Los juegos secretos de la fiscalía y del gobierno posponen el juicio de Bradley Manning
Los simpatizantes de Bradley Manning se manifiestan en los exteriores durante su juicio en Maryland.
Foto: Bradley Manning Support Network |
13 de junio de 2012
Kevin Gosztola
Traducido del inglés por El Mundo No Puede Esperar 27 de junio de
2012
El juicio a Bradley Manning, el soldado acusado de publicar información clasificada a WikiLeaks, se ha retrasado de
septiembre hasta noviembre o enero del próximo año. El juez cambió la fecha del
juicio a causa de “problemas de descubrimiento de secretos” en el consejo de
guerra. Esto podía predecirse perfectamente. Durante todo el proceso, los
fiscales militares y el gobierno han estado comprometidos en juegos secretos
que han hecho practicamente imposible para la defensa obtener pruebas que pudieran
servir como material para definir la culpabilidad o inocencia de Manning o que
pudieran ayudar a reducir su sentencia si fuera condenado por las supestas filtraciones.
En efecto, los fiscales militares han jugado un doble papel. No solamente han estado trabajando para condenar a Bradley
Manning sino que también han estado actuando como guardianes del gobierno para
que la información sobre cómo respondió el gobierno ante las revelaciones de
WikiLeaks y sobre cómo investigó a Bradley Manning y a WikiLeaks, no sea
entregada. Los fiscales han alegado que están protegiendo la seguridad nacional
y han bloqueado muchos de los documentos que pidió la defensa.
Los fiscales dijeron al principio que un documento sobre la actuación del FBI no era importante para el acusado. No cumpliría la
petición de documentos de la defensa. Estudiando las normas militares para la
entrega de pruebas, se descubrió que era obligatorio entregar al menos algunas
páginas del archivo para que la defensa pudiera utilizarlas, pero la mayoría de
las páginas entregadas eran inservibles porque eran páginas en negro. La jueza
Denise Lind preguntó el miércoles en el juicio: “¿por qué no es importante? ¿Cómo
va Manning a “defenderse si no sabe lo que está en su expediente”?
Los fiscales utilizaron después un argumento que sonaba más a un argumento de los abogados del gobierno cuando invocan el privilegio
de “secretos de Estado” en las cortes civiles. El mayor Ashden Fein, de la Fiscalía,
dijo que la defensa tendría por lo menos que hacer una declaración y que la información
estaba protegida por ser de seguridad nacional. Dijeron que si la jueza iba a
ordenar que se entregaran las pruebas, entonces la Fiscalía podría escudarse en
una ley que garantiza al gobierno el privilegio para decidir lo que debe ser
retenido para salvaguardar así información sensitiva o clasificada. La jueza
preguntó, “¿Cómo puede la defensa declarar algo si la página está en negro?”.
Fein contestó, “Bueno, ¿No es lo que tienen que hacer?”.
La jueza preguntó a la Fiscalía qué porcentaje del expediente había sido divulgado. Los fiscales dijeron que se habían
entregado el 50 por ciento de las 8.800 páginas de 636 documentos de la
investigación del FBI. Cuando el juez continuó poco después, los fiscales le
dieron el número exacto de páginas y documentos en todo el archivo: 42.135
páginas en total, 3.475 documentos. “Así que no estamos cerca del 50%,
¿cierto?” preguntó la jueza.
Luego, en la misma línea de interrogatorio, los fiscales tergiversaron cuándo habían obtenido una “evaluación de daños” del
FBI. Dijeron que la sede del FBI había escrito este informe, que se habían dado
cuenta hacía poco y que estaban a punto de presentar un recurso invocando un
privilegio para proteger información clasificada o sensible y entonces, una vez
que la información fuera sustituida o revisada, la evaluación podría ser
entregada a la defensa. El abogado defensor de Manning, David Coombs, se
levantó y dijo que eso suponía un problema. ¿Cuándo se enteraron de eso? El 18
de mayo indicaron que se habían “recogido todas la informaciones importantes”
en relación con el FBI. ¿Por qué decide el gobierno por su cuenta cuando
informar a la corte de que esta prueba existe? Deberían haber informado a la
corte antes de esta audiencia. Representaron ante la corte que habían revisado
todo el material y entregado todo. ¿Por qué debería la Fiscalía haber
encontrado justo ahora esta evaluación sobre los daños? Los fiscales han estado
preparando el caso durante más de un año.
