Se ahondan las fisuras políticas en Irak a medida que se acercan las
elecciones de marzo
Dahr Jamail Truthout 19 de enero de 2010
Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales
Bastos
Con toda la atención centrada en Afganistán mientras aumentan ahí
vertiginosamente la violencia y la implicación de las tropas estadounidenses, la
ocupación en Irak ha recibido menos atención en los últimos meses que desde que
se produjo la invasión de Irak en marzo de 2003.
Sin embargo, las elecciones nacionales en Irak, que se iban a celebrar este
mes pero fueron aplazadas hasta el 7 de marzo, en vez de aportar una mayor
estabilidad al destrozado por la guerra Irak, amenazan ahora con prender la
mecha de un barril de pólvora de tensiones políticas que ha estado a punto de
estallar e durante años.
La semana pasada los agentes del poder político sectario chií en Bagdad,
dirigidos por el primer ministro nombrado por Estados Unidos Nouri al-Maliki,
utilizaron el pasado 7 de enero la llamada Comisión de Responsabilidad y
Justicia de Irak (AJC, en sus siglas en inglés), (un grupo que queda de la
antigua Comisión de Des-Baathificación establecida por L. Paul Bremer, el zar
estadounidense de Irak durante el primer año de ocupación, y dirigida por Ahmed
Chalabi), para prohibir al menos a 14 partidos políticos y personalidades
políticas mayoritariamente sunníes presentarse a las próximas elecciones debido
a sus supuestas relaciones con el Partido Baath, prohibido desde hace tiempo en
Irak.
La AJC afirma que su decisión se basa en nuevas “pruebas” que muestran
relaciones entre los 14 grupos y el Partido Baath, pero por el momento no ha
sido capaz de presentar ninguna de estas pruebas.
El 5 de enero se escribía lo siguiente en el periódico de propiedad saudí y
editado en Londres Al-Hayat : “La independiente Comisión Electoral
Iraquí ha revelado que ha recibido una interpretación del Tribunal Supremo
Federal iraquí en relación al Artículo séptimo de la constitución que prohíbe la
participación ba'thista en todas las elecciones y también la participación en
cualquier actividad política de cualquier aliado del Ba'th o persona que lo
apoye. Es importante indicar que esta decisión podría llevar a la exclusión del
proceso electoral de catorce grupos y partidos políticos”.
Al-Hayat citaba las siguientes palabras del presidente de la Comisión
Faraj al-Haydari a este respecto: “Hemos recibido la interpretación del Tribunal
Federal referente a algunas entidades políticas que primero fueron incluidas en
el proceso electoral pero que serán excluidas de él a la luz de esta reciente
decisión del Tribunal. El Tribunal Federal consideró que se debía excluir a
cualquier político o partido implicado en actividades terroristas, o de ideas
ba'thistas. Esta decisión considera que basándose en el Artículo 7 de la
constitución, estas personas deberían ser excluidas de todas participación
política y de la vida pública”.
La más importante figura prohibida hasta el momento es Saley al-Mutlaq, un
dirigente sunní laico cuyo Frente de Diálogo Nacional es muy popular entre la
ampliamente privada de derecho al voto población sunní de Irak. Posiblemente
Mutlaq ha sido el objetivo de este intento de asesinato político preventivo
porque en los últimos meses ha creado un poderoso bloque de oposición que podría
desafiar tanto a Maliki como a la más amplia alianza política chií a la que
pertenece, formada por los partidarios del grupo de Muqtada al-Sadr, el Consejo
Supremo Islámico de Irak y Chalabi.
Aunque el gobierno de Irak en teoría todavía podría anular esta prohibición,
la medida ha causado indignación por todo Irak y amenaza con volver a encender
la violencia sectaria y la guerra civil que asoló al país durante 2006-2007, e
inevitablemente haría que los más de 120.000 soldados estadounidenses que
permanecen en Irak en vez de disminuir en número, no sólo continúen en el país
sino que posiblemente aumenten.
