Liberado el último preso británico de Guantánamo tras 13 años cautivo sin cargos
Jason Leopold and Ben Bryant
Vice News
2 de noviembre de 2015
El ejército de Estados Unidos ha repatriado a Gran Bretaña a Shaker Aamer, de 46 años. Se
trata del presunto criminal más peligroso liberado de la cárcel estadounidense
en los últimos 14 años.
El vuelo de Aamer aterrizó el jueves pasado a la 1 del mediodía en Biggin
Hill — un aeropuerto comercial situado a las afueras de Londres, que cuenta con
un pequeño espacio para la flota de las Fuerzas Aéreas reales. El jet privado
aterrizó, abandonó la pista y se metió en un hangar.
En un comunicado emitido por sus abogados, Gareth Peirce e Irene Nembhard,
horas después de que llegara al Reino Unido, Aamer declaró que:
El motivo por el que he permanecido fuerte es porque cuento con el apoyo de personas que creen en la verdad por
encima de todas las cosas. Si yo fuera la llama que se prende para proclamar la
verdad, entonces el pueblo protegería mi resplandor del viento. Gracias a Alá
en primer lugar. Y a mi mujer, a mis hijos, a mi familia y a mis abogados, que
han hecho todo lo posible por difundir mis palabras por el mundo, en segundo.
Agradezco profundamente la lucha de todos aquellos que han batallado son solo
por mí, sino por el final de Guantánamo. Si no hubiese sabido que estaban
luchando, es muy probable que me hubiese rendido más de una vez; estoy abrumado
por lo que ha hecho la gente, por sus acciones, sus pensamientos y por sus
oraciones. Si no fuera por su dedicación a la justicia, ahora no estaría aquí,
en Gran Bretaña.
Clive Stafford-Smith, otro de los abogados de Aamer, declaró a VICE News que se esperaba que su
cliente ingresara directamente en un hospital para ser sometido a un
reconocimiento médico en profundidad. Es probable, además, que sea interrogado
por el MI5, el servicio secreto británico, y por la división antiterrorista de
la policía.
Stafford-Smith contempla cómo el vuelo aterriza más allá de un reja en la que se concentran los periodistas.
"Es muy raro estar aquí", explica a VICE News. "Estoy
absolutamente encantado".
"Shaker desea recuperar su vida y estar con su familia. Y ya, a largo plazo, lo que quiere es fundar un
proyecto benéfico a favor de los derechos humanos — la fundación para la paz
Shaker Aamer".
La familia de Aamer ha acordado junto al detenido no recibirle justo al bajar del avión, explica
Stafford-Smith. "Es algo realmente traumático para su familia", añade.
Stafford-Smith cree que Aamer busque indemnización alguna por los 13 años que ha pasado recluido en
Guantánamo. Sin embargo, su nombre aparece en un listado para indemnizados que contempla un cobro que podría alcanzar el millón y medio de
euros. "Lo único que le interesa a Shaker es la verdad", cuenta.
"Lo que quiere realmente es que se descubra la verdad".
Raúl Castro pide a
Obama que levante el embargo a Cuba — y que devuelva Guantánamo. Leer más aquí.
Clive Stafford-Smith, uno de los abogados de Aamer, aguarda a ver el jet de su
cliente en el aeropuerto de Biggin Hill, en Londres. (Foto de Ben Bryant/VICE News)
|
En un movimiento sin precedentes, el departamento de Defensa de Estados Unidos anunció hace un mes
que estaba gestionando la repatriación del convicto a Gran Bretaña, después de
comunicar al Congreso la liberación, tal y como estipula la ley. Aamer, de
nacionalidad saudí, está casado con una mujer inglesa, la madre de sus hijos.
El saudí ha sido venerado por otros detenidos como su líder, aunque, paradójicamente no ha sido nunca
condenado por crimen alguno. Pese a ello, se ha pasado la mayoría de los
últimos 13 años confinado en una celda de aislamiento, en una zona de
Guantánamo diseñada para prisioneros no sentenciados. Aamer ha relatado tanto
en demandas legales como en cartas dirigidas a sus abogados, que a lo largo de
estos últimos 13 años ha sido sistemáticamente torturado por los soldados
estadounidenses. Las autoridades de Guantánamo han negado la acusación.
