La guerra de la NBC por diversión y
beneficio
14 de agosto de 2012 Glenn
Greenwald
Traducido del inglés por El Mundo No Puede Esperar 29 de octubre de
2012
Esta noche en la NBC empieza un nuevo reality televisivo de
temática militar titulado “Las estrellas se ganan los galones”. El programa
“combina con entusiasmo la guerra y la fama,” tal como lo describía una
revisión del Washington Post hoy. Muestra a 8 famosos (por utilizar la
definición más floja del término); tales como al marido de Sarah Todd Palin, el
antiguo Superman Dean Cain, y el que fuera miembro de una banda de música de
chicos Nick Lachey; haciendo pareja con “veteranos militares y de fuerzas del
orden, incluyendo a Green Beret, un oficial del Equipo de operaciones especiales
(SWAT por sus siglas en inglés), dos sargentos de la Marina, un miembro retirado
de la Fuerza Delta y dos de las fuerzas especiales de la marina” a los que la NBC
denomina “Operativos de tipos duros (Badass en inglés).” Todos ellos están
bajo el mando del General Wesley Clark, que de hecho una vez pensó que sería
presidente, que presenta este reality junto con la que formó parte de
Bailando con las estrellas, Samantha Harris (si uno se someten a ver los
dos previos del programa más abajo, uno se pregunta cuándo tuvo que pagar NBC
para comprar toda la dignidad del General Clark: probablemente más de lo que pagó
el grupo Terror para convertirse en su leal cómplice).
Dice
el LA Times citando a NBC, que las “estrellas” y los Operativos de tipos
duros participarán juntos en “misiones de contrainsurgencia que recuerden
a otras que hayan tenido lugar en cualquier parte del mundo,” con “balas reales”
y “peligro real.” Sólo en el primer episodio, dice el Post, “tienen que
saltar de un helicóptero a un lago mientras van cargados de armas automáticas y
toda la equipación; nadar hasta una lancha motorizada; llegar hasta la arena
bajo fuego enemigo; destruir una torre de observación con una granada; disparar
con fuego real a objetivos del enemigo; caminar a través de barro para
apoderarse de la reserva de munición del enemigo y después, finalmente, hacerlo
saltar todo por los aires.” En este episodio piloto, uno de los tipos duros del
operativo, maravilla a Todd Palin con la habilidad al llevar a cabo una de estas
tareas, y exclama: “¡(él) es un animal! ¡Por Dios!... ¡Es igualito a Rambo!” El
tipo duro entonces añade: “La próxima vez que vaya a la guerra, quiero a Todd
Palin a mi lado.” Otro tipo duro del operativo jura coger a “Nick Lachey, el
tipo de la banda juvenil, y convertirlo en Nick Lachey, el tipo malo con una
pistola.”
No hace falta decir que todo esto se está haciendo en honor a las tropas. El
ganador recibirá 100.000$ para donar a la organización caritativa relacionada
con lo militar de su elección. En referencia a las declaraciones de la NBC sobre
el propósito del programa, el Post dice que todo se hace “para tomar
conciencia sobre lo duro que nuestras fuerzas armadas trabajan, cuánto se
sacrifican, y todo eso, hasta que empieza a sonar como unas alabanzas
imprecisas.” Reflejando realidades culturales más amplias, los tipos duros del
operativo del show son tratados como deidades (uno de ellos “empieza a sentirse
cohibido cuando Cain, su compañero de equipo, no para de adularle”). Me pregunto
qué sienten tropas de verdad que se enfrentan a peligros a su vida reales sobre
que la NBC utilice al ejército y convierta a sus cargas de combate en un
divertido reality con “peligro” simulado.” Y, por supuesto, el sustancial
beneficio que la NBC espera hacer de vender anuncios no serán de ninguna manera
donados a organizaciones de veteranos sino que serán contabilizados como
beneficios corporativos, pero todo esto es sólo secundario al objetivo que
motiva todo esto, el honor de las tropas.
