de que gran parte de la información en la que
se basan estos ataques proviene de "señales de inteligencia", no de
material obtenido por medio de trabajo de inteligencia realizado en terreno, o
cosas que se averiguan a partir de interrogatorios, y lo poco fiable que es ese material.
JEREMY SCAHILL: Oh, sí. O sea, bueno, realmente,
mucho de lo que sabemos acerca de esto es por las filtraciones de Edward
Snowden, y vemos que gran parte del sistema industrial de la inteligencia
del... bueno, digamos del imperio estadounidense, se basa en interceptar
mensajes de correo electrónico, mensajes de texto, llamadas telefónicas. Y
bueno, estas señales de inteligencia pueden ser confiables. O sea, si tú y yo
estamos hablando, Juan, pueden hacer el reconocimiento de nuestras voces.
Pueden decir: "Bueno, sabemos que Jeremy Scahill está hablando con Juan
González". Pero lo que dice la gente que ha trabajado en ese mundo -Cora
Currrier y yo entrevistamos al teniente general Michael Flynn, que fue director
de la Agencia de Inteligencia de Defensa, el funcionario de más alto rango a
cargo de todas las operaciones de espionaje del Pentágono en el mundo, y fue
también la figura clave de inteligencia para Stanley McChrystal en el Comando
de Operaciones Especiales Conjuntas (JSOC, por sus siglas en inglés). Cuando Cora y yo lo entrevistamos, él nos
dijo: "Mira, yo puedo grabar mi voz en un teléfono y dárselo a un
mensajero, que luego puede ir a otro lugar, llamar a cualquier número y
reproducir mi voz. Entonces matarán a alguien en ese lugar creyendo que están
eliminado a la persona que perseguían, pero no es así". Así que, bueno...
lo que él dice es que este tipo de inteligencia de señales es fácilmente engañable.
AMY GOODMAN: Quiero leer un fragmento de tu
artículo. Con respecto al tema de trabajar con mala información de
inteligencia, tu fuente dice: "La tecnología utilizada requiere un enorme
acto de fe. En innumerables ocasiones me he encontrado con información de
inteligencia que era incorrecta. Es impresionante la cantidad de casos en que
las señales identificadas son atribuidas erróneamente a ciertas personas. Y
pueden pasar varios meses o años hasta que de repente se dan cuenta de que esa
persona clave que creían tener en la mira todo ese tiempo, resulta que siempre
habían estado siguiendo el teléfono de su madre.
JEREMY SCAHILL: Correcto. Y bueno, lo que la
fuente está diciendo es que la mayoría de las veces, el programa de asesinatos
selectivos no sigue a las personas sino a sus señales, lo que se conoce como
selectores; su número de teléfono móvil, los datos de su tarjeta SIM, o bueno, un
historial de correo electrónico lleno de metadatos que se ha determinado que
están conectados con alguien. Y entonces, creo que muchos de los mayores casos
en los que ha habido muerte de civiles, son porque han atacado la señal de un
teléfono que creían en posesión de un terrorista o un miliciano -vieron que
ellos usan ese término difuso– y "Huy, bueno, no, hicimos estallar el
teléfono, pero resulta que esa persona no estaba allí", porque era un subcomandante
del Talibán que metió su tarjeta SIM en un bolso y la mezcló con
todas las demás tarjetas -o sea, es la táctica que usa el Talibán– y luego se
fueron todos en distintas direcciones. Hacen eso porque saben que esa es la
forma que usa EE.UU. para rastrearlos y atacarlos. Es muerte por metadatos, básicamente.
JUAN GONZÁLEZ: Y esto es en Afganistán, un país
que Estados Unidos está ocupando, donde tiene tropas en terreno; no estamos
hablando de Yemen o Somalia...
JEREMY SCAHILL: Así es.
JUAN GONZÁLEZ: ...o algún otro lugar del
estilo. Según tu investigación, hasta un 90% de los blancos previstos, digo de
las personas asesinadas, no eran el blanco previsto, ¿es así?
JEREMY SCAHILL: Sí. Creo que el artículo que...
o sea, para quienes se hayan quedado pensando en lo que dijo ayer el presidente
con respecto a extender aún más la guerra más larga de la historia de Estados
Unidos, al punto que realmente no se ve que vaya a terminar alguna vez, el
artículo de Ryan Devereaux, llamado Manhunting in the Hindu Kush es increíble. Analiza una
campaña del JSOC llamada Operación Haymaker. Y una de las muchas revelaciones sorprendentes que
contiene el artículo es que el JSOC proclama que tiene un accionar meticuloso, que persigue y
mata con precisión quirúrgica a los líderes de al-Qaeda, a los líderes del
Talibán y sin embargo, en un período de cinco meses en Afganistán, donde tienen
todos los recursos —tienen la tecnología de vigilancia, tienen informantes en
el terreno, tienen la posibilidad de hacer redadas nocturnas y de realizar
investigaciones después de la acción— igual sucedió que el 88% de las personas
asesinadas, principalmente en ataques con aviones no tripulados, pero también
en otros tipos de ataques, no eran el blanco previsto de dichos ataques.
