‘No torturar’: la promesa para extraditar presos de EEUU a otros países
Jason Leopold
VICE News En Español
12 de mayo de 2016
El grupo de naciones extranjeras que ha recibido más de 1.000 detenidos por
el ejército de Estados Unidos entre 2010 y 2011 garantizaron que no torturarían
a los extraditados, pero tiempo después surgieron reportes de presuntas
vejaciones contra los presos.
En un duro informe de 10 páginas que analiza las extradiciones de los
presos — desclasificado esta semana por la Oficina del Inspector General del
Departamento de Defensa como respuesta de una petición hecha por por VICE News
hace tres años bajo la Ley por la Libertad de la Información (FOIA) — se
menciona que el Departamento de Defensa (DOD) no contó con una política
estricta que abordara específicamente cómo serían tratados los presos una vez
que fuesen entregados a otro país.
'Las garantías diplomáticas no son de confiar y son inefectivas al momento de proteger a los
individuos en contra de la tortura y el maltrato'.
El reporte fechado el 28 de febrero de 2012, elaborado por el Inspector
General de inteligencia (IG), dice que el DOD debería promulgar políticas que
incluyan una instrucción explícita para que se evite extraditar a personas a
países extranjeros donde es probable que sean torturadas. Dos años después de
que el Inspector hiciera esa recomendación, el DOD adoptó dicha política.
De acuerdo con el informe, entre agosto de 2010 y agosto de 2011, EEEUU
extraditó a 1.054 presos que estaban detenidos por el DOD en Afganistán, Irak y
Guantánamo. Los números se dividieron de esta forma: 802 presos de Afganistán,
259 de Irak y tres de Guantánamo, fueron transferidos a Alemania y Argelia,
aunque éste último cuenta con un pobre historial en materia de derechos humanos.
'El DOD debería promulgar políticas que incluyan una instrucción explícita para no extraditar
[a países] donde es probable que sean torturados'.
En un informe anterior entregado por el IG en diciembre de 2010, se lee que
EEUU había transferido a 4.781 presos políticos. Después de liberar a los
detenidos, la Unión Americana recibió garantías diplomáticas de los gobiernos
extranjeros de que los presos no serían torturados. Sin embargo, aún no se
determina si se están cumpliendo las promesas.
Durante la administración de George W. Bush, surgieron acusaciones de que
miles de presos que fueron torturados física y psicológicamente mientras
estaban bajo custodia del ejército estadounidense y la CIA, también fueron
torturados después de ser extraditados a las naciones extranjeras. Estados
Unidos ignoró el problema.
Luego, con la administración del presidente Barack Obama, el gobierno
entregó una orden ejecutiva semanas después de tomar el cargo en 2009 para
establecer un grupo especial de trabajo en torno a las políticas de
interrogación y extradiciones. El grupo estuvo conformado por dirigentes de la
administración de muchos años en el cargo y contaba con una carta constitucional
que exigía interrogatorios legales, el cierre de los centros clandestinos de
detención de la CIA y un estudio de las políticas estadounidenses de
extradición de presos políticos para asegurarse de que cumplieran con las leyes
domésticas e internacionales. El equipo operativo pretendía prevenir "la
extradición de individuos a otras naciones donde serían torturados".
La vida después de Guantánamo: exiliado en Kazajistán.
Leer más aquí.
En agosto de 2009, el equipo operativo entregó un informe que sigue siendo
clasificado. Sin embargo, en un comunicado de prensa del Departamento de
Justicia, donde se resumió dicho informe, se dijo que aunque EEUU confía en las
garantías diplomáticas de que los presos no serán torturados, el grupo
operativo recomendó que "el Departamento de Estado se involucre en evaluar
dichas garantías y que los inspectores generales de los departamentos de
Estado, Defensa, y el de Seguridad Nacional preparen un informe anual
coordinado sobre extradiciones conducidas por cada una de sus agencias sobre la
confianza en las garantías".
"El grupo operativo también hizo varias recomendaciones con el
propósito de mejorar la habilidad de Estados Unidos para monitorear el
tratamiento de individuos transferidos a otros países", agrega el
comunicado de prensa.
Pero las garantías diplomáticas que aseguran que los presos no serán
torturados — un componente crucial de los esfuerzos de la administración de
Obama para tratar de cerrar Guantánamo— no están respaldadas legalmente.
"Las garantías diplomáticas no son de confiar y son inefectivas al
momento de proteger a los individuos en contra de la tortura y el maltrato;
EEUU no debería depender de ellas", declararon Juan Méndez, corresponsal
especial en el tema de tortura, y Ben Emmerson, corresponsal especial de la ONU
en materia de derechos humanos y contraterrorismo, en un comunicado conjunto
emitido en diciembre de 2013.
"Hemos visto a menudo que las garantías diplomáticas son utilizadas
por el gobierno para burlar la prohibición absoluta de la tortura como se
establece en la Convención de la ONU en contra de la tortura y otras formas
crueles, inhumanas o degradantes de trato o castigo".
Con excepción del informe entregado por el IG del Departamento de Seguridad
Nacional en noviembre de 2011, todos los demás informes sobre garantías de
extradiciones de presos políticos siguen siendo material clasificado. El
informe obtenido por VICE News, es el primero en salir a la luz luego de la
reexaminación de desclasificación. Este medio también ha ingresado solicitudes
para obtener tres reportes más.
"La preocupación que siempre hemos tenido sobre garantías diplomáticas
es que se trata de una promesa de no torturar de parte de un torturador",
dijo Naureen Shah, directora del programa de Seguridad y Derechos Humanos de
Amnistía Internacional USA, luego de revisar el reporte. "Nada en este
informe nos muestra que EEUU está realizando un esfuerzo verdadero para
asegurarse de que esto no le pase a los individuos. El hecho de que el IG no
supervisara si estas personas estaban siendo torturadas o no después de su
extradición, es alarmante".
Exprisioneros de Guantánamo suplican
a Obama que lo cierre de una vez por todas. Leer más aquí.
Otros grupos de derechos humanos e informes de medios también han
documentado casos generalizados de tortura por parte de autoridades afganas e
iraquíes. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) detuvo la
extradición de presos políticos hacia Afganistán, luego de que Naciones Unidas
entregaran un reporte en 2013 donde se reveló que los presos transferidos bajo
custodia afgana fueron sistemáticamente torturados.
'La preocupación que siempre hemos tenido sobre garantías diplomáticas es que se trata de una
promesa de no torturar de parte de un torturador'.
Shah dijo que Amnistía Internacional mandó un memo a la Casa Blanca en
marzo pasado, solicitando a la administración tomar varias medidas antes de que
Obama deje el cargo para asegurarse de que EEUU no vuelva a una política de
tortura. "Algo que solicitamos fue la desclasificación y revelación de los
informes de la IG", dijo Shah. "No hay forma de evaluar el historial
de extradiciones de esta administración porque no tenemos los informes".
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