La mayoría de los ejecutados por los drones de Obama son
civiles, sólo un 2% terroristas
globedia.com
05 de julio de 2015
Barack Obama creyó que los aviones sin piloto eran la varita mágica contra el terror, pero no lo era.
Ahora todos los críticos comparan sus errores con los del prersidente George
W.Bush y Obama no podría ni soñar con una reelección
Cuando Barack Obama se presentó como candidato presidencial en 2008, sus representantes vagaban por los programas de
entrevistas defendiendo un tipo de guerra robótica ‘más inteligente’ y barata,
que permitirá a EEUU evitar pérdidas de vidas de soldados norteamericanos en el
teatro ‘Af-Pak’ de la guerra. El despliegue acrecentado de Vehículos Aéreos No
Tripulados (UAV en inglés) haría posible desechar el ‘estúpido’ enfoque de la
guerra de George Bush, en favor de un uso más humano y barato de los recursos
tecnológicos de EEUU, salvando, así, vidas estadounidenses y asiáticas. Obama
se comprometió a aumentar el uso de aviones no tripulados contra elementos de
Al Qaeda en Pakistán y Afganistán.
Washington elevaría a principio estratégico su autoarrogado derecho a utilizar cualquier medio técnico a su disposición
—principalmente aviones no tripulados— para atacar y ejecutar con razón
enemigos en cualquier parte del globo, en cualquier momento, rindiendo
cuentas solo ante sí mismo. Fue una declaración de guerra contra el derecho
internacional tal como ha evolucionado a lo largo de los siglos.
EE.UU.ha aumentado el número de aviones no tripulados de la Fuerza Aérea a 7.500 sin contar los
de nueva generación. Estos aviones se han unido a las Fuerzas de Operaciones
Especiales como ‘punta de lanza’ de la proyección de poder de EEUU en el mundo
en desarrollo, las ‘líneas del frente’ de la actual ofensiva imperial. Bush ha quedado allá atrás.
La Profesora de la Escuela de Derecho de Washingtin Marjorie Cohn - presidente de la Asociación
Nacional de Abogados - escribe:
Obama ha matado a más personas con drones de las víctimas que dejó el
presidente George W. Bush. El gran porcentaje de los muertos eran
civiles, y sólo un pequeño número- un 1% o 2% eran terroristas fichados de
al-Qaeda o líderes talibanes.
Obama creyó encontrar en los drones la fórmula ideal para dar continuidad a
la guerra antiterrorista de Bush, y a su vez evitar el rechazo nacional por la
muerte de miles de jóvenes soldados americanos caídos en las guerras de
Irak y Afganistán. El mediático presidente vio también que la guerra
protagonizada por drones dirigidos por control remoto desde miles de kilómetros
de distancia, le permitía evitar el rechazo de la comunidad internacional
a EEUU ante las protestas ante el aumento de delincuencia vinculada por
intervenciones de sus marines en conflictos en el extranjero.
Él, el hombre que reivindica a Luther King, el hombre defensor de los derechos humanos, el presidente a quien pocos meses
después de asumir el poder se le otorgó el Premio Nobel de la Paz no por sus
hechos sino simplemente por sus promesas, no ha tenido ningún reparo moral a la
hora de ordenar personalmente ejecuciones sumarias en lejanos países, con o sin
el consentimiento siquiera de sus propios gobiernos y sin que medie en ningún
caso una declaración de guerra.
El Consejo de Relaciones Exteriores de EE.UU. estima que las incursiones de aviones no tripulados de Obama fuera de
Irak y Afganistán han matado oficialmente a 3.674 personas. Y el Bureau for Investigativate Journalism (Oficina de Periodismo de Investigación),
siempre muy preciso, cifra en 4.404, las personas que han muerto por impactos
de misil solamente en Pakistán y Yemen, entre 2004 y 2014.
Es difícil estimar cuántas son las personas ejecutadas por aviones no tripulados en
Irak y Afganistán, pero un informe de enero de 2013 emanado de la misma Oficina
de Investigación lo ha calculado por las misiones norteamericanas y británicas
en Afganistán durante los cinco años anteriores, que suman más de 1.000
-ataques aéreos. Dado que varias personas aparecen muertas (e irreconocibles a
veces), tras cada ataque de un drone, porque el drone no dispara balas
sino misiles, es lógico suponer que el número de personas asesinadas por
aviones no tripulados en ese país, asciende como mínimo a 5.000.
