Nuevos documentos: las autoridades en Guantánamo esperan que los detenidos mueran
Jeffrey Kaye
Medium.com
15 de enero de 2020
Traducido del inglés para El Mundo no Puede Esperar 2 de febrero de 2020
Foto del “Cementerio Islámico” en Navbase GTMO, por Jason Leopold, septiembre 24,
2014, usada bajo permiso — Enlace
|
Un nuevo documento desclasificado, obtenido a través de la Ley de la Libertad de Información (FOIA por
sus siglas en inglés), confirma que semanas después de que Campamento X-Ray en
Guantánamo comenzara a recibir detenidos, el Departamento de la Defensa
esperaba que algunos de ellos murieran. Las autoridades del Campamento también
fueron informadas que los entierros en la base naval estadounidense en Cuba
estaban “autorizados para los detenidos”.
Según una directiva del 4 de febrero del 2002 a Camp X-Ray, de parte de la división de Asuntos Mortuorios en
el nuevo departamento médico de Guantánamo JTF-160, “Como consecuencia de
enfermedades, heridas de batalla y fuera del campo de batalla se asume que
alguna pérdida de vida pueda ocurrir entre detenidos”.
Fotografía de pantalla de la directiva de la división de Asuntos Mortuorios en el
nuevo departamento médico de Guantánamo JTF-160, Hospital Naval y oficiales del
Campamento X-Ray (Documento de la FOIA de MuckRock.com)
|
Este documento fue emitido en respuesta a una solicitud de FOIA FOIA request que presenté en 2013, utilizando el sitio web Muckrock News.
“Detenidos han muerto”
Este memo recién emitido le da credibilidad a mi reporte de diciembre de 2010 acerca de las muertes tempranas en Guantánamo. Mi reporte
describe cómo, en una reunión en febrero 19 del 2002 del Directorio
Epidemiológico de Fuerzas Armadas, un oficial clave de la marina anunció que, en cuanto a Guantánamo “un número de
detenidos han muerto de heridas con las que llegaron”.
A este punto, ya habían alrededor de 300 detenidos encerrados en cajas primitivas que el Departamento
de la Defensa llamaba Campamento X-Ray.
La declaración acerca de las muertes fue realizada por el Capitán Alan“Jeff” Yund, un doctor de medicina
preventiva del Buró de Medicina y Cirugía y el oficial de enlace de la marina
con la AFEB, mientras discutía “asuntos mortuorios” en Guantánamo, parte de una
más amplia discusión de asuntos de salud en la nueva prisión.
Durante la reunión, el Capitán Yund identificó su trabajo directamente con el Admirante Steven Hart, el
director de la Investigación y Desarrollo de Medicina Naval, así como un
“número de otros almirantes”.
Toma de pantalla de la transcripción de AFEB de febrero 19, 2002. El orador fue el
Capitán de la Marina, Alan “Jeff” Yund.
|
En el 2006 la AFEB fue disuelta por orden del entonces secretario de la Defensa Ronald Rumsfeld y sus funciones
fueron incorporadas con otros grupos consejeros en lo que es el ómnibus del Junta
de Salud de la Defensa.
La directiva de los Asuntos Mortuorios del 2002 dio instrucciones acerca de la disposición de los
fallecidos: “la disposición de los restos debe ser llevada a cabo según la
referencia de instrucciones y/o dirigida por autoridades conscientes…dada la
inherente dificultad de notificar al miembro más cercano, ningún sustituto de
cuidados de salud deberá ser escogido. El comandante de JTF actuará como
sustituto para todos los detenidos bajo el consejo del Cirujano del JTF y el
Juez de Staff del JTF”.
Enlaces a la administración de mefloquina
El Cirujano del JTF en ese momento era el capitán Albert J. Shimkus, quien también era el oficial en
comando del Hospital Naval en Guantánamo. Sumándole eso, el capitán Shmkus era
el oficial médico que autorizaba la administración sin precedentes de dosis de
tratamiento de una droga controversial para la malaria llamada mefloquina a
todos los detenidos que llegaban a Guantánamo. Después reporté, Shimkus dijo que alguien en su cadena de mando le
dijo que no estaba a discusión el asunto de la mefloquina.
En su presentación de AEFB de febrero del 2002, el capitán Yund discutió las medidas anti malaria tomadas en
Guantánamo, pero nunca mencionó el uso de mefloquina. De hecho, Yund me dijo
que nunca escuchó acerca de su uso en Guantánamo.
Ostentosamente descrita como medida anti malaria, existen numerosas razones para cuestionar el uso de la
mefloquina, no solo por sus bien conocidos índices de efectos secundarios
neuro-psiquiátricos, sino también porque el tratamiento empírico masivo de ese
medicamente nunca ocurrió y los expertos descubrieron ese uso como potencialmente
dañino y sin justificación médica.
Según el capitán Yund, Shimkus era posiblemente la fuente de información acerca de las muertes tempranas en Guantánamo.
