Operación “Ocupación duradera
Dahr Jamail y Bhaswati Sengupta Dahr Jamail Mideast Dispatches 23 de
marzo de 2010
Traducción para Rebelión de Loles Oliván
Hablando claro
La Estrategia Nacional de Defensa de 2008 declara:
Los intereses de EE.UU. incluyen proteger la nación y a nuestros aliados de
un ataque o de las coacciones; promover la seguridad internacional para reducir
los conflictos y fomentar el crecimiento económico; y asegurar el patrimonio
común y el acceso a los mercados y recursos mundiales. Para lograr estos
intereses, EE.UU. ha desarrollado capacidad militar y alianzas y coaliciones, ha
participado y apoyado la seguridad internacional y las instituciones económicas,
ha utilizado la diplomacia y el poder sutil para dar forma al comportamiento de
los Estados y al sistema internacional, y utiliza la fuerza cuando es necesario.
Estas herramientas ayudan a conformar el marco estratégico con el que EE.UU.
planifica el futuro, y nos ayudan a alcanzar nuestros fines.
Y añade:
Nuestras fuerzas serán lo suficientemente fuertes para disuadir a adversarios
potenciales de que emprendan un desarrollo militar con la esperanza de superar o
igualar el poder de EE.UU. Para lograrlo EE.UU. requiere bases y estaciones
dentro y fuera de Europa occidental y en el nordeste de Asia.
A la luz de tan claros objetivos, es muy poco probable que el gobierno de
EE.UU. permita un Irak verdaderamente soberano, libre de tropas estadounidenses
ya sea dentro de sus fronteras o de vigilancia desde el extranjero a corto
plazo.
El Acuerdo sobre el Estatuto de Fuerzas (SOFA, en sus siglas en inglés) entre
los gobiernos iraquí y estadounidense prevé una presencia mantenida de EE.UU.
una vez transcurrida tanto la fecha límite de agosto de 2010 de retirada de
todas las tropas de combate, como el plazo de 2011 de retirada de las tropas
restantes.
De acuerdo con todas las variantes que utiliza EE.UU. para proporcionar un
mandato legal a las casi mil bases a lo largo del planeta, técnicamente ninguna
base estadounidense en ningún país extranjero es "permanente". Así, las bases de
EE.UU. en Japón, Corea del Sur y Alemania que han existido durante decenios no
son "permanentes." Técnicamente.
La mayoría de los analistas coinciden en que EE.UU. tiene previsto mantener
por lo menos cinco bases "duraderas" en Irak.
El escritor, lingüista y analista político estadounidense Noam Chomsky,
afirmaba que "[…] las bases [extranjeras] son el imperio. Son el punto de
proyección del poder y de su expansión” [1].
Chalmers Johnson, autor y profesor emérito de la Universidad de California en
San Diego, comentó: "[…] En un sentido simbólico [las bases] son una manera de
demostrar que EE.UU. se queda allí vigilando” [2].
Gordon Adams, durante mucho tiempo analista de defensa en la Universidad
George Washington, declaró a AP que en el contexto más amplio del
reforzamiento de la presencia de EE.UU. en un Oriente Próximo rico en petróleo,
es preferible tener bases en Irak que portaviones en el Golfo Pérsico. "Los
aviones no tienen fuerza. Hay una gran ventaja en la infraestructura a nivel
terrestre. A nivel estratégico, disponer de bases en Irak tiene todo su
sentido”.
Según el profesor Zoltan Grossman del Evergreen State College, que ha
investigado las bases militares y ha participado en la red mundial contra las
bases extranjeras desde hace varios años, EE.UU. no tiene intención de liberar
el control de sus bases en Irak [3]. El Pentágono, según él, tiene muchos viejos
trucos para enmascarar la presencia militar y la presión armada.
En una entrevista con Truthout hacía la siguiente observación:
“[…] Desde la Guerra del Golfo, EE.UU. no sólo ha estado construyendo bases
para librar guerras, sino que ha estado llevando a cabo guerras para crear
bases. El efecto ha sido la creación de una nueva esfera militar de influencia
estadounidense para hacer cuña en la región estratégica extendida desde la UE,
Rusia y China. El Pentágono no ha construido esas extensa bases permanentes
simplemente para entregárselas a los gobiernos clientes [4]”.