El avión en que se cree que viajaba Shaker Aamer, el último británico recluido en
Guantánamo, aterriza en el aeropuerto de Biggin Hill, en Kent, Gran Bretaña.
(Foto de Facundo Arrizabalaga/EPA)
|
En los últimos años el caso de Aamer ha recibido la atención internacional de miles de partidarios, activistas
y de celebridades que han exigido su liberación inmediata. Su detención despertó
el interés de Roger Waters, uno de los fundadores de la banda musical británica
Pink Floyd. Waters leyó una de las cartas firmadas por el prisionero de origen
saudí, en que este aludía a la letra de una de las canciones más emblemáticas
de la banda, The Wall.
Poco después de descubrir el caso de Aamer, Waters se puso a filmar un vídeo en el que leía la carta y comentaba el
caso del preso británico. Lo siguiente fue que otra gran compositora británica,
PJ Harvey, escribiera una canción titulada Shaker Aamer. Y, a partir de ahí la
palabra se difundió y otras personalidades se sumaron a las huelgas de hambre
que el mismo Aamer llevaba tiempo practicando, para denunciar su detención ilegal.
En mayo de 2013, la activista Medea Benjamin, fundadora de Code Pink, una organización de mujeres para la
paz, interrumpió uno de los grandes discursos antiterroristas de Barack Obama
para reivindicar el caso de Aamer. Fue durante el calor de una de las muchas
huelgas de hambre organizadas en Guantánamo. Durante su célebre discurso, Obama
anunció que estaba desplegando una nueva iniciativa para clausurar el
controvertido centro penitenciario.
La ambulancia en la que viaja Aamer, el último preso británico de Guantánamo, a su
salida del aeropuerto. (Foto de Facundo Arrizabalaga/EPA)
|
El pasado mes de enero, la Casa Blanca anunció que había declarado el caso de Aamer como prioritario y que
estaba trabajando en él. Las declaraciones se produjeron poco después de que
Obama se reuniera con el primer ministro británico, el conservador David
Cameron. Sin embargo, después de que Obama proclamara sus buenas intenciones,
pasaron meses sin que se produjera ninguna novedad al respecto. El silencio
desató la ira de los miembros del parlamento británico. Estos denunciaron
abiertamente en las páginas del The New York Times que la administración Obama había
incumplido su promesa de garantizar una fecha para la liberación de Aamer.
Se desconocen las posibles restricciones en materia de seguridad que han gobernado la repatriación de
Aamer. En junio, el embajador británico en Estados Unidos, Peter Westmacott
envió una carta a la senadora Dianne Feinstein, la representante demócrata de mayor rango en el
Comité de Inteligencia del Senado, después de que una delegación británica se
reuniera con ella y otros legisladores, para incidir en la liberación de Aamer.
En la carta se detallaba que las fuerzas de seguridad de Gran Bretaña están
perfectamente provistas para lidiar con cualquier cuestión de seguridad.
"El gobierno británico es plenamente consciente de la preocupación que despiertan en Washington temas
como la reincidencia. El ejecutivo británico también es consciente de la
amenaza que los ex presos de Guantánamo representan para Estados Unidos y sus
ciudadanos", escribe Westmacott. "La policía británica y los
servicios secretos han activado los procedimientos necesarios para identificar
la reincidencia en sus más temprano estadios. Existe un variado catálogo de
investigaciones que contemplan la naturaleza y la dimensión de la amenaza que
puede suponer cada individuo. Estamos convencidos de que nuestra policía y nuestras
fuerzas de seguridad están sobradamente preparadas para enfrentarse a esas amenazas".
Un detenido en Guantánamo ha sido enviado a Marruecos y nadie sabe nada de él. Leer más aquí.
Feinstein, que se refirió a Aamer como a un prisionero "conflictivo" en un comunicado emitido el mes pasado, declaró que apoya el
traslado de Aamer y que está plenamente convencida de "la eficacia de las
poderosas leyes antiterroristas británicas y de la competencia de sus fuerzas
de seguridad, de su inteligencia y de su sistema legal" para
"prevenir que Shaker Amer pueda dañar la seguridad nacional británica y la estadounidense".
