La táctica de ICE: Echarle barro
a los inmigrantes
Correos electrónicos internos muestran que los agentes de ICE tienen la
intención de sostener las mentiras de Trump sobre los
inmigrantes como “bad hombres”
Alice Speri / The Intercept
La Tribuna Hispana
10 de octubre de 2017
A medida que cientos de inmigrantes indocumentados fueron detenidos en todo
el país en febrero pasado, durante las primeras redadas masivas del gobierno de
Trump, los altos funcionarios de Inmigración y Control de Aduanas (ICE)
hicieron todo lo posible para retratar a los detenidos como feroces criminales,
instruyendo a los oficiales de campo a destacar a los medios de comunicación
los peores casos y tratando de distraer la atención de las docenas de
individuos detenidos a pesar de no tener antecedentes penales en lo absoluto.
El 10 de febrero, cuando comenzaron las redadas, un alto funcionario de ICE
en Washington, D.C., envió una directiva “URGENTE” a los jefes de personal de
la agencia en todo el país. “Por favor redacten en un papel… los tres casos más
flagrantes”, escribió en un correo electrónico el jefe de personal interino de
las Operaciones de Ejecución de Remociones de ICE. “Si una localización sólo
tiene un caso notorio —entonces incluya un caso similar de otra ciudad”.
El correo electrónico indican que la asignación debía cumplirse esa noche, pero
un día después un agente de ICE en la oficina de San Antonio envió un correo
electrónico interno, diciendo que su equipo no había cumplido con la tarea.
“Esta mañana me han llamado la atención del Cuartel General, indicando nuestro
fracaso en esta tarea”, escribió el agente.
La única tarea urgente
A medida que pasaban las horas, la presión sobre los agentes locales para
que cumplieran con el pedido se hizo más intensa. “Tan pronto como usted llegue
(a su oficina), su única tarea de hoy será la compilación de tres casos
notorios”, escribió el 12 de febrero un director asistente de la oficina de
campo de Austin de ICE, al equipo que debía cumplir la tarea, señalando que las
oficinas nacionales y de San Antonio estaban impacientes. “HQ y SNA nos
llamarán la atención por la tardanza”, dice el correo.
Entonces el agente agregó que un equipo de oficiales había “detenido a un
criminal hace unos minutos, así que con él usted tendrá su primer caso
notorio”.
Documentos vía FOIA
Una gran cantidad de correos electrónicos, obtenidos a través de una solicitud
de la Ley de Libertad de Información (FOIA, por sus siglas en inglés) de
estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Vanderbilt y
publicada exclusivamente por The Intercept, revela cómo en los primeros días de
la presidencia de Donald Trump, hubo la intención explícita de elaborar una
narrativa que justifique las alegaciones del gobierno, de que el motivo de las
redadas era la seguridad pública. Sin embargo, los correos electrónicos
detallan la evolución cambiante de las declaraciones públicas de ICE, una vez
que se hizo evidente que la narrativa del gobierno de Trump no era verdad.
Bob Libal, director ejecutivo de Grassroots Leadership, un grupo de
derechos civiles radicado en Austin, dijo que los mensajes de correo
electrónico muestran “cuan agresivos y desesperados” estaban los agentes de ICE
“durante estas incursiones”.
“Esencialmente, esto es ICE tratando de elaborar un caso para justificar
sus acciones, cuando en realidad no tenía que ver con la seguridad pública, en
lo absoluto”, dijo a The Intercept, después de revisar la correspondencia.
“Podemos esperar que eso sea lo que van a tratar de hacer otra vez”, dijo.
ICE declinó hacer comentarios a The Intercept.
Esparciendo el pánico entre inmigrantes
Comenzando el 6 de febrero, ICE llevó a cabo una redada masiva de inmigrantes
indocumentados a nivel nacional, en grandes y pequeñas ciudades de todo el
país, esparciendo rápidamente el pánico en las comunidades de inmigrantes. Las
incursiones, que concluyeron en 680 detenciones en todo el país, fueron las
primeras de una serie de operaciones masivas ordenadas por el gobierno de
Trump. A finales de septiembre, más de 450 personas fueron arrestadas en otra
redada similar que la agencia llamó “Operación Ciudad Segura”.>
Al principio, los funcionarios de inmigración dijeron que su objetivo eran
los sujetos que representaban una amenaza a la seguridad pública, como
criminales convictos y miembros de pandillas. Pero mientras trataban de
retratar a los detenidos en las incursiones como criminales peligrosos,
inmediatamente quedó claro que muchos sólo habían cometido violaciones menores
y que decenas no tenían antecedentes penales en lo absoluto. En Austin, donde
51 personas fueron arrestadas durante las incursiones de febrero, más de la
mitad no tenía condenas penales. Muchos de los que tenían antecedentes penales
fueron por conducir ebrios.
