La "guerra contra el terror" es una patraña
by Larry Everest
Revolución #039, 19 de marzo de 2006, se
encuentra en revcom.us
La "guerra contra el terror" es una patraña. La invasión y ocupación de Irak
no son parte de una guerra contra el terror, ni las amenazas y preparativos para
atacar a Irán. La "guerra contra el terror" no existe… no importa cuántas veces
lo repita el gobierno de Bush como pretexto para la agresión… no importa cuántas
veces debatan los republicanos y demócratas cómo se debe pelear… ni cuántas
veces lo digan los medios de comunicación.
Lo que existe es una horrible y criminal guerra DE terror de Estados Unidos
contra los pueblos del mundo en aras de sus intereses imperialistas. Los ataques
del 11 de septiembre del 2001 le dieron a la clase dominante estadounidense un
pretexto para iniciar esa guerra, pero no tiene nada que ver con parar
la violencia injusta ni el "terror". Fundamentalmente tampoco busca impedir
otros ataques tipo 11 de septiembre (y todavía no se sabe cuál fue el papel del
gobierno en los sucesos de ese día) ni "proteger" a la ciudadanía de este país
ni de ningún otro. Es una guerra sin límites para afianzar y extender el yugo
asesino del imperialismo yanqui sobre el planeta y los pueblos del mundo.
Las pruebas abundan. Por ejemplo, los estrategas imperialistas llevaban más
de una década hablando de "reconfigurar la situación mundial" antes del 11 de
septiembre, especialmente con el Proyecto de un Nuevo Siglo Americano y el
informe Estrategia de Seguridad Nacional de 2002. (Ver: "Los grandes retos de la
nueva situación" de Bob Avakian en la internet en: http://rwor.org/a/036/avakian-grandes-retos-nuevo-situacion-s.htm).
Segundo, ni Irak ni Irán metieron mano en el 11 de septiembre (y el gobierno
lo sabe muy bien). Así que, ¿por qué son un punto focal de una guerra que
supuestamente prendió ese suceso? Irak no es una "desviación" de la "guerra
contra el terror"; tal guerra es un fraude. En realidad, Irak es un buen ejemplo
de las verdaderas metas de esa guerra. El gobierno de Bush cree que conquistar
Irak es un paso clave para su proyecto de dominación global: deslumbrar al mundo
con un despliegue de poder; afianzar el control del Medio Oriente; convertir a
Irak en una plataforma militar y política para más agresiones; apretar el
control de los energéticos; controlar y reconfigurar el arco de países del Norte
de África, el Medio Oriente y Asia Central; y reforzar la posición de Estados
Unidos con relación a rivales actuales y futuros.
Tercero, Bush y sus compinches criminales nunca dicen qué quieren decir con
"terrorismo", y luego le ponen la etiqueta de "terrorista" a cualquiera que les
cause problemas: ya sean palestinos que luchan contra la limpieza étnica
israelí, nacionalistas radicales, guerrilleros maoístas, fuerzas islámicas
reaccionarias que tienen sus propios conflictos con los imperialistas, estados
que ponen obstáculos a sus planes, o incluso los iraquíes que se oponen a la
invasión y ocupación de su país.
No querer definir "terrorismo" también tapa sus propios crímenes de guerra y
crímenes contra la humanidad. El primer secretario de Justicia de Bush, John
Ashcroft, le dijo al Comité Judicial del Senado en diciembre de 2001: "Desde
1983 el gobierno estadounidense ha dicho que los terroristas son quienes cometen
violencia política premeditada contra no combatientes". Aplicando tal definición
y considerando el saldo de bajas de todas sus guerras e intervenciones mundiales
de los últimos 50 años (entre ellas Irak), no cabe duda de que el gobierno
estadounidense es el mayor y más violento terrorista del mundo.
No puede haber oposición seria a las guerras de agresión de Bush, ni mucho
menos se puede pararlas, aceptando que la "guerra contra el terror" es necesaria
o legítima, ni debatiendo los puntos fuertes y débiles de las acciones del
gobierno en ese marco, como hacen los demócratas. Cuando critican a Bush, no
dicen la verdad sobre la naturaleza ni las metas de la invasión de Irak ni de
las demás agresiones. Todo lo contrario. Aceptan y coinciden con el pretexto de
la "guerra contra el terror" y la promueven (y sí, saben lo que realmente está
pasando). Las "críticas" se restringen a cómo pelear mejor.
No es cuestión de ser cobardes ni de estar confundidos. El Partido Demócrata
es un partido imperialista que coincide con la meta de reforzar y extender el
imperio yanqui pero que tiene diferencias sobre estrategia y tácticas. Se
esfuerza mucho para mantener al movimiento contra la guerra en esos mismos
confines mortíferos. Por eso hablan de las mentiras de Bush, pero no de sus
crímenes de guerra o contra la humanidad (entre ellos Irak). Su preocupación por
defender la dominación global estadounidense los impulsa a decir que, dado que
Estados Unidos ya está metido en Irak, no puede retirarse "precipitadamente" y a
plantear el espectro de una guerra civil si se retira.
En realidad la invasión y ocupación sentaron las bases de una guerra civil. E
incluso si estalla una guerra civil cuando se largue el ejército estadounidense,
lo que sería una pesadilla para el pueblo iraquí, dejar que continúe la
ocupación y que Washington cumpla su "misión" será peor. Garantizará más
derramamiento de sangre y tortura por las fuerzas yanquis y el gobierno títere,
y aumentará la opresión del pueblo por décadas. Además, afianzar el control de
Irak es parte de un plan estratégico de convertirlo en un "modelo" de dominación
yanqui y una base para más guerras de agresión, más saqueo y más opresión en una
región que tiene una atroz historia de cien años de dominación colonial e
imperialista (ver la historia del imperialismo en Irak en el libro de Larry
Everst Oil,
Power & Empire: Iraq and the U.S. Global Agenda [Petróleo, poder e
imperio: Irak y el plan global de Estados Unidos]).