Pese a todo, Feinstein y sus colegas no parecían haber advertido la delicada situación de Aamer, a pesar de
la abundante cobertura mediática que su detención ha generado. Los
parlamentarios británicos que suscribieron el artículo de opinión publicado por
el New York Times, proclamaron su "estupefacción" al descubrir que
ninguna de las personas con las que se reunieron en Washington parecía tener la
menor idea del caso. Los políticos británicos condenaron entonces la
"preocupante negligencia de la Casa Blanca para comunicar la envergadura del caso".
En realidad, ya advirtieron que algo no marchaba bien después de que los estadounidenses achacaran el dilatado
retraso de la repatriación a "consideraciones de seguridad".
'La prolongada detención de Shaker [ha sido] completamente injustificable'
"Cualquier insinuación de que Gran Bretaña no dispone de la infraestructura legal necesaria, de que
carece de los recursos en materia de seguridad e inteligencia; o incluso de que
adolece de envergadura para encargarse de los sucesivos problemas que pueda
plantear el señor Aamer, es profundamente insultante", escribieron.
Tanto la administración Bush (en 2007), como la agencia que administra las fuerzas de seguridad de Guantánamo
(en 2009) habían declarado oficialmente que Aamer estaba listo para ser
liberado. Sin embargo, el departamento de Defensa lleva desde entonces haciendo
todo lo posible por obstaculizar su liberación. Según la institución
estadounidense, Aamer sigue siendo una amenaza para la seguridad nacional. De
hecho, el departamento ha defendido durante años que lo más recomendable sería
enviarle de vuelta Arabia Saudí, donde se le obligaría a entrar en un centro de
rehabilitación para yihadistas. Así lo suscriben los documentos obtenidos por VICE News.
En una carta que Aamer escribió a Stafford Smith hace dos años, el antiguo detenido expresaba que "si
intentan repatriarme a Arabia Saudí mis gritos se escucharán por todo Londres.
Les plantaré cara hasta el final, aunque se presenten en mitad de la noche. Yo
viajo a Londres y punto. Solo deseo estar con mi familia y con mis hijos. Hay
muchas cosas de Arabia Saudí que me preocupan y multitud de razones por las que no volvería".
Aamer, que habla inglés y árabe, se ganó el sobrenombre de "el profesor" durante su estancia en
Guantánamo. El padre de familia británico fue capturado en Afganistán en
noviembre de 2001. Se le acusaba de estar vinculado a Al-Qaeda y de ser uno de
los confidentes de confianza de Osama Bin Laden. Aamer y sus abogados llevan
desde entonces negando con vehemencia tales acusaciones. Pese a todo, Aamer fue
retenido en la base aérea de Baghram hasta el día de San Valentín de 2002;
entonces fue enviado a Guantánamo. Se da la circunstancia de que aquel mismo
día la mujer de Aamer dio luz al benjamín de la familia, Faris, un adolescente
a quien el ex convicto no conoció hasta el viernes pasado.
Aamer ha repetido hasta la saciedad que se encontraba en Afganistán por motivos humanitarios. Se había
trasladado con su familia a Kabul. Allí vivió durante un breve periodo con otro
ex presidiario británico de Guantánamo, Moazzam Begg. Aamer se trasladó al país
asiático antes del 11-S para construir pozos y colaborar en varios proyectos
destinados a construir una escuela para niñas.
Otra de las condiciones que el departamento de Defensa ha exigido para liberar a Aamer ha sido que se le
prohíba comunicarse con Begg. Así lo han comentado a VICE News funcionarios
estadounidenses que conocerían las condiciones negociadas para la liberación.
Estos han exigido permanecer en el anonimato, pues no estaban autorizados a
facilitar detalle alguno sobre la negociación.
Begg no ha querido hacer declaraciones.
El comandante de la Marina estadounidense y portavoz del Pentágono Gary Ross, ha declarado a VICE News que
no está autorizado para discutir "las garantías específicas que ofrecen
los gobiernos extranjeros".