La predicción de Grossman para Irak:
“Busque un Acuerdo de Fuerzas Visitantes —del tipo negociado con Argentina—
que permite el acceso sin restricciones a supuestas “visitas” de las fuerzas
estadounidenses a sus antiguas bases. Del mismo modo, los ejercicios militares
conjuntos y constantes pueden mantener a las tropas de EE.UU. continuamente
visibles e intimidar a los iraquíes. Incluso después de 2011, nada en el SOFA
impide que los bombarderos estadounidenses (estacionados en Kuwait y en otros
lugares) ataquen blancos iraquíes cuando lo deseen, tal como lo hicieron entre
1991 y 2003. Nada impide los ataques con misiles o de las Fuerzas Especiales tal
como estamos viendo en Pakistán, Yemen y Somalia. Nada impide que la CIA o los
contratistas participen en misiones u operaciones de inteligencia iraquíes”.
Para añadir credibilidad a esto, tenemos el Artículo 6 del SOFA
estadounidense-iraquí, que aborda las “instalaciones acordadas”; el Artículo 27
menciona "[…] de común acuerdo las medidas militares" después de 2011, y el
Artículo 28 que habla de un escenario en el que Irak sea capaz de "solicitar"
seguridad a EE.UU. en la Zona Internacional (Zona Verde).
Lenguaje gris
El capítulo 6 del Quadrennial Defense Review Report de 2010 señala
[5]:
“En febrero de 2009, el presidente Obama resumió la reducción prevista de las
fuerzas de EE.UU. en Irak a 50.000 soldados y el cambio de la misión el 31 de
agosto de 2010. En ese momento, las fuerzas de EE.UU. habrán completado la
transición de [fuerzas de] combate y contrainsurgencia a una misión más limitada
que se centra en: la formación y asistencia a las fuerzas de seguridad iraquíes
(ya se han reservado dos mil millones de dólares para el ejercicio fiscal de
2011 [6]); proporcionar protección a las fuerzas militares, al personal civil y
a las instalaciones de EE.UU.; llevar a cabo operaciones antiterroristas
específicas y apoyar a los organismos civiles estadounidenses y a las
organizaciones internacionales en sus labores de construcción de capacidades”.
El informe puntualiza además que la retirada de tropas estadounidenses "se
producirá de conformidad" con el SOFA pero que "el ritmo de la reducción tendrá
en cuenta los logros aunque sean frágiles de la seguridad en Irak” y
“proporciona a los mandos estadounidenses flexibilidad suficiente para que
asistan a los iraquíes ante los nuevos desafíos”.
El 15 de mayo de 2006, el general John Abizaid, supervisor de las operaciones
militares de EE.UU. en Irak en aquel momento, declaró: “EE.UU. desea mantener a
largo plazo la presencia militar en Iraq para fortalecer a los moderados contra
los extremistas en la región y proteger el flujo de petróleo”.
El 12 de marzo de 2010, el general de división Tony Cucolo, comandante de las
tropas de EE.UU. en el norte de Irak, dijo a los periodistas durante una
conferencia telefónica [7] que podría ser necesario mantener a las tropas de
combate que participan en el mecanismo de seguridad que mantiene la paz entre
las fuerzas nacionales iraquíes y las regionales kurdas más allá de la fecha
límite de agosto.
La Estrategia de Seguridad Nacional para las Misiones de EE.UU. en el
Extranjero propone "emprender una nueva era de crecimiento económico global a
través de los mercados libres y el libre comercio y presionar para [alcanzar]
mercados abiertos, estabilidad financiera, y una integración más profunda de la
economía mundial”. Esto encaja perfectamente con la política esbozada por el
Quadrennial Defense Review Report, que sostiene que el ejército
estadounidense tiene una capacidad declarada para luchar contra “múltiples
guerras superpuestas” y para “asegurar que todas las grandes potencias y las
emergentes se integren como agentes constructivos y partes interesadas en el
sistema internacional”.