En una entrevista del 7 de diciembre del 2010, vía correo electrónico con el capitán Yund, ahora retirado,
declaró que “no recuerdo haber estado muy directamente envuelto los asuntos de
saludo de detenidos” en Guantánamo. Según él, dijo acerca de sus declaraciones
sobre las muertes de detenidos:
“No hice esa declaración desde conocimiento personal o directo. Pudo haber sido de la presentación del capitán
Shimkus o posiblemente de conversaciones o reuniones con personal médico de
Medicina Preventiva de la Marina. No es el tipo de declaración que yo haría sin
haber escuchado a una fuente que considerara confiable”.
El capitán Lund insiste que recuerda escuchar “un detallado y fascinante recuento” de
“eventos y asuntos” en Guantánamo, aunque no podía recordar ni la fecha ni el lugar.
En una entrevista telefónica conmigo para el artículo de diciembre del 2010 cuyo enlace se encuentra arriba,
el capitán Shimkus, quien fuera un Profesor adjunto en el Colegio de Guerra
Naval, negó conocimiento alguno acerca de muertes tempranas en Guantánamo, y
negó haberle dicho al capitán Yund acerca de alguna de ellas.
Shimkus dijo que “ninguna muerte ocurrió” cuando él estuvo ahí, pero que sí habló con otros en ese momento
acerca del equipo especial preparándose para posibles muertes. No pudo ofrecer
ninguna explicación de lo que reportó el capitán Yund.
En la misma transcripción de la AFEB, no hay sorpresa ni comentario o corrección hecha acerca del anuncio de
Yund en relación a las muertes de detenidos. A la reunión también acudió otro
staff militar médico, consejeros médicos civiles y burócratas de alto rango del
Departamento de la Defensa, incluyendo el almirante Hart, el secretario
asistente de Defensa para la Protección de la Fuerza de la Salud y Preparación,
el Dr. William Winkenwerder y su subdirectora Ellen Embrey. La reunión, llevada
a cabo en el Club Island, en la Estación Naval Aérea North Island San Diego,
fue encabezada por el Dr. Steven Ostroff del Centro de Control de Enfermedades
(CDC por sus siglas en inglés).
La Estación Naval Aérea North Island San Diego fue también el sitio de el programa SERE de supervivencia de
la Marina: Supervivencia, Evasión, Resistencia, Escape y fueron los oficiales
de SERE quienes presionaron porque se ejecutara el submarino como parte del currículo de SERE.
El Departamento de la Defensa también hizo oficial, al momento de mi primer artículo, declarando que la
primera muerte en Guantánamo no ocurrió hasta los tres “suicidios” en junio del 2006.
Bajas del campo de batalla
No está a discusión que algunos detenidos llegaron a Guantánamo con serias heridas de campo de batalla. De
acuerdo con Karen Greenberg, en su libro The Least Worst Place: Guantánamo’s First 100 Days, “El
lugar menos terrible: los 100 primeros días de Guantánamo”, cientos de
detenidos habían sido entregados a Guantánamo para febrero 15 del 2002 y había
varios que necesitaban cirugía mayor.
El personal del Hospital Naval estadounidense, bahía de Guantánamo, participa en
un ejercicio de entrenamiento en la sala de urgencias. Fotografía por Aviador Randall Damm [dominio público].
|
Según
Greenberg, le habían dicho al capitán Shimkus que esperara heridas de batalla. La primera de
varias amputaciones tomó lugar el 7 de febrero. Los cirujanos también
realizaron neurocirugía y cirugía torácica…”.
Notas de un doctor, del 22 de febrero del 2002, que trabajaba en las instalaciones, que revisé, discutían la neurocirugía y la cirugía
cardiotorácica del día anterior. Una toracotomía (escisión de una porción de
pulmón) se habría realizado en el detenido “205”. Las notas del mismo día
también describen un incidente en el que un detenido estaba esposado con del
brazo roto.
A pesar de estas cirugías mayores, se supone que tenemos que creer que los doctores de Guantánamo no
perdieron un solo paciente, ¡aunque los pacientes fueron transportados bajo
complejas condiciones miles de millas desde donde sufrieron sus heridas!
No parece lejana la posibilidad de que el Departamento de la Defensa quisiera mantener las muertes tempranas
como un secreto durante el periodo altamente sensible en el cual se estaba
estableciendo el “laboratorio de batalla”, como lo llamaban, en Guantánamo.
Ni que estuviera descartada la influencia de la CIA, que por lo menos manejaba un “sito negro” en Guantánamo en sus inicios.
Tampoco es extraño que no tengamos más recuentos en primera persona de ciertos eventos ocurridos en
Guantánamo ya que su personal debe firmar una renuncia autorizada de seguridad
y están bajo significante presión legal y práctica para no hablar de lo que
vieron o experimentaron. Considera las sanciones al ex guardia Albert Melise por hablar con el reportero Jason Leopold en 2011.
La burocracia por las muertes
El documento recientemente liberado por una FOIA también describe en detalle cómo las muertes de los detenidos
tienen que ser manejadas por la enorme burocracia del Pentágono.
