La Cruz Roja cancela su visita a Guantánamo por
contagios de COVID
La pandemia ha forzado a la ausencia más larga de la organización humanitaria de la remota prisión militar en Cuba desde su
apertura en enero del 2002.
Un centro de detención en la bahía de Guantánamo en Cuba. Una delegación del Comité Internacional de
la Cruz Roja típicamente incluye un oficial médico y entrega correo y mensajes
de las familias de los detenidos. Crédito Doug Mills/The New York Times
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Carol Rosenberg
New York Times
7 de agosto del 2020
Traducido del inglés por El Mundo No Puede Esperar 6 de septiembre de 2020
Este artículo fue producido en colaboración con el the Pulitzer Center on Crisis Reporting.
El Comité Internacional de la Cruz Roja ha cancelado su próxima visita a la prisión de la bahía de Guantánamo en Cuba citando los
peligros de viajar durante la pandemia, haciendo que esta sea la ausencia más
larga de la prisión desde su apertura en enero del 2002.
La organización humanitaria basada en Génova, visitó por última vez a los cuarenta
detenidos en tiempos de guerra el pasado mes de marzo. Una delegación
típicamente incluye a un oficial médico, entrega correo y mensajes de
familiares y levanta preocupaciones con el ejército estadounidenses a través de
conversaciones confidenciales.
Pero Elizabeth Gorman Shaw, una portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja en Washington, dijo el viernes que “se había
tomado la difícil de cancelar la visita por los riesgos elevados de COVID-19”.
“El alto riesgo de taza de contagio, junto con el riesgo de viaje aéreo internacional y complicaciones logísticas fueron una de
las más grandes preocupaciones que llevaron al ICRC (por sus siglas en inglés)
a tomar esta decisión”, añadió.
La base naval de 6,000 residentes reportó dos casos del virus en marzo y abril, impuso, después restricciones en divulgaciones. No
tiene pruebas instantáneas para coronavirus y envía las muestras al territorio,
según la discreción del staff médico en el hospital de doce camas de la base.
El capitán naval a cargo de la base solicita que las llegadas permanezcan en cuarentena por catorce días para determinar si se
convierten en casos sintomáticos. Los delegados de la Cruz Roja habían,
inicialmente, tenido la intención de viajar este mes, lo que sería la visita
número 135 a los prisioneros, desde el 2002.
La cancelación llega en un momento particular en el aislamiento en Guantánamo. Ningún abogado ha ido a la base desde febrero, aunque
algunos han hablado con los prisioneros vía telefónica.
El abogado de uno de un prisionero yemení de larga estadía dijo el viernes que se encontraba decepcionada por la decisión y
preocupada por su cliente Sharqawi al-Hajj
de 46 años ya que desde que intentó cortarse las muñecas el año pasado, no había tenido acceso a nadie más que a los empleados
de la prisión.
Doctores independientes han considerado como suicida al Sr. al-Hajj, dijo Pardiss Kebriaei del Centro Constitucional de Derechos (CCR por sus siglas en inglés). Basándose en
recientes llamadas telefónicas con él, ella dio que “su condición es muy preocupante”.
La Sra. Shaw dijo que, desde lejos, su organización había podido “facilitarle varias llamadas telefónicas e intercambiar mensajes
de flujo estable con la Cruz Roja” entre los detenidos de Guantánamo y sus familias.
Los empleados de la prisión en Guantánamo supervisan las llamadas telefónicas, mismas que son manejadas por la Cruz Roja o algún
afiliado al otro lado de la línea y el ejército estadounidense distribuye las
cartas a los detenidos cuando los representantes de la Cruz Roja no pueden
estar ahí para entregarlas en la prisión.
Días antes, el juez del ejército que supervisa el tribunal de crímenes de guerra en Guantánamo canceló el transporte aéreo de la
base en septiembre para la audiencia previa al juicio en el caso de cinco
hombres acusados de planear los ataques del 11 de septiembre del 2011. Ese caso
ha estado plagado,
por años, por una serie de retrasos y abruptamente
la notoria renuncia, en marzo, del juez.
Pero el juez principal, el coronel Douglas K. Watkins, quien ha estado llevando el caso en un status de guardián, mencionó en su orden
de cancelación que los fiscales habían fallado en presentar una propuesta de
promesa para un
viaje ambicioso de ocho semanas. Acerca de cien personas se habrían tenido
que poner en cuarentena en tiendas y camiones en el crudo complejo llamado Campamento Justice en un intento de
lograr un progreso en el caso.
Jueces militares han cancelado por lo menos cinco rondas de audiencias de las comisiones militares en Guantánamo desde que la
Organización Mundial de la Salud (WHO por sus siglas en inglés) declarara
la pandemia de coronavirus el 11 de marzo, con uno de ellos mencionando que
los catorce días de cuarentena de la marina en la base habían “excesivamente
agraviado los requerimientos logísticos”.
Esta semana, el Pentágono ajustó su política para permitir que algunas fuerzas militares y contratistas estar en cuarentena en
los Estados Unidos por catorce días antes de viajar fuera del territorio. Pero
el mayor Gregory J. McElwain, un portavoz para el Comando Sur de los Estados Unidos, que supervisan las
operaciones de detención en Guantánamo, dijo el viernes que la prisión
continuará su cuarentena costa afuera “para garantizar la salud y seguridad de
nuestras tropas y los detenidos”.
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