Mientras llevaban a la gente a obsesionarse por
las elecciones en Pensilvania, el inexorable monstruo fascista de Trump avanzó a
toda velocidad
21 de marzo de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us
Si usted está cifrando sus esperanzas en Mueller…
Muchos, demasiados, están obsesionados con la investigación de Mueller, y
cuentan con que vaya a lidiar con Trump. Si usted piensa así, debe leer “Es
posible que jamás sale a la luz pública la investigación de Mueller”, un
artículo de opinión en inglés en el Washington Post del 14 de marzo en
el cual un ex fiscal federal y abogado del Comité Judicial del Senado, indica
que hay “importantes barreras judiciales” y obstáculos políticos que podrían
impedir que se haga público el informe final de Mueller, lo que quiere decir que
no sería probable que causaría el despido de Trump. (Trump ahora ha empezado a
atacar la investigación de Mueller directamente, y uno de sus abogados pidió que
el FBI abandonara su investigación. Así que es muy posible que el régimen de
Trump y Pence esté en proceso de cancelar la investigación de Mueller antes de
que la termine*).
Pero aunque las conclusiones de Mueller sean acusatorias y sí salgan a la luz
y Trump tenga que marcharse, eso no significaría el fin del régimen fascista. El
vicepresidente Mike Pence, un fascista cristiano, está en la antesala. Si se
deja la solución de la crisis actual de gobierno en manos de la clase dominante
imperialista de Estados Unidos, sería bajo sus términos y por su bien — NO por
el bien de la humanidad. Sus riñas pueden, sin embargo, creen oportunidades para
el único tipo de lucha que sí puede solucionar esta crisis por el bien de la
humanidad: expulsar a todo el régimen fascista de Trump y Pence por medio de la
acción histórica independiente de las masas populares en nuestros millones.
* “Trump Assails Mueller, Drawing
Rebukes From Republicans” [Trump ataca a Mueller y gana reproches de
republicanos], New York Times, 18 de marzo de 2018; “Trump Lawyer Says
Special Counsel Inquiry Should Be Ended” [Abogado de Trump dice que se debe
terminar la investigación especial], New York Times, 17 de marzo de
2018.
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Estos políticos derechistas (en general agrupados en el Partido
Republicano) pueden movilizar, movilizarán y sí movilizan enérgicamente a esta
base social esencialmente fascista... pero, por otro lado, los sectores de la
clase dominante que el Partido Demócrata en general representa están muy
renuentes a movilizar y en efecto se resisten a movilizar a… la base de
personas cuyo voto y apoyo en la arena política burguesa la quieren ganar los
demócratas. Este lado (el Partido Demócrata) de la clase dominante generalmente
no quiere movilizar a esa base en las calles y de hecho rehúye a la idea de
llamar a esa base a las calles, a movilizarla para oponerse a las fuerzas
opuestas en la clase dominante y su base social, o en general para luchar por
los programas que el mismo Partido Demócrata dice que representa y que en
cierta medida trata de implementar….
Como amplificación del punto básico en consideración, es importante
reconocer lo siguiente: en el marco del sistema capitalista imperialista y con
la dinámica subyacente de este sistema que en lo fundamental determinan las
pautas y los límites de la política “oficial” y “aceptable”, el fascismo —o
sea, la imposición de una forma de dictadura que se basa abiertamente en
la violencia y el terror para mantener el dominio y los imperativos del sistema
capitalista imperialista— es una posible resolución de las
contradicciones que enfrenta este sistema, una resolución que en cierto momento
podría corresponder más o menos a las necesidades imperiosas de este sistema y
su clase dominante — mientras que la revolución y el auténtico socialismo
que se proponen alcanzar el objetivo final del comunismo por
todo el mundo también constituyen una posible resolución de estas contradicciones,
¡pero es una que muy claramente no será aceptable para la
clase dominante capitalista imperialista ni compatible con los imperativos de
este sistema!
Bob Avakian —Lo BAsico 3:11
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19 de marzo de 2018. Esta última semana, mientras MSNBC, CNN, los líderes
demócratas y los grandes medios de comunicación que no son fascistas dirigían la
atención de la gente a las elecciones por el Congreso en Pennsylvania y los
varios escándalos en la Casa Blanca, un Donald Trump “envalentonado” y su
régimen siguieron su rumbo, llevando a Estados Unidos cada vez más hacia el
pleno fascismo y llevando al mundo más cerca a la guerra. He aquí 9
ejemplos.