Este tipo de lenguaje tan gris y lleno de lagunas en los documentos de
política ha sido lo normal desde que EE.UU. invadió Irak hace siete años. Ello
no ha cambiado con el SOFA.
“La probabilidad de que EE.UU. planee mantener tropas en Irak después del 31
de diciembre de 2011 tiene que ser medida en el contexto de la historia de las
violaciones estadounidenses de la soberanía territorial de otros países, el
espacio aéreo, etc.”, explica a Truthout Phyllis Bennis, directora del
Proyecto Nuevo Internacionalismo con el Institute for Policy Studies de
Washington, DC. “ […] Por el momento, esto es quizás más evidente en Pakistán,
donde EE.UU. ha atacado sistemáticamente a presuntos talibanes o de al-Qaida
tanto por aire como con tropas terrestres (limitadas) en territorio paquistaní a
pesar de la oposición manifestada por el gobierno de Pakistán que es
nominalmente aliado de EE.UU.”.
“Los primeros debates públicas en torno a “reorientar las misiones” de las
tropas de combate modificando su asignación oficial de combate a la de
“formación” o “asistencia”, permitiéndoles permanecer en Irak después de la
fecha límite de agosto de 2010 en que todas las tropas de combate deberían ser
retiradas del país, constituye el modelo para que tales artimañas del lenguaje
hagan que así sea”, dijo Bennis, y añadía: “ello puede estar vinculado o no a
una ‘necesidad’ futura de que las tropas de EE.UU. permanezcan para proteger el
creciente número de civiles del gobierno estadounidense asignados a Irak a
medida que disminuya el número oficial de tropas”.
Bennis explicó que la redacción del SOFA se basa en la afirmación de que Irak
es una nación soberana y que el gobierno de Irak está eligiendo libremente
asociarse con el gobierno de EE.UU. Pero la realidad, según Bennis, es que el
SOFA se ha negociado y firmado mientras Irak era (y sigue siendo actualmente) un
país ocupado y controlado por EE.UU. Su gobierno es y era en el momento de la
firma del SOFA dependiente del apoyo de EE.UU.
El artículo 27 del SOFA afirma en su texto:
"[…] En caso de cualquier amenaza externa o interna o de agresión contra Irak
que viole su soberanía, la independencia política o la integridad territorial,
sus aguas, su espacio aéreo, su sistema democrático y sus instituciones
elegidas, a petición del gobierno de Irak, las Partes iniciarán inmediatamente
las deliberaciones estratégicas y, como pueda ser acordado mutuamente, EE.UU.
tomará las medidas apropiadas, incluidas medidas diplomáticas, económicas o
militares, o cualquier otra medida, para impedir tal amenaza”.
Si bien el acuerdo es vinculante aparentemente sólo tres años, el artículo 30
permite enmendar el SOFA lo que podría incluir, por supuesto, la ampliación de
su plazo de tiempo —y con el gobierno iraquí todavía cualitativamente
dependiente del apoyo de EE.UU., ello parece probable. Lo mismo ocurre con el
artículo 28 que establece: "El gobierno de Irak podrá solicitar apoyo limitado y
temporal de las fuerzas estadounidenses a las autoridades iraquíes para la
misión de seguridad de la Zona Verde”.
[Bennis] concluye:
“[…] No hay duda de que EE.UU. ha querido durante muchos años establecer y
mantener bases militares en Iraq, estén o no estén oficialmente designadas como
"permanentes”. No creo que el Pentágono esté dispuesto a entregarlas todas a
Irak, a pesar de que el lenguaje del contrato obliga exactamente a eso. En
cambio, creo que el acuerdo formal tras el vencimiento del actual SOFA puede ser
a través de algún tipo de acuerdo oficial "bilateral" entre Washington y Bagdad
que permita a EE.UU. “alquilar”, “arrendar” o “adquirir en préstamo” a largo
plazo las bases a un supuesto gobierno “soberano” de Irak. Esta posibilidad
crece según aumenta el número de declaraciones de responsables militares y
políticos estadounidenses en general que dan a entender la posibilidad de una
presencia a largo plazo de las tropas de EE.UU. en Irak después del 31 de
diciembre 2011, “si el gobierno soberano de Irak debe solicitar tal idea...”.
