"Guantánamo es como una tumba": el sirio que
trata de rehacer su vida en Uruguay tras pasar 12 años en la cárcel más
controvertida de EE.UU.
Gerardo Lissardy - BBC News Mundo
14 de enero de 2022
Ahmed Adnan Ahjam aún busca rehacer su vida
en Uruguay luego de 12 años encerrado en Guantánamo.
|
Cuando a Ahmed Adnan Ahjam le mencionan Guantánamo, lo primero que lamenta es que
todavía haya presos allí. "Tuve suerte que salí", dice.
Se refiere a los 39 detenidos que siguen en esa cárcel militar establecida por
Estados Unidos hace 20 años para sospechosos de terrorismo, sobre la que se han
denunciado abusos y torturas.
Ahjam, de origen sirio, fue enviado a Guantánamo en junio de 2002 luego de ser arrestado por
fuerzas de seguridad de Pakistán y entregado a EE.UU.
Pasó 12 años y seis meses encerrado allí, hasta que fue trasladado a Uruguay con el
visto bueno de una comisión intergubernamental en Washington que revisó su caso.
Llegó al país sudamericano junto con otros cinco exreclusos de Guantánamo en diciembre de 2014, tras
un acuerdo bilateral.
Pero hoy con 44 años de edad, Ahjam aún intenta rehacer su vida en Montevideo y mide
sus palabras en español para referirse a la cárcel más controvertida de EE.UU.
"Si vamos a hablar no paramos por días, porque es una vida ahí. Pero puedo decirte:
Guantánamo es como una tumba. El
que tiene suerte, sale otra vez a caminar en la Tierra", dice Ahjam en una
entrevista con BBC Mundo.
"Símbolo de la injusticia"
En 20 años han pasado 780 detenidos por la cárcel de Guantánamo
|
Por esa cárcel ubicada en una base naval de EE.UU. al sureste de Cuba han
pasado unos 780 detenidos en estas dos décadas.
Los primeros 20 llegaron en un avión militar el 11 de enero de 2002. La
polémica surgió de inmediato al difundirse una foto de ellos arrodillados,
enmascarados y maniatados, vistiendo uniformes naranja.
Habían pasado cuatro meses de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en
EE.UU. y el gobierno de George W. Bush eligió ese sitio para enviar presos de
su "guerra contra el terrorismo" sin regirse por protecciones del derecho doméstico o la Convención de
Ginebra.
Por qué EE.UU. gasta unos US$400 millones cada año en mantener a 40 presos en Guantánamo
La mayoría de los detenidos que pasaron por Guantánamo nunca fueron
acusados formalmente ni sometidos a juicio.
Cinco de los 12 presos que han recibido cargos están acusados de participar
en el plan de los ataques del 11 de septiembre de 2001, incluido su presunto
autor intelectual Khalid Sheik Mohammed.
Pero su juicio tampoco ha comenzado.
Uno de los únicos dos sentenciados hasta ahora en Guantánamo, Majid
Kahn, denunció diversos abusos, desde enemas hasta encadenamientos durante días o amenazas de sus
interrogadores.
"Cuanto más cooperaba y les contaba, más me torturaban", sostuvo
Khan ante un jurado militar en octubre, al declararse culpable de ayudar al
grupo fundamentalista islámico al Qaeda.
Siete de los oficiales de alto rango que integraron ese jurado criticaron
la presunta tortura que recibió, calificándola como "una mancha en la
fibra moral de Estados Unidos".
Guantánamo "se ha convertido en el símbolo de la injusticia, del
racismo, de la islamofobia, de graves violaciones a los derechos humanos que
incluyen la tortura y las detenciones indefinidas", dice Erika
Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, a BBC Mundo.
"Fui violado por médicos de la CIA": el duro testimonio de un preso de Guantánamo para el que un jurado
militar pidió clemencia en EE.UU.
"Lo que tengo claro"
Ahjam era descrito en documentos de EE.UU. como alguien que viajó a
Afganistán, se vinculó con fundamentalistas y fue capturado cruzando desde la
región de Tora Bora a Pakistán en 2001, durante los ataques de la coalición
liderada por Washington.
Pero algunos de esos documentos señalaban que el propio detenido negaba
haber conocido miembros de al-Qaeda en Tora Bora, o haber participado de
entrenamientos y combates en Afganistán como sospechaba EE.UU.