1. Trump nombra al belicista Mike Pompeo como secretario de Estado
El martes, 13 de marzo, Trump despidió al secretario de Estado Rex Tillerson
y lo reemplazó con el belicista Mike Pompeo, actual director de la CIA. Pompeo
es un fundamentalista cristiano que promovió una guerra preventiva contra Corea
del Norte y se burló de las negociaciones. Quiere enfrentar agresivamente a
Irán, lo que incluye hacer pedazos el acuerdo que Estados Unidos y otras
potencias firmaron con Irán. Y esto podría suceder a partir de mediados de mayo,
cuando Trump tendrá que decidir si va a renovar el acuerdo o anularlo. Pompeo
incluso ha dicho que un ataque contra Irán sería relativamente fácil. El
presidente del liberal Consejo Nacional Iraní Americano ha dicho que el
nombramiento de Pompeo es “una receta para la guerra”.1
2. Trump nombra a una verdadera torturadora como jefa de la CIA
Ese mismo día, Trump nombró a Gina Haspel como directora de la CIA. En 2002,
Haspel estaba encargada de una prisión clandestina —un “lugar negro”— en
Tailandia que tenía el propósito de interrogar y torturar a quienes Estados
Unidos acusaba de “terrorismo”. Haspel estaba a cargo de “interrogar” a las
personas secuestradas por Estados Unidos, a quienes desnudaban, golpeaban,
lanzaban contra paredes, hacían pasar hambre y forzaban a mantenerse despiertas
por días y días. A veces las encerraban por horas en cajas que parecían ataúdes.
Ella supervisó la tortura de Abd al-Rahim al-Nashiri con el método del
submarino, “waterboarding”, hasta el punto en que casi se ahogó tres veces — una
aterradora forma de abuso que es casi universalmente condenada como tortura. En
2005, Haspel intentó encubrir esos crímenes ordenando la destrucción de 92
videograbaciones de esas horrorosas “interrogaciones”.
Con estas maniobras, Trump ya ha establecido un “gabinete de guerra”
precisamente cuando se aproximan acontecimientos muy importantes, como la
renovación del acuerdo con Irán y la posible cumbre con Corea del Norte.
3. Trump viaja a California, intensifica la campaña nazi contra los
inmigrantes
Trump aprovechó su primer viaje a California como presidente para
intensificar su guerra genocida contra los inmigrantes. Viajó a un local cerca
de la frontera para ver prototipos de su muro. Juró que iba a “reimponer la ley
y el orden” y justificó su venenosa campaña de “Estados Unidos Ante Todo” contra
quienes cruzan la frontera para escaparse de la devastación que el imperialismo
yanqui ha impuesto sobre sus países de origen. Trump repitió sus mentiras
racistas y deshumanizantes, pintándoles como animales y una carga para Estados
Unidos con su “crimen, narcotráfico, fraude para recibir servicios sociales, y
una carga para las escuelas y los hospitales”.
4. Trump ataca a funcionarios de California
Trump también aprovechó el viaje para atacar a los funcionarios demócratas
del estado de California y sus políticas liberales. Le acusó al gobernador Jerry
Brown de hacer un trabajo “pésimo”, alegando que California está “fuera de
control”. Demagógicamente insultó a las ciudades santuario, que dan a los
inmigrantes cierta protección contra la agenda fascista y anti inmigrante del
régimen de “Hacer que Estados Unidos Vuelva a Ser Blanco”. Dijo: “Las ciudades
santuario están protegiendo a un terrible grupo de personas, en muchos casos
criminales. Y lo que pasó… en Oakland [donde la alcaldesa advirtió de redadas de
ICE por venir] fue una vergüenza para nuestro país. No podemos permitirlo”. Eso
después de que la semana anterior amenazó con meter presa a esa alcaldesa. Esta
no es una simple disputa entre demócratas y republicanos, sino parte de la
agenda más amplia del régimen de Trump y Pence para aplastar toda oposición de
cualquier sector de la sociedad e imponer su dominio y control total — un
fascismo total.2
5. El mitin de Trump al estilo Ku Klux Klan
“Es una mujer con un coeficiente intelectual bajo…”. Eso es lo que Trump dijo
el 10 de marzo acerca de la congresista de California Maxine Waters, una de las
funcionaras negras más destacada del país, durante uno de los mítines trumpistas
estilo KKK en el oeste de Pennsylvania. “¿La han visto? ¿La han visto?”, y habló
de ella como si se tratara de un animal del circo y no de una mujer negra. En
ese mismo mitin dijo que el 52% de las mujeres votó por él. En realidad, el 52%
de las mujeres blancas votó por él. Ese comentario
revela quiénes cuentan como seres humanos y “votantes legítimos” en su mente. El
veneno racista y misógino de Trump se ha vuelto tan peligrosamente normalizado
que la prensa apenas lo mencionó.3
6. DeVos dice que el problema son los “niños individuales”, o sea, los
jóvenes negros, latinos y otros de color; el régimen de Trump restringe las
protecciones de los derechos civiles de estudiantes
En Estados Unidos, a los alumnos negros, latinos y otros de color los
castigan más severamente —aun en la primaria— que a los alumnos blancos.