“USCINCSO notificará al Centro Nacional de Comando Militar (NMCC por sus siglas en inglés)) cuando un detenido muere en
ruta o mientras se encuentra encarcelado en la Base Naval GTMO”, explica el
documento de Asuntos Mortuorios. “El NMCC notificará al Departamento de Estado
(DOS por sus siglas en inglés) y solicitará que el DOS notifique al registro de
descendientes. El NMCC notificará también al Centro Nacional de Información de
Detenidos (NDIC por sus siglas en inglés). El NDIC, en respuesta, es
responsable de notificar al Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC por sus
siglas en inglés) de la muerte del detenido”.
Aunque hice una investigación diligente, no pude encontrar un registro del NDIC. Tal vez el autor del memo se
refirió al Centro Nacional de Reporte de Detenidos (NDRC por sus siglas en
inglés), que envía información de los detenidos al Comité
Internacional de la Cruz Roja, mientras que también “obtiene y almacena
información correspondiente a los Combatientes Enemigos sin privilegios y
confisca sus objetos personales”.
De manera más práctica, el documento explica, “El procesamiento de los restos de un detenido deberá ser
manejado por el comandante y agente funerario, administración de paciente…si es
que un entierro sucediese en GTMO, la locación de la tumba quedará registrada en
el Servicio de Registro de Tumbas”.
Finalmente, el Departamento de Asuntos Mortuorios cederá la autoridad en relación a las muertes de detenidos a
un nuevo Fuerza de Tarea Conjunta 160 que está siendo establecido en Guantánamo.
Según el documento difundido por una FOIA, “Una vez que el JTF sea establecido y capaz de conducir servicios
mortuorios, la Navbase GTMO transferirá la responsabilidad de los asuntos
mortuorios a la JTF…servicios mortuorios limitados estarán disponibles en el
Hospital Naval Navbase GTMO”.
Instrucciones para el entierro
Se dieron instrucciones acerca de cómo preparar un entierro de detenidos: “Un musulmán deberá ser enterrado
dentro de las primeras 24 horas, en una tumba a 6 pies de profundidad con la
cabeza hacia a la Meca y marcado con una piedra sobre la cabeza…después de
haber lavado el cuerpo, se frota con “Kafoud”, una sustancia con aroma, el capelán musulmán deberá tener este producto a la
mano…El Departamento de Estado contactará a la embajada del registro de
descendientes para disponer de instrucciones… Si se toma la decisión de que
los Estados Unidos entierren los restos mortales, estos serán sepultados en la
Navbase GTMO…el sepulcro es autorizado para detenidos” (énfasis en letras negritas).
En una extraña aserción de los derechos de los detenidos, dado que el gobierno estadounidense argumenta que al
momento los detenidos no tenían derechos de tener un abogado, las autoridades
de Guantánamo fueron advertidas que “los detenidos tendrán derecho a la
autodeterminación y la oportunidad de pedir documentos o testamentos”.
Preguntas sin respuestas
En el 2010, el Dr. Steven Miles, autor de Oath Betrayed: Torture,
Medical Complicity, and the War on Terror o “Juramento traicionado:
la complicidad médica y la guerra contra el terror”, escribió su reacción a las
noticias de una posible muerte y reportó, en ese momento, que:
Este es un evento de enorme importancia. He tratado, sin éxito alguno, que el Departamento de la Defensa o
la prensa, clarifiquen las grandes inconsistencias en relación al reporte de la
muerte de un detenido. Mi artículo acerca de esto sigue sin ser publicado por
la prensa médica y por el Estado, etc.
Desde ese tiempo, fue la publicación de una porción del Reporte del Comité Selecto de Inteligencia del Senado del programa de
sitios obscuros de la CIA, pero esa sección redactada del reporte deja muchas preguntas sin respuesta.
En el 2010 escribí “existe una tremenda necesidad de investigaciones del Congreso o independientes que tengan
mandato completo o que tengan el poder de desenterrar la verdad acerca de lo
que ocurrió en Guantánamo y en otras prisiones estadounidenses de “guerra
contra el terror”.
El obstáculo más grande, además del Pentágono y el GOP, es el liderato del partido demócrata en sí, que se
niega a llevar a cabo o a pagar dichas investigaciones, y cuyo líder en la Casa
Blanca, el presidente Barack Obama, se opone, en contra de las obligaciones del
tratado descritas en el Artículo 12 de la Convención en contra de la tortura, a
tales investigaciones".
Tristemente, el presidente Obama no presionó futuras investigaciones y el actual grupo de nominados del partido
demócrata no muestra apetito alguno para hacerlo. El presidente Trump y el GOP
apoyan las continuas operaciones en Guantánamo y tienen menos interés en las
investigaciones. Se necesitará la presión del público, que también falta, para
cambiar la dirección de la historia hacia la responsabilidad y la justicia.
Jeffrey Kaye, psicólogo (retirado), blogger, y autor de "Cover-up at Guantanamo"
https://www.amazon.com/Cover-up-Guantanamo-Investigation-Suicides-Mohammed/dp/1520587090/
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|