Controles en las calles
En pocas horas, las historias de las tácticas agresivas de ICE en Austin
dominaron las noticias de los medios de comunicación, ya que los residentes de
esa ciudad informaron que los agentes habían establecido puestos de control en
las calles, deteniendo a un adolescente y por error a un residente legal sin
antecedentes penales. A medida que aumentaba la ansiedad por las incursiones,
las autoridades electas emitieron condenas públicas y los periodistas locales y
nacionales inundaron las oficinas de ICE en Texas, para solicitar comentarios.
En sus primeras respuestas a los medios de comunicación, los funcionarios de
ICE mantuvieron su propia versión de que las incursiones eran de interés
público, diciendo a los periodistas que “al retirar de las calles a extranjeros
criminales y otras amenazas al público, ICE ayuda a mejorar la seguridad
pública”.
Cambiando sus declaraciones
A medida que las críticas aumentaban, ICE cambió su criterio para describir
la operación diciendo que no era “nada diferente a lo rutinario”, y declarando
a los periodistas que las “detenciones selectivas llevadas a cabo diariamente
por los Equipos de Operaciones contra Fugitivos de ICE” eran las misma que “realizaban
diariamente”, y sugiriendo, en declaraciones fuera de micrófonos, que las
afirmaciones contrarias eran “falsas, peligrosas e irresponsables”.
Pero cuando quedó claro que decenas de individuos sin antecedentes penales
habían sido detenidos, ICE enmendó sus declaraciones y dijo a los periodistas
que, además de arrestar a las amenazas de seguridad, las incursiones siempre
tenían como objetivo aquellos cuyos únicos crímenes estaban relacionados con
violaciones de inmigración, como reingresar a los Estados Unidos después de la
deportación: “El presidente ha sido claro al decir que el DHS debe centrarse en
deportar a las personas que representan una amenaza para la seguridad pública,
que han cometido múltiples violaciones de inmigración o que han sido deportados
y reingresado ilegalmente al país”.
Monitoreando a los funcionarios
Al publicar sus propios comunicados de prensa, los funcionarios de ICE
también estaban monitoreando los comunicados de prensa de los funcionarios
electos —y elaborando estrategias sobre cómo responderles.
“El congresista (Joaquín) Castro está twitteando sobre las operaciones de
ICE que tuvieron lugar el pasado fin de semana en el sur de Texas”, dice un
correo electrónico interno de ICE, enviado el 10 de febrero, que reenviaba la
pregunta de un periodista sobre las declaraciones de Joaquín Castro sobre las
redadas. “Estoy respondiendo a este reportero usando nuestra declaración. Pero
no estoy respondiendo a lo que el congresista está twitteando”, dice el correo.
Y otro e-mail dice: “Equipos, por favor tengan cuidado… el concejal de la
ciudad de Austin, Greg Casar, está diciendo que ICE ha realizado acciones en
las áreas de North Lamar / Rundberg arrestando a la gente”, dice un correo
enviado por un oficial de información pública de ICE, en referencia a un post
de Facebook por el concejal.
Una agencia “dispuesta a mentir”
“Creo que lo que estos correos electrónicos hacen muy claro es que tenemos
una agencia federal que está dispuesta a mentir, al igual que Trump está
dispuesto a mentir, para continuar con la criminalización de las comunidades de
inmigrantes”, dijo Casar a The Intercept, después de revisar los correos
electrónicos. “Vivimos en una época realmente aterradora, donde una agencia
federal de aplicación de la ley como ICE opera, esencialmente, como una máquina
de propaganda para el gobierno de Trump”.
“Ellos específicamente hicieron todo lo posible para engañar al público
mediante la búsqueda de criminales peligrosos”, agregó. “Y luego puedes ver en
los correos electrónicos que no podían encontrar esos casos”.
De hecho, los intentos de ICE de proporcionar ejemplos de delincuentes
“feroces”, que fueran detenidos en las incursiones, dieron escasos resultados,
según sugieren los correos electrónicos. El 11 de febrero, un funcionario respondió
a la lista de criminales de un colega, señalando que no estaban relacionados
con la operación en curso. “Las fechas de arresto son antes de cualquier
operación e incluso antes de la EO. ¿Qué pasa con estos casos?”, escribió el
funcionario.
Con el tiempo, ICE logró promover la detención de un hombre salvadoreño que
se había declarado culpable de agresión sexual contra un niño, pero la agencia
no proporcionó ejemplos más flagrantes —y los medios de comunicación se
centraron en las propias tácticas de ICE.
Texto original: https://theintercept.com/2017/10/04/ice-raids-trump-immigration-deportation/
Traducción: A. Mondragón
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