Años antes de que el ISIS (del Estado Islámico) apareciera en escena, muchos irakies también fueron asesinados
por drones ...Por lo tanto - en conjunto - el número de víctimas letales por
drones llega posiblemente los 6.000.
En los ataques generalizados de drones mueren talibanes
de muy bajo nivel, en realidad agricultores, traficantes de drogas de poca monta y miembros de otras
organizaciones o entidades lúdicas que caen bajo el misil accionado a
distancia. En muchas ocasiones, los ataques realizados con drones no tienen ni
siquiera como objetivo a combatientes terroristas, sino a civiles considerados “peligrosos“.
Tal es el caso del imán norteamericano Anwar al-Awlaqui, muerto en
septiembre de 2011, en Yemen por el ataque con misiles de un drone no por
empuñar un arma contra objetivos de EEUU sino por sus llamamientos a la yihad.
Su hijo adolescente fue asesinado también por drone, pero “por error“ dos
semanas más tarde. Su familia está esperando una inmendización.
La polémica de los asesinatos selectivos se desató en EEUU fundamentalmente
a partir de esa ejecución. Era la primera vez que el propio gobierno
norteamericano ordenaba matar a sangre fría en el extranjero a un ciudadano
norteamericano. Se exigió en prensa y TV transparencia sobre ese programa letal
ejecutado a través de drones; y se preguntó sobre cuál era la legislación que
lo amparaba.
El director de la CIA, que es desde 2009 el principal supervisor de las ejecuciones con drones que tiene Obama, sintetizó
la postura del gobierno con estas palabras: “Debemos optimizar la transparencia
en estos asuntos, estoy de acuerdo, pero, al mismo tiempo, debemos optimizar el
secretismo y la protección de la seguridad nacional“.¿ Qué es exactamente, la
“seguridad nacional para la CIA?¿ Qué es más importante, el secreto o la información?
En esas operaciones clandestinas realizadas en cualquier región del planeta, en esas ejecuciones legales, siempre mueren
civiles, ciudadanos que no aparecen en ninguna lista. Y es que para la CIA y el
Pentágono todo varón “en edad de combatir“, se contabiliza automáticamente en
la lista de los “combatientes enemigos“ abatidos. Y si en el lugar del ataque
mueren bebés, niños, mujeres o ancianos, en el mejor de los casos entran en la
categoría de daños colaterales y puede que hasta sus familiares o su clan
reciban alguna indemnización.
Y el proceso de decidir a quién poner en la "Kill Lista”-(Lista de hombres a matar)” es irresponsable. Lo increíble es
el papel central que en este proceso juega el presidente, reconstruido del
propio horario diario de personal de la Casa Blanca.
Todos los martes por la mañana el presidente mantiene una reunión con el gabinete antiterrorista constituido por Jack
Brennan, exconsejero jefe en materia antiterrorista de Obama y actual director
de la CIA; Thomas E. Donilon, consejero nacional de Seguridad, y otras dos
decenas de altos cargos de otras agencias de Inteligencia y de las fuerzas
armadas, designados por el Pentágono..
Obama instauró estas reuniones en la Situation Room de la Casa Blanca para
controlar de forma personal la “Kill list” que le presentan sus asesores
semanalmente. Son ellos los que eligen los candidatos, generalmente sospechosos
de pertenecer a algunas de las organizaciones que forman parte de Al Qaeda o
que tienen algún acuerdo con ella. Los nombres de esas personas suelen
ser objetivo de los metadatos en los teléfonos de sus asesores, un proceso que
un ex alto funcionario de la NSA ha llamado al programa de ataques con drone,
“masacre indisciplinada . "
El presidente analiza el dossier de cada candidato a morir, los cargos
existentes contra él, la importancia de su responsabilidad en la escala
terrorista, examina fotos, vídeos, se le mencionan datos sobre su localización,
sobre su situación familiar, sobre las posibilidades de alcanzarlo con un misil
disparado desde un drone, los riesgos de daños colaterales (léase, muerte de
civiles) previsibles y losd efectos que pueda producir su ejecución extrajudicial.
