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Retenes de alcoholemia reportan altas ganancias

Investigación revela que las confiscaciones en los puntos de control en 2009 generaron unos $40 millones por servicios de remolque y multas

  • Ryan Gabrielson / California Watch |
  • 2010-02-14
  • | La Opinión

Las revisiones a los coductores para saber si han bebido alcohol es una práctica común en California. J. Emilio Flores/La Opinión

Los retenes de sobriedad en California se están convirtiendo cada vez más en operaciones rentables para los departamentos de policía locales, mismos que tienen una probabilidad mucho mayor de confiscar automóviles de conductores sin licencia que de atrapar a choferes ebrios.

Una investigación realizada por el Programa de Informes de Investigaciones de UC Berkeley y California Watch encontró que las confiscaciones en los puntos de control en 2009 generaron aproximadamente 40 millones de dólares en cargos por servicios de remolque y multas de la policía, ingresos que las ciudades reparten con las empresas de servicio de remolque.

Además, los agentes de policía recibieron unos 30 millones de dólares en horas extra por las operaciones de DUI (manejar bajo la influencia del alcohol o narcóticos), financiadas por la Oficina de Seguridad en el Tránsito de California.

En docenas de entrevistas en los últimos tres meses, las autoridades del orden público y las empresas de servicios de remolque señalaron que los vehículos incautados provienen principalmente de conductores de minorías, a menudo inmigrantes indocumentados.

En el curso de su examen, el Programa de Informes de Investigaciones revisó cientos de páginas de registros financieros de la ciudad e informes policiales y analizó datos que documentaban los resultados de cada punto de control que recibió fondos estatales durante los últimos dos años. Estos son algunos de los resultados:


La seguridad en las carreteras es uno de los objetivos que se buscan con los retenes. J. Emilio Flores/La Opinión

• Con frecuencia, los puntos de control de alcoholemia inspeccionan el tránsito dentro o cerca de los vecindarios hispanos. En las ciudades donde los hispanos representan la mayoría de la población se confisca el triple de automóviles que en las ciudades con pequeñas poblaciones de minorías. En South Gate, una ciudad del condado Los Ángeles donde los hispanos representan el 92% de la población, la policía confiscó un promedio de 86 vehículos por operación el último año fiscal.

En los puntos de control en ciudades donde los hispanos representan la porción más grande de la población fueron incautados 34 automóviles por operación, un índice tres veces mayor al de las ciudades con poca población hispana, indica el análisis del programa de Informes de Investigaciones.

• Las incautaciones parecen desafiar el dictamen realizado en 2005 por un tribunal federal de apelaciones en el que se determinó que la policía no podía confiscar automóviles solamente porque el conductor no poseía una licencia. De hecho, la policía ha aumentado la cantidad de incautaciones de vehículos en todo el estado. El año pasado, los agentes confiscaron más de 24,000 automóviles y camiones en los puntos de control. Ese total es aproximadamente siete veces mayor a los 3,200 arrestos por conducir en estado de ebriedad que se efectuaran en las operaciones en autopistas y carreteras. El porcentaje de incautaciones de vehículos aumentó 53% en comparación con 2007. Los vehículos son llevados generalmente a un estacionamiento para vehículos en infracción. La empresa de servicios de remolque es la que habitualmente vende los autos que no son recuperados por sus dueños y se queda con el dinero recaudado.

• Con frecuencia los departamentos asignan exceso de personal en los puntos de control, y los agentes ganan horas extra. El Departamento de Policía de Moreno Valley en el condado Riverside tuvo como promedio 38 agentes en cada operación el año pasado, seis veces más que lo que se establece como necesario en las pautas federales. Otros casi 50 departamentos locales de la Policía y del Sheriff promediaron 20 o más agentes por punto de control, operaciones que promediaron tres arrestos por noche por manejar en estado de ebriedad.

Los agentes del orden público afirman que los datos demográficos no afectan la decisión de la policía sobre dónde establecer los puntos de control.

De hecho, el análisis del Programa de Informes de Investigaciones no encontró pruebas de que los departamentos de policía establecieran puntos de control dirigidos especialmente a los vecindarios hispanos. Las operaciones generalmente tienen lugar en vías públicas importantes cerca de autopistas, y los conductores de minorías generalmente son atrapados en la red del punto de control.

"Todo lo que buscamos es controlar la sobriedad y si la persona cuenta con una licencia de conducir", señala el capitán Ralph Newcomb del Departamento de Policía de Montebello. "Nunca se toma en consideración el origen de la persona o su situación".

Asimismo, el dictamen del tribunal de apelaciones pronunciado en 2005 incluye ciertas excepciones, las que permiten a la policía a confiscar automóviles de conductores sin licencia, en los casos en que abandonar el vehículo plantee una amenaza a la seguridad pública.

Pero observadores que concurrieron a los puntos de control en Sacramento, Hayward y Los Ángeles vieron a agentes confiscando automóviles que no parecían presentar ningún peligro.