Numerosos estudios lo han comprobado. En línea salen muchísimos videos de
alumnos —especialmente negros— tirados al suelo, golpeados, hasta encadenados
por infracciones menores, ¡incluso en la primaria! ¡Pero la secretaria de
educación de Trump, Betsy DeVos, niega que exista ningún racismo! En el programa
noticioso 60 Minutes, ella dijo que los castigos que
desproporcionadamente afectan a jóvenes de color no son el racismo —“se trata de
niños individuales”— en otras palabras, que los jóvenes negros, latinos y otros
de color son el problema. Y ahora el régimen de Trump y Pence está tomando
medidas para revocar directrices del Departamento de Educación que habían
empezado a reconocer las racistas prácticas disciplinarias. El pretexto del
régimen: las directrices relajaron la disciplina, lo cual condujo a los tiroteos
en las escuelas — una mentira. La realidad: el régimen está totalmente resuelto
a volver a imponer el racismo y supremacía blanca abiertos en las escuelas y en
la sociedad en general.4
7. Recortan acceso a anticonceptivos
El régimen de Trump y Pence no solo está atacando el derecho al aborto,
quiere bloquear acceso a anticonceptivos. La Oficina de Asuntos sobre la
Población del Departamento de Salud y Servicios Humanos anunció hace poco que
iba a recortar fondos para los servicios de planificación familiar con los que
cuentan millones de mujeres pobres para obtener anticonceptivos. En vez va a
financiar métodos nada científicos ni confiables como el método del ritmo, y la
abstinencia hasta casarse, lo que obligaría a las mujeres a no ser nada más que
incubadoras, incapaces de impedir embarazos no deseados. Para los supremacistas
blancos que quieren que Estados Unidos siga siendo predominantemente blanco, es
clave volver a imponer los grilletes brutales del patriarcado y obligar a las
mujeres blancas a tener hijos. Esto va de la mano con la campaña de limpieza
étnica del régimen de Trump y Pence para “Hacer que Estados Unidos Vuelva a Ser
Blanco”.5
8. Los aranceles de “Estados Unidos Ante Todo” de Trump — alterando el orden
mundial y preparando para la guerra
Trump anunció grandes aumentos en los aranceles (impuestos) para el acero y
aluminio importados — anulando acuerdos de larga data entre potencias mundiales,
así cambiando drásticamente las relaciones económicas y de comercio. Lo
justificó diciendo que es “una cuestión de necesidad para nuestra seguridad”.
Esto ha intensificado la creciente competencia con China y otras potencias
mundiales por el dominio del comercio mundial, y es parte de una competencia
geopolítica más grande sobre cuál de las potencias dominará… lo cual intensifica
gravemente el peligro de una guerra entre potencias imperialistas. Esa fue una
de varias medias económicas y de comercio de la semana pasada. La producción de
acero y aluminio es también indispensable para la masiva expansión de las
fuerzas armadas ya iniciada por Trump, especialmente de las armas nucleares.6
9. Nombra a una fascista alma gemela capitalista como su principal asesor
económico
Trump también contrató como su principal asesor económico a Larry Kudlow.
Kudlow reflejó perfectamente la mentalidad fascista y capitalista —el alma de
Trump— al hacer un comentario después del enorme terremoto y tsunami que
azotaron a Japón en 2011, dejando más de 20.000 muertos. En el canal de cable
CNBC, Kudlow observó que parecía que no afectó a los mercados financieros en
Estados Unidos, diciendo: “Parece que el costo humano ha sido más grave que el
económico, y por eso debemos dar gracias.7
Trump: “He logrado el punto en que estamos muy cerca de tener el Gabinete y
otras cosas que quiero”.
El tumulto dentro del régimen de Trump y Pence y los despidos y renuncias de
varios altos funcionarios no indican principalmente “caos” o “desorganización”
en la Casa Blanca ni que el régimen se esté desmoronando. Más bien indican que
hay una lucha intensa en la cúpula de la clase dominante sobre si se va a
gobernar con métodos tradicionales o por medios del fascismo total (lo que
aparentemente incluye si se debe avanzar hacia unas guerras contra Corea del
Norte e Irán). Y la semana pasada, Trump y quienes luchan por consolidar el
fascismo lograron enormes avances. “Trump se siente envalentonado para liberarse
de los grilletes que hasta hoy lo han sujetado” informó la revista Vanity
Fair. Está totalmente resuelto a deshacerse de cualquiera que no esté cien
por cien con su programa fascista. Después de despedir a Tillerson dijo: “He
logrado el punto en que estamos muy cerca de tener el Gabinete y otras cosas que
quiero”.8
Todo esto es de muy mal agüero. Sin embargo, los demócratas han dicho que no
se opondrán al belicista lunático Pompeo o a la torturadora Haspel — con tal que
“empiecen a hacer más duras nuestras políticas hacia Rusia y Putin”.9
Esto recalca nuevamente el hecho de que en la lucha contra el régimen
fascista de Trump y Pence, los demócratas son parte del problema y no de la
solución. Parar esta amenaza grave y potencialmente existencial para millones
—tal vez miles de millones— de personas nos corresponde a nosotros, lo cual
exige que se redoblen con más urgencia los esfuerzos para organizar a miles y en
última instancia millones de personas para expulsar del poder a este régimen
fascista por medio de masiva protesta y resistencia no violenta.
Se rumorea que Trump despedirá pronto al asesor de seguridad
nacional McMaster y lo reemplazará con el sanguinario John Bolton quien
recientemente escribió un artículo de opinión titulado “El caso legal para
atacar a Corea del Norte primero” y dice que Trump debería presentar un
ultimátum en su reunión con Kim Jong-un de Corea del Norte de que tiene que
desarmarse o pagar las consecuencias. [regresa]
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