Las razones por las que todo esto es tan ruin, repulsivo y propagandístico
son tan evidentes en sí mismo que no requieren mucha más discusión. Sin embargo,
hay un valor real: aquí tenemos una gran cadena televisiva siendo relativamente
sincera sobre la manera que ven la guerra y el militarismo, primero y más
importante, como una fuente de entretenimiento y beneficio. Recordar el
increíble discurso dado en abril del 2003 por Ashleigh Banfield, el
corresponsal de guerra estrella de la MSNBC con respecto a cómo la NBC y la
MSNBC, entonces propiedad del suministrador armamentístico General
Electric, beneficiario de la cobertura de guerra propagandística en Irak, un
discurso que (como ella anticipó claramente cuando lo dio) causó su posterior
descenso y desaparición de la MSNBC y las noticias:
Supongo que veis suficiente televisión para saber que el gran
espectáculo televisivo se ha acabado y que la guerra está ahora
prácticamente terminada – por lo menos las mayores operaciones de combate se han
terminado, según el Pentágono y los oficiales de defensa – pero es mucho lo que
se ha dejado atrás...
Dicho esto, ¿qué es lo que no viste? No viste dónde aterrizaron esas
balas. No viste lo que pasaba cuando el mortero tocaba tierra. Una nube de humo
no es lo que hace un mortero cuando explota, creedme. Hay horrores que fueron
completamente dejados fuera de esta guerra. ¿Entonces fue aquello periodismo o
fue cobertura informativa?
Hay una gran diferencia entre periodismo y cobertura, y tener acceso no
quiere decir que estés consiguiendo la historia, sólo significa que estás
consiguiendo un brazo o una pierna más de la historia. Y eso es lo que
conseguimos, y fue una grandiosa y maravillosa imagen que tuvo a mucha gente
observando y muchos publicistas contentos con los cables de
noticias.
Pero no era periodismo, porque no estoy segura de que en EEUU vacilemos al
hacerlo otra vez, luchar en otra guerra, porque parecía un esfuerzo glorioso,
valiente y tan exitoso, y nos deshicimos de un horrible líder: nos deshicimos de
un dictador, de un monstruo, pero no vimos lo que supuso hacerlo.
Cuando dije que la guerra había terminado en cierto modo quería decir que
en el sentido de que se están sacando las cartas de la baraja de los 55 más
buscados, y están en cierto modo cayéndose de la baraja a la misma velocidad de
como caían las cifras de audiencia de las agencias de noticias. La semana
pasada tocamos fondo. Pasamos de tener millones de televidentes a sólo unos
pocos miles en tan sólo unos pocos días...
Creo que había muchas voces disidentes antes de esta guerra sobre los
horrores de la guerra, pero estoy muy preocupada sobre este programa de
televisión de 3 semanas y de cómo puede haber cambiado la opinión de la gente.
Ya de por sí muy manipulada...
Este programa televisivo que te acabamos de dar fue extraordinariamente
entretenido, y realmente espero que el legado que deja no es el de enseñar la
guerra como algo glorioso, porque no hay nada más peligroso para una democracia
que piensa que hacer esto es una cosa gloriosa.
La guerra es fea y peligrosa, y en este mundo la manera en que somos
discutidos en las calles árabes, alimenta y echa más gasolina a su odio y a su
deseo de matarse para llevarse por delante a algunos americanos. Difundir esto
es algo peligroso...
Espero tener un futuro en las noticias por cable, pero no de la manera en
la que lo hacen algunas agencias de noticias que se envuelven con la bandera
estadounidense y de patriotismo y persiguen a un cierto objetivo demográfico, el
cual es muy lucrativo. Ya puedes ver los efectos, ya puedes ver grandes
contratos en otras compañías, contratos del ala derecha para perseguir este
objetivo, y ya puedes ver la bandera ondeando en las esquinas de esas estaciones
de noticias donde tienen animada música estadounidense acompañando a su
cobertura de guerra.
