¿Nuestros hombres en Irán?
Seymour M. Hersh New Yorker/ICH 09 de abril de 2012
Traducido del inglés para Rebelión
por Germán Leyens
Desde el aire, el terreno de la Instalación de Seguridad Nacional en Nevada
del Departamento de Energía [de EE.UU.], con sus áridos altiplanos y remotas
cimas de montañas, se parece al noroeste de Irán. La instalación a unos 105
kilómetros al noroeste de Las Vegas, fue utilizada otrora para pruebas
nucleares, e incluye ahora un servicio de entrenamiento de contrainteligencia y
un aeropuerto privado capaz de recibir aviones Boeing 737. Es un área
restringida e inhóspita – en ciertas secciones, se advierte a los curiosos que
el personal de seguridad de la instalación está autorizado a utilizar fuerza
letal, si es necesario, contra intrusos.
Es el lugar en el cual el Comando Conjunto de Operaciones Especiales (JSOC,
en sus siglas en inglés) realizó entrenamiento, desde 2005, para miembros de
Mujahideen-e-Khalq, un grupo disidente de la oposición iraní conocido en
Occidente como M.E.K. M.E.K. comenzó como un grupo marxista-islamista dirigido
por estudiantes, y en los años setenta, estuvo vinculado al asesinato de seis
ciudadanos estadounidenses. Inicialmente formó parte de una revolución de amplia
base que condujo al derrocamiento del Shah de Irán en 1979. Pero, en unos pocos
años, el grupo libró una sangrienta guerra interna contra los clérigos
gobernantes y, en 1997, fue incluido en la lista de organizaciones terroristas
extranjeras del Departamento de Estado. En 2002, M.E.K. obtuvo una cierta
credibilidad internacional al revelar públicamente –con exactitud– que Irán
había comenzado a enriquecer uranio en una ubicación subterránea secreta.
Mohamed ElBaradei, director en aquel entonces del Organismo Internacional de
Energía Atómica (OIEA), la agencia de monitoreo nuclear de las Naciones Unidas,
me dijo posteriormente que había sido informado que la información provino del
Mossad. Los vínculos de M.E.K. con los servicios de inteligencia occidentales se
profundizaron después de la caída del régimen iraquí en 2003, y el JSOC comenzó
a operar dentro de Irán en un esfuerzo por substanciar los temores del gobierno
de Bush de que Irán estuviera construyendo la bomba en una o más instalaciones
subterráneas secretas. Se entregaron clandestinamente fondos a una serie de
organizaciones disidentes, para la recolección de inteligencia y, finalmente,
para actividades terroristas contra el régimen. Directa, o indirectamente,
M.E.K. terminó por tener recursos como armas e inteligencia. Algunas operaciones
clandestinas apoyadas por EE.UU., continúan actualmente en Irán, según
funcionario y consultores militares pasados y presentes.
A pesar de los crecientes vínculos, y de un esfuerzo de cabildeo muy
intensificado organizado por sus preconizadores, M.E.K. ha permanecido en la
lista de organizaciones terroristas extranjeras del Departamento de Estado –lo
que significó que el secreto era esencial en el entrenamiento en Nevada. “Los
entrenamos aquí, y los lavamos a través del Departamento de Energía (DOE) porque
el DOE posee toda esta tierra en el sur de Nevada”, me dijo un ex alto
funcionario de la inteligencia estadounidense. “Los estuvimos desplegando sobre
grandes distancias en el desierto y las montañas, y aumentando su capacidad en
comunicaciones – la coordinación de comunicaciones es muy importante”. (Un
portavoz del JSOC dijo que “Las Fuerzas de Operaciones Especiales de EE.UU. no
estuvieron ni informadas ni involucradas en el entrenamiento de miembros de
M.E.K.”
El entrenamiento terminó poco antes que el Presidente Obama tomara posesión
de su cargo, dijo el ex funcionario. En una entrevista separada, un general de
cuatro estrellas en retiro, que ha asesorado a los gobiernos de Bush y Obama en
temas de seguridad nacional, dijo que había sido informado en privado en 2005
sobre el entrenamiento de iraníes asociados a M.E.K. en Nevada por un
estadounidense involucrado en el programa. Recibieron “el entrenamiento
estándar”, dijo, “en comunicaciones, criptografía, tácticas de unidades
pequeñas, y armamento – que duró seis meses. “Fueron mantenidos en células
pequeñas”. También fue informado, dijo, que los hombres a cargo del
entrenamiento eran del JSOC, que en 2005 se había convertido en un importante
instrumento en la guerra global contra el terror del gobierno de Bush. “Los
entrenadores del JSOC no eran hombres de primera línea quienes habían estado en
el terreno, sino hombres de segunda y tercera línea –entrenadores y cosas
parecidas.
El entrenamiento ad-hoc fue el que provocó los llamados telefónicos
preocupados, dijo el general. “Dije a uno de los que me llamaron que todos se
estaban moviendo en terreno desconocido, y que todos ellos terminarían teniendo
líos a menos que recibieran algo por escrito. Los iraníes son muy, muy buenos en
contrainteligencia, y cosas semejantes son demasiado difíciles de restringir”.
El sitio en Nevada era utilizado al mismo tiempo, dijo, para el entrenamiento
avanzado de unidades iraquíes de combate de elite. (El general en retiro dijo
que solo sabía de un grupo afiliado a M.E.K. que pasó por el curso de
entrenamiento; el ex alto funcionario de la inteligencia dijo que sabía que el
entrenamiento tuvo lugar hasta 2007.)