Con esos datos en la mano, el presidente evalúa los pros y los contras de
esa operación clandestina, valora las consecuencias políticas, y decide matar o
perdonar al candidato, como los antiguos reyes absolutistas, la Inquisdión o
como el César hace tantos siglos, cuando, tras una contienda entre gladiadores
en el circo romano, indicaba en un gesto con su pulgar hacia abajo o hacia
arriba, si el gladiador vencido en la arena debía morir o no.
El New York Times informó en diciembre 2012:
“Obama había aprobado no sólo ataques dirigidos contra personas
consideradas de alto valor terrorista, sino tamben contra organizaciones que
dirigen los campos de entrenamiento y grupos de sospechosos en las zonas
controladas por los talibanes, que a veces suelen incluir extensos
cultivos de opiáceos que no tienen vigilantes armados aunque puede que algún
paisano afgano tenga una carabina, aunque no un arma como para derribar un drone“.
Sin embargo, algunos funcionarios del Departamento de
Estado se han quejado a la Casa Blanca que los criterios utilizados por la CIA para la identificación de una
"organizacón terrorista” son demasiado amplios y ambiguos. Un ejemplo lo
dio cuando los oteadores en busca de terroristas vieron "a tres
jóvenes andando a saltos en un campo", y los “responsables” de la agencia
creyeron que haber descubierto un campo de entrenamiento terrorista, según un
alto funcionario. Los sospechosos resultaron ser agricultores afganos que
estaban cargando un camión con fertilizantes y la CIA los confundió con
sospechosos bombmakers -y al poco apareció un drone que descargó sus
misiles y los mató a todos. En los cadáveres y alrededores no se hallaron
bombas, ni armas, ni pólvora sino utensilios de labranza. Alguien de la Agencia
restó importancia al error con estas palabras… “pero es muy posible que los
agricultores fueran también terroristas“, lo cual fue un argumento de peso,
válido incluso para los más escépticos. Y en el parte de la operación, eI
incidente quedó registrado en “Reinsegnement Operations” (operaciones de
inteligencia), como que tres sospechosos de terrorismo habían dido eliminados y
la operación se consideró como exitosa y sin bajas. Solamente hubo “daños colaterales“
Y luego están también los "dobles errores" ... cuando los familiares, amigos o vecinos que tratan de rescatar a alguien herido
por un misil teledirigido se convierten ellos mismos en “clasificados” como
blancos, al interpretar el operador que eran la retaguardia de la banda terrorista que consiguió
escabullirse, pero cayó en la “Lista Kill” del drone.
E - incluso cuando la operación se dirige en realidad contra terroristas de
alto nivel - se produce cas siempre una masacre familiar masiva de civiles
inocentes que luego se contabilizan también como "daños colaterales",
porque muchos sospechosos viajan rodeados de fasiliares, ancianos, mujerres, o
niños. Por ejemplo, el Profesor Jeff Bachman de la American University
informa…“Las críticas se han centrado en “la Lista Kill "en virtud de la
cual entran en la lista, todos loa acompañantes del “blanco oficial“. Así que
los drones matan (eliminan) un promedio 28 personas para acertar realmente a un objetivo."
La Institución Brookings también destacó la alta proporción de muertes de civiles en 2009, también antes
de aparecer en el horizonte los yahidistas del Estado Islámico:
Los críticos han encontrado muchos problemas a este programa oficial, sobre todo por el número de víctimas civiles de los ataques.
Las buenas fuentes sobre el número de muertes de civiles son pocas y las
cifras de los periodistas son a menudo exageradas, pero el promedio aproximado
cierto de víctimas inocentes.. en cada operación llega al 66% de civiles muertos
impunemente. Esa cifra sugiere que por cada terrorista talibán ejecutado a
distancia “legalmente “según la justicia Obama“, mueren algunos familiares del
muerto, fueran o no&n islamistas.
Los costos del cálculo de muertos en
las guerras del ejército de EE.UU.- lo contabiliza una iniciativa no
partidista, sin fines de lucro, con sede académica en el Instituto Watson de la
Universidad Brown de Estudios Internacionales.
“En Irak, hacen notar, más del 70% de los que murieron por la
violencia directa en la invasión de Irak, fueron civiles, en bombardeos
de la flota aérea anglo-norteamericana“. Eran aviones tripulados como en la II
Guerra Mundial, con proyectiles de uranio empobrecdo(?), que destrozaron Bagdad
y otras poblaciones. Fue la guerra de Bush y del primer británico Tony Blair,
en busca de una armas de destrucción masiva del dictador Saddam Hussein, que no
se encararon porque no existían. Con razón la gente de todo el mundo se opuso
abrumadoramente a la invasión de los marines, a los ataques aéreos tripulados
con bombas de uranio empobrecido o de azufre, y al robo descarado de los pozos de
petróleo, por parte de los aliados.
