Periodismo frente a propaganda
Los EE.UU. e Israel culpan a Irán del ataque suicida en Bulgaria, pero no
ofrecen pruebas de la acusación
Glenn Greenwald Salon 27 de julio de 2012
Traducido del inglés para Rebelión por J.M.
Casi inmediatamente después de que un atacante suicida matara a cinco
turistas israelíes en Bulgaria el miércoles, altos cargos israelíes encabezados
por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, culparon a Irán, una
acusación acrítica que repitieron los medios de comunicación occidentales a
pesar de que los investigadores búlgaros habían advertido que sería un "error"
culpar a nadie del ataque antes de que este fuera investigado. Ahora Israel y
los EE.UU. culpan del ataque a Hezbolá y, por tanto, a Irán. El artículo de
Nicholas Kulish y Eric Schmitt publicado hoy [22 de julio de 2012] en el New
York Times y titulado "Hezbolá es culpable de ataque contra turistas
israelíes en Bulgaria" interpreta acríticamente estas acusaciones como un hecho
confirmado, aunque no haya pruebas:
Altos cargos estadounidenses identificaron el jueves al atacante
suicida responsable de un ataque mortal contra turistas israelíes que se
encontraban de vacaciones como un miembro de una célula de Hezbolá que operaba
en Bulgaria buscando estos objetivos, lo que corrobora las afirmaciones
de Israel y convierte este atentado en una nueva fuente de tensión con
Irán.
Un veterano alto funcionario estadounidense afirmó que la valoración que
hace actualmente la inteligencia estadounidense era que el atacante, que se hizo
explotar el miércoles y mató a cinco israelíes, había estado "actuando bajo las
amplias instrucciones” de atacar objetivos israelíes cuando se presentara la
oportunidad. Las instrucciones se las había dado a Hezbolá (un grupo militante
libanés) Irán, el principal apoyo de este grupo. Otros dos funcionarios
estadounidenses confirmaron que Hezbollah estaba detrás del atentado,
pero se negaron a proporcionar detalles adicionales.
Según el alto cargo, los ataques eran una represalia por los asesinatos de
científicos nucleares iraníes. Irán culpó a los agentes israelíes - una
acusación que Israel no confirmó ni negó-. "Esto fue ojo por ojo", afirmó el
funcionario estadounidense, quien habló bajo condición de anonimato porque la
investigación aún estaba en curso. . . .
Un alto funcionario israelí afirmó el jueves que el ataque de Burgas era
parte de una intensa oleada de ataques terroristas en todo el mundo llevados a
cabo por dos organizaciones diferentes, la Fuerza Iraní Quds, una unidad de
élite de operaciones internacional dentro de la cual está el Cuerpo de la
Guardia de la Revolución Islámica de Irán, y Hezbolá.
Lo que The New York Times quiere decir con "identificada",
"confirmada" y "corroborada" la responsabilidad de Irán y Hezbolá es lo
siguiente: los altos cargos estadounidenses afirmaron que esto era así, aunque
"se negaran a proporcionar detalles adicionales" y aunque "la investigación
todavía estuviera en marcha”. Más aún, según el New York Times, esta
acusación está "confirmada" y "corroborada", aunque "aún no hay detalles sobre
el atacante ni se conoce su nombre ni su nacionalidad”; aunque su fuente anónima
estadounidense "se negó a describir qué datos específicos de la inteligencia
(comunicaciones interceptadas, análisis de partes del cuerpo del suicida y otros
detalles) habían llevado a los analistas a concluir que el atacante pertenecía a
Hezbollah", a pesar de que "los búlgaros todavía están tratando de averiguar
cómo entró el atacante en el país, cómo se movió y donde permaneció", y aunque
el Ministro de Relaciones Exteriores de Bulgaria afirmara: "No estamos señalando
en ninguna dirección hasta que no sepamos lo que pasó y completar nuestra
investigación". Todo lo que dice el Libro de Registros es que los funcionarios
estadounidenses e israelíes han acusado a Irán y Hezbolá, y - como siempre -
esto es suficiente para ellos. Identificado, confirmado y corroborado.
En fuerte contraste, la periodista del Washington Post Karin Brulliard
y que informa desde Jerusalén ejerce el periodismo real con su
realto de este hecho. Ella también toma nota de las acusaciones oficiales a
Hezbolá y de la responsabilidad iraní pero, como señala Ali
Gharib en Think Progress, matiza fuertemente en el tercer párrafo su
relato: "Israel no ofreció ninguna prueba concreta de la vinculación del
atacante con Irán y los funcionarios búlgaros advirtieron que era demasiado
pronto para atribuir la responsabilidad". Esto se denomina periodismo básico: en
lugar de simplemente repetir las afirmaciones oficiales considerándolas como
"confirmadas", y formular todo el artículo en torno a estas afirmaciones,
destacada claramente que no existe ninguna prueba real que pueda llevar a
nadie a creer estas acusaciones. A continuación, añade más escepticismo:
"Funcionarios de inteligencia estadounidenses afirmaron que era "plausible" que
Hezbolá hubiera llevado a cabo el ataque, pero que los analistas de la CIA y
otras agencias de inteligencia seguían evaluando los datos de inteligencia
referentes al atentado y no habían llegado a una conclusión”.
No tengo idea de quién está detrás de los ataques. Si resultara ser Hezbolá
y/o Irán, no me sorprendería: después de todo, si se detecta que se han enviado
escuadrones de la muerte a un país para asesinar a sus científicos nucleares, lo
más probable es que la nación afectada quiera responder con su propia violencia.
Pero no hay pruebas que confirmen las acusaciones estadounidenses e israelíes.
Un lector del artículo del New York Times no lo sabría, mientras que uno
del artículo de Brulliard en el Washington Post sí. Esta es la diferencia
entre el periodismo y la escenografía propagandística. Cuando se repiten las
afirmaciones del gobierno, realmente no es tan difícil o complejo señalar de
manera clara y destacada que no se han proporcionado pruebas para apoyar estas
afirmaciones.
Siguiendo con la argumentación
que hice sobre el bombardeo de Siria (que los círculos políticos y los
medios de comunicación occidentales iban a tratar el ataque a funcionarios
sirios como algo loable), el Departamento de Estado de los Estados Unidos se
negó a denunciar el ataque y estuvo cerca de alabarlo aunque haya asumido
que era el acto de un suicida, mientras que The New York Times se
refiere a los "descarados asesinatos por parte de los rebeldes de altos
funcionarios de seguridad”. A pesar de que niegan su responsabilidad en el
ataque de Bulgaria, altos cargos iraníes indicaron esta postura:
El portavoz del Parlamento iraní, Ali Larijani, criticó a Estados Unidos
por no condenar el atentado en Damasco del miércoles contra el círculo íntimo
del presidente Bashar al-Assad que mató a tres funcionarios de defensa de alto
nivel”. Al no condenar los asesinatos de Siria, los
norteamericanos demuestran que creen en buenos asesinatos y malos
asesinatos", afirmó, según la agencia de noticias Fars.
De hecho, en uno de los más ilustres eufemismos del año, la portavoz del
Departamento de Estado, Victoria Nuland, reconoció
recientemente cuando se le preguntó acerca de la política de EE.UU. respecto
a las violaciones de derechos humanos de Israel que "no siempre somos
consecuentes". Esto es cierto incluso cuando se trata de qué es el terrorismo, y
si es bueno o es malo.
Fuente original: http://readersupportednews.org/opinion2/276-74/12560-focus-journalism-v-propaganda
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