Los atentados de París complican
el plan de Obama para cerrar Guantánamo
Jason Leopold
Vice News
20 de noviembre de 2015
El presidente de EEUU, Barack Obama, ha repetido hasta la saciedad su
intención de cerrar el centro de reclusión de Guantánamo, en Cuba. Lo viene
haciendo desde que asumió el poder, en 2009. Sin embargo, parece que el tiro le
sigue saliendo por la culata. Hoy, mientras el líder demócrata se acerca ya al
fin de su mandato, los atentados de París representan el penúltimo revés para
un plan que parece más improbable que nunca — sin embargo, él insiste en que
cumplirá con su palabra.
Obama viene de liderar una conferencia de prensa en Manila junto al flamante
primer ministro canadiense Justin Trudeau. Allí, en Filipinas, Obama ha reconocido
los múltiples obstáculos con los que se ha enfrentado para cumplir con su plan
de cerrar Guantánamo. Sin embargo, sigue convencido de que eso es lo que hay
que hacer y asegura que antes de dejar la Casa Blanca, lo habrá conseguido.
Pese a todo, Obama es consciente de que los atentados perpetrados en París juegan
en su contra. De hecho, la matanza francesa ha levantado una importante oleada
de opiniones de senadores y congresistas que han proclamado su oposición al
reasentamiento de refugiados sirios en suelo estadounidense.
"El discurso sobre los refugiados también se está viendo afectado por los
atentados. Ahora muchos sugieren que solo deberíamos permitir la entrada de
cristianos. Son las mismas voces que claman por barrar el paso a cualquier
ciudadano sirio, incluso a los menores de edad — es un argumento que exaspera a
nuestros ciudadanos musulmanes… y al resto de musulmanes del planeta, un
colectivo formado por 1.600 millones de personas.
De lo que no cabe duda es que Guantánamo ha sido una formidable herramienta de
reclutamiento para organizaciones terroristas como Estado Islámico (EI)",
ha explicado Obama. "Y en parte, tal es uno de los pretextos para
justificar su aberrante y demencial violencia contra gente inocente. Podemos
garantizar la seguridad de los estadounidenses y cerrar Guantánamo".
"Estoy seguro de que me encontraré con una enorme oposición", añade.
"Después de lo de París se multiplicará la tendencia a atacarnos con
asuntos que, en realidad, no nos hacen más seguros, pero que son parte del
discurso más populista de la política".
La piedra angular del esperadísimo plan de cerrar Guantánamo, que todavía tiene
que ser desvelado, clama por trasladar a los presos de Guantánamo a los centros
de reclusión estadounidenses que están bajo el control del departamento de Defensa.
El comandante de la marina y portavoz del Pentágono Gary Ross ha explicado que un
pequeño equipo del departamento de Defensa ha llevado a cabo ya media docena de
"exploraciones sobre el terreno" durante el último año, en un intento
por determinar qué destinos serían los más adecuados para el traslado y cuál
sería el coste de mantener a un número limitado de actuales convictos de
Guantánamo en Estados Unidos".
Entre los destinos contemplados está la prisión de Leavenworth, en Kansas; la
Consolidated Naval Brig, en Charleston, Carolina del Sur; el complejo
correccional federal, que incluye instalaciones de máxima, mediana y súper
máxima seguridad en Florence, Colorado; y la prisión de Centenial Correctional,
en Canon City, Colorado.
Los fiscales generales de esos tres estados ya han escrito una misiva
conjunta a Obama en la que aseguran que "trasladar a los prisioneros al
continente creará un peligro inminente y convertirá a las comunidades de esos
lugares en objetivos".
Liberado el último preso británico de Guantánamo tras 13 años cautivo sin cargos. Leer más aquí.
Se esperaba que la Casa Blanca y el Pentágono presentaran el plan de clausura de
Guantánamo la semana pasada, antes de que Obama viajara a la cumbre de los
G-20. Sin embargo, algunos senadores republicanos han sugerido que los ataques
de París han forzado a la administración a dejar su plan en stand by".
"La administración haría mejor en concentrarse en un plan para derrotar a EI, en
lugar de perder el tiempo imaginando a qué cárceles estadounidenses se debería
de trasladar a los prisioneros de Guantánamo", ha declarado un portavoz de
la oficina del senador Paul Ryan, quien ha criticado duramente la iniciativa de
cerrar Guantánamo. "El retraso del plan debería ser permanente", ha
dicho Ryan.