Según informó Reuters el 9 de enero, el bloque político de Mutlaq, que
incluye al ex-primer ministro provisional Iyad Allawi y al destacado dirigente
sunní Tariq al-Hashemi, amenaza ahora con boicotear las elecciones de marzo: “La
'Lista Iraquí', encabezada por el vice-presidente Tariq al-Hashemi, un árabe
sunní, el ex-primer ministro Iyad Allawi, un chií laico, y el diputado Salih
al-Mutlaq, un influyente político sunní laico, atacaron la decisión de un comité
estatal independiente de prohibir a al-Mutlaq presentarse a las elecciones”.
Posiblemente en respuesta a la amenaza de boicot por parte de Mutlaq y para
utilizar el miedo para consolidar en poder, el 12 de enero los iraquíes de
Bagdad se encontraron al despertar con su ciudad cerrada y las calles
acordonadas, con rumores de que había habido un golpe baathista.
Con un boicot político sunní y chií laico a las elecciones de marzo y la
subsiguiente falta de representación política en Bagdad la amenaza de violencia
a gran escala ocupa un lugar preponderante.
La actual promesa declarada del presidente Barack Obama es reducir las
fuerzas estadounidenses en Irak a unos 50.000 para el mes de agosto y sacar
estas fuerzas para finales de 2011 (con la generalmente no declarada advertencia
de que 50.000 soldados estadounidenses permanecerán en Irak indefinidamente).
Esto parece muy improbable, incluso sin un amplio boicot a las próximas
elecciones y sin la posible violencia que explotará a consecuencia de ello, ya
que como se espera que permanezcan más de 120.000 soldados hasta después de las
elecciones, el actual plan de Obama significaría que en sólo cinco meses se
tendrían que retirar al menos 70.000 soldados.
Mientras tanto, las pruebas de una mayor agitación política aparecieron el
pasado 12 de enero cuando el presidente [de parlamento] iraquí Ayad al-Samarraie
declaró al periódico Asharq al-Awsat: “También puedo decirle que nuestros
esfuerzos [encaminados a exigir responsabilidades al gobierno] se encontraron
con al oposición del gobierno que no desea que nadie lo supervise. Ellos creen
que estábamos practicando nuestras prerrogativas para derrocar al gobierno y
echarlo abajo, lo que, por supuesto, no es en absoluto verdad. Queremos luchar
contra la corrupción, pero nuestros esfuerzos se encontraron con la ira y el
rechazo de una importante cantidad de ministros. Se niegan a acudir al
parlamento para someterse a unas preguntas porque piensan que es humillante para
ellos”.
Al-Samarraie declaró lo siguiente acerca de la respuesta del gobierno ante
sus esfuerzos en contra de la corrupción: “Si el primer ministro tiene algo en
mente, que lo diga, pero la decisión final pertenece a los bloques
parlamentarios. He dicho al presidente muchas veces que si él cree firmemente en
algo, que lo implemente su grupo parlamentario. Pero si su bloque no está por la
labor, que no me culpe a mí de ello” y añadió que el gobierno, particularmente
el primer ministro Maliki, desea “ que el presidente [de parlamento] carezca de
poder, pero éste no será el caso. No estamos en un régimen dictatorial y yo
nunca seré una figura decorativa. Se han hecho muchos intentos de desbancarme,
pero todos han fallado”.
Una declaración del jefe de la delegación del Parlamento Europeo para las
relaciones con Irak, el legislador escocés Struan Stevenson, citó la “postura
inflexible” de Mutlaq contra al “intromisión” de Irán en Irak como la
“verdadera” razón de la decisión de prohibirle presentarse a las próximas
elecciones.
En respuesta a las acusaciones de sectarismo en el hecho de prohibir
presentarse a las elecciones del 7 de marzo a grupos políticos e individuos que
tienen supuestos vínculos con el prohibido partido sunní, la comisión afirmó que
también pretende prohibir partidos chiíes de la oposición que están afiliados a
partidos sunníes acusado de afiliaciones baathistas.