39 personas siguen detenidas en Guantánamo
|
En cambio, Ahjam sostenía que fue vendido por las fuerzas paquistaníes
por una recompensa que pagaron los estadounidenses.
Al trasladarlo a él y otros cinco exreclusos de Guantánamo a Uruguay, el gobierno
de EE.UU. descartó que fueran peligrosos.
Ahjam dice que sufrió abusos durante "los primeros cuatro o cinco meses"
que estuvo en esa cárcel, como privaciones de baños o de ropa limpia.
También describió maltratos de soldados de Guantánamo, por ejemplo por dejar una toalla
en un lugar prohibido de su celda.
"Te llevan afuera (de la celda), te buscan todo el cuerpo, te dejan en el piso, el pie arriba de
tu cabeza así como cinco minutos y luego te vuelven a la celda", relata.
Cuando le preguntan si cree que Guantánamo cerrará algún día, responde que al menos
espera un cambio.
"No hay cosa que siga para siempre", dice. "Eso es lo que tengo claro. Lo
tuve claro en la cárcel: toda cosa tiene comienzo y punto final".
"Mensajes confusos"
De los últimos cuatro presidentes que ha tenido EE.UU., tres expresaron su voluntad de
cerrar Guantánamo: Bush, Barack Obama y el actual mandatario Joe Biden.
Pero al llegar a la Casa Blanca en 2017, Donald Trump puso paños fríos al plan
impulsado por Obama para trasladar los reclusos restantes, y Biden no lo
reactivó con fuerza en su primer año de gobierno.
"El presidente Biden sigue mandando mensajes confusos:
promete cerrar Guantánamo, pero hace poco anunció que se construirían
nuevas salas de corte para que las comisiones militares pudieran reanudar los
juicios", dice Guevara-Rosas, de Amnistía Internacional, que reclama el
cierre de la prisión y rendición de cuentas por los abusos cometidos.
Cerca de la mitad de los 39 presos actuales tienen su transferencia aprobada por una
comisión gubernamental, cinco de ellas anunciadas esta semana.
La situación de los presos en Guantánamo ha generado protestas en todo el mundo.
|
Sin embargo, hay una serie de obstáculos para lograr esos traslados.
Por un lado, se volvió difícil para EE.UU. encontrar países dispuestos a recibir a los exreclusos,
mantenerlos bajo control o monitorear sus actividades.
Biden pidió en diciembre al Congreso eliminar las restricciones que existen
para transferir los presos de Guantánamo a otros países o incluso dentro de EE.UU.
Pero ocho senadores republicanos advirtieron en una carta al presidente en
mayo que quieren que la prisión siga abierta, argumentando razones de seguridad.
"Si bien con sus predecesores hubo argumentos razonables para transferir
y repatriar a algunos detenidos de bajo riesgo, todos concordamos en que
reubicar a los 40 restantes o cerrar la instalación supondría un riesgo
innecesario", indicaron.
"El estigma de Guantánamo"
Dos de los seis exreclusos enviados a Uruguay en 2014 se fueron luego a
Turquía, dice Christian Mirza, quien sirvió como nexo entre el grupo y el
gobierno del entonces presidente José Mujica.
Los otros cuatro lograron apenas una inserción laboral precaria.
"El estigma de Guantánamo los ha marcado y los va a marcar el resto de sus vidas, no
solamente a ellos sino a todos los que salgan de (esa) cárcel", asegura
Mirza a BBC Mundo.
Ahjam llegó a abrir un puesto de venta de dulces árabes en un mercado de
Montevideo en 2018, algo que describía como un "sueño" realizado.
En 2018 Ahjam cumplió su sueño de tener una venta de dulces, pero debió cerrarla
por la pandemia.
|
Pero el negoció cerró durante la pandemia y la ayuda que recibió
inicialmente del gobierno uruguayo caducó.
Ahora Ahjam sigue buscando su nueva vida después de Guantánamo.
"No sabes si estás viviendo o no estás viviendo, porque no tenés nada
para vivir", dice. "Tenés que hacer todo, luchar, empezar todo en la
vida de cero".
Fuente: https://es-us.vida-estilo.yahoo.com/guant%C3%A1namo-tumba-exrecluso-evoca-uruguay-120127532.html
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|