Además, los fiscales mintieron sobre si traerían un testigo del FBI durante el juicio. Habían dicho que no testificaría ningún
testigo del FBI. Durante el interrogatorio indicaron que lo harían y que sería
una parte de la evaluación. Si tuvieran un testigo, tendrían que haber
entregado la evaluación. Coombs señaló a la jueza que solo habían dicho que
llamarían a un testigo. El juez trató de confirmar este hecho. La fiscalía
contestó: “Usted preguntó si llamaríamos a un agente del FBI, no al FBI”.
La defensa ha luchado en los últimos meses para obtener del Departamento de Estado un informe de evaluación de los daños
específicos sobre las filtraciones. La fiscalía no creyó que tuvieran que
entregarlo. Argumentarón que el informe era un “borrador” y que por eso el
contenido era “especulativo por naturaleza”. La jueza no aceptó el argumento.
El gobierno se vio forzado a entregar un borrador a la defensa. La fiscalía no
quería entregar los informes de la Revisión de Información del Grupo de Trabajo
(Information Review Task Force (IRTF)) de la Agencia de Inteligencia de Defensa o el Grupo de Trabajo de
Wikileaks (WTF) de la CIA. La defensa luchó y ahora se van a entregar
finalmente las versiones de los informes con las redacciones y sustituciones.
Utilizaron juegos de palabras como si fueran funcionarios de la Ley por la Libertad de Información encargados de atender las
solicitudes de la FOIA. La defensa pidió todos los archivos de la
investigación. Y la Fiscalía no habló de una prueba como el informe de la
evaluación de daños del Departamento de Estado. Además dijo que lo que la
defensa realmente quería era un “documento de trabajo”. La defensa se dio
cuenta de que tenía que utilizar “las palabras mágicas” y presentó una moción
el 10 de mayo para los archivos de una lista de agencias específicas que
podrían ser “documentos, informes, análisis, archivos, investigaciones, cartas,
documentos de trabajo y evaluaciones de daños”.
La defensa también alegó en la misma
moción presentada el 10 de mayo que el gobierno había tomado medidas “en
respuesta a la petición del gobierno” sobre los materiales que se pueden
descubrir durante 9 meses.
…El gobierno no ha completado todavía una búsqueda sobre Brady en sus propios archivos (es decir, archivos
que están claramente en posesión, custodia y control de las autoridades
militares) a pesar de que han transcurrido dos años desde el arresto del
soldado Manning. Si que el gobierno no puede “prepararse” con respecto a
documentos que están claramente bajo su control no inspira mucha confianza que
el gobierno haya realizado busquedas correctas sobre Brady en otras agencias
(Nota: Brady se refiere a una ley que obliga a la divulgación de las pruebas)…
El fracaso del gobierno ha llevado a la defensa a renovar su petición de archivos que “todavía no han sido hechos”.
Esto incluye una petición para “todos los archivos del CID, DIA, DISA, CENTCOM
y SOUTHCOM relacionados con el soldado Manning, WikiLeaks y/o el daño
ocasionado por las supuestas filtraciones”.