Ahora bien, ¿qué significa eso? Podría ser que mataron a un subcomandante talibán
pero también a otra gente del Talibán, y entonces dicen: "Bueno, está
bien, nuestro blanco era sólo ese tipo pero estas otras personas también eran
malas". Pero también podría ser que su blanco era alguien que tenía lo que
denominan rasgos árabes. Y vemos que lo que describen como... en los documentos
describen los rasgos árabes, tales como ser más alto que todos los demás. Sean
Naylor, quien es un gran periodista de investigación con fuertes vínculos en el
ejército, relata en su nuevo libro la historia de un ataque cuyo blanco se
definió porque era más alto que toda la gente que lo rodeaba, entonces pensaron
que él... que eso significaba que se trataba de un árabe o un combatiente
extranjero. Y resultó que en realidad era alguien de tamaño normal y que la
gente que lo rodeaba eran niños.
AMY GOODMAN: Por último, antes de ir a la pausa...
JEREMY SCAHILL: Y los mataron a todos, sólo quedó un sobreviviente, creo.
AMY GOODMAN: Antes de ir a la pausa, tu fuente, este segundo Edward Snowden, ¿quién es?
JEREMY SCAHILL: Bueno, ¿me darías la clave de tu
tarjeta del cajero automático? O sea, este es un denunciante muy valiente. Y
este gobierno ha atacado implacablemente a los denunciantes. O sea, ahora mismo
Chelsea Manning se está pudriendo en la cárcel por denunciar los crímenes de
guerra de Estados Unidos. Edward Snowden está en el exilio. A Thomas Drake y
Bill Binney, bueno, los difamaron públicamente y destruyeron su reputación.
Jeffrey Sterling está en prisión. Nuestra fuente es una persona muy valiente,
con una ética intachable. Y bueno, a mi me preocupa, porque este gobierno es...
este gobierno ha perseguido implacablemente a quienes a conciencia deciden
filtrar información, etiquetándolos como traidores y espías. Y en el mismo
proceso, ha criminalizado la posibilidad de ejercer el periodismo independiente
y denunciar la impunidad, hacer que el gobierno se responsabilice de sus actos,
sin el temor de que tus fuentes, y en algunos casos los propios periodistas,
sean perseguidos por el así llamado sistema judicial.
AMY GOODMAN: Bueno, este denunciante, la
fuente de ustedes en esta investigación, denunció el programa de aviones no
tripulados, diciendo: "Este escandaloso estallido de la vigilancia, hacer
este seguimiento de personas, clasificándolas y acomodándolas en listas,
asignándoles números, haciendo con sus datos 'tarjetas coleccionables',
dictando su sentencia de muerte sin aviso, en un campo de batalla global; fue,
desde el primer momento, algo malo. Y nosotros estamos permitiendo que suceda.
Y cuando digo "nosotros", me refiero a todos los ciudadanos
estadounidenses que tienen acceso a esta información y no hacen nada al respecto".
JEREMY SCAHILL: Sí. O sea, se trata de... bueno,
otra cuestión aquí es... ¿qué pasa con el Congreso? Dónde quedó la... o sea, si
este es el gobierno más transparente de la historia, especialmente después de
las agresiones y la tortura, y todo lo que caracterizó al gobierno de Bush,
bueno, ¿el gobierno más transparente de la historia no debería realmente ser en
sí mismo un gobierno denunciante? O sea, ¿no sería esperable que, de alguna
manera, salieran a decir: 'Miren, todo esto es un desastre. Va en contra de lo
que declaramos como nuestros valores fundamentales'? En cambio, vemos que
quienes denuncian son, bueno, Edward Snowden, analista; Chelsea Manning,
soldado raso. O sea, ¿cuándo va a salir alguna figura de gran relevancia
pública, alguien verdaderamente visible, a hacer algo que realmente tenga que
ver con la transparencia? ¿Por qué tienen que hacerlo los denunciantes?
JUAN GONZÁLEZ: Ustedes también citan a algunos
ex militares que expresan sus críticas sobre por qué el gobierno de Obama ha
tomado este camino.
JEREMY SCAHILL: Así es. O sea, bueno, nosotros
hablamos con... bueno, Cora y yo hablamos con Mike Flynn, que no es para nada
progresista. Es una de las figuras de más peso en la iniciativa de expandir las
operaciones encubiertas en el mundo. Y él tiene su punto de vista particular. O
sea, estos tipos son agitadores. Una camarilla muy poderosa dentro del estado
de seguridad nacional que está promoviendo un retorno a políticas como el
programa de rendición extraordinaria, las técnicas de interrogación mejoradas,
el secuestro de personas. Y sus críticas a Obama son, este hombre no quiere
meter más gente en Guantánamo, así que simplemente los mata, ni se le ocurre
capturarlos; y eso hace que no podamos interrogarlos, y así perjudica nuestra
seguridad. Así que ese es su planteo. Pero esto también es parte –podemos
retomar el tema más tarde- de una disputa de poder entre la CIA y el Pentágono.
AMY GOODMAN: Estamos hablando con Jeremy
Scahill, co-fundador del sitio web The Intercept y co-autor de la investigación
periodística: The Drone Papers (Los Papeles
de los Drones). Su contribución a la serie incluye los artículos The Assassination Complex y Find, Fix, Finish (Encontrar,
Arreglar, Eliminar). Cuando regresemos, nos acompañarán también los co-autores
de Jeremy en esta producción impresionante y explosiva. Esto es Democracy Now!
Volvemos en un minuto.
Tradudico por Linda Artola, editado por Verónica Gelman, Clara Ibarra y Democracy Now! en Español.
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