Ahora la nueva ofensiva de Obama en la zona, es como venimos
diciendo de aviones no tripulados. De hecho, entre algunos rangos directivos de
la CIA, se admite que el programa de aviones no tripulados de la campaña de
Obama es contraproducente en la lucha global norteaméricana contra el
terrorismo yihadista.Y muchos jóvenes han cambiado de bando y están
enganchados en las filas del activismo yihadista, tras convertirse al Islam.
Comparar transparencia con secretismo es una misión imposible
|
Y el arquitecto del programa de ejecuciones con aviones no tripulados de Estados Unidos confiesa que “se ha
ido demasiado lejos ... Y se llegado la creación de los
terroristas en lugar de eliminarlos.
Y los drones de Obama son solo una punta del iceberg, una pequeña
muestra del mundo bélico que viene, un adelanto de la guerra robótica, de la
futura guerra entre drones, aviones y helicópteros sin piloto, de los camiones
militares sin conductor, la guerra entre soldados-robot, de los videojuegos
convertidos en realidad, donde el control de la alta tecnología jugará un papel
fundamental, donde quien la domine, quien tenga el control de esas Play Station
letales tendrá el poder, y el que no la tenga seguirá poniendo los muertos.
Los drones, al igual que toda una amplia variedad de artefactos
mortíferos preparados para la guerra robótica y todos los que están en vías de
experimentación, multiplican aún más la superioridad militar de EEUU y
cuestiona totalmente el sistema defensivo de cualquier país, e inicia una nueva
era en la historia del imperialismo del Tío Sam aún más peligrosa para el mundo.
El Dr Jeff Bachman ex profesor de derecho constitucional sabe
que los ataques con aviones no tripulados son un crimen de guerra iguales o peores
que los de la II Guerra Mundial, sólo que quedan impunes.
Como ha señalado el politólogo canadiense David Model en un artículo
reciente, Assassination by Drones: Es evidente que
el lanzamiento de un ataque con un UAV por parte de un estado es una violación
del derecho internacional y los responsables de estos actos se convierten en
sospechosos de crímenes de guerra. La guerra con aviones no tripulados hace
trizas el concepto mismo del imperio de la ley. Al matar a aquellos
‘sospechosos’ de cometer o planear acciones contra EEUU, Washington se
opone a la aplicación de un juicio justo, escribe Model. Prácticamente todas
las misiones letales de los aviones no tripulados son, en términos legales,
asesinatos, con o sin ‘daños colaterales’. Son también actos de terror, en el
amplio sentido de la palabra, y están pensadas para que lo sean.
Por consiguiente, al tratar de convertir el mundo entero en una zona
militar sin restricciones para el uso de armas de fuego, y una zona sin ley, la
guerra con aviones teledirigidos exige que se eliminen las garantías
judiciales en todo el mundo, incluso dentro de las fronteras de EEUU. La ley de detención preventiva
aprobada recientemente en EEUU es la extensión lógica de la ilegalidad
internacional suscitada por la guerra con UAVs y por las ambiciones de dominio
imperial norteamericano.
Ciertamente, es una guerra contra la paz, el mayor crimen internacional. Si
un estado puede matar personas y destruir ciertas organizaciones por decreto,
por su voluntad, sin un juicio justo ni rendición de cuentas, ese estado
puede también ‘ejecutar’ a otros estados a voluntad. Con Obama, EEUU ha
articulado una noción alternativa de legalidad global que pretende reemplazar
al derecho internacional amasado durante siglos y elegantemente codificado
después de la Segunda Guerra Mundial. La intervención militar ‘humanitaria’ es
la doctrina fraudulenta a través de la cual EEUU busca justificar su actual y
desesperada ofensiva contra todos los obstáculos interpuestos o que aparezcan
para oponerse a su dominio global. Y sustituirlo por el suyo.
Si George Bush habló en términos unilateralistas de una misión providencial
para ‘extender la democracia’ como justificación para su agresiva política de
cambio de régimen en Irak y otras partes, Obama invoca la ‘intervención
humanitaria’ como principio pseudo-legal universal de conducta internacional.
