Documento secreto: La NSA espió visitas a webs porno para desacreditar a sospechosos
Glenn Greenwald, Ryan Gallagher, Ryan Grim
Huffington Post.es
27 de noviembre de 2013
WASHINGTON. La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) ha recopilado datos sobre visitas a webs
pornográficas y grabaciones sobre actividades sexuales online como parte de un
plan para desprestigiar a sospechosos de estar radicalizando a otros a través
de discursos incendiarios, según señala un documento secreto de la agencia.
El documento, distribuido por Edward Snowden, identifica a seis objetivos, todos
musulmanes, como “ejemplos” que demuestran la facilidad con se pueden destapar
los puntos débiles de cada uno mediante vigilancia electrónica, y así sabotear
la credibilidad, la reputación y la autoridad.
El documento de la NSA, con fecha de 3 de octubre de 2012, hace referencia en
repetidas ocasiones al poder y al peso de la hipocresía para desautorizar al
mensajero. “El anterior informe SIGINT” (acrónimo referente a inteligencia
de señales, o intercepción de comunicaciones) “señaló que los radicalizadores son
especialmente vulnerables frente a la autoridad cuando su comportamiento, ya
sea público o privado, resulta incongruente”.
Entre los puntos débiles de la lista de la NSA que pueden aprovecharse de forma
efectiva están las “visitas a páginas con material sexual explícito” y el “uso
de un lenguaje sexualmente explícito para persuadir a chicas jóvenes
inexpertas”.
(Fragmento del documento al que ha tenido
acceso The Huffington Post)1>
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El Director de la Agencia Nacional de Seguridad (descrito como “DIRNSA”) se
incluye como autor de este documento. Aparte de la propia NSA, entre los destinatarios se
incluyen trabajadores de los Departamentos de Justicia y Comercio y de la
Administración para el Control de Drogas.
EL GOBIERNO DE EEUU ASEGURA QUE "NO DEBE ESCANDALIZAR"
“Dejando a un lado el tema de los individuos concretos, no debe escandalizar el hecho de
que el Gobierno de Estados Unidos use todos los medios legales a su disposición
para impedir que se produzcan las amenazas terroristas que buscan amedrentar al
país y radicalizar a la gente con su violencia”, comunicó por e-mail a The
Huffington Post Shawn Turnes, director de asuntos públicos de la Inteligencia Nacional.
Sin embargo, Jameel Jaffer, director adjunto de la Unión Estadounidense para las
Libertades Civiles, afirmó que estas revelaciones generan serias preocupaciones
en torno a la cuestión del abuso. “Es importante recordar que las actividades
de vigilancia de la NSA no se centran en un objetivo particular; la agencia
está recopilando una cantidad ingente de información confidencial sobre el
perfil virtual de la gente”, declaró.
“Estés donde estés, las bases de datos de la NSA acumulan información sobre tus
opiniones políticas, tu historial médico, tus relaciones íntimas y tus actividades
en la red”, añadió. “La NSA señala que no se hará un uso extralimitado de la
información personal, pero estos documentos demuestran que para la NSA, la
definición de ‘uso extralimitado’ no abarca demasiadas acepciones”.
A ninguno de los seis individuos de la lista de la NSA se les acusa de estar
implicados en actos terroristas. La agencia cree que actualmente todos residen
fuera de los Estados Unidos. No obstante, se identifica a uno de ellos como
“persona de Estados Unidos”, lo que significa, o bien que es un ciudadano
estadounidense, o bien que reside allí de forma permanente. Se supone que las
“personas de Estados Unidos” gozan de mayor protección frente a la vigilancia
de la NSA que los extranjeros.
"MÁS JUSTO Y QUIZÁS MÁS HUMANO" QUE LANZAR BOMBAS
Stewart Baker, el que fuera consejero general de la NSA y director del Departamento de
Seguridad Interna durante el gobierno de Bush, dijo que la idea de usar
información potencialmente humillante para sabotear a un objetivo resulta
sensata. “Si se dedican a reclutar a gente para matar a los americanos y
tenemos en nuestra mano el poder de desprestigiarlos, esa es nuestra misión”,
declaró Baker. “Al fin y al cabo, es más justo y quizás más humano” que lanzar
bombas, afirmó y añadió que con su táctica tratan de “arrojar la verdad sobre ellos”.
Se puede hacer un mal uso de cualquier sistema, admitió Baker, pero apuntó que el
miedo a la deriva política por parte de los detractores de las políticas
internas no son una excusa para rechazarlas. “En ese ámbito, se puede llegar a
cuestionar cualquier táctica usada en la guerra, pero contamos con que nuestros
oficiales sepan ver la diferencia”, declaró.
