Lo que está en juego y los peligros para el derecho al aborto de las mujeres
La Corte Suprema conocerá
el caso de Misisipí sobre la limitación de derechos
Manifestantes so ponen de pie en defensa del derecho al aborto frente de una
actuación de Les Misérables en
Los Ángeles, 2 de junio de 2019.
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Manifestación en defensa de la Organización de Salud de la Mujer de Jackson en
agosto de 2013, durante el Viaje por la Libertad Pro Derecho al Aborto.
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29 de mayo de 2021 | revcom.us
“…Y el sector fascista de la clase dominante, durante varias décadas ya, ha llevado a cabo un ataque implacable a
los derechos constitucionales, y ha movilizado a su base social de fanáticos
fundamentalistas religiosos, para ejercer de manera forzosa y a menudo violenta
la opresión patriarcal “tradicional” — con el asalto contra el derecho al
aborto, e incluso al control de la natalidad, un gran eje de este intento de
esclavizar en lo esencial a las mujeres”.
En una maniobra de mal auguro, la Corte Suprema ha decidido conocer un caso que aborda
una ley de Misisipí que prohíbe la mayoría de los abortos de embarazos de más
de 15 semanas. No es posible predecir la manera en que dictaminará la corte
respecto a este caso.
Pero hay muchísimo en juego.
Durante muchas décadas ya, fuerzas antiaborto reaccionarias y fascistas cristianas
han estado aprobando varias leyes estatales antiaborto — con la expectativa que los
impugnaciones jurídicas a tales leyes resultarían, al final, en un fallo de la
Corte Suprema que anulara de hecho, o destripará drásticamente, el fallo
histórico Roe contra Wade que en 1973 despenalizó el aborto en Estados
Unidos. Tan sólo en el mes en curso [mayo de 2021], el gobernador de Texas,
Greg Abbott, firmó una ley que prohíbe los abortos tan temprano como a las seis
semanas [artículo en inglés]. Esta es una de las más de 60
nuevas restricciones estatales al aborto que han sido aprobados tan sólo en el año en curso.
La Corte Suprema probablemente conozca el caso de Misisipí, Dobbs contra Jackson Women’s Health
Organization, durante su próxima sesión que
se inicia en octubre. Se anticipa un fallo en la primavera o principios de
verano de 2022. El caso aborda una ley que Misisipí promulgó en 2018 que
prohíbe la mayoría de los abortos después de 15 semanas de embarazo — más o
menos dos meses más temprano de lo que estipula Roe contra Wade.
Después de que Misisipí promulgara la ley, la única clínica proveedora de
abortos en el estado presentó una demanda, con el argumento que la ley
violaba Roe contra Wade. Tribunales inferiores dictaminaron que la ley era
claramente inconstitucional bajo Roe contra Wade, que no permite que los estados prohíban el aborto antes de la viabilidad
fetal — el momento en que el feto podría sostener la vida fuera del útero, o
alrededor de 23 o 24 semanas.
La Corte Suprema dominada por fascistas cristianas podría aprovechar este caso
como una oportunidad para atacar directamente a Roe contra Wade. Pero,
aunque no lo haga, hay muchos escenarios en que un fallo podría
socavar gravemente el derecho al aborto de las mujeres. Por ejemplo, al
formular algún razonamiento para defender la ley de Misisipí, el fallo de la
corte podría establecer un precedente que defienda otras leyes que prohíben (y que
no solamente restringen) el aborto antes del punto de viabilidad.
En realidad, si predominaran las fuerzas antiaborto, ¡definirían la “viabilidad”
como cualquier condición después de la concepción! Y en lo fundamental, no se
trata de un feto o un “bebé”. Se trata del derecho de las mujeres de controlar
su reproducción y de poder participar en pie de igualdad en todos los aspectos
de la sociedad. Por eso, todos los grupos antiaborto también se oponen al
control de la natalidad. Seamos claros: El feto NO es un bebé. El aborto NO es asesinato. ¡La
mujer NO es incubadora! Y obligar a las mujeres tener hijos contra su voluntad es una forma de
esclavización.