El Director de Estudios Globales de la Universidad Stony Brook de Nueva York,
el profesor Michael Schwartz, ha escrito extensamente sobre la insurgencia y el
Imperio de EE.UU. Seña a Truthout que “[…] las acciones del presidente
Obama han dejado muy claro que no está dispuesto a sacrificar los 50.000
efectivos de las fuerzas de ataque, aunque también ha dicho que acataría el SOFA
y que retiraría todas las tropas de Iraq a finales de 2011. Mientras tanto,
Gates y varios generales han publicado declaraciones o globos sonda [8] diciendo
que el plazo de 2011 podría ser poco práctico y que distintos tipos de fuerzas
pueden quedarse más tiempo, bien para proporcionar fuerza aérea, para continuar
la formación de los militares iraquíes, o para proteger a Irak de una invasión.
Cualquiera o todas estas [razones] podrían traducirse en el mantenimiento de las
50 mil fuerzas de ataque así como de las cinco ‘bases duraderas’".
Que la administración de Obama tiene la intención de mantener una presencia
militar importante en Iraq después de 2011 es evidente en su continua
insistencia en que se debe garantizar la “democracia” en Irak.
Schwartz explica:
“[…] En Washington, hablar de esto significa que el gobierno iraquí debe ser
un aliado de EE.UU., una condición que ha sido reiterada y confirmada por todas
las facciones (republicana y demócrata) de Washington desde el comienzo de la
invasión. Habida cuenta de la creciente negativa del gobierno de al Maliki a
seguir los dictados de EE.UU. (por ejemplo, en los contratos petroleros, sobre
las relaciones con Irán, y sobre las relaciones con Anbar y otras provincias
sunníes), la retirada de las tropas permitiría a al Maliki aún más margen de
maniobra para aplicar políticas inaceptables para Washington. Así pues, aunque
el propio al Maliki se suceda a sí mismo como primer ministro, EE.UU. puede
necesitar tropas para mantener la presión sobre él. Si no se sucede a sí mismo,
las opciones de alternancia posibles son mucho más explícitas respecto al
rechazo a la integración de Iraq en la esfera de interés de EE.UU.; el gobierno
de Obama se quedaría con la perspectiva inaceptable de que la retirada daría
como resultado que Iraq adoptase una posición no muy diferente a la de Irán con
respecto a la presencia de EE.UU. y su influencia en Oriente Próximo”.
Su desalentadora conclusión es:
“[…] Con todo, hay miríadas de señales que indican que la retirada de las
tropas de EE.UU. podría dar como resultado que Irak se liberase de la influencia
estadounidense y/o que privase a EE.UU. de la fuerte presencia militar en esa
parte de Oriente Próximo que Bush y Obama han defendido y han luchado por
establecer. Hasta que vea algún signo de que las cinco bases van a ser
desmanteladas, seguiré creyendo que EE.UU. hallará alguna razón —con o sin el
consentimiento del gobierno iraquí — para mantener allí una muy fuerza militar
muy importante (del orden de los 50 mil)”.
Ampliar la base
La embajada de EE.UU. en Irak —que es ya el más grande complejo diplomático
del planeta y tiene el tamaño de la Ciudad del Vaticano [9]— va a duplicar
probablemente su tamaño. Robert Ford, Jefe Adjunto de la Misión en Bagdad, dijo
a la prensa en enero: “Si el Congreso nos da el dinero que estamos pidiendo,
esta embajada va a ser el doble del tamaño que es ahora. No disminuye; es cada
vez más grande” [10].