Durante todo el proceso los fiscales del gobierno y los militares han insinuado o sugerido abiertamente que la defensa
está pidiendo esa información para “publicar los archivos del gobierno”. Fein
incluso acusó
absurdamente a la defensa durante la audiencia de abril, de “graymail”, definida
como “la táctica usada por la defensa en un juicio por espionaje, que conlleva
la revelación de secretos del gobierno a menos que se eliminen los cargos
contra su defendido”. Dijo que si la corte aprobaba las peticiones de
información de la defensa, esto podría llevar a otros soldados a tratar de
“chantajear” de esta forma al gobierno. Un soldado podría revelar sualquier
información clasificada y los pasos del gobierno para investigar la filtración
serían “conocidos”.
La conducta del gobierno y los fiscales es muy sospechosa dado el hecho de que esto hace posible que el gobierno del
presidente Barack Obama no tenga que enfrentarse a un juicio contra Bradley
Manning antes de las elecciones. También se sospechó siempre que el juez
adelantó y programó una fecha en septiembre para un juicio que terminaría en
octubre. Ahora, “los asuntos del descubrimiento de secretos” retardaron los
procedimientos. Esto puede o no haber sido calculado. En general, retener una
prueba que puede ser descubierta sería una forma inteligente para asegurarse
que el juicio no se realice cuando podría ser una molestia para el presidente,
que no querría tener que enfrentarse a este tema durante la campaña (porque
indudablemente habría muchos simpatizantes de Bradley Manning enfrentándose a
él. No quiere que
otro enfrentamiento son los simpatizantes vuelva a ocurrir).
Es posible que este retraso no sea un resultado de los políticos. Puede que sea la forma en la que el gobierno trata
los juicios contra los soplones. El filtrador de la Agencia de Seguridad,
Thomas Drake, dijo
algo similar a lo que está ocurriendo con Manning en este caso. Los fiscales
retuvieron conscientemente “la información exculpatoria y los descubrimientos
favorables” a su defensa. Pidieron también una “evaluación de daños” en su caso
de Acta de Espionaje porque el gobierno le acusó de poner en peligro la vida de
soldados. El gobierno no iba a hacer la evaluación.
Todo esto sucede en un contexto en el que el gobierno de Obama ha filtrado selectivamente información sensible, cuando no
clasificada, sobre la “lista de asesinatos” usada en la guerra de aviones no tripulados. Parece como si el gobierno
alimentase la propaganda que ayuda a hacer operaciones contraterroristas que
deberían ser condenadas o acusadas de ser ilegales o aceptables para los
medios. Parece como si los periodistas fueran agresivos investigadores cuando
están dando bola a esa información. Parece como si el gobierno dejara claro y
continuase dejando
claro al mundo que todas las filtraciones son iguales, pero que unas son
más perseguibles que otras. Parece como si el gobierno hubiera dejado y continuase
dejando claro que el mundo sabe que cree que todos los filtradores son iguales pero
que a algunos merece la pena perseguirlos y a otros no.
Los juegos secretos de la fiscalía en el consejo de guerra y las filtraciones selectivas y la guerra contra los
filtradores del gobierno de Obama sirven para un solo propósito: proteger a la
gente que ha estado involucrada en rendiciones, torturas, escuchas ilegales y
otros actos ilegales de corrupción de la responsabilidad. Hace posible para las
instituciones burocráticas presionar sin interferir en un público que podría
pedir al gobierno que cambiase su forma de trabajar y la finalización de la
violación de los derechos de personas que desean llamar la atención sobre la
corrupción masiva del gobierno de EE.UU.
Actualización
El presidente Obama dijo hoy que la afirmación de que la Casa Blanca está filtrando a propósito secretos de seguridad nacional
es “ofensiva”.
Honestamente, lo que es verdaderamente ofensivo es la guerra a los filtradores y la increible enfermedad
de secretismo en el gobierno, que induce a cosas como la clasificación
excesiva de información y a que los abogados del gobierno luchen contra grupos
como ACLU que tratan
de forzar la divulgación de información sobre temas de seguridad nacional
como el programa de asesinatos del gobierno.
Este artículo apareció originalmente en The
Dissenter el 8 de junio de 2012.
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