Sin embargo, Obama explicó ayer mismo que los atentados en París, que mataron a 129
personas e hirieron a más de 300, no tienen nada que ver con que el plan
no haya sido presentado todavía en el Congreso. Según el líder demócrata,
tanto el Pentágono como la Casa Blanca siguen calibrando cuáles serían los
costes del traslado de los prisioneros a Estados Unidos.
La propuesta es virtualmente idéntica al proyecto frustrado de cerrar Guantánamo
que Obama ya presentó pocos meses después de ocupar su despacho. En 2013 volvió
a intentarlo — esta vez coincidiendo con la celebración de una huelga de hambre
en Guantánamo.
Obama será objeto de duras presiones para que cumpla con su promesa de clausurar
el controvertido centro de reclusión antes de abandonar la Casa Blanca. Si bien
algunos miembros del Congreso han expresado su deseo de aprobar el plan de
clausura, todavía no ha habido senadores o senadoras que hayan expresado
su deseo de colaborar con la administración en la ejecución de la propuesta.
La única excepción es Dianne Feinstein, la senadora demócrata
y representante e este partido en el Comité de Inteligencia del Senado.
"En lugar de torpedear los intentos del presidente Obama por cerrar el centro de
reclusión de la bahía de Guantánamo, el Congreso debería de tender su mano para
facilitar la ejecución del cierre", ha escrito recientemente Feinstein en una columna
de opinión que firmó para el New York Times.
Sin embargo, el camino de Obama hacia su objetivo se encontró con otro
obstáculo la semana pasada. Entonces, los legisladores aprobaron una propuesta
de ley sobre los gastos anuales del departamento de Defensa. Y esta incorporaba
una provisión que prohíbe a la administración transferir a preso alguno a
territorio estadounidense. Obama ya había afirmado que suscribiría la propuesta
para que se convirtiera en ley.
Un detenido en Guantánamo ha sido enviado a Marruecos y nadie sabe nada de él. Leer más aquí.
"Nos estamos gastando cientos de miles de dólares en cada detenido", ha
explicado. "Y eso es algo innecesario, que nada tiene que ver con
garantizar la seguridad de los nuestros. Así que tendremos que revisar
conjuntamente con el Congreso todas las opciones, y defender por qué creemos
que lo mejor sería clausurar Guantánamo.
Algunos líderes demócratas han asegurado que el Congreso no tiene nada que hacer y que
lo que más le convendría a Obama sería emplear su autoridad ejecutiva para
cerrar Guantánamo si eso es lo que quiere.
"El Congreso ya ha hecho su trabajo", declaró el senador Reid a la prensa la
semana pasada. A Reid le preguntaron si creía que Obama utilizaría su autoridad
ejecutiva para cerrar la prisión. "Ya han discutido lo que piensan de
Guantánamo. De ahora en adelante el presidente tiene que hacer lo que crea que
tiene que hacer. Se le ha mandado una propuesta de ley. Así que deberá
considerar si cree tener la autoridad administrativa para ignorarla".
Los funcionarios de la administración han contado a VICE News que no ha habido
ninguna discusión sobre qué pasaría si Obama emplea su autoridad ejecutiva para
cerrar Guantánamo sin el apoyo del congreso. El secretario de prensa de la Casa
Blanca, Josh Earnest contó en una sesión informativa celebrada la semana pasada
"que ahora mismo estamos trabajando en el Congreso". Pese a todo,
también dijo que todas las opciones siguen abiertas.
El senador John McCain, presidente del Comité de Servicios Armados del Senado, ya ha declarado que piensa denunciar a
la administración ante los tribunales si Obama planea ignorar al congreso y
cerrar Guantánamo. McCain ha apoyado a Obama proverbialmente en su plan por
cerrar la penitenciaría, pero ha criticado a la administración por su lentitud
a la hora de proponer un plan que pudiese defender y presentar ante los
miembros del Congreso.
"He estado convencido durante años de que el cierre de las instalaciones de
Guantánamo jugaría a favor de los intereses en seguridad nacional de Estados
Unidos. Y lo sigo creyendo", aseguró McCain hace unos meses. "El
problema es que ya han pasado seis años y que todavía seguimos a la espera de
que la administración Obama proponga un plan razonable para la clausura de
Guantánamo… Ahora, sin embargo, tenemos la sensación de observar a un presidente
que se apresura en cumplir su intempestiva promesa".
