La masacre en masa de civiles en Yemen "Hecha en Estados Unidos"
23 de septiembre de 2015 | Periódico Revolución |
revcom.us
Las bombas —“hechas en Estados Unidos”— caen sobre miles de civiles yemeníes
mientras cuidan sus cabras y ovejas, trabajan sus tierras, hacen sus compras en
los mercados de la ciudad, trabajan en las fábricas, asisten a las escuelas, o
simplemente duermen en sus camas. Destruyen a cientos de edificios, los civiles
enterrados bajo los escombros. Los niños gritan en agonía mientras las
municiones de racimo propagan la destrucción y la muerte. Más de 4.500 personas
muertas desde que el bombardeo comenzó el 26 de marzo de este año, más de 1.000
de ellas civiles, cientos de ellas niños, y al menos 23.500 lesionados.
Escombros en Yemen, resulta de un ataque aéreo de Arabia Saudita respaldado
por Estados Unidos, 8 de septiembre de 2015. Foto: AP |
Sin embargo, otro horror que ocurre a diario en Yemen son los llamados
bombardeos de “doble golpe” en los que las bombas se cayeron y luego, cuando las
personas llegan para ayudar a los afectados, bombardean a estas. Iona Craig en
el periódico The Intercept describe uno de esos ataques cuando una
bomba se lanzó sobre un grupo de más de 100 hombres que habían ido a un mercado
para cambiar animales y mercancías — 50 de ellos asesinados. Un testigo dijo:
“Después de 50, era difícil averiguar.... El resto, todos fueron partes de
cadáveres. La gente destripada en pedazos. ¿Qué partes pertenecían a quién? No
pudimos saber. Algunas fueron partes de animales. Algunas humanas”. Minutos
después del atentado, mientras los rescatistas y transeúntes se movilizaron a
ayudar a los heridos, otra bomba cayó, matando a al menos 35 otros.
Pero eso no es todo. Además del terror desde el cielo, un bloqueo naval de
los puertos de Yemen en el Golfo de Adén ha causado una gran escasez de
alimentos, suministros médicos y combustible. El Programa Mundial de Alimentos
de la ONU calcula que 13 millones de personas, la mitad de la población de
Yemen, tienen hambre y seis millones están al borde de la inanición. Otros
organismos de socorro informan que 15 millones de yemeníes carecen de acceso a
servicios básicos de salud, y que a cuatro de cada cinco —casi 21 millones de
personas— les hacen falta ayuda humanitaria. Muchos se huyen de Yemen, uniéndose
a los millones de otros refugiados expulsados de sus países de origen del
Oriente Medio y otros países aplastados o desgarrados.
El asesinato en masa “Hecho en Estados Unidos”.
¿Quién es el responsable de todo esto? Bueno, el reino de Arabia Saudita
encabeza una coalición de nueve estados árabes que lanzan las bombas y llevan a
cabo el bloqueo. El régimen saudí trata de restablecer su dominio sobre Yemen
para restaurar allí el presidente dictatorial respaldado por Arabia Saudita que
fue derrocado y obligado a huir de Yemen el año pasado por los rebeldes tribales
huthi del norte de Yemen en la frontera con Arabia Saudita, y que ahora
controlan grandes partes de Yemen, incluyendo la capital, y que según los
sauditas están política y militarmente apoyados por Irán, el rival regional
principal de Arabia Saudita.
Los saudíes y sus socios de la coalición niegan que sus ataques se dirijan
deliberadamente a los civiles, a pesar de que muchas de las bombas han caído
lejos de objetivos militares. En un reciente informe, la organización de
derechos humanos Human Rights Watch documenta que ha ocurrido una docena de
bombardeos aéreos en un período de cinco semanas en los que murieron 59 civiles
en el bastión huthi de Saada, ciudad en el norte de Yemen, destruyendo casas,
cinco mercados, una escuela, y una gasolinera donde la gente estaba haciendo
fila para conseguir combustible. Y no hay evidencia alguna de que estos sitios
se hayan utilizado para fines militares. Estos y muchos otros ataques aéreos
constituyen un castigo colectivo a los yemenís, prohibido por el derecho
humanitario internacional que establece que los civiles y las estructuras
civiles nunca deben ser blancos deliberados de ataques.
Pero la respuesta a la pregunta sobre quién es el responsable de este castigo
colectivo y de los horrores terroristas que sufren el pueblo de Yemen sólo
comienza con el papel de la coalición saudí. Estados Unidos suministra los
aviones y las bombas, proporciona la “logística” e “intel” que guían adónde
lanzar las bombas, y tiene las manos manchadas de la sangre del pueblo yemení
inocentes. La gran mayoría de las armas, los aviones y las bombas (incluidas las
bombas de racimo prohibidas internacionalmente), que se utilizan para matar y
mutilar a la población yemení las hizo y suministró Estados Unidos, y el bloqueo
naval que encabezan los saudís se lleva a cabo con el apoyo de las siete de
buques de guerra estadounidenses en el Golfo de Adén, con más de 2.000 marines a
bordo. En resumen, la masacre de civiles inocentes esta en lo fundamental “hecha
en Estados Unidos”.
No está claro hasta qué punto la masacre en Yemen la autorizó de antemano
Estados Unidos, o si los saudíes lanzaron este asalto sin una amplia consulta
con los gobernantes de Estados Unidos a raíz de su propio conflicto con Irán y
otros factores. Pero cualquiera que sea el caso, Estados Unidos desde el
principio, y cada vez más, ha avalado esta masacre militar y
diplomáticamente.
La relación entre Estados Unidos y sus socios criminales menores —los
brutalmente opresivos gobernantes saudíes islámicos fundamentalistas— es un
elemento clave de la dominación de una región que es un punto de contienda entre
las reaccionarias potencias globales y regionales. Por eso, Estados Unidos avala
y respalda a los saudíes militar y diplomáticamente, no importan el conflicto y
caos nuevos y aún peores incitados por los crímenes de Estados Unidos y los
saudís.
En gran parte, los medios de comunicación principales encubren el papel
central de Estados Unidos en apoyo de la coalición encabezada por los saudís, y
cuando informan sobre el apoyo militar estadounidense a la coalición saudita,
por lo general no mencionan el papel de Estados Unidos en la muerte de miles de
civiles. Por ejemplo, en el artículo del New York Times del 13 de
septiembre, los horrores que sufren los civiles yemeníes se describen con cierto
detalle, pero apenas mencionan el papel de Estados Unidos.
El 4 de marzo, el rey de Arabia Saudita se reunió con el presidente Obama en
la Casa Blanca, y cuando las conversaciones habían terminado, anunciaron juntos
que Estados Unidos pronto concluirá una venta de $1000 millones de armas a
los saudíes, además de los más de $90.000 millones de dólares en ayuda militar
que Estados Unidos proporcionó al régimen saudí entre octubre de 2010 y octubre
de 2014.
Las manos de los gobernantes de Estados Unidos están manchadas de sangre.
¡ALTO a las guerras del imperio, los ejércitos de ocupación y los
crímenes de lesa humanidad!
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