Las listas de condenados a muerte y la
Constitución
Ralph Nader Counterpunch 3 de diciembre de 2012
Traducido por Silvia Arana para Rebelión
Barack Obama, ex presidente de Harvard Law Review y conferencista de derecho
constitucional, debería repasar la bibliografía de sus cursos. Parece que ha
abandonado la idea de situar su mandato presidencial dentro de la ley.
Analicemos su decisión de expandir la guerra de aviones no tripulados, en
abierto desafío de las leyes internacionales, del derecho escrito y de la
Constitución. Los aviones no tripulados de Obama se desplazan sobre varias
naciones de Asia y África y hacen blanco en sospechosos, conocidos y
desconocidos, a quienes el presidente, a su antojo, desea evaporar del mundo en
nombre de la seguridad nacional de EE.UU.
Más de 2.500 personas han sido asesinadas por los aviones no tripulados de
Obama, muchas de ellas civiles y víctimas inocentes, incluyendo ciudadanos de
EE.UU., sin que existiera ninguna "amenaza inminente" contra EE.UU.
Como escribió Justin Elliott en ProPublica : "Con Obama... solo el 13% de los
asesinados podrían ser considerados líderes de los militantes -de los talibanes
de Pakistán o de Afganistán o de Al Qaeda". El resto de los muertos, además de
los numerosos civiles inocentes incluyendo niños, son gente oprimida por sus
propios gobiernos crueles o dominados por la ocupación estadounidense de sus
países. Además de ser importante desde el punto de vista de los derechos humanos
y de las leyes de guerra, la distinción entre civiles y combatientes es
importante porque muestra que los aviones no tripulados de Obama se están
conviertiendo en lo que Elliot llama "una fuerza aérea de contrainsurgencia"
para los regímenes colaboracionistas de EE.UU.
Las "listas de condenados a muerte" son elaboradas por Obama y sus
consejeros, liderados por John O. Brennan, y provienen directamente desde la
Casa Blanca, según The New York Times. Aparentemente, el Presidente Obama pasa
una buena parte del tiempo haciendo de fiscal, juez, jurado, verdugo y
ocultador. Pero lo hace con mucha discreción; no es un emperador ostentoso.
Hace aproximadamente un año, el Sr. Brennan dijo en un discurso en la Escuela
de Leyes de Harvard, ante una audiencia notablemente apática, que sus acciones y
las del presidente eran perfectamente legales bajo la ley de auto-defensa. Por
supuesto que su concepto de auto-defensa es el definido por el propio
presidente.
Parece ser, según declaraciones recientes en The Daily Show, que el
Presidente Obama no comparte la absoluta certeza del Sr. Brennan. El 18 de
octubre, Obama le dijo a John Stewart y a la audiencia que "una de las cosas que
tenemos que hacer es establecer una estructura legal, y necesitamos la ayuda del
Congreso para hacerlo, para asegurarnos de que no solamente yo sea controlado
sino también que cualquier otro presidente sea controlado en sus
decisiones".
Entonces en la ausencia de una "estructura legal" ante la cual rendir
cuentas, ¿los presidentes derriban a quienes se les ocurre atacar (junto con sus
familiares o transeúntes), independientemente de que la persona que ha sido
blanco del ataque esté o no complotando un atentado contra EE.UU.? Pareciera ser
así, a pesar de que los estatutos legales, llamados Constitución, establezcan la
separación de poderes y el debido proceso. ¿Qué otra estructura legal necesita
el Sr. Obama?
Es obvio que desea una "Oficina de Asesinatos del Drone Depredador
Presidencial" -usando la nomenclatura del autor, académico y abogado litigante
Bruce Fein- que sea permanente y autosuficiente, y esté alojada en la Casa
Blanca. Según The New York Times , el Presidente Obama quiere "reglas explícitas
para los asesinatos selectivos... para que los próximos presidentes hereden
estándares y procedimientos claros". Fein señala que estos "estándares y
procedimientos claros, y libres de rendir cuentas ante el poder judicial, el
legislativo y el pueblo" atentan contra el orden legal y la democracia.
En efecto, todo el proceso deliberativo interno del gobierno de Obama ha
estado rodeado de un secreto total, un proceso continuo de un mórbido exceso de
documentos clasificados, que incluso hoy contiene opiniones legales internas
secretas sobre los asesinatos selectivos. El gobierno se niega a reconocer que
una fuerza aérea de aviones no tripulados opera en Pakistán -un hecho que todo
el mundo conoce, sobretodo los cientos de pakistaníes heridos y desplazados. La
fuerza aérea de aviones no tripulados usa "ataques firmados" como los llamó The
New York Times "contra grupos de militantes desconocidos y sospechosos".
Como es lógico, la campaña con aviones no tripulados aterroriza, de manera
constante, a miles de familias que temen un ataque a cualquier hora del día o de
la noche y tiene un efecto contraproducente al incrementar la cantidad de
simpatizantes de Al Qaeda y sus afiliados en Pakistán y Yemen. Los "ataques
firmados", según The New York Times, han generado el conflicto interno más agudo
del gobierno de Obama". Michael V. Hayden, ex Director de la CIA durante el
gobierno de George W. Bush, se preguntó públicamente hasta que punto el aumento
del uso de aviones no tripulados es contraproducente y crea más enemigos al
agudizar el deseo de venganza contra EE.UU.
Los críticos señalan las numerosas ocasiones en las que los departamentos y
agencias de seguridad han dado datos de inteligencia falsos o equivocados, desde
la Guerra de Vietnam hasta las justificaciones para invadir Irak, o fallaron en
predecir sucesos tales como la caída de la Unión Soviética. Este legado de
errores y falsedad debe servir para controlar a los presidentes que deciden la
muerte de personas dando órdenes a operadores de aviones no tripulados que
presionan botones sobre blancos ubicados a miles de millas de distancia,
basándose en lo que llaman inteligencia, que se mantiene secreta.
Según la perspectiva de Fein, el Presidente Obama quiere que "sus asesinatos
con aviones no tripulados depredadores secretos y al margen de cualquier
control, se conviertan en un modus operandi del complejo de seguridad nacional".
Si Obama recordara el derecho constitucional, tales acciones, dentro del marco
constitucional, deberían contar con la autorización del Congreso y estar sujetas
a revisión del poder judicial.
Con un Fiscal General de la Nación, Eric Holder, que sostiene que puede
existir el debido proceso en el interior del poder ejecutivo sin control del
Congreso ni revisión del poder judicial, solo se puede apostar por una
presidencia más imperial, violenta y secreta que haga jirones la separación de
poderes y el control entre ellos establecido por la Constitución.
Y yo no apostaría a que otros países con similares tendencias invasoras vayan
a olvidar esta luz verde al unilateralismo ilegal cuando alcancen un desarrollo
de aviones no tripulados similar al de EE.UU.
Nota de la traductora: Ralph Nader es un legendario activista por los
derechos del consumidor, abogado y autor. Su activismo se ha enfocado en pos del
compromiso social, de denuncia de las corporaciones, de la corrupción del
sistema político bipartidista de EE.UU. y de la defensa del medio ambiente. Fue
candidato presidencial por el Partido Verde en 1996 y 2000 y candidato
independiente en las elecciones presidenciales de 2004 y 2008. Su activismo
incluye entre otros logros haber contribuido a mejorar la seguridad de los
automóviles, la sanción del Acta de Libertad de Información, la creación de la
Agencia de Protección del Medioambiente, la Comisión de Seguridad de Productos
de Consumo.
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