'Que nos devuelvan': ex prisioneros de Guantánamo protestan frente la embajada de EEUU
en Uruguay. Leer más aquí.
El ex consejero de la Casa Blanca Greg Craig, a quien en 2009 le fue encomendada la
misión de diseñar un plan para el cierre de Guantánamo en un plazo de un año,
también ha expresado su opinión en una columna de opinión de un prestigioso
rotativo nacional.
En un texto escrito para el Washington Post a cuatro manos junto a Clifford Sloan,
igualmente destacado en su día por el departamento de Estado para clausurar
Guantánamo, ambos consideran que es una "prohibición irracional"
impedir que la administración invierta los fondos del departamento de Defensa
para cerrar las controvertidas instalaciones. Es más, les parece
"directamente anticonstitucional".
De acuerdo con Craig y Sloan, Obama dispone de la autoridad
constitucional necesaria como comandante jefe que es, de cerrar la prisión unilateralmente.
En un testimonio emitido esta semana ante el Comité Judicial del Senado, la fiscal
general de Estados Unidos, Loretta Lynch, afirmó no tener noticia alguna de que
el presidente Obama quiera cerrar Guantánamo unilateralmente.
"Creo que el departamento entiende que hay que respetar el estado de Derecho y que la
ley deberá de ser aprobada primero en el Congreso y luego ratificada por el
presidente", afirmó. "No recuerdo que nos hayamos encontrado con
provisión anticonstitucional alguna con la que no podamos lidiar — y por
supuesto nuestra intención es trabajar conjuntamente con el Congreso y con la
administración para resolver el asunto".
Jack Goldsmith, ex jefe de la oficina de Conejería Legal del departamento de
Justicia, un organismo que facilita asesoramiento al presidente, salió al paso
de las declaraciones de Lynch en su blog Lawfare. "No hay nada en las
declaraciones de Lynch que impida que el presidente pueda concluir que ninguna
de las restricciones tenga nada de anticonstitucional".
Incluso en el caso de que Obama consiga, de alguna manera, el apoyo necesario para
seguir adelante con su plan de cierre, llegados a este punto parece que la idea
de clausurar Guantánamo no reportará mucho más que un modesto ahorro de dinero
y el cumplimiento de una remota promesa electoral.
En 2011 Obama suscribió un decreto ejecutivo que institucionalizaba la detención
indefinida. La peligrosa medida está basada en el principio que asegura que
algunos de los prisioneros de Guantánamo pueden permanecer recluidos hasta el
día de su muerte por que constituyen una amenaza a la seguridad nacional.
En este sentido, el decreto también se apoya en el argumento de que las
posibilidades de sentarles en un tribunal y ganar el juicio, son demasiado
enrevesadas. Claro que si los presos estuviesen recluidos en prisiones
estadounidenses, los contribuyentes estadounidenses no solo se ahorrarían
decenas de miles de millones de dólares, sino que tendrían la garantía de saber
que las normativas aplicadas a los actuales encarcelamientos no serían
modificadas en lo más mínimo.
Steven Hawkins, director ejecutivo de Amnistía Internacional, también ha acudido a
las páginas del New York Times para expresar su opinión.
Hawkins firmó una carta al director en que aseguraba que "la clausura de
Guantánamo tendría que significar el fin de una violación palmaria de los
derechos humanos y es que nadie puede estar detenido indefinidamente si no hay
cargo alguno en su contra, como sucede con muchos presos de Guantánamo — no se
trata de trasladarles a una nueva prisión para cambiar su código postal.
Actualmente hay 107 prisioneros en Guantánamo. 48 de ellos ya han recibido la aprobación
para ser liberados o transferidos. El viernes pasado, solo unas horas antes de
la matanza de París, cinco presos de bajo nivel fueron transferidos a una
cárcel de los Emiratos Árabes Unidos.
Por su parte, Obama declaró el jueves que espera que a principios del año que viene
queden menos de 100 convictos en Guantánamo — lo que sería un indicativo de que
el Congreso ha sido notificado, tal y como contempla la ley, de los traslados.
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