Allan Gerson, un abogado en Washington de M.E.K. señala que la organización
ha renunciado pública y repetidamente al terror. Gerson dijo que no comentará
sobre el supuesto entrenamiento en Nevada. Pero ese entrenamiento, si existiera,
sería “especialmente incongruente con la decisión del Departamento de Estado de
seguir manteniendo a M.E.K. en la lista de terroristas. ¿Cómo puede EE.UU.
entrenar a los que se encuentran en la lista de terroristas extranjeros,
mientras otros enfrentan castigos criminales por suministrar unos centavos a la
misma organización?
Robert Baer, agente en retiro de la CIA, que es fluido en árabe y ha
trabajado clandestinamente en Kurdistán y en todo Medio Oriente en su carrera,
me había dicho inicialmente a principios de 2004 que había sido reclutado por
una compañía privada estadounidense –que trabajaba, creía, por cuenta del
gobierno de Bush– para volver a Irak. “Querían que ayudara a M.E.K. a recolectar
inteligencia sobre el programa nuclear de Irán”, recordaba Baer. “Pensaban que
sabía farsi, lo que no era el caso. Dije que me pondría en contacto con ellos,
pero no lo hice.” Baer, que ahora vive en California, recordó que le dejaron en
claro en aquel entonces que la operación era “a largo plazo – no solo un asunto
aislado”.
Massoud Khodabandeh, un experto en informática que ahora vive en Inglaterra y
asesora al gobierno iraquí, era funcionario de M.E.K. antes de desertar en 1996.
En una entrevista telefónica, reconoció que es un enemigo confeso de M.E.K. y se
ha pronunciado contra el grupo. Khodabandeh dijo que había estado en el grupo
desde antes de la caída del Shah y, como experto en ordenadores, estuvo
profundamente involucrado en actividades de inteligencia así como en proveer
seguridad para la dirigencia de M.E.K. Durante la última década, él y su esposa
inglesa han dirigido un programa de apoyo para otros desertores.
Khodabandeh me dijo que otros desertores más recientes le han contado del
entrenamiento en Nevada. Le dijeron que el entrenamiento en comunicaciones en
Nevada tenía que ver con más que la enseñanza sobre cómo mantenerse en contacto
durante ataques – también tenía que ver con la intercepción de comunicaciones.
EE.UU., dijo, descubrió una manera de penetrar algunos importantes sistemas de
comunicaciones iraníes. En aquel entonces, dijo, EE.UU. suministró a agentes de
M.E.K. la capacidad de interceptar llamadas telefónicas y mensajes de texto
dentro de Irán – que eran traducidos por agentes de M.E.K. y compartidos con
expertos en señales estadounidenses. No sabe si esa actividad continúa.
Cinco científicos nucleares iraníes han sido asesinados desde 2007.
Portavoces de M.E.K. han negado toda participación en los asesinatos, pero a
principios del mes pasado NBC News citó a dos altos funcionarios del gobierno de
Obama que confirmaron que los ataques fueron realizados por unidades de M.E.K. y
fueron financiadas y entrenadas por el Mossad, el servicio secreto israelí. NBC
además citó a los funcionarios del gobierno que negaron toda participación
estadounidense en las actividades de M.E.K. El ex alto funcionario de
inteligencia con el que hablé apoyó el informe de NBC de que los israelíes
trabajaban con M.E.K., agregando que las operaciones beneficiaban de información
estadounidense. Dijo que los objetivos no eran “Einsteins”; “El objetivo es
afectar la psicología y la moral iraní”, dijo, y “desmoralizar todo el sistema –
vehículos de entrega nuclear, instalaciones de enriquecimiento nucleares,
centrales eléctricas”. También se han realizado ataques contra oleoductos.
Agregó que las operaciones son “primordialmente realizadas por M.E.K. mediante
relación con los israelíes, pero que ahora EE.UU. suministra la inteligencia”.
Un asesor de la comunidad de operaciones especiales me dijo que los lazos entre
las actividades de EE.UU. y de M.E.K. dentro de Israel han sido antiguos. “Todo
lo que ahora se hace dentro de Irán se hace mediante testaferros”, dijo.
Las fuentes con las que hablé no pudieron decir si la gente entrenada en
Nevada está ahora involucrada en operaciones en Irán o en otros sitios. Pero
destacaron el beneficio general del apoyo estadounidense. “M.E.K. era un
chiste”, dijo el alto consultor del Pentágono, “y ahora es una verdadera red
dentro de Irán. ¿Cómo aumentó tanto su eficiencia M.E.K.? preguntó
retóricamente. “En parte es el entrenamiento en Nevada. En parte es el apoyo
logístico en Kurdistán, y en parte es dentro de Irán. M.E.K. tiene ahora una
capacidad para operaciones eficientes que nunca tuvo antes.”
A mediados de enero, después de un asesinato por coche bomba de un científico
nuclear iraní en Teherán, el secretario de Defensa de EE.UU., Leon Panetta, en
una asamblea municipal de soldados en Fort Bliss, Texas, reconoció que el
gobierno de EE.UU. tiene “algunas ideas sobre quién podría estar involucrado,
pero no sabemos exactamente quién estuvo involucrado”. Agregó: “Pero os puedo
decir una cosa: que EE.UU. no estuvo involucrado en ese tipo de intento. EE.UU.
no haría algo semejante”.
Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article31013.htm
Seymour Hersh (Chicago, Illinois, EE.UU., 8 de abril de 1937) es un
periodista estadounidense ganador del premio Pulitzer. El mayor impulso en su
profesión lo debe a sus notas con denuncias de La masacre de My Lai (1969), en
Vietnam.
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