También observaron que muchos de los choferes que perdían sus vehículos en dichos puntos de control eran inmigrantes indocumentados, según las entrevistas realizadas con los conductores y la policía. Estas personas rara vez recusaban la incautación del vehículo o contaban con el dinero en efectivo para recuperar su automóvil, según indican los estudios y las entrevistas.

Algunas autoridades de las empresas de servicios de remolque compartieron historias de madres inmigrantes que llegaban al estacionamiento de automóviles en infracción para retirar el asiento de seguridad infantil o para recobrar algún juguete de los niños antes de ceder el vehículo a la empresa de remolque.

"Tengo que estar aquí durante días y ver cómo rescatan toda su vida de los vehículos", dijo Mattea Ezgar, encargada administrativa de la empresa de remolques Terra Linda Towing, en San Rafael.

Esto no es lo que los legisladores buscaban cuando aprobaron la ley de confiscaciones hace 15 años, la misma ley que el tribunal federal ha cuestionado desde entonces, señala David Roberti, antiguo presidente del Senado estatal.

"Cuando algo tiene tanto éxito, quizás indica que es demasiado fácil obtener una confiscación, lo que debería ser más bien un caso excepcional pasa a ser la regla", dijo Roberti.

La ley de confiscaciones le otorgó a la policía la autoridad de confiscar los automóviles de los conductores sin licencia durante 30 días. La Oficina del Procurador General de California señaló en una declaración por escrito que la ley estatal no es clara en lo que respecta a permitir o no la incautación de vehículos de conductores sin licencia.

La policía generalmente no confisca los automóviles de los conductores arrestados por conducir en estado de ebriedad, lo que significa que los propietarios pueden recuperar sus vehículos al día siguiente, según las autoridades del orden público.

Con el apoyo de grupos como Mothers Against Drunk Driving, California ha aumentado a más del doble la cantidad de puntos de control de alcoholemia en los últimos tres años.

Es claro que los retenes de DUI han salvado una infinidad de vidas en las autopistas del país y han hecho que miles de conductores ebrios sean llevados ante la justicia. Además, al inspeccionar las licencias de conducir, la policía atrapa a choferes que conducen ilegalmente, generalmente sin seguro, y los retira provisoriamente de las calles.

Las autoridades del estado declararon que 2010 será el "año de los retenes". La policía piensa llevar a cabo 2,500 operaciones en cada región de California. Algunos departamentos comenzaron a ampliar la definición de los retenes de alcoholemia para incluir el control de los conductores sin licencia.

Para recuperar un vehículo confiscado, el propietario debe pagar entre 1,000 y 4,000 dólares en servicios de remolque y estacionamiento, además de multas impuestas por el gobierno local, según indican los registros financieros municipales.

Aproximadamente el 70% de las veces los propietarios dejan abandonados sus automóviles en los estacionamientos de vehículos en infracción, señala Perry Shusta, propietario de la empresa de servicios de remolque Arrowhead Towing en Antioch y vicepresidente de la Asociación de Remolque de California. Las empresas de remolque venden muchos de los vehículos abandonados y se quedan con el dinero recaudado.

Se observa gran disparidad entre el número de arrestos por manejar en estado de ebriedad y el de vehículos incautados en las ciudades.

Los puntos de control de DUI de la ciudad de Montebello son los menos eficaces en California a la hora de retirar conductores ebrios de las calles y autopistas, indicó el Programa de Informes de Investigaciones.

El año pasado, los agentes no realizaron ni una prueba de sobriedad en tres de cinco operaciones en autopistas de la ciudad, señalan los registros estatales.

Montebello recaudó más de 95,000 dólares durante el último año fiscal en puntos de control, incluyendo dinero de subsidios para las horas extra de los policías.

La Oficina para la Seguridad en el Tránsito de California, administrada en parte por autoridades de UC Berkeley, continúa financiando las operaciones de Montebello, proporcionando un nuevo subsidio de 37,000 dólares para este año.

La mayoría de los 3,200 controles del estado en los últimos dos años ocurrieron dentro o cerca de vecindarios hispanos, indica el análisis del Programa de Informes de Investigaciones.

Asimismo, la policía confiscó la mayor cantidad de automóviles por punto de control en ciudades donde los hispanos representan la mayoría de la población, según las estadísticas de seguridad en el tráfico del estado y los datos del Censo de EEUU.

Los agentes no preguntan sobre el estado migratorio del conductor. Tampoco se comunican con la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) cuando sospechan que el conductor sin licencia se encuentra en el país en forma ilegal.

El estado no recolecta datos en forma sistemática sobre los lugares donde los departamentos de policía implementan los puntos de control. La mayoría de los organismos del orden público de California se negaron a divulgar registros donde se indicara las intersecciones que buscan controlar, o lo que ocurrió en los puntos de control, lo que dificultó llevar a cabo un análisis estadístico de las incautaciones en comunidades con un alto índice de minorías.

