Alka Pradhan: Los secretos de tortura siguen ocultándose en
Guantánamo.
Todos tenemos derecho a saber toda la verdad”.
Alka Pradhan
Pittsburgh Post-Gazette
14 de enero de 2020
Traducido del inglés para El Mundo no Puede Esperar 18 de febrero de 2020
El once de enero, los Estados Unidos marcaron una dudosa piedra fundacional: el aniversario decimoctavo de la
Prisión en la Bahía de Guantánamo. Ahí siguen estando cuarenta hombres
olvidados hace mucho por el pueblo estadounidense, que se pregunta cómo podemos
actuar así, reteniendo a personas de color en “campos de trabajo” sin haber
pasado por ningún proceso legal. La respuesta es que hemos permitido a tres
administraciones eludir las consecuencias de sus actos de tortura, que han
aceptado, pero de la cual esconde prácticamente toda la historia. Es así hasta
el día de hoy.
En el 2012, la tortura de mi cliente, Ammar Al Baluch, se transmitió al mundo como
“entretenimiento” en el filme Zero Dark Thirty. El había desaparecido en 2003, retenido por la CIA a lo largo de tres años y
medio de tortura continua antes de traerlo a Guantánamo. En ese entonces,
fue sometido a falsos fusilamientos, golpeado
y privado de alimento. Soportó dos años y medio de privación intencional del sueño, y fue azotado tan
bestialmente contra la pared, por múltiples interrogadores, que hasta el día de
hoy vive con una importante lesión cerebral que lo afecta a diario.
La CIA dio a los cineastas Kathryn Bigelow y Mark Boal, acceso a información clasificada.
También les dio dinero para que hicieran parecer que la tortura de este
detenido los había llevado a Osama Bin Laden, antes de que el comité de
inteligencia del Senado derribara semejante falsedad.
Sin embargo, el reporte completo del comité es un mamotreto de seis mil páginas basado en los propios documentos de
la CIA que jamás ha sido desclasificado. El resumen de la autoridad ejecutiva
que se desclasificó en 2014 no es el reporte original. Cinco años después del
resumen de la autoridad ejecutiva, el reporte completo del caso sigue siendo
información clasificada, accesible sólo a un puñado de gente en el gobierno, y
de todos ellos solamente algunos lo han leído.
Al contrario que Zero Dark Thirty, el resumen de la
autoridad ejecutiva concluye que la tortura infligida a Ammar no produjo
ninguna información de inteligencia útil. No obstante, sí contiene secciones
detalladas de la captura de Ammar y los interrogatorios que le realizaron.
Poseo un pase de seguridad ultra secreto y jamás he visto esas secciones ni la
información que la CIA dio a la señora Bigelow y al señor Boal.
En noviembre pasado, Amazon lanzó The Report, una
nueva muestra de Hollywood del programa de tortura posterior al 9/11. La
filmación muestra los salvajes esfuerzos de la CIA para suprimir los
descubrimientos del Comité de Inteligencia del Senado y la falsea con
desinformación, lo cual incluye su asociación con Zero Dark Thirty. Así bien, The
Report únicamente nos deja ver el
mero principio de una historia que jamás ha terminado, sobre hombres que
torturan por años en prisiones secretas, y la forma en que eso nos ha alterado
como nación. Esos hombres vejados en esos espantosos lugares oscuros de la CIA
siguen en Guantánamo luchando por sobrevivir a la tortura sin cuidados médicos,
sin nada. Otros enfrentan pena de muerte ante cortes militares ilegales que se han convertido en un circo del circuito
penal en todo el mundo. La mayoría de los estadounidenses no tiene idea de cómo
esta historia continuará afectando nuestra seguridad nacional y las relaciones
con aliados; esto, en parte, porque el reporte completo del Senado sigue oculto.
Peor aún, el encubrimiento enmascaró el hecho de que el programa de tortura abarcó a todo el
gobierno federal, no sólo a la CIA. The Report retrata a agentes del FBI
como héroes anti-tortura. Nuevos testimonios en el caso del 9/11, confirman que
agentes del FBI estuvieron enviando listas de preguntas para las sesiones de
interrogatorios y torturas a las “sitios negros”, y solicitaron con prontitud
las respuestas obtenidas, bajo tortura, de los detenidos en los calabozos de la
CIA. De hecho, los agentes que procesaron la información sobre la tortura de
Ammar de 2003 a 2006, fueron los mismos agentes que lo interrogaron, con base en la información de 2007 en la
Bahía de Guantánamo. La asociación del FBI apenas si se
refleja en el resumen de la autoridad ejecutiva, aunque el reporte completo puede
arrojar más luz sobre la extensión de la podredumbre.
Mi equipo está, en el presente, en litigio de una moción con el propósito de desestimar las declaraciones que hizo Ammar a
los agentes del FBI, en 2007, como resultado de los años de tortura. Si no
tenemos éxito en nuestra moción, Ammar bien podría ser ejecutado a causa de la
tortura patrocinada por el Estado.
Estos son capítulos turbios de una historia cuyos detalles siguen emergiendo. Cuando los
estadounidenses vean The Report o lean la reseña del aniversario decimoctavo de la prisión de Guantánamo,
necesitamos recordar que los sujetos del programa de tortura no han dejado de
deteriorarse en una prisión ilegal, que el informe completo permanece bajo
llave y que tenemos derecho a saber la verdad total. Cuando The Report llegue al público, el informe verdadero
también debería echarse a andar, y todos los estadounidenses tendrían que
exigir transparencia sobre lo que pasa en la bahía de Guantánamo hasta que se
logre clausurar.
Alka Pradhan es un abogado civil de Derechos Humanos, y el representante de Ammar Al Baluchi en
los Estados Unidos v. Khalid Sheikh Mohammad et al. (“the 9/11 case”) en las
comisiones militar de la Bahía de Guantánamo. El Sr, Pradhan es conferencista
en la Escuela de Leyes Carey de la Universidad de Pensilvana, en el tema de
derechos humanos internacional - Post 9/11. El presente artículo no refleja la
opinión del Departamento de Defensa.
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