"En cualquier caso, la decisión de transferir a un prisionero solo se llevan a cabo después de
mantener minuciosas y dilatadas conversaciones con el país de acogida. En ellas
se detalla la amenaza potencial que un detenido puede significar después de ser
transferido y las medidas que el país de acogida tomará para impedir esa
amenaza y para asegurarse de que el individuo en cuestión recibe el trato
adecuado", explica.
En noviembre de 2007, un analista militar redactó un informe sobre Aamer que sería filtrado meses
después por WikiLeaks. En este se cuenta que el convicto es una figura tan
poderosa, que hasta es capaz de dirigir la voluntad del resto del detenidos,
hasta el punto de poder convencerles de que se suiciden.
El informe describe a Aamer como a un tipo "extremadamente egoísta", como a un manipulador de sus
interrogadores y de los funcionarios encargados de vigilarle. Además, explica
que se declaró en huelga de hambre en verano de 2005 a instancias de Stafford
Smith, y que terminó implicando a más de 100 detenidos en la misma. Stafford
Smith declaró en su día que la información es ridícula. Aamer ya ha proclamado
que el único propósito de aquella huelga de hambre era obligar a que Guantánamo
respetara la Convención de Ginebra sobre derechos humanos.
La referencia al suicidio está relacionada con un notorio incidente registrado en la zona en que Aamer estaba
encerrado. Su proximidad motivó que se le acusara entonces de orquestar el acto
— el 9 de junio de 2006 murieron tres detenidos en Guantánamo. Tanto los
funcionarios de Guantánamo como los investigadores de la Marina concluyeron que
se trató de un triple suicidio.
Las cinco familias sirias que llegaron a Uruguay en 2014 desean 'que las saquen de acá'. Leer más
aquí.
Según comentaron, las tres víctimas se habrían introducido trapos por la garganta, se habrían atado las
manos a la espalda y habrían elaborado un nudo con sus sábanas para colgarse
(en un extenso artículo publicado por un suplemento del New York Times en
septiembre de 2006, el alcaide de Guantánamo hablaba de la tragedia. Según él,
poco antes de la muerte de los tres prisioneros, Aamer habría comentado con los
tres fallecidos que había tenido una "visión" y que en esta se le
revelaba que los tres detenidos necesitaban suicidarse para ser liberados).
Sin embargo, un antiguo celador de Guantánamo que estaba en el centro penitenciario la noche en que murieron los
tres detenidos, cuestionó la versión del alcaide. Joseph Hickman, que así se
llamaba el guardia, hizo su personal ajuste de cuentas con el triple
fallecimiento acaecido una noche de junio de 2006. Hickman publicó el año
pasado el ensayo Murder at Camp Delta. Allí argumenta su teoría, una hipótesis
que reivindica que los detenidos fueron asesinados. [Jason Leopold escribió la
solapa de aquel libro].
Según se extrae de la declaración jurada del propio Aamer, aquella misma noche este fue "golpeado durante dos horas
y media sin interrupción". Zachary Katznelson presentó la declaración en
cuestión ante un tribunal federal en septiembre de 2006.
"Siete policías militares participaron en la brutal paliza", rezaba la declaración. "El señor
Aamer declaró que se negaba a suministrar un escáner de su retina ni sus
huellas dactilares. Me contó que estaba atado a una silla, incapaz de mover su
cabeza, sus brazos ni sus piernas. Los guardas se dedicaban a hacer fuerza
sobre puntos de presión repartidos por todo su cuerpo. En sus sienes, por
debajo de sus mandíbula, en la hendidura que se abre en el dorso de las orejas.
Le asfixiaron. Le doblaron la nariz con tanta fuerza hacia los lados, que temió
que se la romperían. Le pellizcaron en los muslos y en los pies constantemente.
Le hundieron los dedos en los ojos. Le sacaron los globos oculares y se los
dejaron expuestos a la luz de una linterna durante varios minutos, hasta que el
calor era insoportable. Le doblaron los dedos hasta hacerle gritar. Y entonces,
cuando gritaba, le taponaban las vías respiratorias y le encajaban una máscara
en el rostro para que no pudiese gritar. Durante todo este proceso, el agente
responsable de la seguridad en la prisión observó la situación y no hizo nada
por intervenir".