Por otro lado, hacer que Estados Unidos se retire de Irak quitará el
principal obstáculo a una auténtica liberación. Podría cambiar la terrible
dinámica que se está desenvolviendo en Irak y fortalecer las fuerzas laicas
progresistas y revolucionarias. Una derrota en Irak sería un golpe serio a la
guerra de Estados Unidos contra el mundo y dificultará futuras
intervenciones.
La manera más importante de ayudar a los oprimidos de Irak es forjar un
poderoso movimiento aquí que exija que ¡Estados Unidos se retire YA!
Tampoco puede haber oposición en serio a las guerras de agresión de Estados
Unidos planteando el problema en el marco de la "seguridad nacional". Sea cual
sea la definición individual de esas palabras, en realidad la clase dominante ya
las definió como los intereses y el poderío depredador imperialistas.
Tampoco puede ser el punto de partida "proteger a los estadounidenses".
Debido a las acciones del gobierno de Bush, hoy hay más odio hacia Estados
Unidos y los estadounidenses corren más riesgo en el mundo. ¿Y por qué debe ser
la vida de un estadounidense de más valor que la de un ciudadano de otro país?
Aceptando eso, poco a poco se justifican el asesinato y tortura. La clase
dominante espera que aceptemos un "pacto con el diablo": nos protegerá a cambio
de que consintamos a sus asesinatos, intervenciones y guerras contra el
mundo.
Hoy Washington aprovecha el hecho de que sus principales contrincantes son
teócratas islámicos (con quienes existen fuertes contradicciones) cuya política
no ofrece ningún futuro al pueblo, para justificar la agresión con la pantalla
de llevar la "democracia" y el "progreso" al Medio Oriente. Primero, hay que
decir que en Estados Unidos cada día que pasa se impone más una versión local de
los ayatolas reaccionarios. Además, los imperialistas tienden a reforzar a las
fuerzas islámicas reaccionarias, en oposición a los movimientos laicos en el
Medio Oriente, a pesar de que esto luego les causa problemas cuando esas mismas
fuerzas se les oponen. Pero lo que Estados Unidos quiere implantar no es nada
mejor; la respuesta a los reaccionarios islamistas no es la dominación del
imperialismo yanqui.
Lo que se necesita es la clase de claridad moral que expresó Craig Murray, ex
embajador inglés, a la Comisión Internacional Investigadora sobre los Crímenes
contra la Humanidad perpetrados por el Gobierno de Bush: "La maldad engendra
maldad. Si apoyamos a un gobierno… y recuerden que la mayoría de los que han
sido torturados son musulmanes y que los han torturado porque son musulmanes
religiosos… Si apoyamos a un gobierno como ese, ¿cómo no nos van a odiar los
musulmanes? Es obvio. Mi acusación ante este tribunal no es solo que la CIA a
sabiendas y abiertamente usa información sacada con tortura, sino también que
este gobierno deshumaniza a nuestros hermanos y hermanas musulmanes a tal punto
que no importa lo que les hagan. Por ese camino se llega al peor de los males.
Y, damas y caballeros, pienso que vamos por ese camino… Eso no da resultados,
pero incluso si diera resultados, personalmente preferiría morir que dejar que
torturen a otra persona para salvarme la vida".
Los demócratas y los puertos marítimos: Más "bush" que Bush
En respuesta a las profundas dudas internas de la clase dominante sobre la
política exterior del gobierno de Bush, los demócratas y muchos republicanos del
Congreso se unieron para bloquear el plan de que una compañía de los Emiratos
Unidos Árabes administrara varios puertos marítimos estadounidenses.
¡Un gol para los demócratas!: ganaron el título de "líderes de la ‘guerra
contra el terror’" azuzando racismo y xenofobia (odio a los extranjeros). Howard
Dean (líder del partido) clamó: "Los senadores y congresistas demócratas
obligaron al presidente Bush a abandonar el plan de dejar que un país extranjero
dirigiera los seis principales puertos americanos". El locutor radial fascista
Michael Savage (que suelta ataques racistas contra los musulmanes y árabes a
diario) le dio la bienvenida al senador Charles Schumer (Nueva York) a su
programa. El congresista Harold Ford (Tennessee) sacó un anuncio en que pasa
caminando por el puerto de Baltimore con un fondo de fotos de talibanes con
turbantes negros y de secuestradores de los aviones el 11 de septiembre.
¿Y dónde está la indignación (o aunque sea un murmullo de oposición) de esos
mismos demócratas por Guantánamo, Abu Ghraib y las demás cámaras de tortura de
Estados Unidos? ¿O por la amenaza al derecho al aborto? ¿O por la vasta red de
espionaje ilegal de Bush en este país? ¿Dónde está la indignación por haber
tapado la responsabilidad del gobierno por la muerte y destrucción en Nueva
Orleáns? ¿O por las amenazas y preparativos para una guerra contra Irán?…
En el seno de la clase dominante hay serios conflictos, pero todos
encajan en el marco de cómo librar la guerra imperialista de saqueo (que llaman
la "guerra contra el terror"). Y no debemos tomar partido con ningún
lado.
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