“NO SOMOS TUS SOLDADOS” EN UNA SECUNDARIA DE
VERMONT
Otro estudiante que habló se quitó la franela de la Guardia
Nacional que llevaba, se la dio a Matthis y dijo que no se la pondría
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Joe Urgo, Veterano de VietNam 12 de mayo de 2011
Traducido del inglés por El Mundo No Puede Esperar 20 de mayo de
2011
Matthis Chiroux, de la Resistencia a la Guerra en Irak y miembro de la gira
“NO SOMOS TUS SOLDADOS” y yo nos reunimos con tres grupos de estudiantes
en una Escuela Secundaria en Vermont.
El primer grupo era de apenas 10 estudiantes, el segundo y tercero tenían
alrededor de 30 cada uno. En los dos grupos más numerosos, 1/3 en uno y 1/2 en
el otro tenían familiares y amigos en el militar. Es importante entender esto
porque todo lo que se diga puede ser tomado como un ataque personal contra los
miembros de su familia y hacerles difícil ver la política y los principios que
conforman estas guerras por el imperio y la responsabilidad de ponerles fin.
Exhibimos en cada clase el video “Asesinato Colateral” narrado por Ethan
McCord, veterano de la Guerra de Irak y denunciante, quien fue parte de la
Unidad de Tierra 2-16 en la matanza de civiles desde un helicóptero Apache. Más
que nada, esto establece las condiciones para el día porque revela mucho de la
mitología y muestra los crímenes de los militares estadounidenses.
El planteamiento de Matthis es muy personal y se enfoca en sus experiencias
en entrenamiento básico, Afganistán y otros países y en un desafío moral para no
caer en la trampa de enlistarse en el militar. Centré mis comentarios en lo que
denomino “el secreto que les esconden”. Hablé de las 737 bases militares
y les pregunté si sabían qué quiere decir el Presidente con nuestros
intereses”, sobre las seis guerras que libran actualmente los Estados
Unidos, el bombardeo con aviones no tripulados y cómo los cambará el
entrenamiento básico del joven que es ahora a lo que vieron en el video
Asesinato Colateral. Ambos hablamos sobre el racismo y el odio a las
mujeres, endémicos en el entrenamiento.
Llama la atención en esta Escuela que los reclutadores militares parecen
tener un bajo perfil, con una mesa en el comedor una vez al mes y reparto
chucherías. Después de nuestra presentaciones, en la Q y A, excepto por una
joven cuyo amigo toma llamadas telefónicas de los reclutadores, hubo muy pocos
comentarios sobre ellos en la escuela. Las preguntas eran sobre si era posible
ir al ejercito y no ser parte de todo lo que hablamos y si JROTC era algo bueno.
Una joven quiso librar de responsabilidad a los miembros de su familia en el
militar al decir que “no todos son malos en el militar”.
Este tipo de pregunta o afirmación fue formulada por lo menos dos veces y en
ambas ocasiones, Matthis y yo respondimos que “no importa si eres un cocinero
o un mecánico, eres parte de esta maquinaria del imperio para asesinar gente”.
Hablé sobre los misiles cruceros en los barcos y los controladores de
aviones no tripulados en Nevada. Nadie puso objeciones a nuestras respuestas. La
joven que tenía miembros de su familia en el militar (y que no entraría en
razones) dijo también que tanto gente “buena” como “mala” se
enlista y también “buenos y malos” no se enlistan. Respondimos que el
problema no era la “buena o mala gente” sino la naturaleza del militar y
su misión de servir al imperio.
Un profesor nos preguntó si teníamos algún consejo sobre qué opciones tenía
los estudiantes como alternativas al militar. Un estudiante parecía estar muy de
acuerdo con mucho de lo que dijimos y más tarde me dijo que estaba pensando
seriamente en seguir a un pariente cercano e ingresar en las Focas Marinas de
los Estados Unidos. Otro estudiante que habló se quitó la franela de la Guardia
Nacional que llevaba, se la dio a Matthis y dijo que no se la pondría más. Pensé
que habría muchas preguntas más, pero creo que subestimé lo difícil que para los
estudiantes de secundaria es hablar y especialmente en una presentación en la
cual se afirma que mucho de lo que les han dicho sobre el país y el militar es
una mentira.
Todos los profesores que asistieron a las presentaciones parecían muy
contentos y los dos amigos que organizaron nuestra visita dijeron estar muy
felices por ella y que les gustaría que la repitiéramos otros días con más
actividades. Los profesores presentes también dijeron que son normales las
pausas largas de estudiantes que formulan preguntas, que ellos no pueden
expresar sus opiniones como adultos, Matthis buscó una manera de hacer preguntas
de manera más directa y provocó un comentario sobre los juegos de video en
relación con las guerras. Tanto Matthis como yo sentimos que en líneas generales
fue un buen día y que los estudiantes se mantuvieron interesados y aprendieron
en el tiempo con nosotros. Esperamos volver a esta escuela en particular y
posiblemente a otras en el área.
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