Lo que esta despreciable chapuza de la NBC realmente revela es la manera en
la que la reverencia por todo lo militar se ha convertido en la religión
nacional estadounidense, integrada sin problemas en literalmente cada evento
cultural. Llamo la atención de este correo electrónico que recibí de un amigo del
sur de Florida en septiembre después de haber asistido a un partido de fútbol de
la Liga de Fútbol Nacional (NFL por sus siglas en inglés) en Miami:
Permíteme describir la exhibición patriótica de la apertura del partido de
anoche. Hombres con metralletas en todas las entradas, para asustar a los
terroristas. Cacheos al entrar, para asegurarse de que mi esposa y yo no
lleváramos explosivos plásticos. Un emocionante himno nacional con soldados en
el campo deletreando U.S.A. Un tributo emotivo a los miles que perdieron la vida
el 11 de septiembre y la valiente respuesta de nuestra nación a esa atrocidad
(que fue, por supuesto, lo peor que ha sucedido nunca en la historia del mundo).
Se gritaron consignas de USA, USA. Después, un avión bombardero “invisible” (o
furtivo) sobrevoló el estadio, seguido de fuegos artificiales. Durante el
descanso, un escuadrón de paracaidistas del Ejército estadounidense saltó de un
avión y cayó en el campo. A lo mejor la semana que viene lancen algunos misiles
desde aviones no tripulados (drones).
Venerar a los militares es algo tan común en los rituales de la cultura
estadounidense que uno apenas ya no lo nota cuando pasa. Esta mañana, Jake
Tapper en las noticias de ABC señaló un divertido
vídeo de broma, de su colega de las noticias de ABC, Luís Martínez,
corresponsal en el Pentágono, saltando de un avión militar con los Golden
Knights, el equipo del ejército de los EEUU que salta frecuentemente a los
estadios de fútbol durante el descanso mientras el aclamado público lo vitorea.
En el minuto 4 del vídeo, Martínez hace el papel de payaso sin suerte, actuando
como un bobo y nervioso con su guía militar varonil y estoico, el sargento Aaron
Figel, al que Martínez abiertamente babosea y al que está simbólicamente atado
mientras salta.
El que estos juegos alocados, divertidos y aduladores con los militares de
los EEUU podría no ser la actividad más apropiada para alguien que se supone es
un reportero antagonista cubriendo al Pentágono no se le habría ocurrido a
ninguno de ellos porque, como la NBC, están practicando la religión nacional
estadounidense (adoración militar) y ¿quién haría una objeción a esto? Martínez
fue el reportero que dio
anonimato a oficiales militares para calumniar a Michael Hasting sobre su
artículo en Rolling Stone que terminó con la carrera del general Stanley
McChrystal, permitiendo al oficial anónimo afirmar (falsamente) que las citas
utilizadas por Hasting fueron hechas extraoficialmente. Martínez hizo lo mismo cuando dio
anonimato a un oficial militar para atacar falsamente una historia de Jeremy
Scahill que exponía la red de prisiones secretas en Somalia que efectivamente
los EEUU tienen. Nadie practica esta adoración militar como los perros
guardianes del Pentágono que trabajan en las televisiones más grandes de la
nación.
Experimentar diversión y vibrante entretenimiento al enviar a nuestros
militares a la guerra no es único de nuestro tiempo. Adam Smith lamentaba
esta pervertida dinámica ya en 1776 en su libro La riqueza de las
naciones:
En los grandes imperios la gente que vive en las capitales, y en las
provincias lejanas del escenario de la acción, muchos de ellos, apenas sienten
ningún inconveniente con la guerra; más bien disfrutan, fácilmente, del
entretenimiento de leer en los periódicos las explosiones de sus propias flotas
y ejércitos. Para ellos esta diversión compensa la pequeña diferencia entre
las tasas que pagan a cuenta de la guerra, y aquellas a las que se acostumbraron
a pagar en tiempos de paz. Típicamente no están satisfechos con la vuelta de
la paz, que pone fin a su entretenimiento, y a mil esperanzas visionarias de
conquista y gloria nacional si la guerra continuara por más tiempo.
De hecho es necesario que EEUU tenga un reality que empareje a grandes
y musculosos soldados con adorados famosos de serie B (presentados por un
ex-general del ejército junto con a uno que solía estar en Bailando con las
Estrellas) jugando asépticos juegos de guerra para el entretenimiento de los
espectadores, todo entre anuncios de las empresas más grandes de la nación. De
alguna manera para nosotros este es un símbolo demasiado perfecto de la cultura
y la política estadounidense para no tenerlo.