En 2005, The Washington Post informaba [11]:
“En Irak está en marcha una renovación, aún más cara, de los aeródromos de la
base aérea de Balad, un centro de logística militar de EE.UU., donde por 124
millones de dólares la Fuerza Aérea está creando espacio para una pista
adicional para aviones de carga y helicópteros. Y más al sur, en Qatar, se está
construyendo en forma de bunker gigante de cemento un centro de operaciones
aéreas de 104.000 metros cuadrados para supervisar los aviones militares
estadounidenses en Oriente Próximo, Asia Central y África. El ejército
estadounidense dedica más de 1.2 mil millones de dólares a proyectos bien ya en
marcha o previstos para la región del Comando Central —un plan de expansión que
los comandantes de EE.UU. dicen que es necesario, tanto para apoyar las
operaciones en Irak y Afganistán, como para establecer una presencia a largo
plazo en la zona.
El teniente general Walter E. Buchanan III, que supervisa las operaciones
aéreas del Comando Central señalaba: “Como la fuerza terrestre disminuye,
necesitaremos la aérea para poder establecer una presencia en algunas partes del
país donde no tenemos soldados, para vigilar allí donde no tengamos soldados
sobre el terreno”.
En 2007, en un artículo titulado “EE.UU. construye una base aérea en Irak
para largo plazo" NPR informaba [12]: “La base militar de EE.UU. en
Balad, a unos 60 kilómetros al norte de Bagdad, está convirtiéndose rápidamente
en una de las mayores instalaciones militares estadounidenses en territorio
extranjero. […] La base es un proyecto de construcción gigante, con nuevas
carreteras, aceras, y estructuras que se elevan a lo largo de los 41.44 km
cuadrados de esta fortaleza situada en el centro de Iraq con la mirada puesta en
las próximas décadas”.
Es tan grande que, “[…] hay un servicio regular de autobuses dentro de su
perímetro para transportar a las decenas de miles de soldados y contratistas que
viven aquí. Y los servicios son acordes con el tamaño de la población. La cadena
de comida Subway es una de las varias cadenas estadounidenses que están
presentes. Hay dos puntos de venta de productos que son casi tan grandes como
Target o K-Mart. Se pueden comprar artículos de consumo, desde
ordenadores portátiles hasta pantallas planas de televisión, o motocicletas
Harley Davidson”.
El informe agregaba que "varios altos oficiales militares han descrito en
privado la Base Aérea de Balad, y algunas otras grandes instalaciones de Irak,
como las bases futuras de las operaciones militares de EE.UU.”. El término
utilizado [para denominarlas] es "nenúfar”, para describir a los militares
saltando de una base a otra sin tocar el suelo que las separa.
En septiembre de 2009, The New York Times decía sobre Balad [13]:
“La masajista Mila, de Kirguistán, tarda una hora en ir al trabajo en autobús
a esta base estadounidense en expansión. Su sala de masajes es una de las tres
que hay en esta base de 2.835 hectáreas y se ubica junto a una tienda de
bocadillos Subway, en un remolque rodeado de muros de arena y roca. En
Subway, trabajadores de la India y Bangladesh hacen bocadillos para los
soldados estadounidenses que buscan un sabor de casa. Cuando los que hacen los
bocadillos terminan su turno, el viaje de regreso les lleva a través de una
planta de energía, una planta de fabricación de hielo, un centro de tratamiento
de aguas residuales, un hospital y decenas de otras instalaciones que uno
esperaría encontrar en una ciudad pequeña. Y en más de seis años, eso es lo que
los estadounidenses han creado aquí: ciudades en la arena… […] Algunas de las
bases tienen una población de más de 20.000 personas con miles de contratistas y
ciudadanos de terceros países para mantenerlas en funcionamiento.
Camp Anaconda, como se llama la base de Balad, también tiene una piscina de
tamaño olímpico. La empresa embotelladora proporciona siete millones de botellas
de agua al mes para la gente de la base. Esta base contiene también dos parques
de bomberos y la única pista de aterrizaje más concurrida de todo el
Departamento de Defensa”.