Es una doctrina diseñada para el Conflicto Final por la supremacía del Imperio
en el planeta, un espantoso edificio que identifica los supuestos intereses
geopolíticos (corporativos) de EEUU con el destino de la humanidad. ¡La
criminalidad imperial sin límites se hace pasar por el más alto tribunal de justicia!
La estela fúnebre de civiles víctimas de la guerra de drones del presidente
Barack Obama se nota en EE.UU. sólo cuando entre las víctimas aparecen
rostros de hombres inocentes y famosos.
En un momento insólito, Obama apareció un día en la sala de prensa de
la Casa Blanca para pedir disculpas por la muerte accidental de un rehén
norteamericano y otro italiano en un ataque de drones a un complejo de Al Qaeda
en la frontera entre Afganistán y Pakistán.
Las muertes del rehén Warren Weinstein y del italiano Giovanni Lo Porto fueron un golpe angustioso
para el presidente, la Casa Blanca y los responsables antiterroristas de la CIA. Todos se vieron
obligados a afrontar la horrorosa realidad de que, como resultado de una de sus
acciones, Estados Unidos ocasionó la muerte de dos cautivos inocentes.
"Es una verdad amarga y cruel que en el caos de una guerra
generalizada, y de nuestra lucha contra los terroristas, pueden ocurrir
errores, y a veces errores de muerte", se disculpó Obama.
"Como presidente y como comandante en jefe, asumo plena
responsabilidad por todas nuestras acciones contra el terrorismo, entre ellas
la que inadvertidamente cobró las vidas de Warren y Giovanni", terminó
Obama en tono grave. "Lamento profundamente lo sucedido". El dolor
era evidente en su rostro Obama cuando hizo ese dramático discurso.
El presidente no autorizó específicamente la operación que mató a
Weinstein, pero la Casa Blanca dijo que ésta se llevó a cabo conforme a los
protocolos en vigor por él fijados para regular las operaciones de
contraterrorismo. ¿Alguien revisa a diario los protocolos?
Durante meses, las agencias de inteligencia de Estados Unidos habían estado
espiando desde el aire la guarida de Al Qaeda en una ubicación no revelada,
pero no se habían visto señales de que Weinstein y Lo Porto estuvieran cautivos
dentro del edificio que alberga los mejores dirigentes de Al-Qaeda. El edificio
fue prácticamente demolido desde el aire por misiles de los drones…pero
los rehenes estaban dentro. Y se liberaron los dos queridos rehenes, ya
cadáveres, aparte de los de un centenar de presuntos terroristas, mujeres incluidas.
Una pregunta clave que Obama no enfrentó --y que puede surgir de los
análisis de la actividad de la Casa Blanca y miembros del Congreso — es si la
muerte de los dos rehenes civiles fue un accidente inevitable o si la comunidad
de inteligencia cometió un cálculo erróneo grave.
"Mi propia reacción instintiva, sin tener a la vista un gran número de
datos, es que si atacas a los terroristas por medio de la fuerza militar
durante muchos años, entonces todo esto lamentablemente se convierte en
una inevitable estadística", dijo Daniel Benjamin, quien fue el principal
asesor sobre contraterrorismo bajo la entonces secretaria de Estado Hillary
Clinton, que ahora se encuentra en Dartmouth College. "Es muy difícil de
evitar muertes inocentes". Hillary será probablemente la próxima
presidente de Estados Unidos. ¿Suprimirá los drones?
Las operaciones antiterroristas de Obama que se realizan
desde el aire presentan un gran porcentaje de riesgo. Las agencias de inteligencia nunca pueden
saber con seguridad a quien están disparando, y los grupos de libertades
civiles desde hace mucho tiempo se han quejado acerca de lo aleatorio de los
ataques que le han dado muerte a cantidades crecientes de civiles pakistaníes.
Pero las muertes deben también tener implicaciones políticas y de principios.
La muerte de los dos rehenes famosos ha servido en parte como una sacudida
grave para el programa de guerra de drones, la base de la guerra del país
contra el terror. Los periodistas plantean preguntas acerca de si las agencias
encubiertas de Estados Unidos hacen absolutamente todo lo posible para
asegurarse de que ningún civil esté en la trayectoria de los ataques aéreos, o
si la CIA es culpable de un nuevo fracaso de inteligencia.