Además de analizar el contenido de sus actividades en la web, la NSA también examinó
las listas de contactos de los objetivos. La NSA acusa a dos de los objetivos
de difundir propaganda de Al Qaeda, pero afirma que la vigilancia de las comunicaciones de los tres
angloparlantes reveló que sus contactos terroristas eran casi inexistentes.
En concreto, “sólo a siete (1%) de los contactos de los tres radicalizadores de
habla inglesa se les describe como afiliados de un grupo extremista o como
militantes de un grupo paquistaní. Una investigación de las comunicaciones más
antiguas de uno de los objetivos revela que 3 de las 213 personas con las que
mantuvo el contacto entre el 4 de agosto y el 2 de noviembre de 2010 eran
sospechosas de asociación con el terrorismo”, se puede leer en el documento.
Por su parte, los tres objetivos arabófonos tienen más contactos que guardan relación
con grupos extremistas, pero no se especifica que estén implicados en ningún
acto terrorista.
PROSELITISMO A TRAVÉS DE YOUTUBE O FACEBOOK
Por otro lado, la NSA cree que los individuos investigados radicalizan a la gente
mediante de la expresión de ideas controvertidas por YouTube, Facebook u otras
redes sociales. Su público, tanto de habla inglesa como árabe, “incluye
individuos que no comparten puntos de vista extremistas, pero que son
susceptibles de abrazar el mensaje extremista”, se indica en el documento. La
NSA afirma que los países donde más resuena lo que dicen y escriben estos seis
individuos son Reino Unido, Alemania, Suecia, Kenia, Paquistán, India y Arabia Saudí.
La NSA posee información sexual explícita sobre al menos dos de los objetivos obtenida por medio de la vigilancia electrónica de su
actividad en la red. El informe declara que
algunos de los datos fueron averiguados gracias a programas de vigilancia del
FBI previstos en la Ley sobre Vigilancia e Inteligencia Extranjera. Asimismo,
añade “la información aquí expuesta se basa especialmente en comunicaciones de
extremistas suníes”. Y continúa, “la información de SIGINT procede de fuentes
primarias con acceso directo, y suele considerarse fiable”.
De acuerdo con dicho documento, la NSA cree que el uso de la vigilancia
electrónica para desvelar actividades sexuales en la web puede dificultar a
estos “radicalizadores” mantener su credibilidad. “Sólo con las páginas de
acceso, se revelan puntos débiles que podrían aprovecharse de forma más
efectiva si se emplearan en combinación con las vulnerabilidades del carácter
y/o de la credibilidad del mensaje para elaborar una percepción del mensajero
así como de sus seguidores”.
En un anexo adjunto se
incluye el “argumento” en que se ha basado la NSA para llegar a considerar los
actos de los sujetos vigilados como radicales, además de los “puntos débiles”
personales que la agencia cree que se podrían utilizar contra los objetivos.
EL PUNTO DÉBIL DE LA PROMISCUIDAD EN LA RED
Un argumento ofensivo de uno de los objetivos es que “los no musulmanes son una
amenaza para el islam”, y se incluye como punto débil su “promiscuidad en la
red”. Otro de los objetivos del informe, un ciudadano extranjero descrito como
“académico respetado”, sostiene la opinión de que “una yihad ofensiva está
justificada”, y sus puntos débiles son la “promiscuidad en la red”, además de
la “publicación de artículos sin contrastar sus fuentes”. Un tercer objetivo es
descrito como “famosa celebridad mediática” que reside en Oriente Medio y
defiende que “Estados Unidos perpetró los ataques del 11-S”.
Como punto débil, se señala su “estilo de vida sofisticado”. Del cuarto objetivo,
que declara que “Estados Unidos es responsable de los ataques del 11-S”, se
dice que es propenso a recibir acusaciones por hacer un “uso fraudulento de los
fondos”. En el documento se expresa la esperanza de que al revelar información
negativa de las personas se ponga en tela de juicio su supuesta “devoción por
la causa yihadista”.
The Huffington Post ha preferido retirar los nombres y lugares de residencia de los seis
individuos investigados; la información suministrada por la NSA en este documento
sobre sus actividades online no se puede verificar.
El documento no indica si la NSA llevó a cabo su plan para desacreditar a estos
seis individuos, ya fuera comunicándoselo de forma privada o difundiéndolo
públicamente. En dicho documento tampoco se hace referencia a ninguna
limitación legal o ética sobre el uso de la vigilancia electrónica en este caso.
Si bien es cierto que Baker y otras personas apoyan el uso de la vigilancia para
empañar la reputación de la gente considerada por la NSA como “radicalizadora”,
hay que reconocer que los oficiales estadounidenses también han usado tácticas
similares para enfrentarse, entre otros, a líderes de los derechos civiles y a
activistas del movimiento de los trabajadores.
Traducción de Marina Velasco Serrano. Lee este artículo en inglés.
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