Un artículo publicado en Associated Press en 2006 bajo el título
"Idear las bases de EE.UU. plantea cuestiones a largo plazo", contaba lo
siguiente:
“[En Balad], el hormigón se eterniza, se desvanece en el resplandor del
mediodía, más de 56 mil metros cúbicos en una losa de más de 1 Km. y medio de
largo que es ahora el hogar de hasta 120 helicópteros de EE.UU., un
"heli-parque" tan bueno como cualquiera de los de EE.UU. En otra base gigante,
al-Asad en el desierto occidental de Irak, los 17 mil soldados y trabajadores
van y vienen en una especie de animada ciudad estadounidense, con Burger
King, Pizza Hut y un concesionario de coches, con stops, y
otras señales de tráfico, y jóvenes ciclistas obstruyendo las carreteras. El
último presupuesto también asigna 39 millones de dólares para la iluminación de
la nueva pista de aterrizaje, sistemas de control aéreo y mejoras que permitan a
al-Asad conectarse a la red eléctrica iraquí —una señal típica de una base a
largo plazo. En Tallil, la Base Aérea de Ali, además de los 14 millones de
dólares para el nuevo comedor, están a punto de hacer, por 22 millones de
dólares, un muro de seguridad de doble perímetro con control de accesos de alta
tecnología, torres de vigilancia y un foso —en la jerga militar, una ‘zanja con
arcén para apresar vehículos’”.
Truthout se puso en contacto con el reconocido periodista y director
de cine John Pilger para que diera su punto de vista:
“[…] Como en Afganistán, la ocupación de Iraq es más una guerra de percepción
que una realidad militar. No creo que EE.UU. tenga la menor intención de
abandonar Iraq. Sí, habrá una "reducción" de tropas regulares con el tipo de
fanfarria y el ritual destinado a convencer al público estadounidense de que se
está llevando a cabo una retirada real. Pero la suma de declaraciones off de
record por parte de generales de alto rango, que son siempre conscientes de
la guerra de percepción, es que al menos 70.000 soldados permanecerán de
diversas formas. Añádase a ello hasta 200.000 mercenarios. Este es un truco
viejo. Los británicos lo utilizaron para "retirarse" de las colonias dejando
bases-fortaleza y a sus Fuerzas Especiales, las SAS.
Bush invadió Iraq como parte de un diseño a largo plazo de EE.UU. para
restaurar uno de los pilares de la política estadounidense y del imperio en la
región: en efecto, hacer de todo Irak una base. La invasión fue muy mal y el
concepto de “el país como base” se modificó al de Irak controlado indirectamente
o intimidado por una serie de bases-fortaleza. Estas son permanentes. Este es
también el plan de EE.UU. para Afganistán. Uno tiene que tener en cuenta que la
política exterior de EE.UU. está controlada en la actualidad por el Pentágono,
cuyo hombre es Robert Gates. Es como si Bush nunca hubiera salido de la
presidencia. Con Bush se produjo un golpe de Estado militar efectivo en gran
parte de Washington; el Departamento de Estado fue despojado de su poder, y
Obama hizo lo que ningún presidente ha hecho antes: mantuvo toda la burocracia
bélica de una desprestigiada administración previa y le concedió un poder
ilimitado. La única manera de que EE.UU. se vaya es que la resistencia aumente
de nuevo y que los chiíes y los sunníes se unan; creo que eso ocurrirá”.
Capitán, mi capitán
El 4 de marzo de 2010, en “Diane Rehm Show", de NPR, el invitado
Thomas Ricks, corresponsal militar de The Washington Post, dijo
refiriéndose a las promesas del presidente Obama de retirarse de Irak: “Yo diría
que no deberías creértelo porque no creo que vaya a suceder. Creo que el día en
que el presidente Obama deje el cargo tendremos miles, decenas de miles de
tropas de EE.UU. en Irak”.
El general George Casey, jefe del Estado Mayor del Ejército de EE.UU.,
declaró en mayo pasado que su planificación para el Ejército contempla tropas de
combate en Irak durante una década como parte de un sostenido compromiso de
EE.UU. en la lucha contra el extremismo y el terrorismo en Oriente Próximo. “Las
tendencias mundiales empujan en la dirección equivocada”, dijo. “Son ellas las
que cambiarán fundamentalmente la forma de operar del Ejército” [14].