Pero las ciudades en todo el estado operan puntos de control en comunidades con gran densidad de minorías, señaló el Programa de Informes de Investigaciones a partir de los datos demográficos y más de tres docenas de entrevistas realizadas con autoridades del orden público durante operaciones de control de DUI.

Existe una disparidad entre las confiscaciones de vehículos y los arrestos por conducir en estado de ebriedad en prácticamente todas las regiones de California.

En San Rafael, 10 de los 12 puntos de control de sobriedad de la ciudad tuvieron lugar en los últimos dos años en calles aledañas a los vecindarios con alta densidad de residentes hispanos.

Dichas operaciones tuvieron como resultado cuatro arrestos por conducir en estado de ebriedad y 121 automóviles confiscados por infracciones asociadas con la licencia de conducir.

El Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) promedió seis arrestos por conducir alcoholizado por punto de control en 2009, según indican los datos del estado, más que la mayoría de los departamentos en California.

La cantidad de confiscaciones por licencia de conducir de LAPD se duplicó en los últimos dos años. Una operación en diciembre tuvo como resultado la incautación de 64 vehículos y cuatro arrestos por conducir en estado de ebriedad.

MANEJO RESPONSABLE

El gobierno federal proporciona a la Oficina de Seguridad en el Tráfico de California unos 100 millones de dólares cada año para promover un manejo responsable que reduzca la cantidad de fatalidades en las calles y autopistas. De ese dinero, 30 millones se destinan a programas que financian operaciones para el control de conductores en estado de ebriedad, específicamente a puntos de control.

Las hora extra de la policía representa más del 90% de los gastos asociados con los retenes de alcoholemia. Los organismos del orden público tienden a usar más agentes de lo que requiere el punto de control, según las pautas establecidas por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Autopistas.

En todo el estado, los departamentos de policía asignan un promedio de 18 agentes en cada punto de control, según los datos del estado. El organismo federal de seguridad en el tráfico recomienda que la policía puede establecer puntos de control con solo seis agentes.

La docena adicional de agentes que se asigna típicamente en las operaciones de rutas en California le costó a los contribuyentes del gobierno estatal y federal otros 5.5 millones de dólares durante el año fiscal 2008-2009, según el análisis del Programa de Informes de Investigaciones.

El LAPD asignó en promedio 35 agentes a cada operación para el control de sobriedad.

Al menos una docena de agentes pasaron horas sentados y charlando en una operación a comienzos de enero en el centro de Los Ángeles. Un par de agentes fumó cigarrillos mientras observaba a los automóviles que pasaban por el control.

Los agentes confiscaron 22 automóviles esa noche e hicieron un arresto por conducir en estado de ebriedad.

Los datos del estado indican que durante el año fiscal anterior, el LAPD gastó 16,200 dólares por punto de control, y todo ese dinero se destinó a horas extra.

SURGEN INQUIETUDES

Hace 15 años que la policía de California incauta automóviles de conductores sin licencia de conducir, conforme a la ley estatal que le permite confiscar dichos vehículos durante 30 días.

Pero en 2005, el Tribunal Federal de Apelaciones del Noveno Circuito dictaminó en un caso de Oregon que el organismo de orden público no puede confiscar un vehículo si la única infracción es no tener licencia de conducir. Dicha confiscación representaría una violación a la Cuarta Enmienda, que protege a todas las personas que se encuentran físicamente dentro de Estados Unidos, sean o no residentes permanentes.

Una excepción se denomina la doctrina "del cuidado de la comunidad", que le permite a la policía confiscar un vehículo si presenta una amenaza a la seguridad pública, se encuentra estacionado ilegalmente o sufrirá actos de vandalismo en forma inminente si se deja en ese lugar.

El dictamen alteró dramáticamente la ley sobre la confiscación de vehículos. En respuesta, el Consejo Legislativo de California cuestionó en 2007 la legalidad de los procedimientos de confiscación del estado.

La demanda judicial que recusa la constitucionalidad de la ley de confiscaciones de California espera presentar sus alegaciones en forma oral ante el Tribunal Federal de Apelaciones del Noveno Circuito a fines de este año. El estado y varias ciudades acusadas sostienen que las confiscaciones son multas por infracciones penales, y por lo tanto los propietarios de los automóviles no están sujetos a la protección de la Cuarta Enmienda.

Roberti, antiguo senador del estado y entonces presidente del Comité Judicial del Senado, afirmó que él y sus legisladores no tomaron en cuenta la forma en que la ley de confiscaciones podría afectar a los conductores sin licencia.

"Se ha vuelto un control mucho más enérgico de lo que ninguno de nosotros se había imaginado en aquel momento", señaló.

Ryan Gabrielson, ganador del Premio Pulitzer 2009 por Periodismo Local, es periodista y miembro del Programa de Informes de Investigaciones de UC Berkeley bajo la dirección de Lowell Bergman, uno de los fundadores del Centro para la Elaboración de Informes de Investigación.


 

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