Al aumento de las restricciones al aborto de parte de la Corte Suprema
A partir del fallo Roe contra Wade, la Corte Suprema ha venido
reduciendo la base del derecho al aborto de las mujeres, lo que así ha
expandido el alcance de las restricciones permitidas contra el aborto. Por
ejemplo, en su fallo de 1992, Planned Parenthood contra Casey, la
Corte Suprema por primera vez falló que los estados podrían restringir el
aborto en todas las etapas del embarazo (por medidas como asesorías y períodos
de espera obligatorios, requisitos de consentimiento de los padres de familia,
etc.) y que se podría restringir el aborto por razones más allá de la sanidad
de la mujer. La corte también cambió el estándar jurídico para restricciones al
aborto. Ya no requeriría que los estados que proponen restricciones comprobaran
un “interés estatal imperioso”. Al contrario, requeriría que aquellos que
impugnan las nuevas restricciones comprobaran que esas restricciones impondrían
una “carga indebida” al acceso de la mujer a sus derechos.
La decisión Casey representó un ataque importante al derecho al
aborto. Si bien defendía el derecho constitucionalmente establecido al aborto,
la corte ha puesto posibilidades para que los estados promulgaran una más
amplia gama de restricciones al aborto que han clausurado clínicas y han puesto
obstáculos médicamente innecesarios en el camino del acceso de las mujeres al
aborto, como períodos de espera obligatorios, leyes de consentimiento de los
padres de familia, y mucho más. Y ahora, un fallo a favor de la ley de Misisipí
podría ir a extremos aún más severos.
Durante muchos años ya, en la Corte Suprema ha habido varios jueces que son claramente
antiaborto. En septiembre de 2020, murió la magistrada Ruth Bader Ginsburg, que
estaba a favor del derecho de decidir. Y la reemplazó la jueza Amy Coney Barrett,
una ultra-conservadora religiosa que ha alzado la voz repetidamente contra el “aborto a solicitud”. Barrett cree que
todos los abortos son inmorales y “bárbaros”. Si bien durante su audiencia de
confirmación en el Senado se negó a contestar si votaría para anular
Roe contra Wade, dejó claro que estaba abierta a hacerlo.
Nancy Northup, presidenta del Center for Reproductive Rights [Centro por los derechos
reproductivos], dijo: “Las consecuencias de revocar Roe sería devastadoras… Más
de 20 estados prohibirían el aborto de plano. Once estados —incluido Misisipí—
actualmente tienen prohibiciones ya aprobadas que prohibirían el aborto al
instante de que se anule Roe”. Los abogados para la clínica en Misisipí
escribieron que la nueva ley “pone un obstáculo completo e insuperable en el
camino de toda persona que busque un aborto pre-viabilidad después de las 15
semanas de embarazo que no quepa dentro de sus excepciones limitadas. Es
inconstitucional según cualquier criterio”.
Lo que está concentrado en estos acontecimientos es una manifestación, así como una
parte, de lo que Bob Avakian (BA) ha descrito de manera contundente:
La cuestión general de la posición y el papel de la mujer en la sociedad se
presenta cada día más agudamente en las extremas circunstancias de hoy — esto
es un polvorín en Estados Unidos hoy. No se puede concebir la
resolución de todo esto salvo de la manera más radical y mediante formas
extremadamente violentas. La cuestión que pende es: ¿será una resolución radical reaccionaria o una resolución radical
revolucionaria, implicará reforzar las cadenas de esclavitud o destruir los
eslabones más decisivos de esas cadenas y abrir la posibilidad de realizar la
eliminación completa de todas las formas de dicha esclavitud?
de la “Declaración
de Año Nuevo de Bob Avakian: Un año nuevo, la necesidad urgente de un mundo
radicalmente nuevo — Para la emancipación de toda la humanidad"
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