Un importante analista de la CIA, Ray McGovern, que trabajó en siete
presidencias —desde John Kennedy a George HW Bush— explicó a Truthout,
“Desde 2003 he estado sugiriendo que la guerra de Irak fue motivada por la sigla
OIL [en inglés, petróleo]: Petróleo, Israel y Logística (las bases militares
para favorecer los intereses de los dos primeros)”.
En enero de 2008, McGovern escribió [15] acerca de las declaraciones firmadas
por George W. Bush cuando estaba en la Casa Blanca:
“[…] Contrariamente a cómo el presidente George W. Bush ha tratado de
justificar la guerra de Iraq en el pasado, ahora ha admitido torpemente —si no
inadvertidamente— que la invasión y ocupación de Irak fue dirigida
principalmente para aprovechar la influencia predominante de su petróleo
mediante el establecimiento de bases militares permanentes (el gobierno prefiere
“duraderas”). Dejó esto transparentemente claro añadiendo la firma de una
declaración a la Ley de Presupuestos de Defensa, indicando que no estaría
obligado por la prohibición de la ley contra el gasto de fondos:
“(1) Para establecer cualquier instalación militar o base con el propósito de
mantener el estacionamiento permanente de las Fuerzas Armadas de EE.UU. en
Irak”, o,
"(2) Para que EE.UU. ejerza el control sobre los recursos petroleros de
Irak”.
El 20 de noviembre de 2006, el senador Barack Obama, que aún no se había
convertido en el comandante en jefe del ejército de EE.UU., declaró en el
Consejo de Chicago sobre Asuntos Globales, en un discurso titulado “Un camino a
seguir en Irak”:
“[…] Reducir nuestras tropas en Irak nos permitirá desplegar tropas
adicionales en el norte de Iraq y otros lugares de la región como una fuerza más
allá del horizonte. Esta fuerza podría ayudar a prevenir que el conflicto en
Irak se convierta en una guerra más amplia, a consolidar los logros en el norte
de Irak, a asegurar aliados en el Golfo, a permitir que nuestras tropas ataquen
directamente a al-Qaida donde quiera que exista, y a demostrar a las
organizaciones terroristas internacionales que no nos han expulsado de la
región.
El 16 de marzo de 2010, el general David Petraeus, jefe del Comando Central
de EE.UU., dijo a los legisladores [16] que el ejército estadounidense puede
establecer un cuartel general adicional en el norte de Iraq incluso después de
la fecha límite de septiembre de 2010. Petraeus dijo que instalar un cuartel
general en el norte de Irak era "algo que estamos evaluando".
¿Qué razón hay para dudar de la afirmación de nuestro comandante en jefe de
que existe la necesidad de mantener una “fuerza de choque” estadounidense en
Irak o cerca de Irak para garantizar los intereses de EE.UU. en Oriente Próximo,
para permitir que Washington actúe rápidamente contra los yihadistas en la
región y para dejar claro a “nuestros enemigos” que EE.UU. no será “expulsado de
la región”?
Notas:
- http://standingarmy.jimdo.com/trailer/
- http://standingarmy.jimdo.com/trailer/
- http://www.tomdispatch.com/post/59774/
- http://standingarmy.jimdo.com/
- 010
Quadrennial Defense Review Report
- http//: comptroller.defense.gov/budget.html
- http://en.aswataliraq.info/?p=128437
- http://www.tomdispatch.com/post/175216/tomgram%3A_engelhardt%2C_the_future_belongs_to_no_one___/#more
- http://www.tomdispatch.com/post/174789/the_mother_ship_lands_in_iraq
- http://thecable.foreignpolicy.com/posts/2010/01/07/us_embassy_in_baghdad_
has_plans_to_double_in_size
- http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2005/09/16/AR2005091601762_pf.html
- http://www.npr.org/templates/story/story.php?storyId=15184773
- http://www.nytimes.com/2009/09/09/world/middleeast/09bases.html?_r=2
- http://www.armytimes.com/news/2009/05/ap_army_casey_iraq_052609/],
- http://www.consortiumnews.com/
- http://www.google.com/hostednews/afp/article/ALeqM5g5111Gz2vbz92cJk8Rrfkdl
hXeJQ
Fuente: http://dahrjamailiraq.com/operation-enduring-occupation
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|