Aamer fue también vecino de celda de Yemeni Adnan Latif, un prisionero que, según la declaración de los
militares estadounidenses se suicidó el 8 de septiembre de 2012. Latif habría
muerto tras ingerir una sobredosis de antipsicóticos que habría acumulado y
ocultado en sus ingles. En la documentación obtenida por VICE News después de
ganar una demanda presentada ante la Ley de Libertad de Información (FOIA en
sus siglas inglesas), se detalla que Aamer confesó a los investigadores
militares que Latif había sido maltratado por los enfermeros en las horas
previas a su fallecimiento.
El ex convicto también ha denunciado a los servicios de inteligencia británico MI5 y MI6. Según Aamer,
durante su detención en Bagram, agentes de la inteligencia británica
participaron en las torturas que le fueron infligidas. Las agencias en cuestión
también han sido sometidas a investigación.
Caroline Lucas, parlamentaria del Partido de los Verdes ha exigido en numerosas ocasiones que se abra una
investigación judicial sobre la participación de los servicios secretos en las
torturas de Aamer. Lucas hizo una huelga de hambre solidaria de 24 horas para
denunciar el caso del ex convicto.
"La dilatada detención de Shaker [ha sido] completamente injustificable", ha declarado Lucas a VICE
News. "El gobierno y las fuerzas de seguridad, tienen que garantizar, en
adelante, la seguridad de Shaker y la de su familia desde que regrese a
casa". Además, se tiene que permitir que sus abogados puedan desplegar un
programa de vigilancia y cuidado sin interferencias. El caso de Shaker subraya
la urgente necesidad de que se abra un investigación judicial que valore la
complicidad del Reino Unido en las torturas. El primer ministro ya lo había
prometido en 2010, aunque luego dio marcha atrás".
David Davis es un veterano congresista del partido Conservador y co-presidente del grupo parlamentario
Shaker Aaamer (APPG, en sus siglas inglesas). Se trata de una formación
parlamentaria que ha reunido a miembros de todos los partidos para reivindicar
la liberación de Aamer. Davis ha explicado que el ex convicto deberá de
enfrentarse a las preguntas del parlamento. Davis cuenta, de hecho, que el
testimonio de Aamer podría ser de inestimable ayuda para valorar el
controvertido informe Chilcot. El informe Chilcot es una investigación pública
que ha sido retrasada hasta la saciedad y cuyo objeto no es otro que valorar el
papel de Gran Bretaña en la guerra de Irak. Todo apunta a que el informe verá
la luz, finalmente, el próximo verano.
"Yo y otros miembros de la AAPG estamos con muchas ganas de ver a Aamir tan pronto como sea razonable,
pero nunca antes de que se haya reunido con su familia", ha explicado Davis.
Por otro lado, el Pentágono anunció el jueves que también ha repatriado a un ciudadano mauritano. Ahmed
Ould Abdel Aziz, de 45 años, fue detenido en 2012. Pero, al igual que Aamer,
nunca fue acusado de crimen alguno. Hoy sin 112 los detenidos que siguen
encarcelados en Guantánamo. Según una investigación de inteligencia sobre Aziz
filtrada en su día por WikiLeaks, el ex convicto era miembro de Al-Qaeda y
también habría jurado fidelidad a Bin Laden. Sin embargo, Aziz siempre ha
desmentido su vinculación en cualquier actividad terrorista.
Aamer es uno de los últimos testigos de los días más oscuros de Guantánamo. Y es también, uno de los que
tuvo más peso entre el resto de prisioneros. Su regreso provocará que se desate
el fervor popular e informativo. A fin de cuentas, seguro que tiene mucho que
contar sobre cómo han fallecido los demás prisioneros y sobre las operaciones
que se han llevado a cabo en el centro de detención.
Sin embargo, por ahora y hasta nuevo aviso, Shaker ya ha confesado ante sus abogados que su prioridad es pasar
tiempo con su familia en Battersea, en Inglaterra.
"Y lo siguiente será someterme a un reconocimiento médico completo, en algún lugar completamente
confidencial en que, por fin, sea respetada mi privacidad. "Soy como un
coche viejo que no ha pasado por el taller en años".
Sigue a Jason Leopold (@JasonLeopold) y
Ben Bryant (@benbryant) en Twitter.
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|