* * * * *
Este fin de semana, en Con Chris Hayes de la MSNBC, Rachel Maddow denunció
la campaña de Romney por usar un barco de guerra en desuso como apoyo para el
anuncio de su vicepresidente, condenando tales actos como el utilizar a los
militares para fines políticos como “ofensivo,” especialmente dado que Romney y
Paul Ryan no hicieron el servicio militar. Poco después, literalmente, la
presentadora del fin de semana de MSNBC Melissa Harris-Perry habló efusivamente
sobre todas las políticas militares agresivas de Obama que le habían dado una
ventaja política incondicional; explicaba que tiene “un record impresionante en
la política exterior para los halcones,” incluyendo “continuar las guerras de
persecución, los ataques con drones, la muerte de Osama bin Laden.” Guerras,
drones, y el asesinato de un acusado de terrorismo desarmado y el lanzamiento de
su cuerpo al océano: observad lo que es ahora alabado en la MSNBC como activos
políticos impresionantes, todo en medio de la condena al uso de los militares
para ventaja política por alguien que nunca ha servido.
ACTUALIZACIÓN: Nueve premiados con el Nobel de la
paz han
llamado a la NBC para que se cancele el programa, apuntando que la “guerra
no es un entretenimiento” y que “gente (militares y civiles) mueren de manera
que son todo menos entretenidos,” añadiendo: “Intentar de alguna manera
maquillar la guerra equiparándola a una competición deportiva más bien llama a
preguntarse la moralidad y la ética de equiparar lo militar en cualquier parte
con la industria del entretenimiento son apenas escondidos esfuerzos para hacer
la guerra y sus múltiples costos más agradables al público.” La lista de los
laureados con el Nóbel de la paz que firman la carta incluye al ganador en 1984
arzobispo Desmond Tutu, al presidente Óscar Arias Sánchez ganador en 1987, al
Dr. Shirin Ebadi ganador del 2003, a Barack Obama (el cual, según Harris-Perry
de la MSNBC, tiene “un impresionante récord de políticas exteriores para los
halcones”: un extraño atributo para un Nobel de la paz). Numerosos grupos contra
la guerra también han hecho circular una petición contra el programa y la
“guerra como entretenimiento”, que puede ser firmado
aquí.
ACTUALIZACIÓN II: Numerosos comentarios predicen lo que
mostrarán futuros episodios, incluyendo este de
2millionlightyearstoandromeda:
El famoso con menos puntos hará girar una ruleta gigante y tendrá que
soportar la “técnica de interrogación mejorada” (NT: eufemismo para tortura) que
toque. (La NBC ha asegurado a sus socios que si la ruleta cae en “electroshocks
en los genitales” todas las partes desnudas serán censuradas.)
Los famosos con más puntuación pasarán al episodio de la semana siguiente.
En él atravesarán el centro de Hollywood liderando una caravana de Humvees
(Vehículos de alta movilidad) disparando a cualquiera que parezca que alguna vez
haya abierto un Corán.
El famoso que más “militantes” mate se bañará en una celebración de
confeti de uranio empobrecido y recibirá 100.000$ que serán donados al
contratista de defensa de su elección.
Los espectadores en casa que manden un mensaje de texto con la palabra
BICHOESPACHURRADO (NT: Bugsplat es como se denomina a las víctimas de los
drones) a la NBC entrarán en el sorteo para ¡ganar un día con un piloto de
aviones no tripulados de la CIA!
¡Allí aprenderás cómo lanzar un misil con precisión desde un drone y matar
a un militante (además de a su entera familia, amigos y a todos sus animales de
granja)!
Nadie debería dar ideas a los ejecutivos de la competencia.
Este artículo apareció originalmente en Salon.com
el 13 de agosto de 2012.
Nota de Editor (El Mundo no Puede Esperar)
Vea: Felicitaciones
a todos por una victoria sobre el programa de juegos bélicos de la red
NBC
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