Patrulla Fronteriza allana un campamento de asistencia a migrantes en Estados Unidos
FERNANDA SANTOS
The New York Times Es
21 de junio de 2017
Con la colaboración del grupo "No Más Muertes",
los voluntarios distribuyeron agua en los caminos migratorios del desierto en
2013. Credit Josh Haner/The New York Times
|
Read in English
PHOENIX — La Patrulla Fronteriza hizo una redada el jueves pasado en un campamento de un
grupo de ayuda humanitaria en el desierto del sur de Arizona y arrestó a cuatro
hombres que habían cruzado ilegalmente hacia Estados Unidos, dijeron los
funcionarios de la Oficina
de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
Voluntarios del grupo No Más Muertes —que provee agua y atención de
primeros auxilios a los migrantes— dijeron que los hombres eran de México y
estaban recibiendo cuidados médicos de emergencia en el campamento. Este ya
había sido inspeccionado por agentes en ocasiones anteriores, pero esta fue la
primera vez que los oficiales fronterizos usaron una orden de registro para
entrar a las instalaciones, dijo el grupo en un comunicado.
Lo que sugiere un cambio de estrategia por parte de las autoridades fronterizas, en momentos
en que las temperaturas en la región van en aumento. A pesar de tener un
historial de relaciones tensas con No Más Muertes, la agencia había respetado
un acuerdo informal durante el gobierno de Obama que le permitía a los
migrantes poder buscar ayuda médica en el campamento sin temor a ser arrestados.
En una entrevista, el fundador del grupo, John Fife, calificó la incursión como “una
estrategia de los agentes fronterizos para paralizar e incluso neutralizar la
misión salvadora de una instalación médica que ellos solían respetar”.
Fife comentó el viernes 16 de junio que temía que esa acción hiciera correr el rumor entre los
migrantes de que el campamento de No Más Muertes ya no es seguro. Varios grupos
de voluntarios dejan agua y alimentos enlatados para los migrantes y les
proporcionan ayuda médica, pero No Más Muertes es una de las organizaciones más
grandes y la única que tiene una base permanente en el desierto de Arizona.
En un comunicado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos,
que controla a la Patrulla Fronteriza, dijo que los agentes no tuvieron otra
opción después de que los voluntarios se negaran a dejarlos entrar “para
interrogar a cuatro sospechosos por su ciudadanía y su derecho legal a estar en
Estados Unidos”.
“La Patrulla Fronteriza de Tucson contactó a los representantes del campamento de No Más
Muertes para que mantuvieran una relación de trabajo positiva y resolvieran la
situación amigablemente”, dijo el comunicado, refiriéndose al grupo por su
nombre en español. “Sin embargo, las conversaciones no tuvieron éxito”.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza proporcionó algunos detalles sobre los cuatro
hombres. La agencia dijo que tres de ellos fueron arrestados en el campamento y
otro fue detenido mientras intentaba escapar. Uno de esos hombres fue
identificado como Lucindo Díaz-Hernández, que había sido condenado por posesión
de drogas y pasó cinco años en prisión en el estado de Chihuahua, México, por
tráfico de drogas. También había sido deportado previamente.
La incursión interrumpió las operaciones del grupo, que se ha desplegado porque el aumento
de las temperaturas incrementa el riesgo de muerte por deshidratación entre los
migrantes que cada vez optan por atravesar desolados rincones del desierto del sur de Arizona para
evitar ser detenidos.
No es la primera vez que No Más Muertes y las autoridades se han enfrentado; los voluntarios han
acusado a los agentes de vandalizar el agua y los alimentos que les dejan a los
migrantes. En 2011, una cámara activada por movimiento capturó a un agente
dándole patadas a cinco jarras de agua que estaban sobre una roca.
Los voluntarios dijeron que en los últimos meses han notado que más agentes recorren los
caminos de tierra alrededor del campamento, que está cerca de Arivaca, una
comunidad localizada en una ruta de tráfico de drogas y de seres humanos.
Tres semanas antes, una situación similar tuvo un resultado diferente. Los agentes
amenazaron con presentar una orden de registro si un grupo de migrantes no se
rendía, cosa que hicieron.
El campamento de “No Más Muertes” en 2013 Credit Josh Haner/The
New York Times
|
Fife es un ministro presbiteriano jubilado muy conocido en la región por su trabajo en la
década de 1980 para proporcionarle refugio seguro a los centroamericanos que
escapaban de su conflicto civil y dijo que ya se había dirigido a la Patrulla Fronteriza
de Tucson para asegurarse de que el acuerdo informal, que se negoció en el
otoño de 2013, todavía estaba vigente.
Una copia no firmada del documento, proporcionada por No Más Muertes a The New York Times,
dice que los voluntarios estarían protegidos de amenazas de arresto o citación,
y que la asistencia médica que ellos proporcionan sería “reconocida y respetada
por los agentes gubernamentales y debería ser protegida de la vigilancia y la
interferencia”. Según Fife, el” acuerdo de buena fe” fue reafirmado durante una
reunión en abril con Félix Chávez, el jefe interino del sector en Tucson.
Pero luego los agentes se presentaron en el campamento, instalaron un puesto de control en la
entrada y empezaron a detener a los vehículos que salían de las instalaciones y
le preguntaban a los pasajeros su estatus de ciudadanía, dijo Maryada Vallet,
una de las voluntarias del grupo.
Desde 2001, la oficina del forense del Condado de Pima ha encontrado más de 2600 restos de
migrantes no identificados que murieron en el desierto de Arizona.
Históricamente, esos hallazgos han alcanzado sus cuotas más altas durante los
meses más cálidos. Según el informe anual de la oficina, 48 de los 154 restos
encontrados el año pasado fueron descubiertos en junio y julio.
Voluntarios de No Más Muertes y otros grupos humanitarios localizaron restos humanos, en
promedio, una vez cada tres días en el desierto del sur de Arizona. Ellos
argumentan que las políticas fronterizas han obligado a que los inmigrantes
tracen rutas cada vez más lejos en el desierto, lejos del campo o de cualquier
lugar donde puedan buscar ayuda.
Chávez, el jefe interino, discrepó vehementemente. Durante una reunión con varios de estos
grupos en abril, dijo que “las personas les entregan sus vidas a las organizaciones
criminales, a esos contrabandistas despiadados, que los llevan al desierto”.
En su declaración, las autoridades recalcaron los peligros de cruzar ilegalmente la
frontera y animaron a cualquier persona que necesite ayuda a “llamar
inmediatamente al 911, ya que los retrasos podrían ocasionar la pérdida de vidas”.
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|