El Mundo no Puede Esperar moviliza a las personas que
viven en Estados Unidos a repudiar y parar la guerra contra el mundo y también
la represión y la tortura llevadas a cabo por el gobierno estadounidense.
Actuamos, sin importar el partido político que esté en el poder, para denunciar
los crímenes de nuestro gobierno, sean los crímenes de guerra o la sistemática
encarcelación en masas, y para anteponer la humanidad y el planeta.
Del directora nacional de El Mundo No Puede Esperar
El terror de las deportaciones - Millones de familias divididas (corto en
inglés)
Vea más, en inglés, de Habla BA: ¡Revolución,
y nada menos! aquí.
“Ella podía oír los gritos de su hija en la sala adjunta, gritando,
‘¡Mami, no dejes que me lleven!’”
Imagínese que después de que usted y su hija de siete años hubieran
sobrevivido la terrible faena de escaparse de la violencia en su país natal, de
repente las arresten y le arrebaten a su hija después de solicitar
asilo en la frontera Estados Unidos / México. ¿No es esta la peor pesadilla
de un padre, que le arrebaten a su hijo o hija? Luego, sin su conocimiento
o consentimiento, manden a su hija a un albergue en Chicago, a 3200 kilómetros
del centro de detención cerca de San Diego donde usted está presa. Las prohíban
verse por cuatro meses, y solo puedan hablar por teléfono cada dos semanas1.
Esta asquerosa inhumanidad hacia los niños de inmigrantes no es ninguna
anomalía; ¡desde octubre de 2017, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos
les ha quitado a los padres u otros adultos más de 700 niños —más de 100 de
ellos menores de 4 años!
El daño para estos niños es irreparable. Los autores de un artículo de
opinión-editorial del 28 de febrero de 2018 en el New York Times dicen
que los estudios han demostrado que el separarles de su familia “puede causarles
un estrés tóxico, que puede dañar el desarrollo del cerebro y conducir a
condiciones crónicas como la depresión, el estrés postraumático y enfermedades
del corazón2. De hecho, más de 200 organizaciones del bienestar de niños,
justicia juvenil y desarrollo de niños firmaron una carta que exigía que el
régimen de Trump y Pence cesara esta política. Tanto la American Academy of
Pediatrics (Academia Estadounidense de la Pediatría) como la American Medical
Association (Asociación Médica Estadounidense) han condenado esa horripilante
práctica.
“… y el Lobo
masticó a los niños y escupió los huesos… Pero eran Niños Extranjeros y
en realidad no importaba”. En la camisa: “ESTADOS UNIDOS ANTE TODO”. El
título del libro: “Adolf el lobo”.
El
caricaturista Dr. Seuss (Theodor Seuss Geisel) creó este dibujo en 1942 para
condenar la indiferencia estilo Estados Unidos Ante Todo ante el asesinato de
“niños extranjeros” por Hitler. (haga
clic sobre la imagen para agrandarla)
Lo que estamos presenciando es una política consciente y calculada de este
régimen abiertamente supremacista blanco y antiinmigrante. Haciendo caso omiso
del derecho internacional con respecto al tratamiento de refugiados, el régimen
de Trump y Pence perjudica cruelmente la vida de esos niños usándolos como
chantaje, para mandar el mensaje a quienes en esos países estén considerando el
riesgo de viajar a la frontera de Estados Unidos para solicitar el asilo: “No
los queremos aquí, y no vacilaremos en torturar a sus hijos si ustedes
vienen”.
Al mismo tiempo, el régimen de Trump y Pence anuncia a todo el mundo que en
Estados Unidos FASCISTA de hoy: Hay que desdeñar a los inmigrantes, y a otros de
color, y tratarlos como “el otro”, y “el problema”. Esta es el tipo de sociedad
en la que ustedes viven — acéptenlo, o ustedes también estarán en las miras.
¿Pero cuándo les ha jamás importado un carajo la vida de estos niños
a los gobernantes de este sistema capitalista-imperialista? ¿Cuándo le negaron
la solicitud a Otto Frank, el papá de Anne Frank, cuya vida y muerte se han
convertido en símbolo de los horripilantes crímenes que cometieron los nazis? ¿O
cuando le negaron que anclara el transatlántico alemán MS Saint Louis
que en 1939 se acercó a la costa estadounidense con más de 900 refugiados judíos
que huían desesperadamente de la Alemania de Hitler, solo para tener que
regresar a Europa donde cientos de los pasajeros perecieron a manos de los
nazis?
¿Y qué de los largos y horrendos siglos de esclavitud, cuando los padres
tenían que mirar mientras a sus niños los vendían en subastas enviándolos “río
abajo” por el río Misisipí a dueños de esclavos a cientos de kilómetros de
distancia, sin jamás volver a verlos? ¿Les importó un carajo el sinnúmero de
vidas de niños y padres que destruyeron?
¿Les importó un carajo cuando llevaron a cabo el genocidio cultural de los
pueblos indígenas norteamericanos a través de instituciones como los colegios
pensionados para niños indígenas? Los gobiernos de Estados Unidos y Canadá
obligaron a más de 100.000 niños indígenas a asistir a estas escuelas
cristianas. Se llevaron a niños tan jóvenes como 5 años de edad a esas escuelas
donde los mantenían apartados de sus padres por casi un año, mientras que
literalmente les borraban toda identidad y cultura indígenas. Les daban cortes
de pelo euroamericanos, les prohibían hablar su propio idioma, y les cambiaban
el nombre tanto para “civilizarlos” como para “cristianizarlos”. Los niños
también sufrían el abuso sexual, físico y psicológico. Como dijo un oficial
militar que promovía esas “escuelas”: en lugar de exterminar a los indígenas,
era más sabio “matar a lo indio para salvar al hombre”.
¿Ustedes, los gobernantes de Estados Unidos, se preocupan de los niños? No me
lo digan, carajo, ustedes que USAN a niños por todo el mundo, que
destruyen sus vidas en maquiladoras para amasar la riqueza para ustedes, o en la
esclavitud sexual para satisfacer a los empresarios ricos europeos y
estadounidenses. Y SÍ, los usan para extorsionar y chantajear a los padres
inmigrantes como vimos pasando hoy. Y cuando ustedes NO PUEDEN usar a los niños
de los oprimidos en Estados Unidos, los relegan a una vida que se parece a “los
juegos del hambre” donde unos pocos se pueden salvar luchando por una de las
pocas posiciones codiciadas, mientras que los demás se encuentran obligados a
vivir bajo la explotación o el encarcelamiento.
¡VETE al carajo, Estados Unidos!
1. Este es un caso de la vida real, se trata de
una mujer de la República Democrática del Congo a quien representa la ACLU
(Unión de Libertades Civiles de los Estados Unidos) en una demanda contra el
gobierno estadounidense para parar la práctica de separar de sus hijos a padres
que han solicitado el asilo. [regresa]
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