Es importante señalar que Maliki estuvo exiliado en Teherán entre 1982 y
1990, y después permaneció en Siria antes de volver a Irak tras la invasión
estadounidense de 2003. Maliki, que también es el Secretario General del Partido
Islámico Dawa, trabajó como agente político para el partido Dawa mientras estuvo
en Siria y estableció unas estrechas relaciones con Hizbolá e Iran.
El gobierno de Maliki también ha estado ocupado recientemente deteniendo
masivamente a cientos de jóvenes en zonas predominantemente sunníes de Irak.
Aunque la inmensa mayoría de los iraquíes son no sectarios, el gobierno de
Bagdad respaldado por Estados Unidos sigue llevando a cabo actos que fomentan
descaradamente un violento sectarismo, evidenciado por el artículo titulado “Se
informa de detenciones masivas en zonas sunníes de Irak” publicado en el diario
Azzaman del 4 de enero que afirmaba: “Las fuerzas de seguridad iraquíes
han emprendido una amplia campaña en barrios de mayoría musulmana sunní de
Bagdad y en pueblos y ciudades al norte y oeste de la capital” y “se afirma que
la campaña es la mayor emprendida por el gobierno desde hace años y que ha
llevado a un éxodo hacia el Kurdistán del norte”.
Estas personas detenidas han sido acusadas de ser miembros ilegales de los
Consejos Despertar.
No se dice a los familiares de los detenidos dónde permanecen detenidas, sólo
que permanecerán entre rejas hasta después de las elecciones. Además ha habido
otros redadas del gobierno deteniendo a otros miembros del antes respaldado por
Estados Unidos Consejo Despertar, un grupo de casi 200.000 miembros de la
milicia sunní a los que Estados Unidos pagó por dejar de atacar a las fuerzas de
ocupación, pero que desde entonces han dejado de tener el apoyo estadounidense,
al menos oficialmente.
Los Consejos [Despertar] fueron fundados por la administración Bush para
ayudar a luchar contra al-Qaeda en Irak.
El Consejo Judicial, dependiente del ministerio del Interior de Irak, aprobó
la semana pasada 77 sentencias de muerte en Bagdad, todas contra hombres
acusados de terrorismo, la mayoría de ellos de la comunidad sunní.
También da la casualidad de que las drásticas medidas de Maliki contra los
sunníes coinciden con la reciente liberación de Qais Khazali, un popular clérigo
chií que fue encarcelado en marzo de 2007. Khazali estaba asociado a Muqtada
al-Sadr, pero en 2004 fue expulsado de la milicia Ejército Mehdi. Se cree que
Maliki utilizará a Khazali en las elecciones de marzo para contrarrestar al
bloque sadrista que se presenta a las elecciones de marzo en una coalición que
no incluye a Maliki.
Los recientes ataques de Maliki contra sus oponentes político sinníes y
chiíes laicos se debe probablemente a un intento de rescatar lo que pueda de su
deteriorado poder política. Con el actual aumento de la violencia en Irak debido
a los recientes atentados generalizados, Maliki también se ha desprestigiado en
la calle iraquí ya que su reputación de haber mejorado la seguridad en Irak se
encuentra ahora manchada con sangre iraquí.
El bloque político de Maliki, la Alianza Estado de la Ley (SoL, en sus siglas
en inglés), que obtuvo el apoyo de la mayoría de los sunníes durante las
elecciones provinciales en Irak de enero de 2009, ha perdido ahora este apoyo
debido a estas recientes medidas drásticas en contra del Consejo Despertar y
políticos como Mutlaq.
Mutlaq ha jurado tratar de que el Tribunal Supremo del país revoque la
decisión o, si fuera necesario, Naciones Unidas.
Si no lo consigue y si se produce el boicot sunní y de los laicos chiíes a
las elecciones de marzo existe un gran temor de que resurjan las actividades de
la resistencia armada.
Fuente: http://www.truthout.org/iraq-political-fissures-widen-march-vote-nears56104
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|