La metodología de la campaña de Obama contra el extremismo islamista y las
operaciones para matar a los sospechosos de militantes— y todos los riesgos
inherentes a las decisiones de los ataques militares contra blancos
humanos, es una ciencia imperfecta de los servicios de inteligencia, pero
¿están los responsables actuando siempre dentro de la ley?.
La muerte de Weinstein también alimenta la controversia sobre si Estados
Unidos, país que rehúsa negociar con al Qaeda e ISIS para la liberación
de la mayoría de los occidentales detenidos, hace lo suficiente como para
encontrar y traer a casa con vida a los rehenes.
La seguridad nacional enfrenta una nueva crisis en momentos en los que la
política exterior de Obama sde halla bajo los ataques de los críticos del
Capitolio, y la preocupación pública aumenta por la amenaza
creciente y mundial de grupos como ISIS.
Cuatro años después de la contundente accion de las fuerzas
especiales para matar a Osama bin Laden, la garantía de la seguridad nacional
de Obama está siendo cuestionada con razón en muchas áreas. Otro episodio más
reciente se ha producido tras un intento fallido de liberar a rehenes
norteamericanos en Siria, y la discusión sobre el intercambio entre un
prisionero talibán y un marine, y el colapso del gobierno yemení, socio
vital de EE.UU. en la lucha contra al Qaeda en la península arábiga.
Los cientos de ataques con drones en regiones fronterizas anárquicas de Afganistán y Pakistán es un
programa clasificado que los altos mandos rara vez discuten en grupo, fuera del
Pentágono. Sin embargo, no basta con echarlo todo a los “daños colaterales”, si
algo sale mal.
Su pronta adicción a los drones, al heredar el poder de Bush,
ayudó a Obama a verlos desde el primer momento como una varita mágica, como
arma estrella mucho menos visible para la propia opinión pública interna e
internacional que lo que había habido en Washington hasta entonces: invasiones
con miles de hombres y aviones, donde eran visibles no sólo la destrucción de
ciudades sino también los constantes abusos, torturas y los excesos y la
violencia cometidos por los marines o por mercenarios de las compañías privadas
al servicio del Pentágono. Obama descubrió que la poca visibilidad de la guerra
a distancia desde el aire ayudará al gobierno a mantener el secretismo y a ser
más impune. Los 'drones' disfrazaban y frivolizaban las guerras de Bush, y las
convertían en un videojuego.
En estos cinco años, Obama ha ordenado más de 400 ataques con unos 5.000 muertos. Sólo entre el 1, 5 y el 2% de los
objetivos que se cumplieron eran cabecillas de Al Qaeda o de los talibán. El
grueso son milicianos considerados por los militares 'de bajo valor' y más de
un millar (un quinto de las muertes) son civiles. Los 'drones' provocan un alto
índice de muertes civiles. Cuando se tiene al objetivo en el visor, no se le
deja escapar y se va a por todas incluso aunque se crucen civiles. Los propios
pilotos admiten que los niveles de error son grandes. Los ojos del 'drone' no
tienen mucha definición a veces y es fácil confundir un fusil con la
herramienta de un campesino. Y esas muertes de civiles, que han denunciado
países como Afganistán y Pakistán, provocan un efecto inverso a lo buscado
porque Al Qaeda capitaliza esa situación para ofrecer protección a los civiles.
Este tipo de ejecuciones, ¿violan el Derecho Internacional?.
Porque estos asesinatos selectivos son ejecuciones extrajudiciales. No se intenta capturar al objetivo, sino directamente
liquidarlo. Se ha alterado el viejo lema del 'Far-West' de 'Se busca vivo o
muerto'; simplemente se le ha eliminado la primera parte y directamente se le
ejecuta. Viola el Derecho Penal Internacional, el Derecho Internacional
Humanitario y las propias leyes de los países que practican estas ejecuciones
extrajudiciales -además de EEUU, Reino Unido.
Desde la época de la guerra de Vietnam, EEUU ha pasado de ser
el mayor proveedor de violencia en el mundo, en palabras del Dr. Martin
Luther King, a una amenaza existencial para el orden mundial, el imperio de la
ley y la seguridad de los habitantes de la Tierra, una amenaza para la
civilización misma. El primer presidente negro de la nación nos ha sumergido en
la barbarie internacional con su ofensiva de aviones no tripulados. Es un joystick para el infierno.
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|